TITULO: Tarde de café - Anatomía Mamen Mendizábal La operación contra la cúpula de la SGAE ,.
Tarde de café - Anatomía Mamen Mendizábal La operación contra la cúpula de la SGAE , fotos,.
La operación contra la cúpula de la SGAE ,.
Una filtración del ABC precipitó la operación contra la cúpula de la SGAE por miedo a que se destruyeran pruebas del 'entramado',.
El ABC filtró la noticia de que en la Audiencia Nacional estaban investigando el entramado empresarial de la SGAE. Como la cúpula tenía los teléfonos pinchados y hablaban de la noticia, el Juez decidió intervenir antes de tiempo para evitar que eliminaran pruebas.
La denuncia de la Asociación de Internautas contra la SGAE por apropiación indebida y desvío de más de 400 millones de euros se quedó guardada en un cajón durante cuatro años hasta que Pablo Ruz, juez de la Audiencia Nacional, comienza a investigar a la SGAE. Tiene los teléfonos de los directivos pinchados.
En plena investigación, una filtración hace que la operación de la Guardia Civil se precipite y tengan que entrar sin aviso en la sede de los autores. La periodista Eva Lamarca recuerda en este vídeo cómo dos días antes de la entrada de la Guardia Civil, el ABC "publica que el juez Ruz, de la Audiencia Nacional, está investigando este entramado empresarial de la SGAE".
Esto provoca que "la cúpula lo comente por teléfono" y, como el juez tenía los teléfonos pinchados, "se da cuenta de que saben lo que está pasando". "Por miedo a que destruyan pruebas deciden entrar". Es decir, fue el ABC quien hizo estallar todo antes de tiempo.
TITULO: Documaster - Cuando la política se torna parodia,.
Cuando la política se torna parodia,.
foto /
Pedro Sánchez - P
residente del Gobierno de España,.
En la búsqueda de entender cómo vivimos acompañados de este pensamiento, el novelista catalán ha escrito El corazón de la fiesta (Anagrama). En ella, una mujer de clase media va enriqueciéndose gracias a su noviazgo con el hijo bastardo de un político corrupto, hasta el punto de que pierde toda noción de realidad. Esto le sirve a Torné para mostrar al lector esa locura desde cero, desde que la protagonista empieza a tocar el dinero. ¿Cuánto es demasiado? ¿Cuánto suficiente? Para muchos, nunca. Como muy bien define el escritor: “La riqueza siempre es una pobreza en función de otra riqueza”. Después de leer esta obra, uno puede llegar a entender por qué muchos se autodestruyen por él.
—¿Qué corazón y de qué fiesta?
—Es un título que puse muy al final. Me gusta porque tiene un sentido inicial y, a medida que vas leyendo, va cambiando. El corazón es el centro y la fiesta va de muchas cosas, pero fundamentalmente de la que ha hecho la clase política a nuestra costa, pagada con los fondos alemanes. Algo que me parece el denominador común de los últimos 15 años de política: un latrocinio constante.
—Ese latrocinio constante está patrocinado por el dinero. El tema fundamental de la novela, que la recorre y corrompe.
—Sí. Me interesaba hablar del dinero casi como voz interior. Hay estupendas novelas sobre el dinero, pero hay menos que lo abordan desde esta perspectiva. En nuestra cabeza hay múltiples voces que nos hablan todo el rato. Una de ellas es el dinero: cuánto tenemos, cuánto necesitamos… El libro es una exploración de cómo vivimos acompañados de ese pensamiento. Algo que es muy euforizante, pero también es muchas veces destructor.
—En esa indagación que has hecho, ¿qué conclusiones has sacado?
—Más que una conclusión, la sensación que he sacado es que el dinero es un ente independiente, que al mismo tiempo está pegado a nosotros. Que nos domina no sólo como personas, sino también como sociedad. Hasta el punto de que se considera que la acumulación de riqueza es más importante que las condiciones de vida de los ciudadanos, que en qué situaciones dejamos a otros países, o incluso la destrucción del ecosistema donde vivimos. El dinero como aspiración, pero también como locura destructiva.
—Muy ligados al dinero aparecen dos términos en el libro: clase e identidad.
—En el caso de la clase es claro. La clase en el fondo no deja de ser una casta que no es tanto por nacimiento, sino por poder económico. A día de hoy se sabe que cambiar de casta pasa a un 2% de personas, que es normalmente donde ponemos el foco para hacer ver que hay un ascensor social. En el fondo, el dinero es filtro: hay lugares en los que no puedes entrar, hospitales… Entonces es verdad, es uno de los principios de la novela porque lo que genera el dinero son clases. También hay una cierta identidad relacionada con el dinero y derivada de la clase a la que perteneces. Un ideario de lo que se supone que debe hacer una persona de clase media, burgués…
—Estas diferentes identidades de clase las representas a través de una protagonista que va ascendiendo según aumenta su poder adquisitivo. El dinero así es el hilo conductor que está detrás de todo.
