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miércoles, 27 de agosto de 2025

A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Culturas 2 - Carmen Machi ,. / LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - El mundo, pendiente de la amenaza del cierre del estrecho de Ormuz ,.

 

    TITULO:  A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER - Culturas 2 - Carmen Machi ,. 
 

A vivir que son dos días - A vivir -  Cadena SER,.

 Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.

 Carmen Machi ,.

La actriz Carmen Machi, protagonista de 'La viuda negra', el 6 de mayo en Madrid

foto - Carmen Machi: “Todo el mundo es capaz de matar”,.

La actriz vuelve a las pantallas con la película de Netflix ‘La viuda negra’ y se prepara para el regreso de Aída, el personaje que la lanzó a la fama,.

 En la serie Celeste, Carmen Machi (Madrid, 62 años) interpreta a una inspectora de Hacienda que tiene que demostrar que una famosa cantante latina reside en España y debe pagar sus impuestos. En La viuda negra, película que se estrena el 30 de mayo en Netflix,.

 

 TITULO:  LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope -  El mundo, pendiente de la amenaza del cierre del estrecho de Ormuz   ,. 


LA BRUJULA ONDA CERO,.


 La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura. Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna, retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
 

  
La Linterna La Cope ,.
 
  'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catali
na,.

 

El mundo, pendiente de la amenaza del cierre del estrecho de Ormuz ,.

El arma estratégica, que podría usar Irán para poner en vilo la seguridad y la economía mundial es el paso por el que más hidrocarburos transitan a diario a nivel planetario ,.

foto - Imagen satelital del Estrecho de Ormuz  ,.

La entrada de Estados Unidos en la guerra entre Irán e Israel, con un ataque sin precedentes, ha puesto en el centro del tablero al estrecho de Ormuz. Este paso marítimo, hasta hace poco desconocido para buena parte del público está en boca de todos los expertos. La posibilidad de que Irán, en represalia, decida cerrar este corredor estratégico —que controla parcialmente— ha encendido todas las alarmas. Es una advertencia contundente, que obliga a actuar con extrema cautela para evitar errores de cálculo. No en vano, hablamos de una de las arterias más importantes del comercio mundial. Es el paso marítimo por el que más hidrocarburos transitan a diario a nivel planetario.

«Cada día, por este corredor circulan unos 20 millones de barriles de crudo, además de un tercio de las exportaciones mundiales de gas natural licuado», explica a ABC Gonzalo Escribano, experto en energía del Real Instituto Elcano. Cualquier obstrucción en este embudo puede tener efectos en cadena: desde tensiones comerciales y energéticas hasta desestabilización militar o diplomática hasta llegar a nuestros bolsillos.

No sería la primera vez que se ha jugado con fuego en la zona. En los ochenta, hubo un despliegue masivo de buques de guerra estadounidenses para escoltar petroleros, en lo que fue la mayor operación de convoy naval desde la Segunda Guerra Mundial. Y Teherán llegó a colocar 150 minas en el estrecho. Las consecuencias de este enfrentamiento se saldó con muertos, una tensión global y una caída durante años de las exportaciones en la zona.

«Una generalización de la inestabilidad geopolítica en todo Oriente Medio sería una perturbación geopolítica tan brutal que verdaderamente tendría un impacto que va más allá de la energía»

Gonzalo Escribano

Experto en energía del Real Instituto Elcano

Más recientemente, en enero de 2020, el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, por orden de Donald Trump, disparó las tensiones en la región. “Piensen en lo que ocurrió entonces y multiplíquenlo por cien”, advertía Brian Katulis, del Middle East Institute.

El escenario actual sugiere una estrategia de presión: tensar sin romper, golpear sin cerrar completamente la válvula. Pero los riesgos siguen creciendo.

Un revés económico mundial, una crisis energética y un ganador ruso

Situado entre Irán y Omán, en el Golfo Pérsico, es una salida natural y la ruta más corta para todos los productores de crudo de la zona. Así como el paso idóneo de los barcos petroleros más grandes del mundo. En 2023, el 12% del petróleo consumido por España transitó por allí, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES).

Este paso de apenas 30 kilómetros de ancho en su punto más angosto canaliza materias primas, productos electrónicos, y gran parte de las exportaciones de crudo y gas de los países del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irak, Qatar y Bahréin) hacia Asia —especialmente China—, y en menor medida a América del Norte.

Si los pronósticos más pesimistas se hicieran realidad «implicaría una grave crisis energética e inflacionaria», apunta Escribano. Poner trabas en esta zona haría que el precio del barril de petróleo se fuera por las nubes. Desde los ataques del 13 de junio, el precio del Brent ha subido un 10%, superando los 77 dólares por barril, según Reuters. Y si se llegara a un cierre parcial durante un mes, Goldman Sachs estima que el Brent podría escalar hasta los 110 dólares. Rusia sería una de las grandes beneficiadas, al convertirse en proveedor alternativo para Asia cobrando un sobreprecio.

