TITULO:
EL MAGO DEL TIEMPO -Temperaturas elevadas en el suroeste y centro peninsular y Canarias,.
Temperaturas elevadas en el suroeste y centro peninsular y Canarias,.
foto / Se prevé un tiempo estable en gran parte del país, con cielos poco
nubosos, con nubes bajas matinales en el extremo norte pudiendo
ocasionar bancos de niebla. Únicamente se prevé que persista una mayor
inestabilidad en el este de Cataluña y Baleares con cielos nubosos y
probables chubascos y tormentas ocasionales, tendiendo a poco nuboso al
final. No se descarta que los chubascos sean localmente fuertes en
litorales de Tarragona y Barcelona durante la madrugada. Por la tarde se
espera la formación de nubosidad de evolución en las sierras del tercio
sur peninsular y sureste de la meseta Sur, así como nubosidad baja en
el Estrecho y áreas de Alborán, pudiendo dejar brumas o nieblas
costeras. En Canarias, intervalos de nubes medias y altas, así como
nubes de evolución en el interior de las islas, con posibilidad de
chubascos y tormentas, más probables en el interior de las islas
centrales y, a últimas horas, en Fuerteventura. Se prevé la presencia de
calima en medianías del archipiélago, aumentando a lo largo del día.
Las
temperaturas máximas descenderán en áreas mediterráneas y golfo de
Cádiz, predominando los aumentos en el resto, acusados en el alto Ebro.
Se prevé superar los 35 grados en amplias zonas de la vertiente
atlántica sur, centro peninsular y Canarias, así como en puntos del
Miño, sin descartar los 40 en el valle del Guadalquivir donde las
mínimas permanecerán por encima de 25 grados. En las mínimas
predominarán los ascensos en Andalucía occidental y Canarias, y los
descensos en la mitad norte peninsular y Baleares.
Soplará
tramontana con intervalos de fuerte en Ampurdán y Menorca y el cierzo en
el Ebro, ambos tendiendo a amainar. Poniente en el Estrecho rolando a
levante, predominio de la componente este en el resto del área
mediterránea, cuadrante sureste, norte de Galicia y Cantábrico, de la
oeste en el cuadrante suroeste, y de la norte en el resto. En Canarias
soplará un alisio moderado con intervalos de fuerte y rachas muy fuertes
en zonas expuestas.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - Ramón Andrés - Redes sociales y conspiración,.
Este domingo - 8 - Septiembre a las 21.30,Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.
Ramón Andrés - Redes sociales y conspiración,.
Ramón Andrés ,.
Ramón Andrés se convirtió en escritor
cierta noche de 1987. Caminaba por Copenhague con el abrigo enfundado y
los mitones puestos cuando de pronto se detuvo, alzó ligeramente la
barbilla y murmuró: «¿Qué diablos hago aquí?». Regresaba de cantar
trovas en la embajada española. En aquella época, veinteañero todavía,
ejercía de músico especializado en la Edad Media y el Renacimiento, y
gozaba de tanto prestigio que se pasaba el día viajando por Europa. Pero
estaba cansado. Aquel no era el futuro que había imaginado cuando,
siendo apenas un niño, se escondía de los ataques de ira de su padre.
Acurrucado bajo la cama, en silencio y a oscuras, el niño se abstraía de
la violencia desatada a su alrededor tarareando canciones y componiendo
poemas en su cabeza, y aquella noche de 1987, después de cantar ante un
público tan emperifollado como peripuesto, decidió que había llegado el
momento de recuperar la otra vía de escapatoria de su infancia. A fin
de cuentas, él era un hombre nacido —y criado— para la soledad.
"Pero
escribir ensayos de calidad no es sencillo. Hace falta disciplina y,
sobre todo, método. Ramón Andrés lo adquirió a los treinta años"
Ramón Andrés es hoy un ensayista fuera de serie. También cultiva el
aforismo y la poesía, pero la fama le viene principalmente por esos
ensayos en los que no busca analizar la actualidad, sino «extender el
conocimiento». Su objetivo en el mundo de las letras no es publicar
libros para convertirse en tertuliano y dictar sentencia en los medios,
sino entregar a su editor unos tratados tan primorosamente atestados de
cultura que, si fueran piedras preciosas, jamás las engastaríamos para
lucirlas en público, bastándonos con dejarlas sobre la mesa para
contemplarlas en silencio.
Pero escribir ensayos de calidad no es sencillo. Hace falta
disciplina y, sobre todo, método. Ramón Andrés lo adquirió a los treinta
años, justo después de abandonar la fídula y apostar
por la pluma. Entró en una papelería de barrio, pidió un fichero de
cartón verde y regresó a casa dispuesto a archivar las referencias
bibliográficas y las reflexiones suscitadas por todas las lecturas que
realizara durante el resto de sus días. No solo de los libros que
concernieran al ensayo que tuviera en ese momento en mente, sino de
todos y cada uno de los que cayeran en sus manos hasta la hora de su
muerte. Este hombre ha publicado ya una docena de ensayos, pero asegura
que tiene las suficientes fichas manuscritas como para escribir otros
treinta. Y de temas distintos.
Ramón Andrés vive encerrado en una casa situada en el valle de Baztan
(Navarra), donde trabaja incontestablemente de 09,00 a 14,00 y de 16,00
a 20,30. Lo hace en el más absoluto de los silencios. Ni siquiera tiene
televisor y hace años que no cambia las pilas de la radio. Total, para
lo que hay que escuchar… Su única compañía es una podenca de seis años,
Betina, que pasa las jornadas recostada en su regazo y que le obliga a
escribir como si fuera Glenn Gould ante el piano, es decir, con la silla
algo alejada y los brazos estirados. Pero la perrita no es el único ser
que permanece a su lado mientras escribe. Porque Ramón Andrés tiene la
costumbre de llenar su mesa con los libros de los autores que admira. Se
levanta por la mañana y dice: «Hoy me apetece estar con Nietzsche» —o
con Montaigne, Bernhard o Borges—, y coge todos los ejemplares de dicho
autor, los reparte sobre el escritorio y se pone a trabajar tal que si
realmente lo estuviera haciendo junto al filósofo del bigote. Por lo
demás, sale de vez en cuando a la calle, más que nada por aquello de no
volverse loco: unas veces va al bar del pueblo a tomarse un café y otras
a pasear con su perra por esos bosques llenos de hayedos.
"Ramón
Andrés es a la ensayística española lo que los cartujos a la
transcripción de libros: un hombre de letras que trabaja como los de
antes"
Ramón Andrés tiene una memoria extraordinaria, a la que atribuye gran
parte del mérito de su trabajo. Su capacidad para recordar le permite
no sólo encontrar rápidamente las fichas que necesita para elaborar el
siguiente capítulo, sino también anticipar el contenido de las mismas,
cuando no el párrafo que suscitó su elaboración. Esta capacidad para no
olvidar la información importante le viene de su época como músico, de
cuando leía partituras y las escuchaba en su cerebro. Desde entonces, no
puede leer absolutamente nada sin asociarle un ritmo. Las novelas, los
poemarios e incluso los artículos del periódico digital que consulta por
las mañanas se convierten en su interior en una especie de cantinela, y
todos sabemos que no hay mejor forma de recordar cualquier cosa que
transformándolo en una melodía.
Ramón Andrés es a la ensayística española lo que los cartujos a la
transcripción de libros: un hombre de letras que trabaja como los de
antes. Un escritor, digámoslo ya, que tal vez sea el último de su
especie.
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