BLOC CULTURAL,

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lunes, 22 de febrero de 2016

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - PAZ GITANA CON TIERRA DE POR MEDIO,./ LIBRO - ESTRICNINA,./ ALEJANDRO SANZ EXPULSA DE SU CONCIERTO A UN HOMBRE QUE PEGABA A UNA MUJER,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - PAZ GITANA CON TIERRA DE POR MEDIO,.

 DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - PAZ GITANA CON TIERRA DE POR MEDIO,fotos.

Rescate del cadáver de Lupe Jiménez, asesinada por su marido en 2014, que provocó el destierro de decenas de gitanos en Galicia. :: efePaz gitana con tierra de por medio,.

Rescate del cadáver de Lupe Jiménez, asesinada por su marido en 2014, que provocó el destierro de decenas de gitanos en Galicia. 
  • Resultat d'imatges de cafe con magdalenasCientos de calés dejan sus casas en Barcelona para evitar la «pena de muerte» anunciada por la familia de la víctima. Las deudas de sangre siguen formando parte de sus leyes no escritas,.

    Solo quiero que la Policía los coja antes que nosotros. Si los cogemos nosotros, tendrán la pena de muerte». La mujer, con pañuelo en la cabeza y de luto riguroso, levanta el dedo índice para pronunciar su amenaza. No parece un farol: Ramona es la madre del joven asesinado el 23 de enero en un pub del Puerto Olímpico de Barcelona y pertenece al clan gitano de los Baltasares, que acusa a otros siete hombres, además del detenido en Bilbao, de matarlo con navajas y botellas rotas. Entre 200 y 500 vecinos de los barrios de La Mina, en Sant Adrià de Besós, y Sant Roc, en Badalona, han salido de sus casas con lo puesto para evitar la venganza: son los sospechosos del crimen, pero también sus padres, sus hijos, sus hermanos y sus primos. Si la represalia se completa, sus casas serán saqueadas o quemadas, para hacer más difícil su regreso. «No pueden volver a Cataluña. Jamás», zanja Ramona.
    Estos hechos son un efecto colateral de la sangrienta mezcla de dos leyes milenarias que no son exclusivas de la cultura tradicional gitana: la del Talión, por la que un delito se paga con un castigo equivalente al daño ocasionado, y la deuda de sangre, que obliga a los familiares de la víctima de un crimen a escarmentar a quien lo ha cometido o cualquiera de sus allegados, creando un interminable círculo vicioso de violencia que puede durar varias generaciones.
    Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de la Unión Romaní, radicada en Barcelona, se muestra impotente ante el ajuste de cuentas anunciado por los Baltasares. «Poca intervención puede hacerse en estos casos y mucho menos en caliente», admite Ramírez, de 73 años, que en 1977 se convirtió en el primer diputado gitano y que lamenta el «mal irreparable» que estos sucesos causan, no solo a las familias directamente afectadas, sino a la imagen de su comunidad.
    «Somos muchos los gitanos y gitanas que estamos en contra de la pena de muerte. Nadie puede disponer de la vida de otro ser humano. Y para los creyentes la vida es un don de Dios», asegura el dirigente calé, quien recuerda que la inmensa mayoría de los gitanos españoles son cristianos evangélicos. «Desde el 'ojo por ojo' bíblico los pueblos han ido evolucionando hacia formas de vida más justas y respetuosas. Pero hay costumbres que con el transcurso de los siglos se han convertido en ley y no se cambian de la noche a la mañana», concluye.
    Una república de primos
    Juan Gamella, profesor de Antropología Social de la Universidad de Granada, admite que los vínculos familiares constituyen el eje principal de la vida social de esta etnia -«son, en gran manera, una república de primos»- y muchos siguen teniendo un sentido colectivo o familiar de la responsabilidad. Pero el investigador advierte de que los calés españoles son «una minoría étnica muy heterogénea: pensar en una cultura aislada, cerrada y opuesta a las costumbres e instituciones mayoritarias es un error. La mayoría rechaza esta imagen de primitivos vengativos y violentos que se les cuelga como un sambenito».
    «Desde su perspectiva es fácil de entender: si te cruzas por tu calle con el asesino de tu hermano, tu hijo o tu padre, o con alguien 'de su sangre' y hay, o crees que hay, burla, desprecio, arrogancia u orgullo por esa muerte, saltarás y el choque violento se repetirá. Por eso es mejor no verse, evitarse, quitar la ocasión de que la venganza se produzca y, a su vez, engendre más venganza», resume Gamella. Es un esfuerzo de paz.
    El profesor critica el estereotipo: la mayoría de las familias calés jamás han tenido una deuda de sangre; solo algunas, «muy peleantas». Entre los romaníes españoles no existen los tribunales o 'kris' que operan, por ejemplo, entre los de Rumanía y Eslovaquia. Sí existe la figura de los «hombres de respeto», que pueden mediar entre dos partes en conflicto, pero no tienen poder coercitivo.
    Manuel Martín, presidente de la asociación Presencia Gitana, con sede en Madrid, rechaza valorar los sucesos «lamentables» de Barcelona y prefiere hacer una lectura positiva: «Estas situaciones cada vez son menos frecuentes». Y desaparecerían por completo con más educación y una lucha efectiva contra la marginación del pueblo gitano, reflexiona Martín, que responsabiliza «absolutamente» a los poderes públicos por el analfabetismo de los adultos, del 70%, o el abandono escolar de los niños. «Desde los Reyes Católicos hasta Franco se dictaron 250 normas para acabar con ellos y no se consiguió -recuerda-. Es necesaria una reparación histórica».
    En todo caso, el destierro resulta eficaz como medida de pacificación: «En el mundo calé, la colectivización del conflicto se evita poniendo tierra de por medio. Los gitanos nunca han montado una guerra civil. Los payos sí: produjo un millón de muertos».
    El pasado septiembre, en Mazarrón (Murcia), una mujer de 60 años fue degollada en plena calle y cinco personas de su entorno resultaron heridas graves. Era la represalia por el atropello de un miembro de una familia rival.
    Hace dos años, medio centenar de vecinos pusieron pies en polvorosa en varios municipios gallegos porque uno de los suyos había cosido a puñaladas a su mujer embarazada cerca de Santiago de Compostela. El juicio se celebra estos días.
    A este año se remontan los crímenes entre dos familias gitanas rivales en la localidad almeriense de Albox.


