TITULO: EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 25 - Junio - Antonio Banderas ,.
EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 25 - Junio ,.
Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes - 25 - Junio , a las 22:30 por antena 3, etc.
EL
SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - Antonio Banderas,.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - Antonio Banderas , fotos ,.
Antonio Banderas,.
Antonio Banderas,.
( Desayuno )
( Desayuno )
Rocío Jurado, en el apogeo de su belleza, cantaba Ese hombre con pasión en la voz y un gesto estatuario: «Es un gran necio, / un estúpido engreído, / egoísta y caprichoso, / un payaso vanidoso, / inconsciente y presumido, / falso, enano, rencoroso, / que no tiene corazón». El autor de la canción, el andaluz Manuel Alejandro, uno de los más grandes compositores y letristas, parece un poeta de la Generación del 27 por su capacidad para literaturizar lo cotidiano y musicalizar los sentimientos. No me extraña que su candidatura para el Princesa de Asturias de las Artes haya generado tantas adhesiones de tantos artistas. Se merece recibir el galardón en Oviedo al son de las gaitas.
( Cena,.)
Eso que cantaba la gaditana podría aplicarse a algunos políticos en este tiempo de Pinochos que nos ha tocado en la tómbola de las desgracias. Lo que estamos viviendo es un regreso al final de la Primera Guerra Mundial, con una pandemia que, al igual que entonces, ha alterado nuestras formas de vida. Como ya sucedió, volveremos a una especie de felices años veinte, a una época de acelerados cambios sociales donde la intensidad por vivir se reflejará en las diversiones, el arte, la literatura y el cine. No están lejos los días en los que, sumergidos en la dulce y gradual oscuridad de las salas de butacas, disfrutemos conmovidos por las historias de veinticuatro fotogramas por segundo.
Los años dorados de Hollywood coincidieron con el código Hays, una serie de estrictas reglas morales que debían aplicarse en las películas para no escandalizar a los espectadores. Esas normas, por ejemplo, tasaban los segundos que debían durar los besos, la vestimenta de las actrices y cómo había de mostrarse la delincuencia, si bien muchas veces el ingenio de los cineastas lograba burlar tan pacata normativa. En la actualidad, el código Hays se ha reseteado en lo políticamente correcto, y la caza de brujas de Hollywood es un juego de niños al lado de la persecución social y mediática de quien no comulga con el ideario considerado oficial.
Los premios Feroz (me gusta el nombre, como el lobo de Caperucita Roja) son los galardones a series y películas que entregan los periodistas y críticos audiovisuales españoles. En la última edición, celebrada en el Teatro Coliseum de Madrid, animó el cotarro una tipa pringada que hacía chistes sobre ETA destilando arrobas de zafiedad, exhibiendo el cutrerío intelectual propio de quienes, en lugar de leer las memorias de Groucho Marx, leen las puertas pintarrajeadas de los aseos públicos. Pero, afortunadamente, en el mundillo artístico hispano hay otra cosa: la elegancia de los Goya y la clase de Antonio Banderas.
He veraneado en Málaga la mitad de mi vida. Cuando llegaba julio, viajaba desde mi tórrida ciudad olivarera a las playas malagueñas, y aquello era entrar en el paraíso. Me enamoré de una capital a la que los años le sientan cada vez mejor, como a los buenos vinos, al cine clásico y a las mujeres de tronío. Málaga representa la vertiente universal de Andalucía al conciliar belleza monumental, un parque tecnológico de vanguardia, una mentalidad dinámica capaz de comerse el mundo y una increíble oferta museística. Y además, tiene el Teatro del Soho, el empeño personal de nuestro actor más internacional.
El malagueño Antonio Banderas, que de joven se marchó a Madrid con una mano delante y otra detrás, triunfó en el cine de los ochenta tocando todos los palos, como los grandes cantaores. Bordaba los papeles cómicos y dramáticos en unas interpretaciones que aunaban lo rompedor con la tradición escénica. Alcanzó el éxito nacional y quiso hacer las Américas. Como les sucede a los genios conscientes de serlo, hizo su hatillo y se largó a Hollywood sin hacer caso a los pepitos grillos que les deslizaban al oído a los generales romanos una frase cautelosa: «Recuerda que eres un hombre». Los artistas de raza saben que el secreto está en la artesanía del oficio y en el trabajo duro, y él se hizo un hueco en la Meca del Séptimo Arte, trabajó con las estrellas hasta convertirse en una de ellas e incluso fue yerno de una de las rubias más glamurosas de la pantalla: Tippi Hedren. Dios mío, pocas veces he visto más talento y sensualidad que los de ella protagonizando Marnie, de Hitchcock.