—Sí. Hay novelas que hacen parodia del rico, pero a mí me interesaba primero coger la clase política que no es rica. Estos no deberían ser ricos, aunque sí tener una vida bien acomodada. Quería saber por qué se corrompen. Así, aunque sepas que son corruptos, me parecía más interesante abordarlo desde un personaje que es de clase media trabajadora, que en muchas novelas son los buenos. Ellos también son sensibles de caer en el hechizo del dinero. Con esto no quiero decir que todos son iguales o que estén unos y otros: lo que muestro es que todos somos vulnerables. Esa evolución de una persona que al principio le ayuda también se vuelve para ella en el único objetivo de su vida. Y algo que nunca se puede satisfacer. Hasta tal punto que hace poco un multimillonario que bajó un escalón en la lista Forbes se deprimió. Un tipo que tiene el PIB de Honduras se tiene que medicar. Es un dinero que no se va a poder gastar nunca. Esa locura del dinero me gustaba que se viera desde un personaje que empieza a tocar el dinero con el lector.
—¿Por qué crees que se da esa situación, hasta el punto de que personas que tienen dinero y estatus social puedan acabar en la cárcel?
—Porque no se puede parar. Yo esto lo intento analizar, pero no tengo respuestas. Pongo el ejemplo en el libro de la gaviota, que no tiene nada que ver con el PP, ya que es un animal que no tiene instinto de saciedad. Hablando con otros periodistas, me decían que son unos yonkis del dinero, y es cierto. A mí me gustaba más plantearlo como una maldición.
—Este inconformismo del dinero lo muestras según va avanzando el libro con diferentes situaciones. Una de ellas es cuando el Bastardo le dice a Violeta que ya no le puede pagar lo que quiera, porque antes, cuando era pobre, su cabeza no podía pensar como una rica.
—En el libro Violeta al principio es de clase media, pero los otros son tan cabrones que los ven como pobres. Al principio la riqueza puede ser tener dos residencias, pero puedes llegar a tener veinte. Siempre hay un nivel de riqueza a donde tu riqueza no va a poder llegar. Hay demasiado dinero para comprarlo con dinero. Y es lo que le pasa a ella. En la novela lo explico así: la riqueza siempre es una pobreza en función de otra riqueza.
—Estas ideas de riqueza entran en contraste con otras que aparecen en la novela, como “el divorcio es el nuevo estado de bienestar”.
—En el libro hay tres personajes que no están contagiados por el dinero, y uno de ellos es quien dice esta frase.
—Centras el libro en Cataluña, y bebe mucho de allí, pero podría ser cualquier otra comunidad autónoma.
—Yo esto lo defiendo, aunque me dicen que no. Tiene ciertas particularidades, pero es un episodio más del caciquismo postransición. No debe haber una sola comunidad autónoma donde no se haya dado un personaje así. Lo que pasa es que puestos a trabajar, elegí Cataluña porque lo conozco más. Sí que hay unas particularidades del espacio que metí porque me interesaba hacerlo bien.
—Me gusta pensar la novela de Crematorio, de Chirbes, como una novela paralela a la tuya.
—No he leído Crematorio y lo estoy pasando fatal [risas]. Yo lo que me planteé es la parte política, porque son los enanos en el mundo del dinero. Este tipo de políticos de la novela se sienten más ricos que los ciudadanos, pero en realidad son gente que está como trapicheando. La gran dificultad de esta novela era no hacer berlanguismo, no hacer parodia. No tenía ningún interés.
—Intentas no hacer parodia, pero la novela está plagada de humor. Y creo que es algo que la salva de la crudeza.
—Yo creo que es horrible. Y más la parte central. Yo he querido dejar de lado la sátira, porque el que la usa no piensa únicamente que tiene razón, sino que además no tiene que demostrarlo. No permite que entren otros discursos y acaba hablando solo. A mí me interesaba mucho que personajes por los que no tengo mucha simpatía tengan buenos discursos. Respecto a la parodia, el mayor problema que le veo es que al final humaniza al político. «Es un capullo el ladrón, pero te irías a tomar algo con él». Yo quería mostrar la brutalidad que hay en estas personas, y creo que si hay un tipo de humor, muchas veces deriva de la brutalidad. La brutalidad con la que se dicen las cosas muchas veces funciona como risa, como defensa. Si hay algo que es muy difícil es el humor.
