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jueves, 22 de agosto de 2024

Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - Los pines olímpicos: el oro más pequeño de los Juegos ,. / Leyenda del fútbol dice adios - Muere Paquito, leyenda del Valencia como jugador, e histórico técnico del Villarreal ,. / Domingo - 8 - Septiembre - LA SEXTA TV - Ambulancias, en el corazón de la ciudad - Virus oropouche: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se transmite ,. / CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - Balonmano - La maldición del balonmano en los Juegos y el cabreo por las paradas de Wolff: "Le hemos metido nosotros en el partido",. / LA AVENTURA DEL SABER TVE - La envidia del pecho,.

    TITULO:  Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA - Los pines olímpicos: el oro más pequeño de los Juegos,.

 

Los pines olímpicos: el oro más pequeño de los Juegos,.

Desde coleccionistas profesionales a estrellas como Stephen Curry y Serena Williams se dedican a buscar e intercambiar insignias, el otro deporte de París 2024,.

fotos / Sede de los coleccionistas de pines olímpicos, en el Parque de las Naciones de París 2024 ,.

Existe una competición casi casi deportiva en paralelo a la oficial que se resuelve en un par de frases, una exclamación de sorpresa y una medalla que no se cuelga al cuello, pero sí se lleva bien visible en el pecho. No hay límite de edad ni por arriba ni por abajo, no hay categorías por pesos o diferencia de físicos, no hay más normas que la deportividad y el espíritu olímpico: es la disciplina olímpica del intercambio de pines.

En Tokio 2020 habían quedado relegados al fondo del cajón ante la imposibilidad de poder pasarlos de mano en mano. Pero estos pequeños emblemas han recuperado su lugar en escenarios improvisados entre sede y sede o a plena luz de las gradas. Se planta Alex en una calle aledaña a los Campos Elíseos con dos mesitas y varios cartones donde hay cientos de pines. En el cartel se anuncia que no hay dinero de por medio, solo está permitido el cambio: bienvenidos los que no están, llévate el que no tengas. Siempre hay un grupito de curiosos que observan, señalan, dan uno por otro y celebran esa medalla nueva con la que aumentar la colección.

Un pequeño objeto que surgió en 1896 con detalle de cartón para distinguir a los jueces de los atletas, a los entrenadores de los periodistas, pero que fue evolucionando a verdaderas piezas de arte como un pin con dos manecillas que separan los aros de los Juegos para descubrir debajo la bandera eslovena. Es una de las pequeñas joyas que se exhiben en la sede de los coleccionistas en este París 2024, situada en el Parque de las Naciones, y donde profesionales y amateurs buscan tachar alguno de los que les faltan o sumar uno que desconocían.

Aunque su origen es anterior, no empezó el mercadeo de estas piezas hasta los años 80. Ahí empezó Stephane Hatot, presidente de la Asociación francesa de coleccionistas olímpicos y deportivos (por 25 euros, dos años de reuniones, directorio de otros coleccionistas y pines anuales de alta calidad). Viaja de Juegos a Juegos, ha acumulado de todos los tipos: mascotas, ciudades, deportes, patrocinadores; y está especializado en los de halterofilia. «Tengo unos mil», dice antes de que Lu interrumpa. No habla inglés ni francés, pero saca un emblema de una bolsa, se lo muestra a Stephane, y le señala uno suyo. Hay acuerdo. Sin palabras. Los dos sonríen. Este deporte es de idioma universal.

 
Pines históricos del Comité Olímpico Internacional desde San Luis 1904 ABC

Mark comenzó a sumar insignias desde 1983 porque un amigo le dio uno de los Juegos que se iban a disputar al año siguiente, Los Ángeles 84. ¿Cuántos tienes? «Uff, te diré que de Albertville 92 tengo 5.300 diferentes». Y se explica: «No solo nos interesan los pines por la cara pintada. En la parte de atrás se señala qué tipo de edición son, qué año salieron por primera vez o si se han reeditado. Y vas buscando uno de cada». Le gusta más intercambiar que comprar porque no quiere pensar en el dinero invertido. Ha comprado por dos euros, pero los raros, subraya, se cotizan muy alto. No quiere decir el precio de su pin más caro.

