BLOC CULTURAL,

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lunes, 25 de enero de 2016

¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE , EMBAJADORES INFORMATIVOS,./ VIAJANDO CON CHESTER -Enseñábamos a la mujer a valorarse, entonces no era tan fácil.

TITULO: ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE , EMBAJADORES INFORMATIVOS,.

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 ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE -


 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.




 EMBAJADORES INFORMATIVOS,.
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España conoció al primer presidente negro en EE UU, el amago de una Escocia independiente y los atentados en París gracias a ellos. Son los corresponsales y muchos se la juegan para informar: «En Corea del Norte no te dejan mover ni un músculo» foto,.
José Ángel Abad no levantaba ni un palmo del suelo, cuando allí, en su Gijón natal, rodeado de la suave brisa del mar y de las montañas asturianas, decidió que lo suyo era ser corresponsal. A diferencia de otros niños, él no quería ser ni futbolista ni astronauta, soñaba con viajar y contar grandes historias.

Así que con 22 años (ahora tiene 44) cogió su maleta y se fue a Serbia a cubrir la Guerra de Yugoslavia como freelance. Un año después lo fichó Antena 3 para sus informativos y al poco, le nombraron corresponsal de Galicia y Asturias. Superada la prueba, se encargó durante cuatro años de la corresponsalía de Londres y desde hace trece de la de Nueva York. «Lo curioso de este oficio no es tanto el factor geográfico, sino desenvolverte tú, solo, lejos de la redacción», explica Abad, quien confiesa que nunca pensó que el sueño se cumpliese. Como tampoco imaginó vivir, a escasos metros, la elección del primer presidente afroamericano de EE UU, Barack Obama. Y que además, sería uno de los mensajeros que diese la noticia en España. «Fue impresionante. No tanto por lo que vi a mi alrededor, sino por su dimensión histórica. Recuerdo que, esa noche, Obama salió y dijo: 'Hemos demostrado que estaban equivocados a los que decían que esto no conducía a ningún sitio'».
No es al único presidente estadounidense que ha visto de cerca. Con Bill Clinton, incluso pudo charlar. «Hace ocho años, fui a un pueblecito de Iowa y me lo encontré y estuvimos hablando cinco minutillos. En ese momento no estaba el cámara y yo no sabía si dejar a Clinton e ir a buscarle, en cuyo caso no volvería a encontrarlo, o si charlar con él y no tener la entrevista. Me quedé con él y la verdad que no estuvo nada mal. Hasta le gasté la broma de que ya que no se podía presentar a las elecciones de Estados Unidos, podía intentarlo en España que seguro que ganaba fácilmente... se rio».
¿Gana en las distancias cortas?
Es un hombre muy campechano y se toma las conversaciones improvisadas como una oportunidad para divertirse. Y eso es una gran ventaja, porque no solamente él es más feliz, sino que reparte un poco de simpatía a los demás.
Mavi Doñate Pekín
«Los españoles nos juntamos para hacer tortilla»
El mayor regalo que le ha hecho TVE a Mavi Doñate es la corresponsalía de Asia. «Cuando me tanteaban sobre el destino siempre decía: 'El que no quiera nadie', así que cuando me ofrecieron Pekín me pareció un reto apasionante por su gran contraste», confiesa desde la capital china, en la que lleva cinco meses.
Es poco tiempo, pero el suficiente para saber lo más importante: «Hay que armarse de paciencia». Un consejo que también le dieron sus antecesoras, Marian Serén y Almudena Ariza. «Aunque son la segunda economía mundial, tienen una dictadura comunista y no confían en la prensa extranjera. Y cuesta que un experto te hable. Tienes que insistir mucho».
Sus primeros días fueron un rápido curso de 'aprendizaje'. «Fue muy difícil trabajar, hasta el punto que casi nos agreden, nos querían quitar la cámara, pero finalmente se llevaron una de las tarjetas. Era gente de la calle, pero yo creo que estaba aliada con la policía. En China la información fluye a cuentagotas». Al igual que en Corea del Norte, «donde se respira la falta de libertad y no puedes mover ni un músculo sin que un guía te lo permita».
Además de la gente, ¿qué echa de menos de España?
En 'Españoles por el mundo' siempre decían que la comida, pues yo echo de menos la luz, los cielos de Madrid sin contaminación y una ciudad más organizada. Aquí hay un tráfico infernal. Incluso por la cera, pasan coches y motos. Pero no sé que tiene Pekín que a mí me atrapa y me gusta.
¿Y la tortilla y el jamón?
Ja, ja, ja ¡De momento no! Es cuestión de reunirse con otros españoles y hacer una tortilla. Y el jamón serrano aprovechamos siempre los viajecillos de alguno.
Maite García Tokio
«Me prestaron el cable en un karaoke para poder grabar»
«Cuando en España os vais a dormir empieza mi día en Japón», así define Maite García, colaboradora en los informativos de Telecinco, su vida al otro lado del globo. Sus mañanas trascurren entre aprender nipón y la televisión pública de Japón, el canal NHK para el que trabaja frecuentemente. «Después de comer, me uno al horario español y si hay algo noticioso lo preparó con el jefe de internacional», explica a este periódico.
Maite que se trasladó a Tokio por motivos personales disfruta mucho «con el respeto y los buenos modales de sus gentes». «Cuando hago entrevistas por la calle todo el mundo se presta a responderme, independientemente del tema», confiesa.
Tal es la buena voluntad de los japoneses, que la reportera aún recuerda el día en el que el dueño de un karaoke le prestó un cable para un directo. «Hace dos años sufrimos un temporal de nieve terrible y el cable del micrófono se quedó congelado cuando estaba grabando. Eran las once de la noche y comprar uno era imposible. Así que como esta ciudad tiene un karaoke en cada esquina, entré a pedir uno. Imagínate la cara del dueño... Él no hablaba inglés y yo apenas chapurreaba japonés. Finalmente nos entendimos con la ayuda de otra gente y me lo prestó. A pesar del cubilete de Telecinco, el trípode y la cámara no sé si se creyó que era una periodista trabajando para una televisión española. Fue muy surrealista». Como lo es también la televisión del país. «No tiene nada que ver con la nuestra. En general, abusan mucho de los rótulos y de los efectos de sonido. ¡Parece un videojuego!».