Europa, perjudicada

Para Europa, las consecuencias serían severas. «Una caída en el suministro de hidrocarburos, a medio plazo, sería insoportable», alerta Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas y general retirado. Un informe de Goldman Sachs del domingo predice que el Brent podría alcanzar un pico de 110 dólares por barril si los flujos de petróleo a través de Ormuz se redujeran a la mitad durante un mes.

«El Viejo Continente importa entre un 15% y un 20% del crudo de los países del Golfo. Si bien esta cifra pueda parecer pequeña, son mercados interconectados, y aunque su seguridad de suministro física no se vea comprometida, sí que habría un importante incremento de los precios tanto del gas como del crudo», subraya Ignacio Urbasos, del Real Instituto Elcano. «Y las rutas alternativas solo cubrirían un tercio de lo que se mueve ahora», añade.

En cuanto al gas natural licuado (GNL), Italia, Polonia y Bélgica serían los más perjudicados si se bloquea Ormuz. Qatar, desde la guerra de Ucrania, les suministra entre el 38% y el 45% del GNL , según el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA).

Asia, el más expuesto

Urbasos indica que China sería la más afectada si se alargara un bloqueo, el 40% de su crudo y buena parte del gas dependen de ese acceso. Y el caso sería aún más preocupante para el gas de Japón, Corea del Sur o India que recibe de Qatar el 50% del GNL. «Seguramente todos los países del Golfo están hablando con Irán, directa o indirectamente, para evitar un cierre total», apunta Urbasos.

Una zona gris con una creciente interferencia de los sistemas GPS

A la incertidumbre se suma una serie de interferencias detectadas recientemente en los sistemas GPS de buques que cruzan el estrecho y el Golfo. Miles de barcos han informado sobre fallos en sus equipos de navegación, con localizaciones erróneas o imposibles. «Irán prefiere generar perturbaciones sin llegar a un cierre formal del estrecho. Este país se siente más cómodo en acciones híbridas, en lo que se llama la zona gris, más que en acciones militares directas. Y creo que este va a ser el escenario central», detalla Urbasos.

Estas anomalías podrían deberse a una saturación de señales o a un sabotaje deliberado para confundir rutas y facilitar la captura de embarcaciones. «No está claro el origen de estas interferencias. Puede que busquen impedir que las maniobras militares sean rastreadas. Pero están reduciendo el tráfico en la zona: las grandes navieras tienen miedo y los costes de fletes y seguros se están disparando», señala Escribano. De hecho, dos superpetroleros han dado media vuelta cerca del Estrecho de Ormuz, el Coswisdom Lake y el South Loyalty.

De evitar un tiro en el pie… a un salto al vacío

Irán necesita mantener abierto el Estrecho de Ormuz para exportar sus hidrocarburos, especialmente a China, su principal cliente. «Pekín es su línea de vida, e Irán no será tan torpe como para dispararse en el pie cerrando un paso del que depende su economía», aclara Escribano. «Irán sería el mayor perjudicado con un bloqueo, pero si hubiese un acción militar por parte de Israel o de Estados Unidos que le impidiesen exportar petróleo las cosas cambian», agrega Urbasos.

Sin embargo, si instalaciones clave del país persa como la terminal de exportación en la isla de Kharg fueran atacadas y ya no podrían exportar nada, el escenario podría cambiar radicalmente. «Entonces, de perdidos al río», matiza Escribano.

El analista también apunta que si Irán o alguno de sus aliados, como los hutíes, deciden hacer explotar alguna instalación de exportación que esté sirviendo como alternativa al paso del Estrecho de Ormuz, «ya estamos hablando de una cuestión muy importante. Más allá de las cuestiones de suministro o precios, una generalización de la inestabilidad geopolítica en todo Oriente Medio sería una perturbación geopolítica tan brutal que verdaderamente tendría un impacto que va más allá de la energía», afirma.

Según Euronews, los misiles iraníes de corto y medio alcance podrían atacar infraestructuras clave como plataformas petrolíferas y oleoductos en el Estrecho de Ormuz. Y con los hutíes representar una amenaza para buques comerciales también en en el estrecho de Bab al-Mandab. Además de amenazar puertos a lo largo del Golfo , usar las lanchas rápidas armadas, drones marinos y el secuestro de embarcaciones.

'The New York Times' también advierte que el cierre de este paso podría aislar a los dragaminas estadounidenses en el Golfo Pérsico a un lado del estrecho. Por eso la Armada está buscando dispersar sus buques en el Golfo para reducir su vulnerabilidad. Y en caso de que minen Ormuz, «Irán puede hacer que sea enormemente costoso y peligroso tener que llevar a cabo una operación de desminado que duraría semanas», afirma el medio estadounidense.

Por ahora, concluye Escribano que si la situación escala aún más, las represalias iraníes podrían llevar al mundo a un punto de no retorno. «Estamos ante una coyuntura extremadamente delicada. Veremos cómo evoluciona».

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