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domingo, 18 de agosto de 2024

Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado - 31 - Agosto - El colegio La Inmaculada y San Ignacio cierra sus puertas tras 134 años de historia ,. / El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - El vuelo de oro de Jordan Díaz en el triple ,. / La Paisana - Velaí - barrio - Los emigrantes, la buena vecindad y la familia centran el pregón de las fiestas de las Peñitas a cargo de la familia Merino Muriana ,.

 

TITULO: Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado   -31- Agosto -   El colegio La Inmaculada y San Ignacio cierra sus puertas tras 134 años de historia  ,.  


Maneras de educar - SABADO - 31 - Agosto  ,.





 Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios . El sabado  - 31 - Agosto  ,.

 

 Los desayunos de TVE ,.


Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc,.

 

 El colegio La Inmaculada y San Ignacio cierra sus puertas tras 134 años de historia,.

 

 

Las estudiantes de este centro privado concertado de Villafranca, 9 de Infantil y 8 de Primaria, han podido matricularse en los otros centros educativos,.

Fachada colegio La Inmaculada y San Ignacio.

fotos / Fachada colegio La Inmaculada y San Ignacio.

El mes de septiembre se aproxima en el calendario, y con él la vuelta a las aulas. Decenas de niños y niñas en Villafranca de los Barros pronto se prepararán para un nuevo curso académico, y los colegios de esta localidad pacense abrirán sus puertas, un año más, pasadas las fiestas de la Coronada, concretamente el 11 de septiembre. Volverá a oler a libros forrados, a materiales a estrenar, a ropas y uniformes impecables… y se sentirán, sobre todo, esos nervios de los primeros días tras el intenso verano vivido.

Todo será como siempre, pero este año, septiembre trae una triste noticia para la mayoría de los vecinos del municipio, ya que el centro privado concertado 'La Inmaculada y San Ignacio', más conocido como 'Hermanas de la Cruz', no abrirá sus puertas debido principalmente al descenso de matriculaciones que ha ido sufriendo en los últimos años.

Algunos consideran que el decaimiento en el número de alumnas a lo largo de los años se debe a que la enseñanza que ofertan no es mixta. Otros lo achacan a la gran oferta existente en la localidad, con otros dos colegios concertados (colegio San José - Jesuitas y colegio Nuestra Señora del Carmen-Vedruna), y tres públicos (Santa María Coronada, José Rodríguez Cruz y El Pilar). Además del IES Meléndez Valdés, aunque este no sería «competencia» ya que ofrece formación a partir de Secundaria, y el colegio de las Hermanas de la Cruz formaba a niñas en las etapas de Infantil y Primaria.

Historia

Para comprender parte de los motivos de esta decisión hay que conocer sus orígenes. El colegio La Inmaculada y San Ignacio de Villafranca de los Barros se creó el 8 de junio de 1890 por las Hermanas de la Compañía de la Cruz gracias a la iniciativa del párroco don Inocencio Guerrero y de la villafranquesa Doña Pilar Sánchez-Arjona, promotores incansables de la fundación.

Sor Ángela (como se la conocía en vida, ahora Santa Ángela de la Cruz), su fundadora, mandó a tres monjas (una de ellas la Hermana Pilar, la primera superiora de la fundación) para que ayudasen en el hospital, atendiesen a las niñas huérfanas y visitasen a los necesitados. Así se arregló una casa junto al Hospital de la Caridad, denominado también como de la Inmaculada. Al principio, se hicieron cargo del hospital pasando a ser colegio-hospital de la Inmaculada hasta que, fundada la Seguridad Social, fue innecesario y quedó finalmente como colegio, por un lado, y convento, por otro.

Las Hermanas desde el primer momento fueron recibidas con gran cariño y respeto por todos los villafranqueses. Empezaron muy pronto a realizar los apostolados propios de la Congregación que tenían como referente el servicio a las personas más necesitadas (ancianos, pobres, enfermos) y la formación humana y cristiana de niñas y jóvenes, fundamentada en el amor, la solidaridad, la libertad, la paz y la fe.

El colegio de Villafranca se puso en marcha desde el comienzo de la fundación (1890), es, por tanto, el colegio más antiguo que se conoce en Villafranca. Este año hubiesen cumplido 134 años de existencia.