El actor regresó a España, interpretó papeles con inconmensurable maestría basados en la contención emocional y gestual, en la asunción del mejor cine europeo y americano. Pero, lejos de contentarse coronado de laureles, quiso pagarle a Málaga con la moneda del agradecimiento y se embarcó en la restauración de un antiguo cine y teatro para convertirlo en su obra vital y profesional más ambiciosa: el teatro del Soho, donde se ha celebrado la última gala de los Goya. La más brillante de la historia porque en lugar de discursear sobre política se dedicó a homenajear al cine, y también porque aunó Broadway con Andalucía. Fue un espectáculo de más quilates que cualquier ceremonia de los Oscar de los últimos años. Y todo se debe a un tío made in Spain.
El malagueño, vestido con negra elegancia de galán, hilaba breves y emocionantes discursos en un escenario donde se sucedían vistosos efectos especiales que iban de unas pantallas a lo Blade Runner a las calles lluviosas de Desayuno con diamantes. Una orquesta ponía la banda sonora, se cantó «La violetera» con un toque de modernidad para recordar a Chaplin y a Sara Montiel, se tributó un genial homenaje a Berlanga en una actuación humorística en blanco y negro que devolvió el pasado al presente, y una magnética coreografía con abanicos rojos sirvió como pórtico al Goya de Honor para una Ángela Molina arrebatadora, cautivadora y de guapura atemporal. Esos Goya representaron lo mejor que hemos sido y somos.
Diana Navarro —qué arte, hija— cantó las «Coplas de las divisas» de Bienvenido Mister Marshall, cuyo memorable final es: «Americanos, os recibimos con alegría. Olé mi madre, olé mi suegra y olé mi tía». Así que olé, querido Antonio.
TITULO:
Lunes - 24 - Junio - Imprescindibles - Fallece Françoise Hardy, icono de la música francesa, a los 80 años ,.
La famosa cantante, víctima de una enfermedad terminal y grandes sufrimientos, reclamaba una ley de eutanasia en su país,.
La cantautora Françoise Hardy.
Françoise Hardy, ícono de la canción francesa, falleció este martes a los 80 años, según anunció su hijo Thomas Dutronc en Instagram. La artista, cuyo mayor éxito fue 'Tous les garçons et les filles', fue una de las primeras cantantes pop francesa en hacerse conocida fuera de las fronteras galas y una de las máximas representantes de la ola 'yé-yé. De hecho, fue la única representante de Francia en la clasificación de la revista estadounidense Rolling Stone de los 200 mejores cantantes de todos los tiempos en 2023. Diagnosticada con un primer cáncer en 2004 y, víctima de una enfermedad terminal y grandes sufrimientos, el pasado mes de enero reclamaba al presidente Emmanuel Macron la agilización de los trámites necesarios para que Francia legalizase la eutanasia.
Françoise Hardy era muy joven cuando escuchó una versión instrumental de la canción americana 'It Hurts to Say Goodbye' y se enamoró de la melodía. El gran compositor Serge Gainsbourgh la dotó de letra y así nació un éxito pop arrollador que se llamó en francés «Comment te dire adieu». Muy rápido el mundo se enamoró de aquella muchacha tímida, entonces todavía estudiante de literatura germánica, que componía, tocaba la guitarra y cantaba en clubes de París. Fue un flechazo. Françoise Madeleine Hardy había fichado con el sello Disques Vogue en 1961 y su tema 'Tous les garçons et les filles' fue difundido en un interludio musical durante la noche del 28 de octubre del año siguiente, con apenas 18 años de edad, mientras se difundían los resultados de un referéndum nacional.
Aquella historia sobre una adolescente que lamentaba desconocer los placeres del amor se convirtió en un hit de los de antes, de los que se traducían en millones de 'singles' vendidos, y pasó a ser considerada la quintaesencia del estilo yé-yé. Al año siguiente representaba a Mónaco con 'L'amor s'en va', un título que también ejemplificaba bien ese poso melancólico tan característico. No ganó, pero, nuevamente, volvió a proporcionar otro clásico. En muy pocos años, la joven era una de las cantantes francesas con mayor proyección mundial.
