TITULO: BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - Charo Ruiz llega a los Hamptons con Beyoncé ,. Miercoles - 31 - Julio ,.
BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - , . Miercoles - 31 - Julio - Charo Ruiz llega a los Hamptons con Beyoncé , fotos,.
Charo Ruiz llega a los Hamptons con Beyoncé,.
La popular cantante, ferviente admiradora de la moda española, amplía las firmas de su vestidor con un vestido de la firma ibicenca,.
Beyoncé presentó a sus gemelos envuelta en una bata de estampado floral firmada por Palomo Spain. Una imagen que se viralizó en minutos, siendo en su momento la instantánea de Instagram con el récord de likes. Una estudiada elección, como la última imagen subida a las redes sociales de la cantante, enfundada en un precioso vestido blanco de la diseñadora Charo Ruiz. La fotografía está tomada durante unas merecidas vacaciones en la exclusiva zona de los Hamptons junto a su marido, Jay Z.
La artista es una ferviente admiradora de la moda española. Ha lucido piezas de María Escoté, The 2nd Skin Co., Arturo Obegero, Dominnico y Loewe, de la que escogió uno de los originales zapatos que la firma de lujo lanzó para la colección estival de 2022, con tacones en forma de rosa. Su última adquisición es el vestido corto de la colección Resort de Charo Ruiz, de 389 euros, elaborado en mesh con algodón y compuesto por un tejido de encaje y tirantes que enmarcan el escote. La prenda, de estética lencera, resalta la figura de la artista y su estilo único.
La nueva colección tiene una mejora técnica al estar los tejidos pensados para ser fácilmente reciclados una vez finalizada su vida útil, gracias al uso de las mismas fibras a lo largo de cada creación, lo que permite que el proceso de reciclaje sea totalmente efectivo.
Da la casualidad de que la imagen de Beyoncé ha coincidido en medio de las campañas con los agentes comerciales en París, Londres, Milán y Nueva York, un poco más permeables a las noticias de las tendencias, lo que ha sido un aliciente para los compradores. Además, explica a este periódico Alberto Amador, External Advisor de la firma española, «la repercusión en web ha sido muy parecida a la que tuvimos con doña Letizia». Un sueño hecho realidad para Charo Ruiz, pese a que la resaca tuvo su aquel. «Se llegó a colapsar la web y se agotaron las existencias de los modelos que llevó», comenta la diseñadora Charo Ruiz a este diario sobre la publicidad impagable que proporcionó doña Letizia a su marca, que también llevó la princesa Leonor siendo un bebé.
Lista de clientes
Un sello por el que también apuestan 'celebrities' como Sara Carbonero, Paula Echevarría, Nieves Álvarez, Eugenia Silva, Georgina Rodríguez, Alice Campello, María Pombo, Amaia Salamanca, Ana Obregón, Paloma Cuevas, Mar Flores, Ana Boyer, su hermana Tamara Falcó y Cristina Pedroche para su primera irrupción en las campanadas.
A nivel internacional el elenco de seguidoras es también muy numeroso. Sus prendas también cuelgan en los armarios de las supermodelos Heidi Klum, Naomi Campbell, Adriana Lima, Elle Macpherson y Kate Moss; las actrices Jennifer Lopez, Sofía Vergara y Pamela Anderson; la cantante Taylor Swift; la ex primera dama de Estados Unidos Michelle Obama y la princesa Olympia de Grecia.
Ninguna de ellas necesita desplazarse a Ibiza, aunque suelen hacerlo, ya que las creaciones de la marca española se venden en escaparates internacionales como los prestigiosos almacenes Harrods, Bloomingdale's, Neiman Marcus o Harvey Nichols.
La empresa fabrica 30.000 unidades al año, una producción bastante alejada de las 3.000 con las que comenzó. Fue en los 70 cuando se instauró y está más viva que nunca, más libre. Bebió de grandes modistas como Pertegaz o Elio Berhanyer, de los que la diseñadora fue maniquí en su juventud. Hoy en día cuenta con tres tiendas propias y más de 200 puntos de venta multimarca y presencia en 150 países.
TITULO:
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Los expulsados del paraíso
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Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Los expulsados del paraíso ,
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Los expulsados del paraíso ,.
Como es bien sabido, una vez hubo un Paraíso, pero el problema era que en el mismo habitaban una serpiente tentadora, una mujer, un hombre, y crecía un manzano con frutos apetitosos. Lo que sucedió en un momento dado fue una comedia de enredo, con equívocos, engaños o supuestos engaños, tentaciones y un final con todos expulsados del Paraíso e iniciando una nueva vida. Como pueden imaginarse, nadie, ni la serpiente, ni la mujer, ni las tentaciones, ni el hombre, ni las apetitosas manzanas dejaron ni de existir, ni de intrigar ni, por supuesto, dejaron de pensar en el Paraíso perdido, y si por un acaso no iban a volver dieron a inventarse algunos otros provisionales.
Ese es justamente el argumento de The Lady Eve (Las tres noches de Eva, 1941), a mi juicio —me temo que muy alejado de los colegas de Sight and Sound, y bien que me pesa y todos los días me flagelo por ello— la mejor comedia screwball, y sin adjetivos ni aditivos, junto con La fiera de mi niña, la mejor comedia de la Historia del Cine. Obra de un tipo genial y excesivo, un niño rico, mimado, derrochón, inventivo, talentoso y secretamente romántico y tierno, que parecía haber sido traspasado de las páginas de un cuento de Francis Scott Fitzgerald a la vida misma. Se llamaba Preston Sturges, el primero, antes que Billy Wilder, que decidió que nadie estropearía sus guiones dirigiéndolos y se convirtió así, y a disgusto de los grandes estudios de Hollywood, en la rara avis de guionista-director. Los buitres, esperando con impaciencia a que pasara por delante de su negocio el cadáver de su enemigo. Lo consiguieron, casi siempre lo consiguen, pero el cadáver dejó un buen puñado de obras maestras, de esas que no olvidas nunca y que te permiten vivir en el metaverso de tus sueños, ese que no hay legislador o autócrata que pueda suprimir o legislar. Un paraíso siempre recobrado.
El caso, les contaba, es la historia que nos ocupa, y quedan advertidos de que les voy a contar la película para incitarles, pese a todo, a admirarla, por lo que pueden bajarse del barco de inmediato, los que disientan de esta falaz propuesta mía. La historia cuenta, ya lo verán, con Evas, un Adán, serpientes, manzanas y con ese paraíso al que algunos, aunque sea momentáneamente, llamamos amor. El Génesis, vaya. Comienza con el hijo de un millonario cervecero, digamos Henry Fonda, ingenuo y despistado, sin mucho currículo en la vida, cuyo hobby son los ofidios y que regresa a casa con un valioso reptil producto de una exploración en el Amazonas. En el viaje de regreso en un lujoso transatlántico cae en las redes de una familia de curtidos estafadores, Barbara Stanwyck y su padre, el inefable Charles Coburn. La manera en que la serpiente —ejem, Barbara— lo atrapa mediante un espejito y una zancadilla es un prodigio de inventiva y dominio de la puesta en escena. Fonda cae rendido ante las artes de la dama y se muestra entusiasmado hasta el punto de proponerle matrimonio. Pero no cuenta con la vigilancia de una suerte de guardaespaldas entre desconfiado y tosco —el gran William Demarets era único para esos personajes—, que deshace el hechizo y le cuenta la verdad al aturdido millonario panoli.
Como era de esperar, la dama no se resigna porque —y además, lo crean o no, así es la vida— empieza a gustarle el ingenuo Fonda más que su deseable dinero, de manera que se acuerda de la manzana de su antepasada y organiza una formidable y divertida conspiración, con su padre y un compinche, por completo desnuda de artificios y por ello mucho más peligrosa. Ahora la timadora de barcos de lujo es Lady Eve Sidwich, de visita a los hogares pijos de Nueva Inglaterra. El golpe genial de guion es que Sturges toma el elemento esencial de la comedia, el equívoco, y lo revisita provocativamente. Nada de disfrazar a la nueva Eve, sino que sigue siendo la misma, pero es otra. Eso provoca, particularmente en una fulgurante fiesta de sociedad en la que se encuentra con Fonda, un desconcierto notable, pues el panoli y su guardaespaldas ven que es la misma dama pero que no puede ser la misma dama. Conclusión: el obnubilado experto en reptiles se casa con Lady Eve, que en el viaje nocturno de bodas le confiesa a su desguarnecido y reciente esposo una escandalosa sucesión de amantes previos, lo cual Sturges filma magistralmente en un frenético montaje alternativo que haría las delicias de Eisenstein, entre lo que dice ella y la marcha no menos frenética del tren, discurso femenino que destruye al ofendido y atribulado cónyuge, que abandona el tren en medio de una tormenta de rayos, truenos, lluvia y barro. La venganza está servida. Lope de Vega y sus colegas del siglo áureo, incluido el camarada de Strattford-on-Avon y Monsieur Molière, se regocijan en sus cielos de comedias de intrigas amorosas y celos. Y como en la de estos conspicuos conspiradores del amor y otras soledades, regresan al punto de partida, porque Henry y Barbara, entre tantas idas y venidas, se han enamorado perdidamente, o como el querido Will Shakespeare proclamaba: son trabajos de amor perdidos. Cuando vuelvan a verse y se confiesen de amor, el pobre Henry, apesadumbrado, apenas puede decirle a la Eve timadora que el problema ahora es que está casado con Lady Eve, a lo que la discípula de la serpiente del Paraíso, tan enamorada hasta las cachas como el hijo del millonario cervecero, le dirá, gozosa y desafiante, que ella también lo está. Desde un rincón semioculto, el desconfiado guardaespaldas se resigna a confesarse: “positively, she’s the same”.
TITULO: EL
JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Fútbol
-Femenino - ‘Bajonazo’ olímpico , .
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JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Fútbol - Femenino - ‘Bajonazo’ olímpico ,
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Fútbol -Femenino - ‘Bajonazo’ olímpico ,.
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Fútbol -Femenino - ‘Bajonazo’ olímpico ,.
Las personas que se hayan perdido el primer test de la Selección española camino a su histórico debut en unos Juegos Olímpicos buscan respuestas. “¿Qué ha pasado?”. Ese es el
mensaje más repetido en redes sociales tras la derrota de La Roja a manos de República Checa en territorio rival (2-1), con penalti provocado por Misa tras un lío con los pies y expulsión de Paredes por una patada en la cara a una rival incluido. Esos son solo dos de los numerosos síntomas de relajación y falta de ritmo competitivo que dejó España sobre el césped del Estadio Letní de Chomutov. Y vaya bajón.
De juego, de sensaciones, de expectativas de cara a los Juegos de París 2024... Una tiende a ser poco optimista en esta vida y, tras el resbalón de hoy, hasta le tiemblan las piernas al pensar en España fuera del podio olímpico en territorio francés. Está bien reconocer los miedos. También las equivocaciones. Seguro que ellas son las primeras en hacerlo. Admitir errores. Corregirlos. Bélgica y Riazor esperan. Que venga el subidón. Y que República Checa sea como en el Mundial fue Japón. Patri ha vuelto y con estas futbolistas, cómo no creer. Eso sí, el susto lo tengo.
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