Fiebre en la Villa

No solo personas como este jubilado se han lanzado a la colección de insignias, entre las que se pueden encontrar de Madrid 2016 y otros Juegos que se quedaron en el limbo. Muchos deportistas se han pronunciado como grandes aficionados a esta singular forma de vivir unos Juegos. Serena Williams, por ejemplo, en París, sin raqueta, pero con piezas para intercambiar. «Soy una coleccionista de pines profesional», decía en un vídeo de París 2024. Comenzó en Sídney 2000, derrota en primera ronda que suplió iniciando la colección. «Algunos de Tailandia y el que conseguí de Corea del Norte en Río que nunca intercambiaré», ha dicho estos días.

También Stephen Curry se dedicó al mercadeo el primer día de estos Juegos; en mitad de la ceremonia, subida al barco toda la expedición estadounidense, intercambió algunos pines con compañeros de otros deportes. Andy Murray persiguió a un deportista de Liechtenstein para que le diera una insignia de su país. Famoso se ha hecho el pin que Snoop Dogg le regaló a Coco Gauff para darle suerte. En él aparece representado el rapero formando con el humo de un cigarro los aros olímpicos, con la Torre Eiffel en segundo plano. Sí, también hay insignias personalizadas, como las que repartía Simone Biles: su nombre envuelto en un corazón dorado. Son de los más cotizados en este París 2024.

Es común que, por llevar una acreditación, gente de todas las edades se acerquen a preguntar. A esta periodista una niña neerlandesa de nueve años le pidió un pin. Recibió uno de España, otro de Francia y otro de Uzbekistán, y el triple botín se celebró como una medalla. El oro olímpico más pequeño de estos Juegos,.

 

TITULO: Leyenda del fútbol dice adios - Muere Paquito, leyenda del Valencia como jugador, e histórico técnico del Villarreal,.

 

 

Muere Paquito, leyenda del Valencia como jugador, e histórico técnico del Villarreal

Mítico centrocampista y capitán blanquinegro en los años 60-70, logró el segundo ascenso a Primera con el submarino y disputó su primera semifinal europea en 2004

Muere Paquito, leyenda del Valencia como jugador, e histórico técnico del Villarreal

foto / Muere Paquito, leyenda del Valencia como jugador, e histórico técnico del Villarreal,.

El exjugador Paquito García, leyenda del Valencia como futbolista y con una amplia carrera como técnico en varios equipos que acabó llevando al Villarreal a semifinales de la Copa de la UEFA, falleció este miércoles a los 86 años, según ha confirmado el propio Valencia.

El Valencia lamentó "profundamente" en un mensaje en la red social 'X' la pérdida de Paquito: "Siempre estará en nuestro recuerdo. Nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y allegados. DEP", agregó el Valencia sobre un futbolista que disputó 302 partidos oficiales en el club.

Formado en el Oviedo, club en el que militó durante cinco temporadas en Primera, fue nueve veces internacional con España, y formó parte como suplente del combinado que conquistó la Eurocopa de 1964 disputada en nuestro país.

Paquito creció como futbolista en el conjunto carbayón en el que fue titular indiscutible entre 1959 y la histórica campaña 1962-63 en la que el equipo asturiano acabó en tercera posición. Fue ese verano cuando el Valencia lo fichó para reforzar su centro del campo y, nada más aterrizar en Mestalla, contribuyó a que el equipo alzara su segunda Copa de Ferias -que se disputó en septiembre de 1963-.

En el Valencia formó parte de duplas legendarias en el centro del campo. Primero, con Roberto Gil, en un equipo que ganó la Copa de 1967, y después con Pep Claramunt, con el que contribuyó a conquistar la Liga de 1971, que además levantó siendo capitán del equipo.

Tras nueve temporadas en el Valencia, decidió bajar al Mestalla para evitar que bajara a Tercera División y, tras ese último curso en la 1972-73, decidió colgar las botas, aunque desde ese mismo momento siguió muy vinculado al fútbol desde los banquillos.

Etapa como entrenador

Según detalla EFE, el asturiano se estrenó como técnico en el Gandía y el Atlético Madrileño antes de completar una temporada en Segunda con el Valladolid, lo que le llevó a ser técnico del Castellón durante las siguientes dos temporadas. Tras ello, dirigió al Valladolid de nuevo, esta vez en Primera, durante los cursos 1980-81 y 1981-82, antes de contar con un breve paso en el Hércules en Segunda.

Tras ello, el Valencia se hizo con sus servicios la 1983-84, justo un curso después de salvarse en la última jornada liguera, aunque no pudo completar una campaña que sí acabó con el Cádiz en la 1985-86, una temporada en la que logró salvar la categoría.

