TITULO: España Directo - Economía - Mañueco pone en valor la creación de empleo de “calidad y especializado” como generador de riqueza en Castilla y León,.
Mañueco pone en valor la creación de empleo de “calidad y especializado” como generador de riqueza en Castilla y León,.
En el marco de la inauguración del nuevo centro de I+D de Ontex en Segovia, el presidente de la Junta resalta la creación de 100 nuevos puestos de trabajo en la provincia,.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, puso hoy en valor la creación de empleo de “calidad y especializado” como generador de riqueza en la Comunidad. Así lo expresó en el marco de la inauguración del nuevo centro de I+D de Ontex, en la localidad segoviana de Valverde del Majano, donde resaltó la creación de 100 nuevos puestos de trabajo en la provincia, gracias a esta expansión que la empresa hizo en el territorio.
“Con estas nuevas instalaciones vais a convertiros en un referente para el cuidado personal de las mujeres, bebés y personas mayores”, apuntó el presidente, quien insistió en que encajan “perfectamente” con la esencia de Castilla y León “donde el cuidado y la atención a las personas mayores es algo fundamental, una de nuestras prioridades”, a través de la calidad y la apuesta por la sostenibilidad e innovación para el progreso de la sociedad.
En este sentido, también felicitó a la compañía por duplicar en unos años el número de empleados de 300 a 700, mientras declaraba que este nuevo centro servirá para investigar, desarrollar y mejorar los productos “transformando la industria del cuidado personal”. Asimismo, dio la enhorabuena a Ontex por su contribución al desarrollo económico y social de Castilla y León. “Vuestra apuesta por Segovia es una demostración de que nuestra tierra es atractiva para la inversión empresarial porque hay oportunidades de negocio y por la calidad que tiene el capital humano”.
El presidente de la Junta también remarcó que hay instituciones como el Ayuntamiento de Valverde del Majano, la Diputación de Segovia y el Gobierno autonómico que ponen “la alfombra roja a quienes quieren invertir, instalarse y crecer para seguir creando riqueza y empleo”. "Invertir en Castilla y León es algo acertado” y pidió seguir invirtiendo “con fuerza” en ella “para crear más y mejor empleo”.
Creación de empleo
Además de duplicar el número de trabajadores, la puesta en marcha de esta nueva planta, creará más puestos de trabajo nuevos “que apuesten por la investigación y el desarrollo en la ingeniera y sostenibilidad” lo que, para el presidente de la Junta, “demuestra que Castilla y León somos un buen espacio para el talento y para nuevas oportunidades para jóvenes y profesionales”.
“Nosotros vamos a seguir apostando por Segovia y la colaboración público-privada” y, como muestra de ello, hizo referencia al desarrollo del Plan Territorial de Fomento de la provincia que, aseguró, “sigue avanzando para funcionar y dar estabilidad al entorno y la sociedad” con la mejora de servicios públicos y derechos sociales.
El presidente de la Junta señaló que en Segovia “se crea empleo”, como uno de los lugares de España “con la tasa de paro más baja de nuestro país, situada en el 6,7 por ciento” y el dato de afiliados a la Seguridad Social “más alto del mes de febrero de la serie histórica”. “Esto dice a las claras que tenemos más gente trabajando que nunca” con más Producto Interior Bruto industrial que la media de España “lo que dice lo importante que es este sector en nuestra tierra”.
Por último hizo hincapié en la creación de producción industrial y exportaciones en España, materia en la que aseguró “hemos sido líderes”. Así, resaltó la importancia de la economía y los empresarios en Castilla y León “de la mano de la innovación, sostenibilidad y el progreso”, a lo que se refirió a Ontex para afirmar que caminando juntos “vamos a seguir construyendo una Segovia y una Comunidad con más oportunidades para poder invertir, crear empleo, generar oportunidades y crear valor”, en definitiva, “para vivir mejor en esta tierra”, concluyó Mañueco.
Viernes - 21 , 28 - Marzo a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Xuan Lan ,.
«Yoga significa mandar amor incluso a Putin»
«Crecí con un padre y una madre 'tigres', en casa no hablábamos de emociones sino de mis notas»,.
