BLOC CULTURAL,

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domingo, 4 de diciembre de 2016

EN PRIMER PLANO - A FONDO - BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! -LOLA HERRERA,./ REVISTA XL SEMANAL XL PORTADA ENTREVISTA -¡ ATENCIÓN Y OBRAS! CINE - LA FABRICA DE IDEAS,./ EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER - UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( LXXVI ),.

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! -  LOLA HERRERA,.

 ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR ! CADENA 100 ,.
 
  Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate.,etc.

 LOLA HERRERA,.

fotos, Lola Herrera: "Hice terapia para quitarme el miedo a morir",.

Espléndida a sus 81 años, Lola Herrera interpreta una nueva obra de teatro en la que aborda un tema tan inquietante como decisivo. el derecho a elegir cómo pasar el tramo final de la vida. La actriz vuelve a ser ella misma, dentro y fuera del escenario.

La fama le llegó a través de la televisión. Historias para no dormir, Estudio 1… y corrían los años cincuenta cuando rodó su primera película, Pórtico de la gloria (1953). Pero el gran público la recordará siempre interpretando, sola en el escenario, Cinco horas con Mario. Y, en la gran pantalla, una película también marcará un antes y un después en su carrera y en su vida personal: Función de noche (1979). Hoy, Lola Herrera es Alejandra en La velocidad del otoño, a las órdenes de Magui Mira. Su papel es el de una artista de 79 años que decide cómo quiere vivir el resto de sus días e incluso cómo quiere morir.
XLSemanal. No ha lugar preguntarle cómo está, porque se la ve como una pera.
Lola Herrera. ¡Bueno! Como una pera un poco pasadilla [ríe]. Aunque, desde luego, no me voy a quejar porque, para los años que tengo -ya he cumplido 81- y el trasiego de trabajo que llevo, estoy bien.
XL. ¡Está muy bien y no para!
L.H. Yo creo que soy hiperactiva. Cuando he pensado en algún momento dejar el teatro, he sentido mucho vértigo. Llevo este ritmo desde hace 61 años y el teatro es mi alimento y mi bienestar. Mi trabajo es mi razón de ser.

TEATRO LOLA HERRERA Y JUANJO ARTERO. Avilés ©Foto Marieta AVI
‘La velocidad del otoño’ llega a Madrid. Lola Herrera vuelve a compartir escenario con Juanjo Artero / Foto: Marieta
XL. En La velocidad del otoño representa a una madre algo bohemia dispuesta incluso a quitarse la vida porque su familia no la deja vivir ni morir como ella quiere. Y será la llegada de su hijo pequeño (Juanjo Artero) quien dé un vuelco radical a sus emociones.
L.H. Los otros hijos, supongo que también muy queridos, no llegan a comprender una situación ni un deseo al que su madre tiene derecho. Es muy doloroso que esto ocurra porque todos tenemos derecho a vivir y morir como queramos.
XL. Parece que el cine es mucho más ingrato que el teatro con las actrices de cierta edad.
L.H. En Inglaterra no es así. todas las actrices mayores trabajan en el cine y en la televisión. Sin embargo, en España como en América nos jubilan muy pronto y los galanes pueden seguir siéndolo con 60 y 70 años porque ellos maduran. Sus parejas en el cine, en cambio, tienen 25 o 30 años porque nosotras envejecemos. Es un desprecio y un rechazo total a la vejez, sobre todo en la mujer, que no entiendo.
XL. ¿Porque damos culto a la juventud?
L.H. ¡Pero si joven solo se es un ratito muy pequeño! Cuando quieres darte cuenta, ya no eres joven. Yo abogo mucho por la vejez, que está tan menospreciada, y por la naturalidad de la vejez, que también tiene su estética y su belleza. No entiendo una sociedad que desprecia la vejez, una sociedad para la que la gente mayor se vuelve invisible, como si esto fuera una cosa de unos cuantos nada más; sin pensar que el que no llega a ser mayor es porque se ha muerto joven y no ha vivido.
XL. Cómo se prepara mentalmente para aceptar que solo le queda un puñadito de años por delante?
L.H. Yo tenía mucho miedo a la muerte. Hace años, para mí era un horror pensar en ella. Yo nací muy asustada. me sacaron con fórceps, fue un parto muy difícil, me rompieron una clavícula, me arañaron la cara… ¡Vamos, que salí hecha un cristo! Y supongo que aquella niña se asustó muchísimo desde el día que nació. El tema de la muerte era algo tan patológico que decidí hacer una terapia y, afortunadamente, funcionó porque yo no podía crisparme de aquella manera cada vez que pensaba en la muerte.