Paquito García comenzó un paso por varios equipos de Segunda antes de ascender al Villarreal a Primera División en el curso 1999-00.

Aunque no siguió como entrenador, sí lo hizo en uno de sus filiales, el Onda, antes de volver como primer técnico a mediados de la 2003-04, cuando ayudó al equipo a llegar a las semifinales de la Copa de la UEFA, aunque cayó ante el Valencia.

El Paquito García futbolista consiguió una Copa de Ferias, una Copa del Generalísimo y una Liga con el Valencia, además de un meritorio tercer puesto con el Real Oviedo en la temporada 1962-63, mientras que, como técnico, evitó el descenso del Cádiz en al 85-86, ascendió al Villarreal en la 99-00 y lo metió en semifinales de Copa de la UEFA en la 2003-04 en su último curso como primer entrenador.

 

TITULO:  Domingo  - 8 - Septiembre -  LA SEXTA  TV - Ambulancias, en el corazón de la ciudad - Virus oropouche: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se transmite ,.

 

El domingo - 8 - Septiembre  , a las 21:30 por La Sexta, foto,.

 

 

Virus oropouche: qué es, cuáles son sus síntomas y cómo se transmite,.

  • España, con trece casos, es el país en Europa con más afectados,.
  • Galicia, Andalucía, País Vasco, Madrid y Canarias es donde se han confirmado las infecciones,.
Virus Oropouche: síntomas y cómo se transmite
 
Insecto jején 'Culicoides paraensis' (i) y 'Culex quinquefasciatus' (d) causantes del oropouche Bruna Lais Sena Do Nascimento

España es el país europeo donde se han registrado más casos del virus de oropouche. De los 19 confirmados en Europa (5 en Italia y 2 en Alemania), 12 se han detectado en España en los meses de junio y julio, según publica el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Galicia, Andalucía, País Vasco y Madrid son las comunidades en las que se han confirmado estos casos. Este martes, el gobierno regional de Canarias notificaba el primer positivo fuera de la península. Todos ellos, han enfermado tras viajar a Cuba y Brasil -un caso italiano-, donde esta afección está causando estragos.

Aunque la fiebre de oropouche se ha descrito históricamente como leve, la expansión de la transmisión y la detección de casos más graves subrayan la necesidad de una mayor vigilancia y caracterización de posibles manifestaciones más severas, publicaba la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tras emitir una alerta epidemiológica en la región a principios de agosto.

¿Qué es el virus oropouche?

El oropouche es una enfermedad zoonótica causada por el virus del mismo nombre (OROV) que se contagia por la picadura de mosquitos, principalmente el Culicoide paraensis o Jején hematófago, ampliamente distribuido en América, pero ausente en Europa.

Históricamente, esta enfermedad, se ha concentrado en la región amazónica (en Brasil han detectado 7.284 casos, incluyendo dos defunciones, hasta finales de julio de este año). Sin embargo, factores como el cambio climático, la deforestación y la urbanización no planificada han favorecido su extensión en estados no amazónicos de Brasil y a países donde hasta ahora no había reportes de casos, como Bolivia con 356 casos y Cuba con 74. Todos los casos son importados, ya que en España —aseguran los expertos— no se encuentra el mosquito causante de esta enfermedad.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, dolor en las articulaciones y músculos, y, en algunos casos, exantema (erupción en la piel), fotosensibilidad, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos y diarrea. Los síntomas pueden durar de cinco a siete días. La mayoría de los casos se recuperan sin secuelas. En raras ocasiones, pueden presentarse casos graves como hemorragias y meningitis aséptica.

Aunque se sigue investigando, la infección por OROV podría afectar en mayor medida a las mujeres embarazadas. Brasil reportó la investigación de casos de transmisión de OROV de mujeres embarazadas al feto, publicaba la OPS. "Datos recientes indican que puede provocar abortos espontáneos y/o problemas de desarrollo y deformidades del feto", explicaba la ECDC en un informe.

¿Cuál es el tratamiento para la fiebre oropouche?

No hay ningún tipo de vacuna ni tratamiento antiviral específico para prevenir o tratar el OROV, por lo que se maneja la enfermedad de forma sintomática, centrándose en aliviar el dolor y rehidratar al paciente.

¿Cómo se puede prevenir?