El éxito le llegó por sorpresa pero hoy cuenta con más de 2,2 millones de seguidores en las redes sociales. Lo cual, para una tímida como ella, era algo impensable. «Lo bueno -matiza- es que trabajo en digital y nadie me sigue por la calle, no sufro el fanatismo de una estrella del rock». Y no. Xuan Lan no es una estrella del rock, pero sí del yoga. Su pasión por transmitirlo, realzada por unos atractivos rasgos orientales y un delicado acento francés, hizo que esta parisina de origen vietnamita se convirtiera en un bálsamo de serenidad para miles de personas durante el confinamiento. Ahora acaba de publicar una edición revisada y actualizada de su 'best seller' 'Yoga para mi bienestar', donde imparte consejos sobre meditación y alimentación.
«Más allá de tener salud, un trabajo y una casa, el bienestar también puede ser algo mental. Por eso hay gente depresiva con mucho dinero», observa Xuan Lan. Y confiesa que aunque ella suele estar en el punto de equilibrio, ahora mismo se siente desbordada por sus proyectos. «A nivel emocional estoy muy bien, pero a nivel físico me siento cansada. Sin embargo es algo temporal y no me puedo quejar, me están pasando cosas muy bonitas».
No siempre fue así. En la lotería de la vida, a Xuan Lan (orquídea de primavera en vietnamita) le tocaron unos padres tremendamente exigentes y tuvo que crecer como inmigrante en París. Todo iba bien hasta que empezó a sufrir «un pelín de bullying», como ella dice, en el colegio. «Cuando todas tus amigas son rubitas y nadie te dice nada tú te sientes una más, pero de pronto alguien me llamó chinita. Volví a casa preocupada, le pregunté a mi padre y él me dijo: 'Mírate en el espejo, somos vietnamitas'. Y me inculcó el orgullo de pertenecer a una cultura muy fuerte».
Con el tiempo, la tímida Xuan descubriría que esa cultura incluía una obsesión por integrarse en la sociedad francesa a través de la formación universitaria. «A los padres vietnamitas no se les replica y no puedes elegir una carrera que no sea la de economista, médico o ingeniero. Yo tuve madre y padre 'tigres', es decir, muy exigentes a nivel académico porque eso es lo más importante para ellos. En la cultura asiática no se habla de emociones. A mí solo me preguntaban por las notas. Y me parecía lo normal».
«Dejé el banco porque mis alumnos de yoga me agradecían más una clase que mis jefes nueve horas de oficina»
Sin embargo, unas vacaciones en casa de una amiga en Bretaña le abrieron los ojos a otra realidad. «Allí a la hora de comer y de cenar hablaban de todo, chillaban, se abrazaban... De repente, mi casa me pareció muy fría», recuerda Xuan Lan. Pero estudió Finanzas «sin ninguna vocación», porque se lo pidieron sus padres. Un verano de prácticas en una entidad parisina la convenció de que «aquello de mirar tres pantallas a la vez con números por todas partes no era para mí». Decidió cursar un máster en Marketing y emigrar a Nueva York.
Allí vivió la burbuja financiera y su pinchazo, «lo que significa llegar a la oficina y que te entreguen una caja para que metas tus cosas y te vayas a la calle con otros cincuenta empleados». Para entonces ya había descubierto el yoga, pero como un pasatiempo que practicaba una vez por semana con unos amigos en un 'loft' de Tribeca. «De alguna forma me enganchó», reconoce. Y cuando años después su pareja le propuso cambiar Nueva York por Barcelona (donde llegaron con tres maletas y la necesidad de encontrar trabajo) supo que ya no dejaría nunca el yoga.
Encontró un buen empleo en la banca online de La Caixa. Pero la presión laboral era tan fuerte que solo podía soportarla con la ayuda del yoga. «Me levantaba a las seis de la mañana para acudir a un centro 'ashtanga' antes de ir a la oficina. Y todo mi tiempo libre lo dedicaba al yoga. Ya era una pasión». Aún así, necesitó que le abriera los ojos una 'coach' a la que acudió para explorar sus posibilidades profesionales, porque Xuan quería un ascenso... «Ella me hizo notar que no paraba de hablar del yoga y me preguntó si me había planteado dedicarme a eso». Aquello dio la vuelta a su vida.
«En 2011 hice un cambio brutal de 180 grados -relata-. Dejé el trabajo y decidí que quería dedicarme a la enseñanza del yoga. Mis alumnos me agradecían mucho más una clase que los superiores del banco mis nueve horas de oficina». Hoy, a sus 47 años, afincada en Barcelona, casada y sin hijos, Xuan Lan se declara feliz por haber encontrado su camino. «El yoga me ha transformado. Impartirlo es prestar un servicio y eso me ha hecho más empática y abierta. El yoga -advierte Xuan Lan- es mandar paz y amor de manera incondicional a todo el mundo. Incluido Putin».
TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Especial Día de la Mujer , Martes - 18 , 25 - Marzo ,.
PÁGINA DOS - Especial Día de la Mujer ,.
Martes - 18 , 25 - Marzo, a las 22:00, en La2, foto,.
Página Dos se suma al Día Internacional de la Mujer con un programa especial. En él, Fernanda Trías habla de El monte de las furias. Maria Roig, por su parte, retrata la cotidianidad de una madre y una hija en Ama de casa. Camilla Läckberg nos presenta su última novela, Sueños de bronce.
TITULO: Cartas de amor - La belleza de recibir lo que no se espera en El árbol de los sueños, de Gustavo Martín Garzo ,.
La belleza de recibir lo que no se espera en El árbol de los sueños, de Gustavo Martín Garzo ,.
«Leer es abandonarse al mundo del otro y El árbol de los sueños es el resultado de mis andanzas por este mundo inagotable»,.

foto / «Mi madre solía decirnos que en la vida abunda esa sustancia inasible que constituye la felicidad y que lo único que hace falta para encontrarla es enfrentarse a las cosas muertas que la deshonran». Así comienza la novela El árbol de los sueños (2021), del novelista y ensayista vallisoletano Gustavo Martín Garzo, fundador de las revistas literarias Un ángel más y El signo del gorrión; y autor, entre otras, de las novelas Donde no estás (2015), No hay amor en la muerte (2017), La ofrenda (2018) y La rama que no existe (2019). Además, algunas de sus obras han sido galardonadas con diversos premios, como El lenguaje de las fuentes (1993. Premio Nacional de Narrativa), Marea oculta (1993. Premio Miguel Delibes), Las historias de Marta y Fernando (1999. Premio Nadal), Tres cuentos de hadas (2004. Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil), El jardín dorado (2008. Premio de las Letras de Castilla y León), Mi querida Eva (2008. Premio Mandarache) y Tan cerca del aire (2010. Premio Torrevieja de Novela). Con Y que se duerma el mar (2012) y Una miga de pan (2000) fue finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León y del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, respectivamente.
Su incesante producción literaria se completa con álbumes ilustrados: Dulcinea y los caballeros dormidos (2005), Un regalo del cielo (2007) y El pacto del bosque (2010); y ensayos como los titulados El pozo del alma (1995), El libro de los encargos (2003), La calle del paraíso (2006) y Sesión continua (2008). Sus obras se han traducido al francés, griego, danés, italiano, portugués y alemán.
La tinta acudió a la presentación de su última novela publicada El árbol de los sueños, en un día lluvioso del otoño leonés…
- ¿Qué perdura todavía en el escritor que publicó su primera novela, Luz no usada, en 1986? ¿Cómo ha evolucionado tu escritura a lo largo de tu extensísima producción literaria?
No lo sé, nunca he sabido qué libros escribo, ni si interesan o no a alguien. Los hombres religiosos hablan de esos dones que, en momentos privilegiados, los hombres reciben de Dios. Hoy no creemos en ningún dios, pero la idea de que existe algo parecido a la gracia me sigue pareciendo necesaria. La gracia habla de la vida como algo que recibimos, que tenemos que cuidar y que nunca entenderemos. El más grande de los misterios. Es de esto de lo que he querido hablar al escribir mis libros.
- Tus obras se caracterizan por las referencias constantes a temas mitológicos, bíblicos, leyendas y cuentos tradicionales. ¿Por qué crees que es tan importante recordar el pasado, conocer la tradición?
José María Merino dice que no es el hombre quien creó la ficción, sino que es esta la que nos hace humanos. En los relatos del mundo del mito, en las leyendas y los cuentos eternos está la fundación de lo humano. Sin ellos, nuestra propia vida nos sería desconocida.
- «Las mujeres siempre estamos solas, solía decir mi madre». ¿Por qué el universo femenino es también una fuente de inspiración constante en tu escritura?
De todos mis libros, uno de mis preferidos es El jardín dorado. Habla del minotauro, de su infancia. Es un proyecto muy antiguo, que tiene que ver con mi fascinación por este personaje central de nuestra cultura. Una criatura doble, que participa a la vez del mundo de la razón y del mundo de lo instintivo, que habla de lo más oscuro, pero también de la inocencia y del deseo. En esta novela, es Ariadna, su hermana, la que nos cuenta su historia. Lo hace en nombre del amor. Solamente el amor pone en nuestros labios las verdaderas palabras y Ariadna vive para el amor. El mundo masculino es el mundo de la identidad; el de lo femenino es el de la heterogeneidad. Los hombres quieren poseer, las mujeres, hacer hablar a las cosas. Eso es la para mí la literatura: la posibilidad de que la vida se transforme en palabras.
- En El árbol de los sueños, «una madre cuenta historias a sus dos hijos cada noche. Son historias que ha ido escuchando a lo largo de sus viajes, ya que a pesar de su juventud ha recorrido gran parte del mundo». Cuéntanos cómo surgió la trama y el espacio principal en el que transcurre la novela, el lugar o los lugares desde donde nacen los sueños de quien hila su propia historia con las historias recogidas en los diferentes relatos, en ese León donde hay «un hotel situado no lejos de la catedral, el hotel La Leonesa».
El hecho de situar en León la novela es un pequeño homenaje a mi madre. Ella nació y vivió en León hasta que se casó, y su familia tenía un hotel que se llamaba así: Hotel La Leonesa. Fui muchas veces con ella a ese hotel, cuando era un niño. Mi madre no fue tan viajera como la protagonista del libro, ni tuvo nunca esa habitación para ella sola que esta tenía. Lo que une a las dos es que también ella nos contaba historias llenas de fantasía a la hora de acostarnos.
- ¿Qué relato incluido en la novela te evoca más tu infancia? ¿Y con cuál te sigues identificando a día de hoy?
En una de las historias de El árbol de los sueños, una mujer rica le pide a una anciana que le dé en adopción a su nieta, pues vive fascinada por su belleza. La anciana se niega a hacerlo, y ella le reprocha, enfurecida, que esté engañando a la niña con sus fantasías. «Solo le cuentas cosas que no son verdad», le dice. «¿Y qué si no son verdad?» −contesta la anciana. «¿Sabe acaso la verdad lo que quiere el amor?». Esa apuesta por el amor, aun a costa de la verdad, es la apuesta de la literatura.
- «El que ama, decían los árabes, muere para sí, y si no es amado, es decir, si no vive, en el ser amado, muere dos veces». ¿Llegaremos algún día a comprender la complejidad que encierra el sentimiento del amor? ¿Por qué?
Os respondo con el título de un libro de Raymond Carver: ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? (1981). Hace unos meses, en la radio, una periodista y una escritora joven hablaban la historia de Otelo y Desdémona para afirmar, entre risas, que, si hubieran sido una pareja abierta, su final no habría sido el que fue. Pero ¿es cierto eso?, ¿con los nuevos usos amorosos, desaparecerán los celos, la tristeza cuando somos abandonados, la oscuridad de la sexualidad? No lo creo. El sexo nunca podrá transformarse en un juego banal, ya que nos vincula con cuanto de no dicho hay en cada uno de nosotros, habla de un cuerpo escondido, de esa vida antes del lenguaje −la vida de la naturaleza, animal−, que se reencuentra en el amor y en los sueños. El amor es la irrupción de lo maravilloso en nuestra vida, ¿cómo se puede controlar algo así?
- «Hay tres formas de relacionarnos con el mundo» −dice Namir, uno de los personajes de la novela, de origen jordano: «Están los que quieren entenderlo, como los filósofos y los científicos; los que se empeñan en transformarlo, como los ingenieros y los revolucionarios; y por último los que se conforman con hablar con él, que era lo que hacían los amantes y los niños». ¿Cuál crees que sería la relación soñada para habitar este mundo?
La tercera, sin duda. Y sí, es la forma que tienen los niños de relacionarse con las cosas. Me temo que no les damos la suficiente importancia. Pero los niños son los médiums de la realidad; nos ponen en contacto con zonas olvidadas de nosotros mismos.
- En la novela también se reflexiona acerca de la relación materno-filial. Quien nos cuenta la historia afirma: «Me dan pena los padres, todos los padres del mundo, que en el mejor de los casos están condenados a ver cómo sus hijos envejecen y pierden su belleza»; y se pregunta: «¿Todas las madres terminaban odiando a sus hijos por haberles impedido vivir la vida que secretamente habían anhelado?». ¿Los personajes de la novela encuentran, a lo largo de sus vidas, las respuestas que buscan? ¿Por qué?
La primera fascinación del ser humano es, sin duda, el rostro de la madre. Ese rostro que aparece flotando sobre la cuna, en la penumbra del cuarto, y que va asociado, en el pensamiento del bebé, a todas las cosas buenas de la vida (el alimento, las caricias, el calor), es el modelo de todas las fascinaciones futuras. Pero la madre no siente algo diferente al contemplar a su niño. Para una mujer, su recién nacido es un milagro que no deja asombrarla, aunque enseguida comprende que tiene que ocuparse de él y que le espera una tarea absorbente y ardua, si quiere transformarle en un pequeño ser humano. No hay una relación más compleja y decisiva que esa, más expuesta a todo tipo de conflictos. Hagamos lo que hagamos, la vida siempre nos decepcionará.
- Pier Paolo Pasolini fue un escritor, poeta y director de cine italiano, distinguido, además, como actor, periodista, filósofo, novelista, dramaturgo, pintor y figura política. Considerado un personaje controvertido en Italia, debido a su estilo contundente y la temática sexual de algunos de sus trabajos, nadie duda de que se convirtió en una destacada figura de la literatura y de las artes cinematográficas europeas. Su asesinato, cuyas circunstancias aún siguen siendo objeto de debate, provocó una gran conmoción en Italia y en el resto del mundo. ¿Por qué has querido rendirle un homenaje en El árbol de los sueños?
Pasolini amaba profundamente Las mil y una noches, con cuyas historias hizo una película inolvidable. Narrar es poner orden en la locura y en el sinsentido del mundo; es crear un espacio libre de angustia. Cuando un adulto le cuenta cuentos a un niño, le está salvando de la noche, de la oscuridad, del miedo a ser abandonado y, a la vez, le está entregando un espacio de libertad y aventura. «La literatura −dice Aharon Appelfeld− lleva en su interior todos los elementos de la fe: la seriedad, la interiorización, la melodía y el contacto con los contenidos ocultos del alma».
- El hilo rojo del destino es una creencia, presente en las mitologías china y japonesa, según la cual los dioses atan un cordón rojo invisible alrededor del tobillo o del dedo meñique de los que han de conocerse o ayudarse, de una determinada manera, en un momento concreto. Así, las dos personas unidas por ese hilo rojo están destinadas a ser queridas entre sí y, por ello, este hilo rojo mágico se puede estirar o enredar, pero nunca romperse. ¿Qué es o qué representa para ti, en cambio, «El hilo azul» al que haces referencia en la novela?
El hilo azul es el hilo de la escritura, que se confunde con aquel que Ariadna le entregó a Teseo, para que pudiera abandonar el laberinto. No es distinto a ese hilo rojo del que habla la leyenda que citáis. El hilo azul nos enseña que no debemos mantener separados el mundo real del de la fantasía. La realidad necesita de la fantasía para volverse deseable; la fantasía necesita de lo real para poderse compartir con los demás.
- En la contraportada de la novela, se afirma que su estructura «remite a ese libro de los libros que es Las mil y una noches. El libro que todos los narradores han soñado con escribir alguna vez», un libro donde se nos dice que «la verdad no se encuentra en un solo sueño, sino en muchos sueños». ¿Esta novela ha sido un gran reto, exitosamente superado, en tu prolongada carrera literaria? ¿Por qué?
Estamos olvidando el maravilloso mundo del relato y creo que hacemos mal. Los relatos son mucho más importantes que las novelas. Las novelas hablan de lo que somos, los relatos, de los que nos falta. Y, al hacerlo, nos entregan una segunda vida, esa vida que, tal vez, no pudimos o no nos atrevimos a vivir. Eso he querido hacer con El árbol de los sueños: recuperar esa vieja magia que hay en el arte de contar. Un personaje de William Faulkner dijo que nunca renunciaría al loco mundo que conocemos, a pesar de su infinita tristeza. Y esa ha sido mi sola búsqueda al escribir este libro: celebrar la locura y la belleza del mundo.
- «Esto es todo lo que recuerdo. De lo otro, nada sé» ¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios?
Estoy escribiendo otra novela, pero aún es pronto para hablar de ella. Este libro me ha dejado exhausto, pero no puedo dejar de escribir, no hay nada que me guste más. Escribir es despertar cosas que están dormidas, te ofrece un espacio de maravillosa libertad. «Cuanto más lejos vayas, más cerca estarás de tu casa», afirmó el escritor escocés George Macdonald, dando a entender que cuentos y sueños se confunden.
Agradecemos a Gustavo Martín Garzo, desde esta tierra que tanto lo admira, la posibilidad de hacernos «volar», desde El árbol de los sueños, por mitos, tradiciones y cuentos, por remitirnos a tantísimos relatos que leemos, diariamente, con nuestros alumnos, y que exploramos,.
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