Las instalaciones del centro comenzaron ocupando dos amplias aulas con acceso por la actual calle Santa Ángela de la Cruz, pero poco tiempo después, debido a la alta demanda de las familias para recibir educación en este colegio, tuvo que ampliarse en 1960 mediante la rehabilitación del antiguo Hospital de la Inmaculada, dando como resultado el centro actual con acceso principal desde la calle Daoiz y Velarde. Cuenta con nueve aulas estructuradas en torno a un gran patio central.

El colegio contó con gran popularidad durante décadas, llegando incluso a albergar a más de 30 niñas por clase. Cientos de niñas, de mujeres, generaciones y generaciones… han pasado por aquí, y para la mayoría de ellas este cierre supone una noticia triste.

 
Patio del colegio de las Hermanas de la Cruz con niñas jugando en el año 78. 

Falta de alumnos

Desaparece así, una parte importante de la historia de Villafranca. En los últimos años y hasta esta última etapa, el colegio La Inmaculada y San Ignacio contaba con un proyecto educativo bilingüe y con unas instalaciones actualizadas en materia de accesibilidad y nuevas tecnologías de la educación. Pese a esto, según datos de la plataforma Rayuela del curso 23/24 estaban matriculadas en el centro 9 alumnas de Primaria y 8 de Infantil.

Debido a esta situación, que, según explica la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura, se venía repitiendo en los últimos cursos, las propias hermanas de la congregación han solicitado a la consejería la extinción del concierto. La comisión de modificaciones de conciertos está en plazo de alegaciones y cuando finalice, se procederá a la extinción del mismo, tal y como han pedido.

Explican desde la consejería que en la zona existe oferta educativa suficiente para atender a todo el alumnado, y, de hecho, todas las alumnas han podido matricularse en los otros centros educativos que han solicitado las familias. «Desde la consejería se ha hecho un esfuerzo negociador con las Hermanas de la Cruz de Villafranca ya desde el curso pasado y ante la evidencia de la falta de alumnos, se ha procedido a acceder a la solicitud de fin del concierto».

Continúa el convento

Cierra el colegio, pero no el convento, que se mantendrá con seis hermanas. Seguirán visitando y asistiendo en sus domicilios a ancianos, enfermos y necesitados, «facilitándoles toda clase de servicios: prepararles los alimentos, ayudarles con sus tareas domésticas y asearlos. Apoyarlos material y espiritualmente, orientándoles en sus problemas y acercándoles el consuelo de las virtudes cristianas, manteniendo la austeridad que instauró Sor Ángela, 'hacerse pobre con los pobres para llevarlos a Cristo'».

 
Vista aérea del colegio y el convento Hermanas de la Cruz de Villafranca desde la calle Sor Ángela. 

La Hermana Nieves, actual superiora, lleva en Villafranca desde hace más de 20 años. En declaraciones a este medio, ha desvelado que la intención de la congregación no es cederlo, ni venderlo, desmintiendo a su vez, que el colegio pase a ser residencia de ancianos, «no es necesario, ya hay muchas».

La intención, aunque todavía no está muy estudiada, es crear un proyecto para impartir clases de apoyo, de informática, de música… en horario de tarde, pero «son solo ideas, no hay nada cerrado aún», ha comentado la Hermana Nieves.

 
Foto aérea colegio La Inmaculada y San Iganacio. 
 
 

TITULO: El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero  - El vuelo de oro de Jordan Díaz en el triple,.

 

 

 

El larguero La Ser,.

 

El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1​ El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.

 

El Transistor Onda Cero ,.

El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de 2016.
Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc,.

 

 

El vuelo de oro de Jordan Díaz en el triple,.

El español de origen cubano se proclama campeón olímpico y gana la batalla a su enemigo Pichardo. El primer salto de 17,86 le sirvió para subir a lo más alto del podio