La única forma de intentar evitarlo es protegiéndose: usar repelentes, ropa que cubra piernas y brazos, disponer de mosquiteros de malla fina, y tomar precauciones adicionales durante brotes, especialmente para grupos vulnerables como mujeres embarazadas, recomienda la OPS.

¿Puede convertirse en una amenaza?

"Es esperable que se detecten más casos importados en viajeros procedentes de América central, del Sur y Caribe. El riesgo de transmisión autóctona en España es muy bajo, dado que el vector competente para la transmisión no está presente en nuestro país", explican fuentes del Ministerio de Sanidad a RTVE.es.

"El riesgo de infección por oropouche para quienes viajen o residan en áreas epidémicas en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe se considera moderado. No obstante, el riesgo aumenta para los que visiten áreas muy afectadas, en especial los estados norteños de Brasil y la región amazónica y para quienes no tomen medidas de protección adecuadas", publicaba el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.

 

TITULO: CAFE GIJON - MANZANAS VERDES -  Balonmano -  La maldición del balonmano en los Juegos y el cabreo por las paradas de Wolff: "Le hemos metido nosotros en el partido" ,.

 

CAFE GIJON,.

 

Café Gijón - foto,.

 
Fachada de madera del Café Gijón con su entrada.
Resultat d'imatges de manzanas verdesEl Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. El café está frente a una estación de ferrocarril del mismo nombre (Recoletos) y a la Biblioteca Nacional de España (BNE). La terraza de enfrente se encuentra en el pasillo central del Paseo.

 

MANZANAS VERDES   -  Balonmano -  La maldición del balonmano en los Juegos y el cabreo por las paradas de Wolff: "Le hemos metido nosotros en el partido" ,.

 

MANZANAS VERDES  - Balonmano -  La maldición del balonmano en los Juegos y el cabreo por las paradas de Wolff: "Le hemos metido nosotros en el partido"  ,.

 

 Balonmano -  La maldición del balonmano en los Juegos y el cabreo por las paradas de Wolff: "Le hemos metido nosotros en el partido", fotos.

 

 

La derrota ante Alemania en semifinales dejó a los jugadores de España entre el disgusto y el cabreo. Las oportunidades perdidas en los últimos minutos pesaron de camino a los vestuarios,.


Wolff, ante un disparo de Fernández en la semifinal.
 
Wolff, ante un disparo de Fernández en la semifinal.

Una oportunidad y otra y otra y... al acabar las semifinales ante Alemania, los jugadores de España no se podían quitar de la cabeza los últimos tres minutos de partido en los que pudieron marcar y no lo hicieron. La selección volvió a caer en las semifinales de unos Juegos Olímpicos, un muro histórico -ocurrió en 1996, 2000, 2008 y 2020-, y seguramente ésta fue la vez más dolorosa. Incluso si mañana (09.00 horas) se cuelga el bronce en la final de consolación ante Eslovenia, el pivote Javi Rodríguez recordará los dos lanzamientos a bocajarro que tuvo para anotar y estrelló contra el portero germano, Andreas Wolff.

Al acabar el encuentro, Rodríguez, el más joven del grupo, de sólo 22 años, lloraba en el banquillo tapándose el rostro con la toalla blanca mientras sus compañeros se marchaban hundidos a vestuarios. El golpe fue tan importante que esta vez no hubo unión. Cada uno por su lado trataba de superar lo ocurrido, de digerir la rabia, de tranquilizarse.

Era complicado. Más de la mitad del grupo ya sufrió el mismo golpe hace sólo tres años en las semifinales de los Juegos de Tokio y ayer se veía en la final, por fin en la final olímpica, la primera de la historia de España. «Ahora mismo no sé qué decir, no puedo animar a la gente, no puedo hablar. Es bastante jodido sacar palabras de ánimo porque lo hemos tenido en nuestras manos. Hemos tenido oportunidades y no las hemos aprovechado», comentaba Jorge Maqueda justo al acabar el encuentro. «Hemos sido claros dominadores del juego, pero no de la finalización, que al final es lo que te permite ganar el partido», analizaba el seleccionador, Jordi Ribera, en una zona mixta en la que se mezclaban los sentimientos. Hubo disgustos y hubo enfados.

El recuerdo distinto de Tokio

Pese al mérito en las paradas de Wolff, el portero alemán, algunos señalaban que faltó más paciencia y más puntería en los lanzamientos. «Wolff es un gran portero, pero le hemos metido nosotros en el partido con tiros mal seleccionados. Es más culpa nuestra que mérito suyo. Era una oportunidad única que no hemos sabido aprovechar. Duele más porque sabemos que no es un equipo superior a nosotros», aseguraba Gonzalo Pérez de Vargas con cierta razón.

