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viernes, 21 de junio de 2024

La Hora Musa - Sufre nostalgia - 5 poemas de Gabriel y Galán ,. Martes - 9 - Julio ,. / Cachitos de hierro y cromo - 5 poemas de Virgilio Piñera y ruina ,. Martes - 9 - Julio ,./ Locos por las motos - Jorge Martín estalla contra Marc Márquez: "No vale con pedir perdón",.

 

  TITULO: La Hora Musa  - Sufre nostalgia - 5 poemas de Gabriel y Galán ,. Martes -  9 - Julio  ,.


 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes     - 9 - Julio , foto,.

 Sufre nostalgia - 5 poemas de Gabriel y Galán,.

 5 poemas de Gabriel y Galán

Canción

No piense nunca el lloroso
que este cantar dolorido
es un capricho tejido
por la musa de un dichoso.
No piense que es armonioso
juego de un estro liviano;
piense que yo no profano,
ni con mentiras sonoras,
las penas desgarradoras
del corazón de un hermano.

Una canción de dolores
me piden mis padeceres,
tal como ayer mis quereres
pidieron cantos de amores;
que así como son mayores
si se cantan los contentos,
así los tristes acentos
de las trovas doloridas,
si no curan las heridas,
amansan los sufrimientos.

Mis penas son tan vulgares
como esas espinas duras
que erizan las espesuras
de todos los espinares.
Más hondas son que los mares
Más hondas y más sombrías
que un horizonte sin días,
pues no hay abismo tan hondo
como el abismo sin fondo
de unas entrañas vacías.

El amo

En el nombre de Dios que las abriera,
cierro las puertas del hogar paterno,
que es cerrarle a mi vida un horizonte
y a dios cerrarle un templo.

Es preciso tener alma de roca,
sangre de hiena y corazón de acero,
para dar este adiós que en la garganta
se me detiene al bosquejarlo el pecho.

Es preciso tener labios de mártir
para acercarse a ellos
la hiel del cáliz que en mi mano trémula
con ojos turbio esperando veo.

Ya está solo el hogar. Mis patriarcas
uno en pos de otro del hogar salieron.

Me los vino a buscar Cristo amoroso
con los brazos abiertos…

La mujer

Cuando pueda arrancar de los infiernos
legiones de cariátides humanas,
cuando pueda traer de los edenes
almas de luz con luz apacentadas;
cuando sepa sondear el de los réprobos
infame corazón, lleno de llagas;
cuando sepa sentir el de los ángeles
sentir divino de purezas diáfanas…

Cuando aprenda un idioma no creado
para la grey humana,
que tiene, para hablar, artificiosos
idiomas de paupérrimas palabras,
y no percibe músicas mejores
que el resbalar de las corrientes aguas,
el rebullir de mañaneras brisas,
el arrullar de las palomas cándidas,
y el dulce son de los canoros pájaros,
y el hojear de la alameda gárrula,
ni músicas más hórridas describe
que el fiero aullido de la loba escuálida,
la carcajada del siniestro cárabo,
los alaridos de la hiena flaca,
el silbo horrible de falaz serpiente
y el grito ronco de feroz borrasca…

Cuando aprenda a vibrar todos los rayos
de la tremenda maldición que mata
los gérmenes maléficos
que anidan en las llagas,
y a dar aprenda en bendiciones puras
del alto Edén anticipadas ráfagas,
¡entonces te diré, curioso amigo,
lo que son las mujeres!…

¡Qué!… ¿Te extraña?
Decir que son demonios,
que son flores con alma,
que son blancos arcángeles…
me parece decir cosas muy pálidas.
y si en decires del humano idioma
yo pretendiera bosquejar sus almas,
tal vez oyeras con atento oído
rumor de abismos y batir de alas;
pero la vida de los dos es corta
para que yo, con ruidos de palabras,
cantar pudiese el colosal poema,
maridaje de luz y sombras trágicas,
y tú sentirlo en sus negruras hondas,
y tú sentirlo en sus altezas diáfanas.

Mientras aprendo a contestar, ¡oh amigo!,
tu pregunta abismática,
sigue a la letra mi consejo sano,
regla prudente de conducta sabia;
golpear en la puerta del misterio
es brega estéril de curiosas almas;
cierra los ojos para ver más claro,
vuela y no escarbes, sintetiza y ama,
y canta a la mujer cuando la veas
en el trono de reina de su casa,
o ante la cuna acariciando al hijo,
o ante el sepulcro derramando lágrimas,
o en la sombra de un claustro recluida,
o esperando al esposo desvelada,
o en el templo cantándole a la Virgen
dudas, temores, inquietudes, ansias…

¡Cántala dondequiera que la veas,
ángel o mártir, heroína o santa!
Y si tienes un día
la pena de encontrarla
caída en los infames pudrideros
donde a los suyos el infierno enfanga,
y no puedes hacer el bien supremo
de redimir su alma…
en vez de una canción fustigadora,
dedícale en silencio una plegaria…

Mejor que ver la llaga al microscopio
es cubrirla de bálsamo y curarla.

Los sedientos

Vagando va por el erial ingrato,
detrás de veinte cabras,
la desgarrada muchachuela virgen,
una broncínea enflaquecida estatua.
Tiene apretadas las morenas carnes,
tiene ceñuda y soñolienta el alma,
cerrado y sordo el corazón de piedra,
secos los labios, dura la mirada…
Sin verla ni sentirla
la estéril vida arrastra
encima de unas tierras siempre grises,
debajo de unas nubes siempre pardas.
Come pan negro, enmohecido y duro,
bebe en los charcos pestilentes aguas,
se alberga en un cubil, viste guiñapos,
y se acuesta en un lecho de retamas.
No sueña cuando duerme,
no piensa cuando vela desvelada;
si sufre, nunca llora;
si goza, nunca canta,
y vive sin terrores ni deleites,
que no la dicen nada
ni los fragores de las noches negras,
ni los silencios de las noches diáfanas,
ni el rebullir del convecino sapo,
ni los aullidos de la loba flaca
que yerra sola venteando carne
de chivos y de cabras.
Nunca sintió las alboradas tristes,
nunca sintió las bellas alboradas,
ni el ascender solemne de los días
ni la caída de las tardes mansas,
ni el canto de los pájaros,
ni el ruido de las aguas,
ni las nostalgia del rumor del mundo,
ni los silencios que el erial encalman.
Su padre fue el pecado,
su madre, la desgracia,
y otra pareja infame
de carne estéril y de infames almas,
la robó de la cuna de los huérfanos
con hórrida codicia calculada.
El mirar de sus ojos ofendidos
por el erial resbala
como el osado pensamiento humano
que osa escrutar los reinos de la nada.
Ciegos los ojos, sordos los oídos,
la lengua muda y soñolienta el alma,
vagando va por el erial escueto
detrás de veinte cabras
que las tristezas del silencio ahondan
con la música opaca
del repicar de sus pezuñas grises
sobre grises fragmentos de pizarras.

¡Quiero vivir!

Dios me las hizo de fuego…
¿Por qué no les dio dureza
si quiso su fortaleza
probar golpe a golpe luego?
¿Por qué enriqueció con riego
de sementera de amores
huerto que sabe dar flores,
si luego le manda días
de matadoras sequías
y vientos asoladores?

¡Ay! Al llegar a las puertas
de la tarde de mi vida,
voz de los cielos venida
me ha dicho: «¡Ya están abiertas!
¡Entra y sigue, y no conviertas
la mente a tiempos mejores,
que en vez de aquellos amores
de santidades pristinas
verás las desiertas ruinas
del solar de tus mayores!»

«¡Mejor es cegar, Dios mío!
¡Mejor es ir paso a paso
cayendo hacia el propio ocaso
solo, con pena y con frío!
¡Mejor es ir al vacío
que a ruinas y sepulturas!
¡Mejores son las negruras
de la noche más sombría,
que las negruras del día,
que son dos veces oscuras!»

Así, loco de dolor,
dije con vil vocecilla…
¡Esto que tengo de arcilla
fue quien lo dijo, Señor!
Pero esto que es resplandor
de Ti, venido hasta mí,
cuando tu rayo sentí
bien sabes Tú que te dijo:
«¡Señor! ¡La frente del hijo
tienes rendida ante Ti!»

Con solo llorar mi suerte,
con solo dejar abierta
de tal herida la puerta,
muriera de triste muerte.
Mas, hijo yo del Dios fuerte,
me he resignado a vivir,
y voy dejándome ir
sobre el polvo de la senda
caminando a media rienda
por el campo del sentir.

Porque si rindo la frente
sobre las manos crispadas,
si hacia las ruinas sagradas
dejo que vaya la mente,
si de mi llanto el torrente
dejo que anegue mi vida,
si abriese más esta herida
que en lumbre de fiebre arde,
viviera como un cobarde,
muriera como un suicida.

¡Quiero vivir! Las dulzuras
de los gozados placeres,
con hieles de padeceres
se toman del todo puras.
Visión de mis desventuras:
¡Yo no te cierro mis ojos!
Camino de los abrojos:
¡yo no me cubro las plantas!
Cruz que mis hombros quebrantas:
¡yo te acepto sin enojos!

¡Quiero vivir! Dios es vida.
¿No veis que en vida convierte
la ancianidad que en la muerte
cayó con dulce caída?
¿No soy yo vida nacida
de vidas que a mí se dieran?
Pues vidas que en mí se unieran,
si vivo, no han de morir,
¡por eso quiero vivir,
porque mis muertos no mueran!

¡Y no morirán conmigo,
que el huerto de mis amores
está rebosando flores
que pinta Dios y yo abrigo!
¡Y atrás el cierzo enemigo
de esas mis vivas canciones,
pues son santos eslabones
de una cadena florida
para corona tejida
del Dios de las creaciones.

¡Quiero vivir! A Dios voy
y a Dios no se va muriendo,
se va al Oriente subiendo
por la breve noche de hoy.
De luz y de sombras soy
y quiero darme a las dos.
¡Quiero dejar de mí en pos
robusta y santa semilla
de esto que tengo de arcilla,
de esto que tengo de Dios!,.

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo - 5 poemas de Virgilio Piñera y ruina   ,. Martes - 9 - Julio ,.

   El martes -  9 - Julio  a las 22:30 horas por La 2, foto,.

 5 poemas de Virgilio Piñera y ruina,.

El hechizado

A Lezama, en su muerte

Por un plazo que no pude señalar
me llevas la ventaja de tu muerte:
lo mismo que en la vida, fue tu suerte
llegar primero. Yo, en segundo lugar.

Estaba escrito. ¿Dónde? En esa mar
encrespada y terrible que es la vida.
A ti primero te cerró la herida:
mortal combate del ser y del estar.

Es tu inmortalidad haber matado
a ese que te hacía respirar
para que el otro respire eternamente.

Lo hiciste con el arma Paradiso.
-Golpe maestro, jaque mate al hado-.
Ahora respira en paz. Viva tu hechizo.

Isla

Aunque estoy a punto de renacer,
no lo proclamaré a los cuatro vientos
ni me sentiré un elegido:
sólo me tocó en suerte,
y lo acepto porque no está en mi mano
negarme, y sería por otra parte una descortesía
que un hombre distinguido jamás haría.
Se me ha anunciado que mañana,
a las siete y seis minutos de la tarde,
me convertiré en una isla,
isla como suelen ser las islas.
Mis piernas se irán haciendo tierra y mar,
y poco a poco, igual que un andante chopiniano,
empezarán a salirme árboles en los brazos,
rosas en los ojos y arena en el pecho.
En la boca las palabras morirán
para que el viento a su deseo pueda ulular.
Después, tendido como suelen hacer las islas,
miraré fijamente al horizonte,
veré salir el sol, la luna,
y lejos ya de la inquietud,
diré muy bajito:
¿así que era verdad?

Los desastres

I

Nadie medita la murena.
Un tema de la romanidad:
yo no sugiero los esclavos,
no digo la voracidad.

Entre la cabeza y la cola,
en ese espacio sin salida
la murena se desola.
No es un problema de comida.

Todo el mundo pontificaba
que la murena resolvía
un punto de gastronomía.
Quizá si el césar sabía…

El esclavo bajo las aguas
era un pretexto romano;
el pueblo chocaba las manos,
la murena se oscurecía.

La beatitud de la murena
no salía a la superficie.
¿Qué cabellera para asirla?
si la murena es la calvicie.

La salvación por un cabello,
la beatitud en el espacio;
la murena como un palacio
deshabitado no podría.

Nadie defina que es marino
el silencio de la murena;
es un silencio repentino
el silencio de la murena.

Escucha entre dos sonidos
su silencio como una almena.
Su silencio de murena
es la flor del escalofrío.

Muerde la memoria acuática
la fulguración de su lomo
y la tristeza como un plomo
muestra la murena enigmática.

I I

La ostra en su tiniebla asume
el quietismo, el modo linfático;
su duración se resume
en el estar matemático.

Entre nadas su ser inunda.
Chorros de nada para hacerla,
¿cómo puede ser que la perla
sea la enfermedad de una tumba?

La delectación en su costra
es el juego de la mortaja
¿no sabe separar la ostra
el abanico de la caja?

El abanico inconsolable
en el aire de la campana
sobre la ostra se amortaja
como un estilo memorable.

Ninguna mano pueda alzarte
en su concha Venus surgente;
bajo ese techo era su arte:
el de la ostra secamente.

Hila su palpitación verde
con simetría de sepulcro;
yo no sugiero llamar pulcro
al consonante que se pierde.

Pero su ataraxia anula
al motor del conocimiento:
no rima la ostra simula
el artificio del acento.

El artificio donde habita
la música que no se escucha:
la música como una trucha,
bajo su hielo se ejercita.

En el artificio se afina
la única testa que no piensa.
Y apoyada sobre su ruina
la ostra la música trenza.

I I I

Esa manera de la hiena
Despide un olor especial;
no es un capítulo del mal
esa manera de la hiena.

Su pestilencia desconoce.
Ese tema de la literatura.
La cantidad de su fragancia
reconstruye esa boca pura.

Si la hiena se estimula
con la víscera nauseabunda
su instrumento no disimula:
sabed que un estilo funda.

El estilo de la carroña
O la indiferencia glacial.
¿Se vio sonreír a este animal?
Esto lo sabe la carroña.

En el amarillo vuelo del diente
la indiferencia se retrata;
el vuelo que resume la hiriente
sordera de la catarata.

Se desune los vendados pies
su hocico como un insulto
su hocico entre las tumbas es
la duda de una animal culto.

Ese cuerpo de más a menos
desorienta el juego del ojo.
¿Quién pudo mirar de lleno
al triángulo inscrito en su ojo?

Ese melancólico asalto
erige la insepulta memoria;
su respiración de contralto
se afina en el son de la escoria.

¡Oh tú, nocturna, fría, aniquila
la piedad, la piel inmunda;
allí tu perfume destila
fragante dama de las tumbas!

Naturalmente en 1930

Como un pájaro ciego
que vuela en la luminosidad de la imagen
mecido por la noche del poeta,
una cualquiera entre tantas insondables,
vi a Casal
arañar un cuerpo liso, bruñido.
Arañándolo con tal vehemencia
que sus uñas se romían,
y a mi pregunta ansiosa respondió
que adentro estaba el poema.

Testamento

Como he sido iconoclasta

me niego a que me hagan estatua:

si en la vida he sido carne,

en la muerte no quiero ser mármol.

Como yo soy de un lugar

de demonios y de ángeles,

en ángel y demonio muerto

seguiré por esas calles…

En tal eternidad veré

nuevos demonios y ángeles,

con ellos conversaré

en un lenguaje cifrado.

Y todos entenderán

el yo no lloro, mi hermano….

Así fui, así viví,

así soñé. Pasé el trance.

TITULO:  Locos por las motos - Jorge Martín estalla contra Marc Márquez: "No vale con pedir perdón",.

 

Jorge Martín estalla contra Marc Márquez: "No vale con pedir perdón",.

El madrileño de Ducati no se muerde la lengua tras el incidente con Marc que le provocó una fractura en el pie derecho. Aleix: "Es gravísimo",.

Jorge Martín, duro con Márquez en sus declaraciones
 
foto / Jorge Martín, duro con Márquez en sus declaraciones - moto GP,.

Si Bagnaia le lanzó un salvavidas a Marc Márquez después de la carrera, con una declaración en la que aseguraba que en el accidente había habido más mala suerte que intención del piloto español, Jorge Martín no fue tan condescendiente y habló muy claro sobre lo que opina del comportamiento de Marc en pista. "Es lo mismo de siempre. La verdad es que ha sido un buen impacto. Ya en la segunda vuelta me he roto el dedo gordo del pie. Por un momento he pensado que me había roto la pierna. Creo que deberían hacer algo, porque no puede ser que en cada carrera pase la misma historia", decía el de Pramac Ducati en DAZN.

Martín no se fue al suelo en un primer momento, pero quedó muy atrás en el grupo y dolorido, hasta que en las últimas vueltas se cayó para cerrar un día fatal después del buen resultado del sábado para él. "He intentado remontar, he dado cuatro o cinco vueltas con mucho dolor y luego he cogido ritmo, pero no ha servido para nada. Espero que dirección de carrera haga algo, es la segunda vez que me arruina una carrera. Estoy cansado ya de esto. No ha venido a pedir disculpas, pero tampoco lo esperaba", continuaba el madrileño,.

Prefiero tenerlo delante

"Al final salgo a pista y prefiero tenerlo delante porque sé que si no voy a recibir un golpe. No te voy a decir que voy a utilizar las mismas armas, porque no es lo lógico, pero obviamente destrozar la carrera de dos pilotos... Espero que no lo vuelva a hacer", continuaba Jorge Martín, que tiene el dedo gordo del pie derecho roto y un posible esguince. En principio, no tendría problema para estar el próximo fin de semana en Argentina.

Aleix Espargaró: "Pudo estallarle la rodilla"

El de Aprilia también dio su opinión y, como siempre, no se mordió la lengua: "El accidente de Marc me parece gravísimo. Le podía haber explotado la rodilla a Miguel Oliveira y que se quedara sin correr nunca más en toda su vida. Ha sido un impacto brutal".

 

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