 TITULO:  VIAJANDO CON CHESTER - Enseñábamos a la mujer a valorarse, entonces no era tan fácil.  

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VIAJANDO CON CHESTER

Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.





 Enseñábamos a la mujer a valorarse, entonces no era tan fácil. 

Inés Macarro, en la sede vecinal de El Progreso. :: C. MorenoLos colectivos de la Margen Derecha le rinden un homenaje en las Candelas por su labor en el centro de promoción de la mujer,. foto,.

Inés Macarro tiene 83 años. Viuda desde hace más de treinta, madre de cuatro hijos y abuela de cinco nietos, habla con perspectiva social. En los años setenta se puso al frente del centro de promoción de la mujer de la UVA y todavía sigue al pie del cañón. Cada tarde es la primera en llegar a la sede vecinal de El Progreso. Bolichera veterana, el próximo fin de semana recibirá un homenaje de sus vecinos en las candelas por su dedicación.
La función de un centro de promoción de la mujer ha cambiado mucho en este tiempo.
En los años setenta empecé en la UVA. Echando cuentas, llevo más de treinta años. Enseñábamos a la mujer a valorarse, entonces no era tan fácil. Aunque hoy parezca algo superado, los que hemos vivido esa época sabemos que no. Queríamos que fueran responsables de ellas mismas. Había una niña, de las más jóvenes, que a las cinco de la tarde salía corriendo para ponerle el café al marido. Y no era la única.
¿Cómo se percataron de esa necesidad?
Mi amiga Juana y yo nos dimos cuenta de que había muchas niñas en las esquinas sin hacer nada por las tardes. Les enseñábamos a coser, punto de cruz, a coger una bastilla, pegar un botón, pero también a hablar bien y desenvolverse socialmente. A relacionarse.
Nada que ver con las generaciones actuales.
De eso estoy muy orgullosa. De ver como las generaciones posteriores han ganado en independencia y autonomía. Ahora estudian más que los hombres. Recuerdo a una mujer que vino llorando a que le enseñáramos a escribir porque estuvo con su marido en un hospital de Madrid y cuando el médico le pidió que firmara la autorización para la intervención tuvo que hacerlo poniendo la huella del dedo. «Extremeña tenías que ser», le dijo el médico. Cuando me lo contó, me dolió tanto como a ella.
Y la señora aprendió a escribir, supongo.
Sí, sí. Como muchas, no sabía porque nadie le había enseñado, no por menos capacidad para aprender.
También estuvo con los internos de la cárcel.
Hacían falta voluntarios y me lo propuso mi hermana. Al final acabé en el módulo de hombres, en el siete, que entonces era el de los más peligrosos. Trabajé el macramé, nudos decorativos con cuerda, muy parecidos a los bolillos. Te das cuenta lo duro de aquello. Los internos se asomaban a vernos por los pasillos porque decían que traíamos el olor de la calle, el aire de fuera. Siempre nos trataron con mucho cariño y mucho respeto.
¿Es cierto que en la Margen Derecha hay más conciencia de barrio que en otros sitios de Badajoz?
No sé, pero diferenciar a la gente según el barrio es una tontería. Hay que respetarse, y eso algunas veces se hace y otras no. No depende de donde vivas. En El Progreso llevo toda la vida y en la asociación más de treinta años. Aunque no se valore lo suficiente, la labor de las asociaciones vecinales es muy importante. Pateamos la calle. La gente te conoce, te pregunta. Aquí encuentras a personas muy comprometidas que quieren mejorar el sitio donde viven.
En los últimos años han tenido un papel activo para combatir los efectos de la crisis.
Tengo en el grupo de niños a dos hermanos que sus padres se ganan la vida vendiendo calcetines en la puerta del banco. Con eso lo digo todo.
Y lo del premio, como lo recibe.
No me lo merezco. Yo siempre he hecho lo que me gustaba. Nadie me obligaba y sólo busco ayudar a los demás. Por eso lo veo inmerecido, pero estoy muy contenta.
¿Cómo definiría usted a los jóvenes de hoy?
Hemos ganado en libertad, tolerancia, pero no se implican mucho. Son más cómodos. Noto mucha apatía y lo achaco al móvil y la tele. No quiero que parezca que estoy en contra del progreso. Ni mucho menos. Avanzamos a marcha forzadas y eso es muy positivo.
¿Los encajes de bolillos siguen interesando?
Sí. El otro día hubo una reunión de profesores de toda España aquí. También tengo un grupo de niños y tenemos la agenda repleta de viajes y concentraciones. Para mí es una forma de homenajear a mi madre. Ella fue la que me enseñó, de niña no me gustaba. Ahora lo hago por ella.

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