Al contrario de otros equipos en estos Juegos, como Egipto, rival en cuartos de final, Alemania no impuso su juego por encima de España, pero igualmente dominó el marcador. Hasta dos veces el equipo de Ribera estuvo muy por debajo (10-6 en el minuto 18 y 19-16 en el minuto 42) y hasta dos veces tuvo que remontar. Su virtud: la defensa y los contraataques. La virtud de Alemania: sus lanzadores, especialmente Renars Uscins, el hombre que eliminó a Francia.

Contra ellos había que poner el pecho, todo el cuerpo, el alma detrás y delante dejar que hicieran Ian Tarrafeta o Agustín Casado. El plan funcionaba y el único obstáculo para la victoria era Wolff. Antes incluso de sus paradas salvadoras a Javi Rodríguez, el portero alemán ya llevaba una racha asombrosa y así acabó: detuvo 22 de los 45 lanzamientos que recibió, entre ellos el único siete metros que hubo a favor de España. Aleix Gómez, con un 100% en el torneo hasta entonces, contabilizó su primer fallo.



«Estamos fastidiados, pero habrá que hacer borrón y cuenta nueva. Las fuerzas las sacaremos de dónde sea, pero costará, costará», reconocía Maqueda que sabía que la situación era muy diferente a la vivida hace tres años. Entonces en el Gimnasio Nacional Yoyogi de Tokio hubo una conjura entre veteranos y jóvenes: para algunos, como Raúl Entrerríos, Julen Aguinagalde o Viran Morros, el bronce suponía una fabulosa despedida y para los otros, como el propio Pérez de Vargas o Alex Dujshebaev, su primera medalla olímpica. Las semifinales, ante Dinamarca, también habían sido muy distintas, con pocas opciones de victoria. Ahora los que ya estuvieron en Tokio querían más y de ahí el enojo.

«Lo más rápido que podamos habrá que levantar la cabeza y pensar que todavía podemos ganar el bronce», aseguraba Pérez de Vargas antes de meterse en el vestuario, donde ahí sí, había que recuperar la piña y empezar a rehacerse para mañana marcharse de los Juegos con un bronce, otro maldito bronce, el quinto, aunque perdure el recuerdo por los goles perdidos.

TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE -  La envidia del pecho,.

La envidia del pecho,.

foto / «Cuando llega el verano se hace endémica una especie particularmente desagradable: la del turista, hombre, que cree que es una idea estupenda pasearse sin camisa por la ciudad donde ha ido a veranear»,.

 Rodrigo Blanco Calderón: La envidia del pecho

De los siete pecados capitales, quizá la envidia sea el menos evidente, pero sin duda es uno de los más dañinos.  Y es que una vez aparece no es fácil manejarla. ¿Podemos intervenir sobre ella?
Psicóloga Sanitaria y Psicoterapeuta. Especialista en Psicopatología Clínica, Terapia Cognitiva y terapia breve y PNL de MAPFRE | Web

Según Aristóteles, “la envidia es el dolor ocasionado por la buena fortuna de los demás”. Este dolor tiende a expandirse, haciéndonos sacar, cada vez más, lo peor de nosotros mismos. La envidia tiene una potente fuerza destructiva y puede evolucionar hacia la cólera u otras emociones peligrosas si no aprendemos a canalizarla.

Una de las cosas que hacen que la envidia vaya a más y se haga cada vez más amarga es el hecho de que siempre se silencia: se niega, se disimula o se miente, pero nunca se reconoce. Manifestarla nos conduciría a un pésimo autoconcepto o incluso rechazo por parte de los demás, y como todas las cosas, cuanto más se encierran, más se pudren.

La envidia puede manifestarse de muchas maneras: resentimiento, furia, indignación, irritabilidad, tristeza, inseguridad, autocompasión, desesperación… También puede haber fases diferentes en nuestra percepción interna, podemos oscilar, por ejemplo de la furia a la tristeza en momentos diferentes.

Algunos teóricos consideran la envidia ya no sólo como una emoción o sentimiento sino incluso como un rasgo de personalidad.

¿Por qué ocurre?