     TITULO: LIBRO -  ESTRICNINA,.
     

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    A los once años, Ignacio descubre que el cura al que ayuda como monaguillo asesinó a su madre. Tras vengarse de él decide conjurar los remordimientos que le corroen bajo una existencia anodina. Cuatro décadas más tarde, cuando cree haberlo conseguido, el azar le coloca de nuevo frente a los interrogantes que aquel día no quiso plantearse. Comienza así su ineludible viaje hacia un pasado sin cicatrizar, en el que nada ni nadie fueron lo que parece. ¿Acaso él tampoco? Estricnina seduce desde el principio con un íncipit ejemplar que atrapa al lector entre sus redes. En su debut literario, Mercedes Sáenz maneja con soltura los hilos temporales de la trama y disemina las dosis justas de misterio, suspense e ironía a lo largo de una historia difícil de olvidar que nos hará reír, reflexionar y dudar de todo, e incluso de todos. Los personajes —redondos, cercanos y creíbles— y el estilo sencillo e impecable de esta escritora logroñesa nos ratifican que estamos ante una prometedora pluma en el género de la intriga.
     

    Mercedes Sáenz Blasco (Logroño, 1969) es diplomada en Enfermería y trabaja en el Hospital de Mérida, ciudad en la que vive. Ha ganado el IX Certamen de Relatos Carmen de Michelena y el segundo premio del IX Certamen de Relato Corto Encarna León, entre otros. Estricnina, su primera novela publicada, ha sido finalista del XXXIV Premio de Novela Felipe Trigo.
     

    TITULO:  ALEJANDRO SANZ EXPULSA DE SU CONCIERTO A UN HOMBRE QUE PEGABA A UNA MUJER,.

    foto, Alejandro Sanz expulsa de su concierto a un hombre que maltrataba a una mujer,.

    Resultat d'imatges de ALEJANDRO SANZ EXPULSA DE SU CONCIERTO A UN HOMBRE QUE PEGABA A UNA MUJER,."Yo no concibo que nadie toque a nadie, y menos a una mujer", dijo el cantante antes de pedir a seguridad que desalojara al sujeto,.

    Ocurrió el pasado sábado. Alejandro Sanz daba un concierto en la sala Baja Center de Rosario, en México. Interpretaba 'La música no se toca' cuando, de pronto, el cantante madrileño (47 años) vio entre el público a un hombre que estaba agrediendo a una mujer. Y, entonces, ni corto ni perezoso, dejó su guitarra y bajó del escenario para reprenderle.
    "Eso no se hace, eso no se hace", le dijo Sanz. En varios vídeos que circulan por internet se puede ver ese momento y la cara de enfado del intérprete de 'Corazón partío' y 'Amiga mía', que gesticula y dice también 'no' moviendo el índice enérgicamente.
    Tras encararse con el agresor, Sanz volvió a subir al escenario y pidió al equipo de seguridad que desalojara al maltratador.

    ALGO "INCONCEBIBLE"

    Después, también tuvo unas palabras para el público presente en la sala: "Les pido disculpas por el episodio de antes, porque yo no concibo que nadie toque a nadie, me da igual, y menos a una mujer, , porque ahí sí… ahí sí no más. A la mujer no se le pega", dijo el cantante, que se ganó el aplauso de todos los asistentes.
    Sanz, que este miércoles actuará en el Festival de Viña del Mar (Chile), ha querido quitar importancia su gesto y ha dicho: "Yo quiero pensar que cualquiera en mi lugar hubiera hecho lo mismo. Ojalá lo que ha sucedido sirva para concienciar". El Twitter de la Policía Nacional ha usado su ejemplo para animar a la gente a actuar como él y denunciar casos parecidos.
    El gesto ejemplar de Alejandro Sanz ha corrido como la pólvora por las redes, ha sido tendencia en Twitter durante todo el fin de semana y motivo de elogios y comentarios positivos hacia uno de los artistas españoles más reconocidos internacionalmente.

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