BLOC CULTURAL,

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sábado, 24 de agosto de 2024

Juego de Niños - Unos 60 jugadores disputan en Zafra el Campeonato de Extremadura de Billar Pool ,. - Sábado - 7 - Septiembre ,. / POLICIA O JUSTICIA - Herido «menos grave» un niño de 13 años tras ser atropellado por un coche en Villafranca ,. / LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Pobre chica ,. / EL CLUB COMEDIA - Barbaridades de risa ,.

 

   TITULO:  Juego de Niños -   Unos 60 jugadores disputan en Zafra el Campeonato de Extremadura de Billar Pool    ,. Sábado - 7 - Septiembre  ,.

Juegos de niños,.

  Sabado  -  7 - Septiembre, a las 22:00 por La 1, foto,
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 Juego de Niños - Unos 60 jugadores disputan en Zafra el Campeonato de Extremadura de Billar Pool ,.

 Unos 60 jugadores disputan en Zafra el Campeonato de Extremadura de Billar Pool ,.

El ganador representará a Extremadura en el campeonato nacional en agosto en Zaragoza,.

 Las partidas se desarrollan en el Aitor Copas

Las partidas se desarrollan en el Aitor Copas,.

Zafra acoge este fin de semana, 1 y 2 de julio, el Campeonato de Extremadura de Billar Pool con la participación de unos 60 jugadores en Aitor Copas.

Las partidas se iniciaron este sábado por las mañanas y se disputarán hasta el domingo por la tarde.

El presidente de la Asociación Extremeña de Billar Pool, Isaac Ossorio, ha explicado que los participantes compiten en diferentes categorías y que medirán sus fuerzas con el objetivo de representar a Extremadura en el campeonato nacional que se desarrollará en el mes de agosto en Zaragoza.

 El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Zafra, Francisco Javier Jaramillo, se ha mostrado contento de que Zafra acoja estos acontecimientos deportivos, y ha animado a disfrutar de la competición deportiva, de estas jornadas de convivencia y de la ciudad. 

  TITULO: POLICIA O JUSTICIA -  Herido «menos grave» un niño de 13 años tras ser atropellado por un coche en Villafranca ,.

 Herido «menos grave» un niño de 13 años tras ser atropellado por un coche en Villafranca ,.

La víctima ha sido trasladada al Hospital de Mérida en helicóptero,.

 Calle Agustina de Aragón cruce con calle Kennedy de Villafranca donde se ha producido el accidente.

foto / Calle Agustina de Aragón cruce con calle Kennedy de Villafranca donde se ha producido el accidente.

Un niño de 13 años de Villafranca de los Barros ha resultado herido «menos grave» tras sufrir un atropello con un vehículo en la calle Agustina de Aragón cruce con calle Kennedy de dicha localidad pacense mientras circulaba con su patinete, según ha detallado en un parte el Centro de Atención de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura. El suceso ha ocurrido a las 14.10 de este viernes.

A consecuencia del impacto, ha sido trasladado en helicóptero 5-1 Malpartida de Cáceres al Hospital de Mérida.

También se han desplazado hasta el lugar una ambulancia del Servicio Extremeño de Salud (SES), además de agentes de la Policía Local del municipio.

 

TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -  Pobre chica  ,.

 LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -  Pobre chica    , fotos,.

  Pobre chica ,.

 Sara Barquinero: "Cuando tomas una decisión desde el miedo a estar sola y a  ser pobre, no es del todo una decisión" - Zenda

Uno de los reclamos turísticos con más gancho de Pompeya son los moldes de yeso de los cadáveres de las víctimas de la erupción del Vesubio en el año 79 después de Cristo. Fue al arqueólogo Giuseppe Fiorelli a quien se le ocurrió, al encontrar huecos en la ceniza que se correspondían con los enterrados en ella, llenar esos huecos con yeso líquido para obtener moldes de los cuerpos originales cuya materia orgánica había desaparecido casi por completo. Y el método resultó tan eficaz que hoy puede contemplarse un centenar de figuras, de yeso aunque del todo reales, con las posturas, actitudes e incluso gestos que tenían en el momento exacto en que la nube tóxica y ardiente los envolvió, matándolos en poco más de un minuto, a unos 400 grados de temperatura.