La envidia es una vivencia adaptativa, está en nuestros genes, y nos ha hecho evolucionar como especie. Es el resultado de la competición por unos recursos limitados, nos lleva a prosperar o a querer mejorar.

Prácticamente cualquier cosa es susceptible de generarnos envidia: la felicidad ajena, los bienes materiales, el estilo, la belleza, las condiciones económicas, la familia, las cualidades, la salud, la suerte, las creencias, las habilidades sociales… Hace que nos veamos a nosotros mismos inferiores y ese sentimiento se va ampliando. Nos convertimos secretamente en un rival simbólico del otro, aunque el otro no lo sepa.  Competimos internamente. Cuanto más punzante es la emoción, más nos afecta en otras áreas que no tienen nada que ver, llegando incluso a bloquearnos o encerrarnos en nosotros mismos.


La envidia tiene diversas facetas:

  • Sentimiento de inferioridad respecto a uno mismo.
  • Deseo y anhelo hacia la cualidad del otro.
  • Se hace responsable al otro del propio enojo, se le culpa de la propia desdicha.
  • Sentimiento de culpabilidad por el hecho mismo de sentir envidia.
  • Resentimiento hacia el mundo, por la injusticia cometida respecto a la propia suerte.
  • Admiración y anhelo hacia el envidiado, identificación con él, emulación de sus características.
  • A nivel orgánico, la envidia libera en sangre cortisol, la hormona del estrés. Para reequilibrarla necesitamos generar oxitocina y serotonina, que las obtenemos de forma natural con la relajación, la sociabilidad, el sexo, el humor, el contacto con la naturaleza, etc.

¿Cómo enfocarla?

La envidia, como el resto de las emociones, es un mensajero, un portador de información que nos indica qué cosas están desfiguradas internamente y qué es necesario reestructurar. Todas las personas somos capaces de ver qué cosas buenas tienen los demás, y esto puede causarnos malestar o no. Detectarlas en forma de envidia nos puede dirigir a hacer cambios en nuestra realidad para conseguir aquello que deseamos.

Si bien es cierto que no siempre vamos a poder tener exactamente aquello que deseamos, sí podemos producir cambios que nos hagan sentir más cómodos con nuestra realidad. Esta sería la envidia bien canalizada: ¡Actúa!

Algunas recomendaciones que pueden facilitar este proceso:

  • Redefine: ¿qué coyuntura, atributo o actitud te está indicando la envidia que tienes que cambiar de ti mismo? Trabaja en ello a nivel emocional.
  • Busca el origen: ¿qué es lo que realmente activa tu envidia? A veces polarizamos nuestra envidia hacia algo, cuando en realidad lo que más deseamos es otra cosa de esa persona, que no nos permitimos sentir.
  • Encuentra patrones: ¿has sentido algo similar en otras situaciones? ¿Cuál es el denominador común?
  • Cambia el signo de tu emoción: transforma la envidia en admiración.
  • Aprende a disfrutar de lo que tienes: no vivas en futuribles hipotéticos o remotos de lo que pasaría si tuvieras lo que envidias.
  • Relativiza: nadie representa la perfección completa. ¿Qué cosas tienes tú que no tiene la persona a la que envidias? ¿Qué crees que la otra persona envidiaría de ti y cómo crees que manejaría esta carencia?
  • Reajusta tus creencias: muchas veces pensamos “si yo tuviera lo que tiene X, sería feliz”, pero no es así. Esa cualidad seguramente no será la clave de la felicidad para el envidiado y por tanto tampoco sería la tuya. Es mucho más importante valorar lo que uno tiene más que lo que no se tiene.
  • No te tortures: recuerda que la envidia es una emoción normal y universal, igual que tantas otras, y es esperable tenerla. A lo largo de la vida todos envidiaremos y seremos envidiados de una forma u otra.

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Lo que debes saber…

  • Una de las cosas que hacen que la envidia vaya a más y se haga cada vez más amarga es el hecho de que siempre se silencia: se niega, se disimula o se miente, pero nunca se reconoce.
  • Si bien es cierto que no siempre vamos a poder tener exactamente aquello que deseamos, sí podemos producir cambios que nos hagan sentir más cómodos con nuestra realidad. Esta sería la envidia bien canalizada.
  • Todas las personas somos capaces de ver qué cosas buenas tienen los demás, y esto puede causarnos malestar o no. Detectarlas en forma de envidia nos puede dirigir a hacer cambios en nuestra realidad para conseguir aquello que deseamos.

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