BLOC CULTURAL,

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sábado, 27 de febrero de 2016

DESAYUNO - CENA - SABADO - AMORES INVISIBLES, ./ ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - COMER DE LUJO EN ESTREMOZ,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - SABADO -  AMORES INVISIBLES,.

foto,.
Resultado de imagen de AMORES INVISIBLES,.
Era un jueves, estaba en el recreo, yo me sentía muy mal, extrañaba mucho a mi papá que no lo veía hace bastante tiempo. Hasta que él se acercó y me miró a los ojos, me preguntó que me pasaba. Le conté lo que me estaba pasando. Inmediatamente sentí que con él si podía confiar, fue una atracción inmediata.

Anteriormente cuando él era el novio de una compañera de clase, yo le hablaba, solo como una chica que lo quería conocer, y al final le dije que me parecía lindo, él me miró y me sonrió. Igual yo no tenía ninguna intención de salir de la zona de amistad. A la semana mi compañera y él terminaron su relación de novios.
Después de casi un mes de que habían terminado llegó ese jueves. Ya lo tenía en Facebook, así que le dije que siguiéramos hablando por chat. Tarde, como a las 11:30 pm casi 12 am del día siguiente, mi habló, le conteste inmediatamente. Claro, soy muy obvia.
Hablamos sobre lo que no habíamos terminado de hablar en el recreo y nos íbamos conociendo más.
El viernes en la escuela nos saludamos, sólo eso.
Hablamos un montón de horas por esquipe después del colegio y el sábado, me dormí súper tarde hablando con él, en total fueron más de 30 horas por Skype. El domingo 10 de Mayo también hablamos mucho, y llegó ese momento que nunca pensé que llegaría, me preguntó si quería ser su novia. Muy rápido todo, no creen?
A mi gustaba un chico más grande que yo desde el año pasado, él lo sabía, pero igual se arriesgó a preguntármelo. Yo le había dicho que me quería olvidar del chico más grande que yo, y él me preguntó si él podría hacerme ayudar a olvidármelo, y le dije “Quizás”. Soy coqueta, lo sé. Al final le dije que sí, dudándolo.
Estábamos bien los días siguientes hasta el 13 de Mayo. Hubo un problema entre él y yo, por el chico que me gustaba. Pero al final volvimos a estar juntos el 14 de mayo, y esta vez le dije que sí absolutamente segura. Mucho más adelante se lo presenté a mi mamá, era el primer chico que le presentaba, y él me presentó también a su familia. Nuestra relación fue muy linda. Nuestro primer beso fue en una feria, súper romántico.
Llegaba mi cumpleaños y él me regaló el CD de mi cantante favorito Austin Mahona, y también me dio la camisa de la selección de mi país, que yo tanto quería. Es un chico súper detallista, es lo que enamora a una chica.

 Desayuno - Cafe con leche con galletas y mermelada,.
Cena - Gazpacho, tortilla de patatas y pan,  fruta, beber agua,.

 TITULO:   ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - COMER DE LUJO EN ESTREMOZ,.

Comer de lujo en Estremoz

Pousada de Estremoz con su torre del homenaje. :: E.R.
foto, Pousada de Estremoz con su torre del homenaje. 
  • En lo alto del castillo, una pousada y una bodega se complementan,.

    En medio del Alentejo, un monte se yergue dominando la llanura. En sus faldas, Estremoz, una villa antigua y comercial con famoso mercado sabatino, que ya se hacía en la Edad Media. Arriba, en el castillo, la fortaleza, la torre del homenaje, la cárcel, algunos palacios... Lo lógico en una ciudad cortesana y elegante que le debe mucho a D. Dinís, el gran rey portugués de la Reconquista.
    Ese cogollo monumental e histórico es un resumen de la historia de Portugal, pero también se ha convertido en una de las cimas de la gastronomía alentejana. En lo alto de esta colina de la capital del mármol se juntan tres grandes restaurantes y una interesante tapería que completan el conjunto y permiten disfrutar de tres cosas a la vez: la inmensidad del paisaje alentejano, la belleza de la arquitectura marmórea y monumental de la región y la comida más típica de la Raya.
    En lo alto de Estremoz, están los restaurantes A Cadeia Quinhentista y São Rosas, que ya hemos traído a estas páginas, y la Pousada Rainha Santa Isabel y la tapería Adega 14, de las que les vamos a hablar hoy. Es decir, en 50 metros, se puede encontrar la cocina burguesa de fogones clásicos, la aristocrática y la de tapas y bocatas.
    Las pousadas portuguesas son como los paradores españoles, pero con un toque selecto y decadente aún más intenso. En esta de Estremoz, a veces, me dejan que dé un paseo y admire su comedor y sus salones, y a veces, se mosquean, me deben de ver cara de español incapaz de gastarse más de 20 euros en comer y me hacen preguntas inquietantes (¿qué desea, duerme aquí, está invitado, comerá algo el señor o solo quiere curiosear?) que me hacen sentir culpable, o pobre, o parias, o desheredado, o huérfano de la prosapia y la importancia lusas y acabo marchándome no vaya a ser que me humillen más.
    En la Pousada de Estremoz se come bien. O, para ser más precisos, se come de lujo, es decir, servicio impecable, comedor suntuoso, palaciego, como de boda regia, y platos correctos. No tiene la gracia de las mesas burguesas y sólidas de la colina, que rodean este palacio-castillo, ni destila la alegría y la abundancia de las de comidas baratas y desenfadadas de la plaza y la llanura. Es como cuando vas a comer a un hotel de lujo y cuenta más el entorno que los platos.
    Vamos por partes: al sentarte, traen el cubierto (4 euros) con panes variados, mantequilla, aceitunas, aceite, flor de sal y algún detalle. La sopa, una sabrosa crema de legumbres, se sirve con elegancia y se cobra el doble que en el resto de la ciudad (4), pero habíamos quedado en que veníamos a comer de lujo, así que dejemos de comparar precios o nos amargaremos la comida.
    En los entrantes, nos quedamos con el carpaccio de pulpo con láminas de tomate (9) y con la cabeza de jabalí con huevos de codorniz estrellados (14). En pescados, ofrecen lomo de bacalao al horno con patatas y pimientos asados (22), bacalao dorado (17) y cazón frito con masa de pimentón y arroz de cilantro (19). En las carnes, destacan las chuletas de cordero (23) y llaman la atención las piernas de conejo con ajos, migas de espárragos y reducción de vino tinto (19).
    En fin, mucho lujo y... Pocas nueces. Si preferimos algo sencillo, pero sabroso, al otro lado de la Pousada abre Adega 14, una tapería sencilla donde sirven quesos de oveja (5,80-8 euros) de varias maneras (gratinado, con mermelada, con pasas y licor...), embutidos alentejanos (farinheira, longaniza, morcilla) (7-8,50) y bocatas de 'paio de porco preto' y queso de oveja (4,50) sin lujos, pero con sabor.

     

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