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domingo, 28 de julio de 2024

Cartas Olvidadas - A QUEMARROPA O LIGAR - La reina en la cueva, de Júlia Sardà: Mezcla completa ,. / Cartas en el Cajon - Después de Gaza ,. / REVISTA TENIS - El tremendo susto que se llevó Swiatek en la final del Mutua Madrid Open contra Sabalenka,.

    TITULO:  Cartas Olvidadas - A QUEMARROPA O LIGAR - La reina en la cueva, de Júlia Sardà: Mezcla completa,.

La reina en la cueva, de Júlia Sardà: Mezcla completa,.

 La reina en la cueva, de Júlia Sardà: Mezcla completa

foto / Pertenece La reina en la cueva a la estirpe de grandes obras de la imaginación tradicional y de la novela simbólica infantil contemporánea (Alicia en el País de las Maravillas, El Mago de Oz…) donde el paso de la infancia al mundo adulto toma la forma de un viaje al submundo por parte de una niña. Dicho viaje es un camino de iniciación (de ahí que convoque elementos extraordinarios) y tiene por objetivo la adquisición de una nueva identidad, a la que mueve la ley de la necesidad, el imperativo de cambio.

No es de extrañar, por ello, que en el rico imaginario de su autora, Júlia Sardà, converjan elementos de la novela de aventura hermética (la búsqueda del lado oculto que encarnaba la novela de Joseph Conrad que Coppola adaptó en Apocalypse Now), el universo ritual del butō, la danza japonesa del descenso a las raíces, o el inquietante arte de dioramas taxidermistas de Walter Potter, por poner sólo alguno de los ejemplos manifestados por la propia autora. Podrían sumarse más, pues todos ellos remiten, en último término, al simbolismo grotesco (de ahí también su similitud, dentro del imaginario infantil, con el Sendak de Donde viven los monstruos, Al otro lado, o En el vertedero con Juan y Pedro), un arte ancestral y concentrado donde anida el lado perturbador de la risa, su condición de elemento desenmascarador de lo falso, revelador de la verdad propia y de los mecanismos universales de la existencia.
"Lo que encontrará Franca al seguir la llamada que sintió como un sueño es una imagen especular de sí misma, la otra cara de su yo, vinculada al impulso íntimo, que le permite liberarse del estado de infancia"

De ahí que en el viaje que emprenden las tres niñas protagonistas de esta historia (Franca, Carmela y Tomasina) siguiendo el impulso de la mayor (el presente ha dejado de ser suficiente y siente la llamada de lo que va a ser, desea explorar el mundo que empieza más allá del escenario conocido de la casa y el vecindario) se escenifiquen escenas de muerte y resurrección (memorable, la doble página del funeral de la Matriarca de las Ratas, que porta sobre su cuerpo una enorme mariposa —símbolo natural de la metamorfosis— en medio de una fiesta suntuosa en el inframundo). Lo viejo debe morir para que lo nuevo viva. Es el principio inexorable de la existencia.

Lo que encontrará Franca al seguir la llamada que sintió como un sueño es una imagen especular de sí misma, la otra cara de su yo, vinculada al impulso íntimo, que le permite liberarse del estado de infancia. De ahí que dance desinhibida con la reina de la cueva, que completa su dimensión personal celebrando la autonomía.

"Llama la atención, sin embargo, que este aire perturbador del grotesco simbólico encuentre en Júlia Sardà siempre un contrapunto alegre"

En estas obras es frecuente que el proceso de maduración sexual muestre una transición dificultosa entre lo familiar y lo extraño, que atrae y atemoriza (de ahí que se arrope de iconografía siniestra: criaturas quiméricas, bodegones vivientes, fuerzas monstruosas…) y que el proceso metamórfico concentre a su alrededor una riqueza de material, un barroquismo artístico que Sardà compone con maestría (horror al vacío, ornamentación geométrica, imágenes enigmáticas —con profusión de rostros de perfil—, distorsión de los tamaños, personificación de los animales y los objetos…).

Llama la atención, sin embargo, que este aire perturbador del grotesco simbólico encuentre en Júlia Sardà siempre un contrapunto alegre, simbolizado en la ternura que une a las hermanas y que habla de una delicadeza, de una sensibilidad de espíritu. No parece que deba ser atribuido a una forma de deferencia sentimental con el lector infantil, a un alivio condescendiente de las sombras. Antes bien, se diría que responde a una fortaleza, a una forma completa, integradora, por parte de Sardà, de comprender las dimensiones de luz y de sombra del vivir, a un aceptar la fragilidad de todo, el continuo cambio de las cosas como parte natural de la existencia. De ahí que en La reina en la cueva se brinde un recuerdo al pasado enigmático y, sin contradicción con ello, se muestre una apertura valiente a lo porvenir. Una mezcla completa de vida.

TITULO: Cartas en el Cajon -  Después de Gaza,.

 Después de Gaza,.

La inhumana bestialidad del ataque del 7 de octubre es obvio que pretendía desencadenar una desenfrenada reacción Israelí que a su vez tuviese las repercusiones internacionales que estamos viendo,.

Gaza y la desolación de Israel
 

foto / «Carthago delenda est», iba machaconamente repitiendo Cicerón al final de cada frase, viniese o no a cuento, de sus brillantes discursos: «Y además creo que Cartago debe ser destruida», haciendo así presente el imperativo estratégico de que no cabían dos aspirantes a hegemones en el Mediterráneo, uno enfrente del otro –la actual Túnez–, en el punto más estrecho del que los romanos consideraban su mar. Finalmente, uno acabaría con el otro, siguiendo las prácticas del Antiguo Oriente: no dejando piedra sobre piedra, para desgracia de los arqueólogos.

Esa fue la inmediata exclamación de Netanyahu ante las aterradoras noticias del 7 de octubre: «Acabaremos con Hamás, cueste lo que cueste». Implícita está, aunque obvia, la axiomática idea de que lo que se juega es la supervivencia de Israel. Se trataba de salvar al país y, políticamente, a sí mismo. Casi cuatro meses después, sigue sin vislumbrase el final de lo que se esperaba que fuese una guerra relámpago. Y no sólo el hecho concluyente, sino el cómo, que tanto tiene que ver con el cese de las hostilidades. La guerra comenzó sin el más mínimo propósito de cómo serían las cosas después, excepto la pretensión de que Hamás no desempeñaría en ello ningún papel. Como muchos dijeron: «a mí que me cuenten cómo va a terminar esto». Se sigue discutiendo planes para después, dentro y fuera de Israel, y lo exterior tiene tanta importancia como lo interno, porque el espectro de una extensión del conflicto a todo el Oriente Medio y al adyacente mundo sigue gravitando sobre los hechos de armas.

Hay otra forma de expansión, que inevitablemente Israel tuvo que afrontar sin que pudiera pasarla por alto, que es la guerra ideológica universal de propaganda, prejuicios y emociones, con la esperanza, casi ilusión, de que la supuesta fugacidad de las contundentes operaciones militares limitaría esa incruenta pero políticamente dañina dimensión bélica. Pero el garrafal error respecto de Hamás concierne también a sus intenciones futuras y a sus capacidades. La inhumana bestialidad del ataque del 7 de octubre es obvio que pretendía desencadenar una desenfrenada reacción Israelí que a su vez tuviese las repercusiones internacionales que estamos viendo. Hamás no sólo no había evolucionado hacia un eficaz gobierno de Gaza, desarrollista, beneficioso para todos sus ciudadanos y, por ende, pacífico, como habilísimamente le había hecho creer al mundo israelí de la política, la inteligencia y la defensa, sino que se mantenía más fiel que nunca a su antijudía, no ya sólo antiisraelí, rabia visceral, de origen religioso, y a los objetivos programáticos de su carta fundacional, de acabar con Israel y tirar a los judíos al mar.

Para ello, y ante la ceguera israelí y con ayuda de Irán se había preparado minuciosamente a lo largo de años, con ese espectacular desarrollo de los túneles y el adoctrinamiento, organización y adiestramiento militar de sus adeptos, entre treinta y cuarenta mil, encuadrados en unidades militares. Yahia Sinwar, el líder en Gaza, veterano de las cárceles israelíes por sus actividades terroristas, en donde aprendió a hablar hebreo y cuya vida fue salvada por Israel mediante la operación de un tumor, diseñó la estrategia de engaño paciente y sistemático a Jerusalén y planificó la atroz pero brillante operación de asalto y el posterior combate contra las fuerzas armadas israelíes que, inexorablemente, se le vendrían encima. Aparte de los túneles, el elemento central de su estrategia consiste en refugiarse entre la población civil, preferentemente mujeres y niños, que no sólo les sirve de escudo y amparo sino, lo que es más importante, hace que los palestinos desempeñen su función de pueblo mártir, que se sacrifica –lo sacrifican– por la causa del Islam, la expulsión de los infieles de Dar al-Islam, la tierra o literalmente la «Casa del Islam», que puede llegar a abarcar a todo lo que alguna vez ha sido tierra islámica, como, por ejemplo, nuestro al-Andalus, al que así se refieren el ISIS o al-Qaeda de bin Laden.

La guerra, todas y siempre, es muerte y destrucción, pero puede ser supervivencia y legítima defensa. Frente a la carga emocional del terrible espectáculo de Gaza tiene poca eficacia traer a colación fenómenos de similar o mayor violencia, así como expulsiones masivas de población –medio millón de afganos por parte de Pakistán en estos mismos días– que el mundo en general y en particular el nuestro occidental, no es que haya contemplado impertérrito, si no que ni siquiera ha llegado a enterarse (el Congo, cinco millones de muertos en los años 90). Pero para entender lo que pasa, un importante elemento a tener en cuenta es la situación emocional de los israelíes. El shock del asalto los sumergió en el mundo de su experiencia histórica, plagada de persecuciones y expulsiones. Y, desde luego, el holocausto nazi, en definitiva partero del estado de Israel, recordado por los tremendos objetivos estatutarios de Hamás y otros movimientos islamistas que tienen a gala recurrir al terrorismo.

TITULO : REVISTA TENIS - El tremendo susto que se llevó Swiatek en la final del Mutua Madrid Open contra Sabalenka,.

 

 

El tremendo susto que se llevó Swiatek en la final del Mutua Madrid Open contra Sabalenka,.

La polaca, número uno del mundo, se impuso a la bielorrusa por 7-5, 4-6 y 7-6 (9/7) en una final memorable que duró tres horas y 11 minutos,.

MADRID, 04/05/2024.- La polaca Iga Swiatek celebra su victoria ante la bielorrusa Aryna Sabalenka en la final individual femenina del Mutua Madrid Open que han disputado este sábado en las instalaciones de la Caja Mágica, en Madrid. EFE/ Juanjo Martín
 
foto / Swiatek celebra el triunfo en el Mutua Madrid Open,.

Iga Swiatek y Aryna Sabalenka, la número uno del mundo y la dos, respectivamente, disputaron una final inolvidable en el Mutua Madrid Open. Repetían las dos tenistas que el curso pasado ya llegaron a ese último partido, pero esta vez el espectáculo fue todavía mayor. Hubo cambio de vencedora: si en 2023 se impuso la bielorrusa por 6-3, 3-6 y 6-3, esta vez la mejor jugadora del planeta, Swiatek, se dejó la vida para dar la vuelta a la situación, y lo consiguió con mucho suspense, después de ser capaz de salvar hasta tres pelotas de partido, todas al saque, para cerrar el duelo por 7-5, 4-6 y 7-6 (9/7) en tres horas y 11 minutos.

En la entrega de trofeos, en la que estuvo presente Garbiñe Muguruza, la campeona española ganadora de Roland Garros, Wimbledon y exnúmero uno, que acaba de anunciar su retirada, se vivió la anécdota de la jornada en una pista Manolo Santana que mostraba un lleno y que se lo pasó en grande. Estaba Swiatek con el título en la mano, sonriente por fin, cansada, como había anunciado unos instantes antes, cuando el confeti saltó por sorpresa.

La reacción de la jugadora polaca fue de llevarse un susto tremendo por el petardazo. Después, al darse cuenta de lo que sucedía, todo volvió a la normalidad.

La celebración de Iga al mandar Sabalenka fuera el último revés paralelo explica lo que significó el triunfo para ella. Swiatek sabe lo que es ganar Roland Garros en tres ocasiones (2020, 2022 y 2023) y el US Open una (2022), tiene, por tanto, cuatro Grand Slams, pero se revolcó por la tierra de la Caja Mágica al borde de la lágrima.

Su rivalidad con Sabalenka es uno de los alicientes del circuito femenino actual. De momento, hay un 7-3 a favor de Swiatek, que reconoció que su gran oponente la obligaba a ser cada vez mejor tenista.

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