Había nacido un mito
Había nacido un mito, pero su identidad llegó después, cuando conoció al fotógrafo Jean Maríe Perier, una suerte de Pigmalión que la convirtió en el arquetipo de la joven parisina, urbana y resuelta, con estilo propio y muy bella, algo distante y exquisitamente pop. Los triunfos se sucedieron y Hardy subió al Olimpo galo de la música en el que reinarían también France Gall o Jane Birkin.
Françoise Hardy fue también un ícono de la moda. Su físico andrógino y su discreción marcaban distancias con estrellas exuberantes como Brigitte Bardot. Lucía a la perfección los futuristas vestidos metálicos del costurero Paco Rabanne y se convirtió en un modelo de revistas como 'Paris Match'. El famoso fotógrafo estadounidense William Klein la inmortalizó en blanco y negro. La cantante francesa también saltó a la gran pantalla con películas como 'Un castillo de Suecia' o títulos clásicos de la industria de Hollywood como '¿Qué tal, Pussycat?' o 'Grand Prix', entre sus títulos más destacados. Aunque solo fueron algunas apariciones cinematográficas en una carrera profesional claramente marcada por la música.
Pero la imagen que genera el mundo del espectáculo y la cotidianidad no siempre se avienen bien. Françoise Hardy no era tan sólo una muchacha que cantaba y ejercía de modelo de Yves Saint Laurent, André Courrèges o Paco Rabanne, actuaba para Jean Luc Godard y John Frankenheimer, o seducía a celebridades como Bob Dylan. Su larga melena y el «glamour» innato escondían una vida complicada que relató, en buena parte, en la autobiografía 'La desesperación de los simios y otras bagatelas', publicada hace siete años.
Las memorias descubren a alguien con un pasado doloroso, que padecía un cierto síndrome del impostor y miedo escénico, y que nunca soportó demasiado bien el asedio fotográfico al que fue sometida. Además, la sofisticada joven que se codeaba con la jet-set y protagonizaba portadas en 'París Match' o 'Salut les copains', la revista musical por antonomasia de Francia, había sufrido una infancia dickensiana.
Su aspecto de joven privilegiada engañaba. Era hija de madre soltera con escasos medios porque su padre, casada con otra mujer, apenas aportaba nada a la economía familiar. Creció tan acomplejada por su físico larguirucho que se sorprendió cuando Mick Jagger le reveló que ella constituía su ideal de mujer. El amor pareció redimirla. Tras Périer, se enamoró de Jacques Dutronc, otra de las estrellas de esa generación rebelde (juntos tuvieron a su hijo Thomas, que también se convertiría en cantante). Como Jane Birkin y Serge Gainsbourgh, o Johnny Hallyday y Silvie Vartan, constituyeron parejas emblemáticas de la canción y, como ellos, rompieron a causa de mutuas infidelidades.
Artista de culto
Tras la primera fase de deslumbramiento, Hardy se erigió en una artista de culto que ha desarrollado una carrera respetable durante medio siglo. Pero los hechos más terribles se han sucedido en su vida. Sorprendentemente, su progenitor falleció víctima de la agresión de un prostituto y Michele, la hermana menor, afectada por una esquizofrenia paranoide fue hallada muerta en 2004, un año terrible para ella porque fue entonces cuando le diagnosticaron un cáncer linfático.
Parecía que la vida le daba una tregua y, tras superar la enfermedad, regresó a los escenarios. En 2018, grabó 'Personne d'autre', su vigésimo octavo álbum, y un videoclip en el que la Françoise de los años sesenta cantaba on la septuagenaria actual, tan bella como siempre y con un aspecto de madura serenidad. Pero todo iba mal. La enfermedad había regresado y dos años antes había superado un coma. El disco destilaba un aire de despedida. Incluso ella confesaba entonces a AFP ser consciente de que su vida languidecía ya: «La muerte solo afecta al cuerpo. Al morir, el cuerpo libera el alma. Pero de todas formas la muerte del cuerpo es una prueba considerable, y le tengo miedo, como todo el mundo».
Las últimas noticias hablaban de una persona atormentada por el sufrimiento. Las agresivas sesiones de radioterapia e inmunoterapia le habían provocado gravísimos daños en las cuerdas vocales, la pérdida de la visión en un ojo, desequilibrio y angustiosos episodios de asfixia. Ella reclamaba una ley de eutanasia, procedimiento que, según llegó a confesar, aplicó con la ayuda de un médico a su madre, también víctima de un mal incurable.
Aunque prácticamente nadie lo asumiera entonces, Françoise Hardy en realidad se había despedido de su público hace ya doce años. Cuando cantó 'Rendez-vous dans une autre vie', cita en otra vida, con una letra que suponía toda una declaración de intenciones. La intérprete reconocía entonces que era el último acto y se disculpaba si se iba a hurtadillas, aunque prometía el reencuentro en otro lugar para amar más y mejor que hoy. Ahora sabemos que ella no había sido sincera realmente. Françoise Hardy siempre supo decir adiós, con sensibilidad y exquisita elegancia, muy parisina, tan chic como siempre.
TITULO: ELLA & - Eva Lootz, medio siglo entre el agua y el fuego,.
Eva Lootz, medio siglo entre el agua y el fuego ,.
El Museo Reina Sofía recrea el largo y fructífero viaje por la materia de la heterogénea creadora austríaca afincada en España desde 1965,.
La primera pieza de la exposición es un volcán. La última, una cascada. Son el fuego y el agua, elementos entre los que se ha movido y se mueve Eva Lootz (Viena, 1940). Ambos son además el resumen de 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?', la exposición que el Museo Reina Sofía dedica al largo viaje por la materia de la heterogénea y experimental artista austriaca afincada en España desde diez años antes de la muerte de Franco.
«Es una de las fundadoras de la modernidad» a juicio de Manuel Segade, director del museo público que revisa la trayectoria de Lootz a lo largo de medio siglo en una de las primeras exposiciones al margen del legado de Manuel Borja-Villel, que dejó muestras programadas hasta 2026.
Es un viaje por el arte matérico y poliédrico de esta creadora de múltiples registros que pronto abandonó los derroteros artísticos más convencionales para trabajar con la ecología, el lenguaje, el feminismo y, sobre todo con la materia, en una «producción hipercompleja capaz de ofrecer una experiencia sensorial», según Segade. Lootz habla de una indagación «en la brecha entre el lenguaje y lo visible».
Fernando López, antiguo asistente de la artista, es el comisario de la muestra que hasta el dos de septiembre reúne en trece salas un centenar de obras dispuestas en un recorrido «panorámico y sin orden cronológico» por todas las etapas de Lootz. «Es un viaje sensorial por los distintos estados de la materia», resume el comisario, que ha incluido obras nunca vistas o recreadas para la muestra y 30 de las 36 que la artista donó el año pasado al Reina Sofía.
De grandes instalaciones a piezas diminutas, hay pinturas, esculturas, vídeos, series fotográficas, obras sonoras y dibujos a los que presta atención especial. «Entre el tanteo y el texto, constituyen una suerte de escritura paralela que acompaña sus investigaciones y funcionan, por momentos, como un verdadero diario», dice López de los dibujos.
Alejada del yo
«Mi obra ha ido en paralelo con el advenimiento de un nuevo concepto de materia», confirma la octogenaria artista. «No quise ni quiero hacer afirmaciones subjetivas ni dar opiniones. Mi alejamiento del yo da todo el protagonismo a la materia y a los procesos creativos», agrega Lootz, que ya advirtió en los setenta que «lo que yo tuviera que decir no me interesa en absoluto».
En su periplo hacia la plenitud de la materia dejó el lienzo y los marcos muy temprano para experimentar con la parafina, el plomo, el estaño o el mercurio e infinidad de materiales: del fieltro a la madera, pasando por el caucho, la arena, el papel, el mármol o los textiles. Hoy se atreve a asegurar que «la materia no es una realidad, es un encuentro, lo que permite crear nuevas realidades».
Con la frase 'Hacer como quien dice: ¿y esto qué es?' alude Lootz a una cierta manera de entender la actividad del arte: la de permitirse, haciendo, interrogar al mundo desde cero. Muy activa, tiene ahora tres exposiciones en marcha. A la del Reina Sofía se suman las que le dedica la sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid y Kubo Kutxa en San Sebastián.
Papillas elementales
Las obras que Lootz realizó durante la década de 1970, etapa que ella denomina «de las papillas elementales», coincidieron con la evolución del arte procesual o antiforma en Estados Unidos y Europa, en el que el proceso creativo tenía tanta o más importancia que el resultado final. Estas piezas «se enfocan en la literalidad de sus materiales», mientras que sus creaciones posteriores «indagan en la materialidad del lenguaje», apunta el comisario. En 2007, Lootz aseguraba que su obra está «atravesada por un hilo obvio que pasa por la pérdida, la desaparición, la huella, el desparrame, el derrame, la presencia de lo negado, el ser agujereado, y la imposible congruencia, la brecha entre el lenguaje y lo visible».
Su trabajo se pregunta también por la visualidad contemporánea, «por nuestra sobreexposición y sobresaturación de imágenes que producen ceguera», por el impacto de la cultura digital y sus consecuencias en nuestra experiencia de las cosas. Lootz se pregunta así cómo acceder a lo que queda oculto en los ángulos ciegos de la visión. Se refiere a este empeño como «mirar por el rabillo del ojo», una manera de sortear la mirada frontal –que es la estrategia de quienes han sido históricamente relegadas a los márgenes de la cultura, como las mujeres–, pero también otra forma de leer el mundo. No en vano, con 84 años Lootz dice pertenecer «a la generación que puso sobre la mesa la imposición del patriarcado y la violencia».
Formada como cineasta en Viena tras estudiar filosofía, Lootz se instaló en España en 1965, junto a Adolfo Schlosser. En 1973 expuso en la galería Ovidio y ha desarrollado aquí el grueso de su carrera. Muy próxima a la generación que renovó la plástica española en los ochenta –el recordado Juan Muñoz, Cristina Iglesias, Navarro Baldeweg, Susana Solano o Miquel Navarro–, Lootz obtuvo en 1994 el Premio Nacional de Artes Plásticas. Su obra está en grandes colecciones y museos de nuestro país: MACBA, en Barcelona; IVAM, en Valencia; Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo ARTIUM, en Vitoria y el Museo Patio Herreriano de Valladolid.
TITULO:
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA
COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 27 - Junio - El gancho de los hoteleros para atraer empleados ,.
Jueves - 27 - Junio - Pesadilla en la Cocina es
un programa de televisión español de telerrealidad culinaria,
presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves
a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve
Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos,
etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - El gancho de los hoteleros para atraer empleados,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - El gancho de los hoteleros para atraer empleados , fotos,.
El gancho de los hoteleros para atraer empleados,.
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EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - El gancho de los hoteleros para atraer empleados,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - El gancho de los hoteleros para atraer empleados , fotos,.
El gancho de los hoteleros para atraer empleados,.
El alcalde celebra con políticos, hosteleros y hoteleros un «día histórico» porque la distinción «quedará para siempre en la mente de los ovetenses»,.
Oviedo será la Capital Española de la Gastronomía en 2024 por sus «atractivos eventos gastronómicos» que han sorprendido al jurado. La alegría estalló pasada la una de la tarde en la plaza del Carbayón, donde el alcalde, Alfredo Canteli, arropado de políticos de todos los colores, hosteleros y hoteleros esperaban ansiosos las deliberaciones de la Federación Española de Hostelería y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, reunidas al mediodía en Madrid para elegir a la sucesora de Cuenca.
El fallo no se hizo de rogar: Oviedo se impuso a Castellón, Alicante y Antequera con la candidatura 'Cocina que conquista'. «Teníamos muchas esperanzas de resultar vencedores» porque, según el regidor, «éramos los mejores y había signos externos que parecían que nos decían que esta vez sí».
Esta era la tercera ocasión en la que Oviedo intentaba lograr este reconocimiento. Una fue bajo la Alcaldía de Gabino de Lorenzo y las obras dos ya con Canteli como regidor. Ayer, se mostró «emocionado y un poco nervioso» por la victoria: «Hoy es un día muy importante y tengo que agradecer el trabajo del concejal de Turismo, Alfredo García Quintana, porque dicho reconocimiento no es sólo para el próximo año; siempre quedará en la mente de los ovetenses que fuimos Capital Española de la Gastronomía en 2024».
Una distinción que hará que Oviedo siga siendo un «hervidero de gente» porque «tenemos muchos atractivos» como un «museo al aire libre» con joyas como el Prerrománico y la Catedral; el Bellas Artes, el Arqueológico y un «buen comercio que tenemos que mejorar, una hostelería que también tenemos que mejorar y si hacemos todo, a Oviedo no le para nadie».