Jordan Díaz saltó 17,86 para ganar el oro olímpico

foto - Jordan Alejandro Díaz Fortún nunca olvidará el Stade de France, los gritos de los aficionados cuando voló en el triple salto hasta los 17,86 metros para proclamarse campeón olímpico de una manera brillante, tras ganar de nuevo la guerra al portugués Pedro Pichardo, su gran enemigo. Habrá más batallas (o no, el luso se quejó de la falta de ayudas, de que todo se lo lleva el fútbol), pero esta era la mayor entre dos deportistas con un pasado similar. Ambos aprovecharon una concentración de Cuba para buscar otra vida. Uno se fue a Portugal en 2017 y defiende a este país desde 2019. Es ya veterano, con 31 años, es ya campeón olímpico, en Tokio. El otro se quedó en España. Era 2021 y ha tenido que esperar hasta este año para poder competir como internacional. Paciencia y más paciencia sabiendo que sus piernas son oro puro. Se estrenó en el Europeo del pasado junio y ganó con la tercera mejor marca de la historia (18,18). El pique ya no ha parado. Esa marca hacía soñar con que el récord del mundo del mítico Jonathan Edwards (18,29), que es del siglo pasado, de 1995, estuviera al alcance. "El récord del mundo me da igual, la verdad. Si sale, saldrá, pero puede que acabe mi carrera y no lo consiga", dijo después, ya como campeón. Precisamente el mito británico en persona apareció en el estadio para dar los tres bastonazos con los que empieza la función, el ritual heredado del teatro que hay en cada competición de estos Juegos. Fue el maestro de ceremonias ideal.

Un comienzo por todo lo alto

La tormenta sobre París, la de la lluvia, esta vez duró poco, aunque empapó la pista morada. Después, salió hasta el sol, pero entre el español y el portugués hubo rayos y truenos. En la presentación salió antes Jordan, comedido, un gesto, unos aplausos. Después Pichardo. Se cruzaron y ni se miraron, claro. El luso saltó antes y el estreno fue más que prometedor, de 17,79. El desafío había empezado. Menudo comienzo. Siete turnos después le tocaba al español, que sacó la lengua, pidió los aplausos y empezó a correr para después volar hasta 17,86. Desafío aceptado. Abandonó el foso meneándose, pavoneándose un poco, por aquello de la lucha psicológica, para que le viera quien le tenía que ver. Se fue a hablar con su entrenador, Iván Pedroso. "Saltaré 18 metros", había amenazado Pedro en la previa. "Pues entonces yo saltaré 18,1", le había contestado Díaz. Más o menos eso pasó en el arranque. Primer asalto para Jordan.

En el segundo, Pichardo acechó con sus 17,84, mientras que el español se quedó en 17,64. Esperó Díaz a que acabara el griterío por el final del 800 del héptatlon para pedir su protagonismo, pero se quedó a medias. Seguía mandando. Por detrás iba otro cubano nacionalizado, italiano en su caso, Andy Díaz con 17,63. Después hizo 17,64, que le sirvieron para lograr el bronce.

A la tercera Pichardo se fue larguísimo... Pero era nulo. Y Jordan hizo 17,85, a un centímetro de su mejor registro del día. Estaba inspirado y charlaba con Pedroso buscando los retoques para ir un poco más allá. Menuda prueba es el triple salto: la velocidad, que es la base de todo; la coordinación para afrontar la tabla sin perder esa rapidez y después los brincos, en los que lo importante es acariciar el suelo casi y rebotar, como cuando se tira una piedra al agua para hacer la rana. Si el pisotón es fuerte, se acabó, llega el frenazo.

La cara del portugués y del español lo decía todo. Uno se frustraba y veía que se le acababan las oportunidades, el otro era prácticamente un reloj, 17,84 a la cuarta. Todos los intentos estaban siendo fluidos y buenos, aunque no llegara el vuelo celestial. Se clavó un poco en el quinto, al que Pichardo renunció. Se le acababa el tiempo. Todo a una carta para el luso, al salto final. Mucho riesgo, pero si le salía era la presión iba a ser brutal para Jordan Díaz. El intento fue buenísimo... Pero no lo bastante, 17,81. "Ha sido una final muy complicada. Me ha obligado a hacer los cinco saltos. Tenía pensado renunciar a alguno, pero esto son los Juegos Olímpicos", reconoció. Y ese oro es el sueño que tenía de niño. "En 2017, cuando gané el Mundial [sub 18] hay un vídeo en el que digo que quiero ser campeón olímpico. Lo buscaré y lo subiré", confesó.

El español ya podía respirar después de ese salto a la desesperada de Pichardo. "No tenía para 18, estaba hecho mierda", admitió. Se llevó las manos a las orejas, se abrazó a su entrenador ("No voy a decir lo que me dijo, 40 malas palabras y después, 'lo hemos logrado'), después a su gente en la grada. Se envolvió en la bandera. Con su primer salto, había acabado con la prueba. ¿Hubo felicitación de Pichardo? "Ahora no me apetece hablar de eso", aseguró Jordan.

 

TITULO:   La Paisana -   Velaí -  El barrio -  Los emigrantes, la buena vecindad y la familia centran el pregón de las fiestas de las Peñitas a cargo de la familia Merino Muriana    ,.



 La Paisana - Velaí -  El barrio -   Los emigrantes, la buena vecindad y la familia centran el pregón de las fiestas de las Peñitas a cargo de la familia Merino Muriana ,. 

Viernes - 30 - Agosto  a las 22:05 horas en La 1 / fotos,.

 

  Los emigrantes, la buena vecindad y la familia centran el pregón de las fiestas de las Peñitas a cargo de la familia Merino Muriana ,.


Las actividades se seguirán sucediendo hasta este martes, 16 de julio, una de las fiestas de las Peñitas más largas que se recuerdan

La familia Merino Muriana en su pregón de Las Peñitas.

 La familia Merino Muriana en su pregón de Las Peñitas,.

Las fiestas de las Peñitas en Villafranca de los Barros ya han echado a andar. El día grande era el viernes, con la cena del socio a la que acudían decenas de personas, y el pregón, en este caso, a cargo de la familia Merino Muriana.

Los hijos de Sebastián Merino Carqués -Meca el taxista- y Teresa Muriana Cruz, fueron los encargados de pregonar este año estas fiestas.

Subían al escenario Sebas, Fernando, Serafín, Maite y Francisco José, y tomaban la palabra tres de ellos, Sebas, Fernando y Francisco José. En su pregón hicieron un guiño a los emigrantes, a los que este barrio tiene tan en cuenta, a los valores de la buena vecindad «empático, cercano, cordial, tolerante, inclusivo, y abierto a la diversidad» (…) Mención especial a sus padres, y en general, a todos los padres de esta generación «personas irrepetibles que han trabajado duro para darles un futuro mejor a sus hijos».

La familia Merino Muriana es la que han formado Sebastián Merino -Meca el taxista- y Teresa Muriana Cruz. Ambos llegaron a Villafranca procedentes de San Sebastián en 1967, donde habían emigrado desde sus respectivas localidades (Retamal de Llerena en Badajoz y Cazalilla en Jaén) junto a sus familias. Conocían Villafranca porque aquí vivían unos tíos de Sebastián, Serafín y Joaquina, quien tenía un taller de bordados en el pueblo.

Ya vinieron con sus dos primeros hijos, Sebas y Fernando de muy corta edad, y su hermano José con quien montó un taller de muebles metálicos y de formica, «Muebles Meca» iniciales de sus apellidos, de ahí el apodo de ambos, los Mecas, los Mequinas. Y después, se cambió de oficio para involucrase con el taxi, «nunca fallaba, fuese la hora que fuese estaba ahí», decía orgullos Sebas.

A los pocos días de establecerse en nuestra localidad nació Serafín, y años después Maite y Francisco José. Todos ellos viven y trabajan en Villafranca.

Actualmente: Sebas es profesor de Geografía e Historia en el instituto, Fernando es profesor de Matemáticas y director del mismo, Serafín es encargado de Infraestructuras del Ayto., Maite es Agente de empleo en el Centro Integral de Desarrollo, y Fran es Responsable de la asistencia técnica a clientes del Grupo BA Glass (al que pertenece la fábrica de vidrios de Villafranca).

La asociación no tuvo dudas en homenajear a esta familia en las fiestas de este barrio, prácticamente todos residen en él. «Personas sencillas, trabajadoras, en definitiva, buena gente», recalcaba el presidente de la asociación, Manuel Caballero.

 
Miembros de la directiva de la asociación y voluntarios encargados de llevar adelante la fiesta.  
 

La noche continuó con el concierto a cargo de los sevillanos The New Power.

Actividades para todos los públicos

Mucha música, actividades acuáticas, deportivas… en esta edición no faltan tampoco los concursos tradicionales de estas fiestas como la del sábado con los Autos Locos, un clásico entre los clásicos, el torneo de baloncesto 3x3 y el concurso fotográfico Las Peñitas.

El escenario perfecto, el Parque Iván de Castro, que se convierte en el epicentro de estas fiestas ya que la mayoría de las actividades se desarrollan en él.

Las actividades se seguirán sucediendo hasta este martes, 16 de julio, una de las fiestas de las Peñitas más largas que se recuerdan.

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