 Mi música divertida: La pantera rosa

Impresiona verlos repartidos por la ciudad, solitarios o en grupos, fijados en el yeso veinte siglos después de su rápida agonía. Ni del bombardeo de Dresde ni de las bombas atómicas de Hiroshima o Nagasaki hay testimonios físicos tan estremecedores. Casi todos están boca arriba, cubriéndose la cara con los brazos o intentando protegerse con la propia ropa, o yacen aferrándose a las propiedades que intentaban salvar. Unos pretenden incorporarse y otros parecen resignados a su suerte. Hay grupos familiares, adultos caídos junto a niños a los que intentan poner a salvo, parejas que parecen amantes en el último abrazo, esclavos que se quedaron a proteger las propiedades de sus amos, un prisionero que conserva los grilletes e incluso un perro que no pudo huir por estar atado a su caseta.

 

Entre ese centenar de cuerpos inmovilizados como una fotografía tridimensional, antigua de veinte siglos, hay tres que me interesan especialmente. Están cerca del pórtico del anfiteatro y fueron identificados por los arqueólogos como dos gladiadores y una joven dama romana que parece de buena posición, engalanada con sus joyas. Yacen los tres juntos, sorprendidos allí por la nube mortal que mató al menos a un tercio de los 15.000 habitantes de la ciudad. Y como al fin y al cabo soy un novelista con tendencia natural y profesional a imaginar y contar historias, no puedo evitar detenerme en ésa. En convertirla de algún modo en mi episodio favorito, el más interesante de cuantos tuvieron lugar en Pompeya ese trágico día que Plinio el Joven, testigo presencial, relataría en dos cartas al escritor Tácito: «Una densa nube negra se cernía sobre nosotros y nos seguía como un torrente… Muchos rogaban la ayuda de los dioses. Otros creían que ya no había dioses en ninguna parte y que esa noche sería eterna y la última del universo».

Así que vámonos allí, a Pompeya. Mientras la densa nube negra se cierne sobre la ciudad y la gente huye y muere entre lava y cenizas, yo, el novelista, imagino por mi cuenta la historia que deseo imaginar. El relato ficticio, o tal vez no tanto, de la mujer joven y rica y los dos gladiadores. Ella, quiero suponer —nada puede oponerse a que así lo haga— es esposa de algún alto funcionario del estado, o quizá de un comerciante con dinero, mercader de cueros o vinos que la ha rodeado de lujo y cubierto de joyas. Vive en una espléndida villa de las afueras y no le falta de nada excepto lo que a escondidas encuentra en un hombre que no es su marido: un gladiador fuerte, duro, silencioso, al que por primera vez vio cubierto de sudor y sangre, con el que mantiene citas clandestinas cuando el marido está de viaje o ella va a la ciudad con cualquier pretexto. Un hombre rudo, elemental, tal vez ni siquiera inteligente, que quizás no valga para otra cosa que para matar en la arena y complacer a mujeres que le den a cambio un puñado de sestercios.

La mañana de la erupción, del desastre, intuyendo la tragedia que se avecina, la mujer se carga con sus joyas más valiosas y corre en dirección contraria a la de la multitud fugitiva, al lugar donde su instinto la guía: el cuartel de los gladiadores, en busca del único hombre en el que en un desastre confía. Lo encuentra, al fin, cuando en compañía de un camarada pretende abrirse paso hacia la costa. Y así, reunidos los tres, caminan bajo el cielo negro, resguardándose con los mantos de la lluvia de cascotes y cenizas, flanqueando los dos hombres a la mujer que los retrasa pero a la que protegen, espada en mano, de los atropellos de la multitud aterrorizada. De ese modo caminan casi a ciegas, hasta que una nube más oscura, tóxica y ardiente los alcanza. Y en los últimos segundos, antes de que la noche los abrace a los tres para inmovilizarlos juntos durante dos mil años, ella mira a los dos hombres duros, estoicos y callados, resignados por oficio a su suerte, y piensa que nunca habría encontrado mejor compañía para morir.