“No entiendo el desprecio y rechazo a la vejez. ¡Pero si joven solo se es un ratito muy pequeño!”

XL. ¿Terapia para aceptar la muerte?
L.H. Sí, hice terapia con una psiquiatra para quitarme el miedo a morir. La verdad es que fue muy positivo. Yo ahora quiero morirme, si es posible y si soy consciente de que me muero, tranquila. No pido más. Ahora que cada vez estoy más cerca del final, vivo el día a día, no hago planes de futuro y, cuando llegue, llegó.
XL. Su madre murió con 95 años y su tía, con 105. Si la genética funciona, le quedan 15 o 20 por delante.
L.H. Precisamente, porque he visto la muerte muy de cerca, quiero morir tranquila. Mi madre murió hace unos años y mi tía, el pasado mes de febrero; y las dos con la cabeza bien hasta el final.
XL. ¿Qué le hace mucha ilusión en la vida?
L.H. Me ilusiona ir al cine, me gusta muchísimo. Me ilusiona tener tiempo para sentarme en una terraza, muy tranquilamente, y ver pasar a la gente. Me ilusiona hacer planes para irme de viaje y meterme en los tugurios donde se toca jazz, que me encanta. Y tengo ilusión por volver a clases de pintura porque pintar me gusta muchísimo.
XL. Lola Herrera es una mujer elegante que se diseña su propia ropa y que incluso hizo varias colecciones a través de la firma Bababa.
L.H. Es cierto, pero ahora ya diseño solo para mí. Una prima mía, que era modista en Madrid, me enseñó muchas cosas y con solo 16 años sabía cortar una falda capa al bies [sonríe]. Ahora sé perfectamente lo que me sienta bien y lo que no. Así que lo diseño, busco las telas y voy a una modista para que me lo confeccione.
XL. Sorprende que, a su edad y con una trayectoria como la suya, no haya recibido todavía el Premio Nacional de Teatro. ¿A qué cree que se debe?
L.H. Lo de los premios es una cosa que no he entendido muy bien nunca. Si te los dan, bienvenidos; si no te los dan, no pasa nada. No soy ni mejor ni peor por tener más premios.
XL. Pero animan y se agradecen.
L.H. Sí, sobre todo aquellos que tienen una cantidad en metálico y que por eso son más codiciados [ríe]. A mí de estos no me han dado ninguno nunca. Creo que algunos premios te acaban llegando si perseveras en la profesión; pero yo no soy codiciosa de premios. mi codicia se circunscribe a seguir subiéndome al escenario y pasarlo bien.

“A casi todas las mujeres nos engañan los hombres. Pero unas se dan cuenta y otras, no. Yo nunca me he hecho la loca”

XL. ¿Se ha acostumbrado a vivir en la inseguridad permanente de los actores?
L.H. Esta es la forma de vida que yo he elegido. Siempre he vivido en la inseguridad, sigo viviendo en ella y tiene su aliciente. Yo no me hubiera sentido a gusto en un trabajo que empieza y termina siempre a la misma hora y en el que se hacen siempre las mismas cosas.
XL. No todo el mundo puede decir que trabaja en lo que le gusta.
L.H. Es verdad y para mí poder hacerlo es un lujo total, aunque es frecuente que pagues por ello un peaje y que no te permita acomodarte nunca. Pero yo creo que no instalarte en la comodidad es una buena cosa para poder crecer.
XL. ¿Se ha tenido que tragar muchos sapos para sobrevivir?
L.H. Sapos no me he tragado ninguno y he dicho las cosas muy claramente en épocas en las que no se podía decir casi nada; incluso he plantado cara a directores muy muy severos. Eso no quita para que no haya tenido otro remedio que hacer trabajos que no quería hacer.
XL. Es la mayor de seis hermanos, su padre era ferroviario y cuenta que en su casa no se llegaba ni a mitad de mes.
L.H. Yo nací justo un año antes de que empezara la guerra y me tocó vivir todas las penurias de la guerra y de la posguerra. A los racionamientos se unían muchas otras carencias.
XL. ¿Su padre siempre tuvo trabajo?
L.H. Sí, pero los sueldos de los ferroviarios no cubrían las necesidades mínimas de una familia. Ahora le pasa lo mismo a muchísima gente que trabaja, gana un sueldo muy pequeño y no puede cubrir sus necesidades. Hay tantísimos que, pese a tener trabajo, son pobres…
XL. ¿Usted ha logrado vivir bien?
L.H. Bueno… yo he vivido siempre al día y he conseguido sacar adelante a mi familia yo sola. Con el teatro, ningún actor se hace rico [sonríe].
XL. Pero con la televisión, sí; y usted ha hecho mucha.
L.H. Yo he hecho mucha tele cuando la tele se pagaba mal. La televisión ha pagado siempre mejor que el teatro, pero entonces no se ganaba en ella como se ganó después con las series y con algunos programas… Yo no me voy a quejar porque he sacado unos hijos adelante y he hecho de hombre. de padre y madre de mis hijos. Todo lo que entraba en mi casa era lo que ganaba yo; y éramos una familia muy grande porque mis padres se vinieron a mi casa para poder criar a mis hijos y a mis hermanos y yo siempre he sido el cabeza de familia de todos… y muy espléndida.