—Leía la novela en términos de humor, de la evolución que vive la protagonista, una mujer que al principio no se cree que pueda estar de vacaciones en una playa paradisiaca y que acaba casi llamando pobre a su marido por no pagarle un viaje a la Antártida.
—Sí, puede ser humor. Pero ya te digo que esto es más de los lectores que del escritor. Aunque sí que hay veces que hay un tono cómico. Es difícil fijarlo. Pero sí, yo me río muchas veces.
—Antes has dicho que te has preocupado por poner a tus personajes buenas palabras. Se nota que hay trabajo de lenguaje y que es una novela con mucho ritmo.
—En todas las novelas tengo que proponerme alguna cosa que me divierta. Y en esta, aunque ya lo había hecho antes, la parte central estaba obsesionado con que fuera muy rápida, tanto que está casi escrita como si fuera un travelling. En muchos párrafos yo podría contar más, como por ejemplo el embarazo. Pero yo cuento con que el lector ya lo ha leído muchas veces, que está condensado en un párrafo. Mi idea es que la novela no te dejara descansar: acabas un tema y empiezas rápido el siguiente. A medida que avanzaba pensaba que si era una pesadilla del dinero, me parecía bien que estuviera escrito así.
—Incluso hay algunos cambios muy bruscos.
—Hay algunas elipsis muy bruscas, que me gusta mucho hacerlas. Sobre todo cuando hay cambios de personajes. Esto es lo que sucede muchas veces en la vida real. Cuando te enteras de que alguien empieza a salir con otro, no tienes un escritor de fondo que te cuenta toda la situación. En esta novela intenté hacer personajes tontos, y creo que he fracasado, pero al menos no hay muchas explicaciones psicológicas. Es una novela muy reflexiva, pero muy poco de motivación psicológica, más de acción.
—Me ha llamado la atención que en la novela dejas de lado los nombres propios y utilizas más etiquetas.
—Esto era intencionado, porque otro de los temas del libro es cuánta lealtad puedes tener al grupo que supuestamente te representa. Por ejemplo: una mujer puede ser feminista, pero no tiene que estar a favor de todo lo que dice una mujer con altavoz. Igual que un catalanista. Hay un espacio en el cual tú tienes cierta deslealtad o coqueteo con las ideas contrarias. Para representar eso me parecía interesante que los personajes llevaran la etiqueta de lo que son. Así, el Bastardo lleva este nombre, por ejemplo. Pero también el Rey.
—De esta forma, creas unos personajes que juegan en escalas de grises.
—Es que la vida es así. Ni siquiera tu mejor amigo te convence siempre. La construcción literaria de buenos y malos es una especie de traición al arte. Intento que los personajes se parezcan a la vida. Intento crear personajes que actúan en representación de sí mismos, como principios de fuerza. Como todos en la vida, que persiguiendo nuestros deseos fastidiamos a la gente.
—Y este es otro de los temas principales del libro: vivir también es intentar no hacer daño al resto.
—Yo muestro siempre la idea en mis novelas de que intentar hacer el mínimo daño sería una manera de vivir muy higiénica. Más, muchas veces, que tener una gran causa. Lo malo de esta decisión, de apartarte del espacio público, es que si le das la espalda queda ocupado ese espacio por esta gente. Si no haces política, te la hacen.
—¿Por qué escribir esta novela? ¿Y por qué ahora?
—Yo quería escribir una novela sobre el nacionalismo, pero no la he escrito. Llega un momento en el que estás un año y medio de vacaciones y empiezas a buscar un tema. La podría haber escrito hace tres o cuatro años, no es una réplica. Es una invitación a conversar. No tengo pretensión de denunciar nada; todo eso está en los periódicos. Sobre todo por los retos técnicos. Hay una constelación de temas que al final terminan dando la novela. Hay muchas fantasías.
TITULO: Al Médico - Los avances en cáncer de pulmón no llegan a los pacientes,.
Los avances en cáncer de pulmón no llegan a los pacientes,.
Los expertos piden poner fin a todas las barreras para poder acceder a los tratamientos más innovadores
Los tratamientos frente al cáncer de pulmón han mejorado mucho en los últimos años, un hito que se debe al avance del estudio molecular de los tumores y la innovación terapéutica, entre otros. Pero, muchas de estas terapias no están disponibles para los pacientes. Y, aunque resulta difícil de explicar, y altamente frustrante para los afectados, los motivos son diversos. De todo ello se habló en la jornada «Avances y retos en la investigación del cáncer: acceso e innovación en el cáncer de pulmón», organizada por PharmaMar y la CEOE, y que presentó el problema desde el punto de vista de la industria farmacéutica, la Medicina, la atención hospitalaria, la Administración y los pacientes.