     TITULO : EL CLUB COMEDIA - Barbaridades de risa ,.

 Barbaridades de risa ,.

 Viralidad, o la vida como espectáculo

foto / Ahora que la Obregón saca un libro ya sabemos por qué se muere el circo. Porque hay más circo fuera que dentro. ¿Cómo van a competir las morsas amaestradas con una mujer que tiene a su propio nieto? Imposible, dirán ustedes. Pues no. Lo imposible es competir con semejante tour de force, pero el tour de force es perfectamente posible. Y ya que estamos, sacar libro aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Si tirarse de cabeza a un vaso de agua ya no moviliza al público, nos tiramos un pedo y lo pintamos de verde. O escribimos un libro. Hasta los señores de la NASA van a mandar a la Luna dos chicos de León y un negro. ¡Un negro! han subrayado admirados los media. Que vayan a la luna una chica y un chico de León es chocante, pero un negro… Total, que ¿por qué no va una abuela a tener su propio nieto, plantar algo y contarlo luego en un libro? Además, cuando eres Ana Obregón has de tener siempre algo. Aunque sólo sea algo que decir. Y que mostrar, una tontería, qué más da si estamos rodeados de ellas. En su día la Obregón ya se puso de novia del chico del Dominguín. Después se licenció en biológicas, estrenó decenas de bikinis y cada temporada se dio el primer baño de la tal temporada. Acto seguido rodó una peli con el Milikito, se casó con un conde crápula y dio las campanadas de nochevieja varias veces, compitiendo con la señora DiverXO, que las daba en otro canal. Por último perdió un hijo y recientemente ha tenido otro que, en el colmo del más difícil todavía, es en realidad su nieto. Y todo así. Sin parar, porque el espectáculo debe continuar. O damos espectáculo o nos disolvemos en la nada. En estos tiempos numereros, la gente de talante discreto, poco amiga de exhibirse y nada amiga de hacer sonar el cencerro de la manada, lo tiene crudo porque en estos tiempos hay que montar un numerito cada mañana, ya sea tirar un niño por el balcón, tirarte tú mismo en parapente con la abuela o gritar barbaridades a coro, sea desde la grada, sea desde las ventanas del Elías Ahuja. Y, por supuesto, grabarlo todo con el móvil para que lo vea mucha gente y se muera de risa. Hoy la palabra clave es “autopromoción” de no se sabe bien qué, de uno, del juego de la rana, de un libro o de cualquier gamberrada. El caso es mostrar en las redes sociales que uno hace “algo”, como Ana Obregón, aunque sea en más modesto. Y la gente se lanza a “promocionar” de todo, desde revistas alternativas y viajes a sitios raros hasta guisos de toda la vida y, cómo no, selfies a mansalva. Esta Semana Santa en Londres era exagerada la cantidad de cantamañanas de los cinco continentes que había al pie del reloj, en torno al parlamento y todo a lo largo del río haciéndose fotos adoptando poses demenciales, encaramándose a sitios imposibles y hasta guardando civilizadas colas en puntos de especial relevancia que se traían aprendidos de casa. “Viral” es la palabra de moda hoy. Fotos virales, almas virales y libros virales. Hasta que llega un virus de verdad y te corta. O Lula Da Silva más cabreado que una mona porque has insultado a un millonario negro y se entera el planeta entero de que eres gilipollas. El caso es que yo había venido aquí a hablar del libro de la Obregón, pero no me sale. ¡Por Dios, que caiga el asteroide!,.

 

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