Oviedo enarbola la bandera de la gastronomía con uno platos basados en la cocina de identidad, con la fabada, el cachopo, la sidra, los quesos y manjares dulces como los carbayones y las moscovitas.
Además, el día 29 se marcará una nueva página en la historia de Asturias. Será entonces cuando los Reyes de España inauguren la variante de Pajares que permitirá la llegada de la alta velocidad tras dos décadas de obras a ello se refirió el alcalde: «El AVE es para traer a los pasajeros que quieren visitar la Capital Española de la Gastronomía y esto es gracias a un gran equipo. Esto no funciona con un buen alcalde ni con un buen presidente de Otea: esto es gracias a un grupo donde todos funcionamos en la misma dirección».
Trabajo queda y mucho por delante. Tienen que diseñar la programación para este año tan importante y siempre con la meta de seguir mejorando las buenas cifras de turismo obtenidas en los últimos años -en diciembre se espera celebrar el millón de pernoctaciones- gracias en buena parte a la marca 'Oviedo, origen del Camino'. «Tenemos que explicar bien esta nueva distinción y tratar bien a los que vengan. Espero que los políticos asturianos sepan valorar el esfuerzo que ha hecho el Ayuntamiento en todo este tiempo» porque el turista que pisa Oviedo viaja también por el resto de la región, abundó.
«Por los cuatro costados»
El siguiente en tomar la palabra a lo largo de la celebración en la plaza del Carbayón, donde no faltaron la sidra espumosa y la música de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo, fue el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, quien felicitó a Canteli y a Quintana «por la apuesta constante que han tenido con el sector del turismo» y pidió a los ovetenses su colaboración para «que nos ayuden y aporten ideas» para continuar un legado que comenzó hace tres años con las primeras reuniones para preparar la candidatura y «desde entonces no hemos parado».
En todo este tiempo han elaborado una candidatura compuesta de 132 páginas en la que se re cogen las seis Denominaciones de Origen Protegidas (Cabrales, Gamoneé, Casín, Afuega'l Pitu, Sidra de Asturias y Vino de Cangas) y cuatro Indicaciones Geográficas Protegidas (Los Beyos, Faba Asturiana, Chosco de Tineo y Ternera Asturiana) y multitud de productos amparados por la normativa europea de Producción Ecológica. Completan este patrimonio los 'Alimentos del Paraíso Natural'. Manjares han provocado que la candidatura sorprenda al jurado, según su resolución redactada en Madrid y recogida por la agencia Europa Press.
Allí, Mariano Palacín, presidente de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, subrayó que la candidatura carbayona «representa los valores de la gastronomía asturiana que es única por su oferta de platos sumamente populares» a la que hay que añadir «el centenario Mercado del Fontán» que dota de materias primas a los restaurantes. «Oviedo muestra una cocina de claro perfil identitario que ofrece productos propios, únicos por su proximidad y calidad y avalados por la aceptación del cliente», prosiguió el director general de la Capital Española de la Gastronomía, Pedro Palacios.
De vuelta a Oviedo, Quintana destacó que «estamos muy satisfechos y muy contentos» con este reconocimiento que premia al mismo tiempo a la ciudad y a la hostelería. «Este es un proyecto donde hemos conseguido involucrar a todos los agentes y hemos conseguido generar una gran ilusión», máxime después de unos años muy duros por los cierres decretados por culpa de la pandemia y la inflación: «Ahora tenemos una gran responsabilidad que es ejecutar este proyecto asumiendo ese papel de capital del Principado de Asturias pero también con la voluntad de que se aprovechen el resto de los localidades asturianas, los productores y los profesionales del sector».
Asimismo, el presidente de la Asociación de Sidrerías de la calle Gascona, Pedro Caramés, recordó que «llevamos unos años intentando» obtener este reconocimiento que «es importantísimo para Oviedo». Por su parte, Mari Fernández, del restaurante El Fartuquín y del Club de las Guisanderas, espera que «llene muchísimas mesas». «Nos espera un año importante donde todos tenemos que trabajar para que Oviedo sea un destino para los turistas», concluyó Miguel Ángel de Dios, cofrade mayor del Desarme y propietario del Bodegón de Teatinos.
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