Tras la apertura del acto, a cargo de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y Javier García del Pozo, subdirector general de Farmacia, José Mª Fernández Sousa-Faro, presidente de PharmaMar, puso el ejemplo que la compañía española está viviendo con la aprobación de su fármaco contra el cáncer de pulmón de célula pequeña, también llamado microcítico, para el que hay pocas alternativas terapéuticas.
«Tras obtener la aprobación acelerada por parte de la Agencia Americana del Medicamentos (FDA) –donde ya se está comercializando, así como en otros 16 territorios que también lo tienen aprobado– en Europa (salvo Suiza) seguimos a la espera de la EMA, de la que dependemos, y a la que no le han valido los informes que a la FDA», lamentó. Una situación que priva a la mayoría de pacientes europeos de este innovador tratamiento. No obstante, y a la espera de que esto suceda, «este año esperamos aprobaciones en varios países más», continuó.
"Seguimos a la espera de que apruebe la EMA nuestro fármaco para el cáncer de pulmón de célula pequeña"
Pero ese es solo uno de los escollos. La primera mesa redonda del encuentro, «Superando obstáculos: desafíos burocráticos en la implementación de terapias innovadoras: el cáncer microcítico de pulmón», daba pistas sobre otros. La mesa estuvo moderada por Sergio Alonso, director de A TU SALUD, quien destacó el «retraso de 629 días en España respecto a su aprobación en Europa».
A este respecto, Mariano Provencio, presidente del Grupo Español del Cáncer de Pulmón, explicó que, si bien «estamos también preocupados por la sostenibilidad del sistema, habría que hacer un esfuerzo por parte de la Administración por acelerar determinados procesos en función de la urgencia de cada caso». «Cuando decimos que queremos que se apruebe un tratamiento no quiere decir que lo vayamos a utilizar al día siguiente, eso también hay que tenerlo en cuenta», respondió a la pregunta de si creía que los criterios economicistas por parte de la comisión de precios eran los prioritarios a la hora de una aprobación.
También Dolores Isla, jefa de Servicio de Oncología del Hospital clínico Lozano Blesa, de Zaragoza, coincidió en que el problema es básicamente económico, y «dado que el de pulmón es el primer tumor en mortalidad en España», propuso «replantearnos como país cómo priorizar el gasto público con soluciones que pasarían por derivar mas recursos o modificar el modelo de desarrollo clínico, que es muy costoso y por ello los fármacos terminan siendo carísimos». Un planteamiento apoyado también por Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón, quien denunció la «clara inequidad que existe» y que «cada 20 minutos muere un paciente con este tumor».
"Habría que acelerar determinados procesos en función de la urgencia de cada caso"
Sobre los problemas de inequidad en el acceso a los tratamientos versó la segunda mesa redonda. Para Antonio Calles, jefe de la Unidad Cáncer de Pulmón de Ruber Internacional, una alternativa para evitar el retraso en el acceso a los tratamientos innovadores es el ámbito privado, «donde su uso depende solo del visto bueno del CHMP, es decir, que paradójicamente algunos tratamientos están disponibles antes que en el publico y muchos pacientes no lo saben».
«Es cierto que tienes un acceso más precoz porque no necesitas precio de reembolso, pero si inicias tratamiento en esa coyuntura, y este tiene una duración prolongada en una indicación que en la pública no está financiada, muchas veces el paciente no puede continuarlo porque la póliza no le cubre el segundo ciclo. Y esa situación cada vez se da con más frecuencia», señaló Pilar Garrido, jefa del Servicio de Oncología médica del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
«Es cierto que hay tratamientos muy caros y que muchas de las pólizas no los cubren», reconoció Isidro Díaz de Bustamante, presidente de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de Madrid. Un problema, pues «si las pólizas excluyen el tratamiento experimental se expulsa al paciente», añadió Carlos Rus, director general de la Alianza de la Sanidad Privada Española.
La clausura de la jornada corrió a cargo de Fátima Matute, consejera de Sanidad de Madrid, quien, además de abogar por «una colaboración publico-privada para lograr una mejor atención», afirmó que «vamos a apoyar el proyecto Cassandra, el piloto de cribado del cáncer de pulmón, que nos va a permitir tener datos reales y tenemos claro que los datos de coste-efectividad son positivos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario