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Nicole Kidman - Actriz ,.

Nicole Kidman: "No quiero llamar la atención, no soy ostentosa. No me gusta usar mucho maquillaje y enmascararme",.
En uno de sus años más moviditos, en lo personal y en lo profesional, la actriz Nicole Kidman, nueva embajadora global de Clé de Peau Beauté, habla en Los Ángeles con YO DONA de su vínculo con los valores de esta marca cosmética de alta gama, sus proyectos, sus luchas interiores y sus hábitos innegociables.
(Desayuno)
Se abre el telón. Una mesa alrededor de la que se sientan un montón de periodistas y la invitada en cuyo honor se celebra la comida, una de las actrices españolas más cotizadas. Mientras en la mesa burbujea la conversación, la -famosísima- actriz, sentada junto a un fotógrafo de pedigrí, no dice ni mu. Si interactúa lo hace sólo con él. Por lo demás, cara de acelga. Está claro: preferiría estar en cualquier otro sitio antes que aquí, rodeada de gente que le importa plim. Se cierra el telón.
(Cena )
Se abre el telón. Estamos en Los Ángeles, una tarde del mes de octubre de 2025, en un evento organizado por Clé de Peau Beauté, la marca de cosmética premium del grupo Shiseido. Un centenar de periodistas ha acudido a la cena de gala donde se presentará a Nicole Kidman (Honolulu, 1967) como nueva embajadora global de la enseña. Antes de la cena tiene lugar un aperitivo con sus preceptivas copitas de champán y su jazz a medio gas.
Al cabo de unos 20 minutos, aparece Kidman. De repente está ahí en medio, alta y flaca como un espárrago, dentro de un entallado vestido de noche negro de Vivienne Westwood que le sienta de maravilla. Saluda aquí y allá, posa con quien lo pida. Conversa, ríe, parece relajada. Me viene a la cabeza la actriz española megafamosa del principio y pienso que le daría un parraque si se viese en la misma situación [más adelante sabremos que este tiempo de socialización no estaba previsto, sino que lo ha pedido la propia Nicole Kidman para conocer a quienes la entrevistarán al día siguiente. A la actriz española seguro que le estalla la cabeza tan sólo con pensar en ello].
-¿Quién eres?- me saca de mí Kidman herself desde sus 1,80 m cuando, de repente, me he aparecido ante ella. Lo dice sonriente, clavando sus ojitos muy azules en los míos, poniendo sobre mí una atención que sólo me ha prestado hasta hoy alguno de mis novios y únicamente cuando le estaba diciendo lo maravilloso que era.
-I'm Silvia Nieto, from Yo Dona, Spain- telegrafío, y poco me falta para añadir un "¡para servirla!" al final de la frase, de la impresión. Ya puedes tú decirte a ti misma 200 veces que Nicole Kidman es de carne y hueso, que tenerla delante es como asistir a una aparición mariana. El caso es que para cuando he emitido esas ocho palabras ya estamos haciéndonos una foto, ella con su brazo en mi cintura -ay madre, qué momento-.
La cena, en un gran espacio con vistas espectaculares sobre Los Ángeles, se abre con un discurso de Mizuki Hashimoto, CEO de la marca; sigue con la proyección de un vídeo promocional con Nicole diosa absoluta y una intervención sobre el estrado de la propia actriz, que ha venido a la cena con su hija pequeña, Faith Margaret Kidman-Urban. La audiencia descubre entonces que a Nicole Kidman se le dan fenomenal los discursos y también hacer bromas, que ella misma celebra con una encantadora risa floja. Acabará su intervención diciendo que "Clé de Peau Beauté es el nombre perfecto, sobre todo cuando aprendes a pronunciarlo". Al día siguiente retomaremos la conversación en una suite del hotel Maybourne Beverly Hills, donde la encontraré sobre un esponjoso sofá beis, vestida con un achuchable jersey blanco de mohair, un pantalón gris y unas deportivas blancas.
- Eres la nueva embajadora global de Clé de Peau Beauté. ¿Qué te convenció para aceptar?
- Ya usaba los productos. Así que... fue el destino. Algo tipo "¡guau! No doy crédito". No los había probado todos, pero sí la base, la crema hidratante, el desmaquillante de ojos, diferentes tonos de labiales, como el mate. Así que después de la sorpresa inicial fue un sí inmediato. Yo soy muy exigente. Y esta es una marca fantástica. Desde el packaging hasta la forma en que hacen las cosas o cómo organizan un evento, todo en la empresa es muy auténtico, con un enorme sentido de la calidad y la búsqueda de la excelencia.
Si Clé de Peau Beauté buscaba una embajadora que encarnara lo que la marca pretende transmitir, esa reivindicación del resplandor que es su seña de identidad, no podía haber encontrado a una mejor. En mi entrevista con Mizuki Hashimoto, CEO de la marca, ésta me dirá que la actriz "encarna nuestra filosofía del resplandor, y no sólo en su apariencia, también en su confianza, inteligencia y el propósito que infunde a todo lo que hace. Nos va a ayudar a contar historias profundas sobre la marca y la belleza con significado".
El caso es que hay que admitir que Nicole Kidman brilla. Más aún en la distancia corta. Mientras hablamos, resulta inevitable fijarse en ese cutis, tan claro, fino, hipercuidado, en esa cara enmarcada en una suave melena que casi le da un aire infantil cuando le quedan dos años para entrar en los 60. Viéndola así no resulta nada chocante que Kidman te diga que en su día a día su prioridad es buscar la simplicidad. "No quiero llamar la atención, no soy ostentosa. No me gusta usar mucho maquillaje y enmascararme. Quiero estar abierta". Tampoco quiere, asegura, repetirse.
- Has contado que has rechazado papeles porque no querías repetirte. ¿Qué te queda entonces por hacer?
- Bueno, ahora estoy en Lioness, que produzco con Taylor Sheridan [estuvo nominada a los Critics Choice Awards por su papel en esta serie que el año que viene estrenará su tercera temporada], donde interpreto a una mujer dura, una de esas jefas de la CIA controladoras y estrategas. Por eso, lo siguiente que busco es algo cien por cien visceral. He aceptado un pequeño papel para apoyar a un director buenísimo, Osgood Perkins, que dirigió Longless [2024] con Nicolas Cage. Es una película de terror. Me dije: "Venga, hagamos algo un poco loco". Luego tengo por estrenar una serie que se llama Scarpetta, donde interpreto a una médica forense. Y luego me tomo un descanso [ríe]. Pero con ese abanico de mujeres, yo creo que tengo el cupo cubierto. Además, produzco. Y dirijo una empresa. Y soy madre. Estoy muy ocupada. Mi hermana [Antonia] llega el domingo. Vamos a pasar un tiempo de hermanas. Estamos muy unidas. Pasamos juntas las vacaciones y compartimos nuestros secretos. La verdad es que vengo de una familia de mujeres con lazos muy fuertes. ¡Ah!, también acabo de terminar Prácticamente magia 2, secuela de la película sobre brujas que hicimos en 1998. Tener de hermana a Sandy Bullock es... hacerle un homenaje al amor fraternal.
- ¿Fue divertido?
- Sí, y muy bonito. Pasamos el verano en Londres, así que pudimos viajar por Europa. Fuimos a Portugal y a Grecia de turismo. Estuve en el festival de Glastonbury. Vi a Charlie XCX, bailé un poco... Soy muy diversa.
Al contrario que muchas actrices, que bloquean cualquier intento de traspasar el cascarón que separa su vida privada de la pública, Kidman, experta comunicadora, se estira con aspectos de su interior. Por ejemplo, habla de las dificultades que tuvo en el pasado para decir "no", que considera herederas del hecho de haber sido la primogénita de una madre [Janelle Ann, fallecida en 2024] que tuvo cáncer de mama y de la que la actriz, muy joven entonces, se convirtió en cuidadora principal. Ahora, explica, su foco está en la administración de su propio tiempo. "Es lo más valioso que tenemos", dice, "y un bien cada vez más limitado a medida que envejecemos".
- Entonces ¿qué significa para ti la expresión 'tiempo para mí'?
- Me gusta acurrucarme en la cama y leer. Tengo un canichetoy [Julian]. Lo adoro. Y tengo a mis niñas, con las que me encanta ejercer de madre, pero sin perderme en el papel, porque como persona generosa puedo llegar a obsesionarme. Tengo que aprender a dejar que echen a volar, sin aferrarme demasiado a ellas.
Que la maternidad es asunto central en la vida de Kidman está claro. Durante su relación con Tom Cruise, a principios de los 90, adoptaron a dos niños, hoy ya adultos, Bella y Connor, que tras el divorcio de la pareja se quedaron con el padre. Con el músico Keith Urban, de quien poco después de tener lugar esta entrevista anunció su divorcio, la actriz ha tenido dos hijas, Sunday Rose, de 17 años, y Faith Margaret, de 14.
"La mayor trabaja como modelo", cuenta. Antes de que mi madre muriera, le dije: 'Ay, no debería dejarla hacerlo, es demasiado joven'. Y mi madre me respondió: 'Tú lo hiciste. Creo que tienes que soltarla un poco. Quizá tropiece, pero se limpiará las rodillas y seguirá adelante'. Y he visto cómo su confianza ha crecido gracias a eso, ha sido muy positivo para ella. Quiere ser directora de cine, pero hoy le encanta desfilar en la pasarela. Tiene 17 años y es... Me emociona porque ¡es tan valiente! Y además es capaz de llevar bien los estudios. Ahora acaba de desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York con Calvin Klein y Kate [Moss]. Fíjate: yo estaba en plan: '¡No te caigas!'. Y ella me dijo: 'Mamá, que controlo', lo que me pareció genial. Me miró y añadió: 'Y si me caigo, me levantaré'. Y yo pensé: '¿Cómo?'. Tener esa actitud con 17 años es increíble".
De sus hijas pasamos a hablar de todas las niñas del mundo, de las más desfavorecidas, que han tenido un papel importante en el evento de Clé de Peau Beauté en Los Ángeles a través de los proyectos que la marca desarrolla con UNICEF. Desde 2019, y para apoyar los programas de igualdad de género de la organización, arrancó una alianza que tiene por objetivo equipar a las jóvenes con habilidades STEM y aumentar el acceso a oportunidades de formación. Más de 12,4 millones de niñas se han beneficiado hasta hoy. Kidman habla con admiración del proyecto y explica cómo ella misma lucha por seguir siendo "vulnerable", por que temas como este sigan afectándole, por no endurecerse como forma de protegerse del mundo. La conversación se orienta hacia el autocuidado.