Las actrices Natalia Dicenta y Lola Herrera, madre e hija / Foto: Roberto Iván Cano
XL. Su matrimonio con Daniel Dicenta duró poco.
Las actrices Natalia Dicenta y Lola Herrera, madre e hija.L.H. Muy poco: siete años, pero nacieron mis dos hijos -Natalia y Daniel-.

La gente no entiende que puedas ser plenamente feliz viviendo sola. Yo creo en la pareja, pero estoy encantada sola. Es un regalo que me ha hecho la vida”

XL. Quince años después de que su marido se fuese de casa, rodó Función de noche. Una película en la que contó su historia, habló de infidelidades, de sexualidad, de crisis de pareja, de traumas…
L.H. Me desnudé por completo [metafóricamente hablando]. Fue un escándalo, viví experiencias penosas, me criticaron muchísimo… Pero es lo mejor que he hecho por mí. aquello me quitó todos los traumas para el resto de mi vida y me dio fuerzas.
XL. ¿Fue una terapia no buscada?
L.H. No me lo planteé como terapia, desde luego. Al principio fue durísimo para mí y lo pasé muy mal porque me dieron bofetadas por todas partes; pero no hay nada mejor que vaciarse, por mal que lo pases. Todavía no sabes la cantidad de mujeres que me hablan de esa película. Creo que hizo mucho bien, no solo a mí.
XL. Al parecer, Función de noche se recomienda todavía en muchas consultas de psiquiatras…
L.H. Es verdad. Yo lo hice también porque pensé que lo que yo gritaba no era algo que me hubiera pasado solo a mí. Hablé de todo lo que normalmente no se habla, tampoco ahora, pero menos en el 79.
XL. ¿No cree que elige mal a los hombres? Después de separada tuvo algunas relaciones en las que la engañaron también, le fueron sus parejas infieles, no le contaban la verdad… ¿No será que le gustan un poco canallas?
L.H. ¡No me gustan nada canallas! [Ríe]. Lo que pasa es que nos engañan a casi todas. Lo malo es que te des cuenta o no te des cuenta. Esto es una cosa bastante común, aunque siempre habrá alguna excepción que confirme la regla. También hay mucha gente que lo aguanta y que lo tolera y muchas otras mujeres que se hacen las locas. Y yo no me he hecho la loca nunca.

“Sapos no me he tragado. He dicho siempre las cosas claras. Eso no quita para que haya tenido que hacer trabajos que no quería hacer”

XL. ¿No cree entonces que haya muchos matrimonios felices y sin engaños?
L.H. Muchos, no; pero sí creo que haya alguno. Yo no hago estadísticas, aunque, por lo que cuentan, lo normal es el engaño. Yo ya no me acuerdo de los nombres de algunos con los que he estado -hace ya tantos años-, pero sí de que me han engañado bastantes veces. Y, sin embargo, te diré que, con lo mal que me ha ido a mí, yo creo en la pareja, aunque entiendo mi situación como un regalo que me ha hecho la vida.
XL. ¿Qué regalo le ha hecho la vida?
L.H. Si bien por un lado me ha quitado la posibilidad de formar una familia unida, como la de mis padres -unidos siempre, queriéndose con locura, generosos el uno con el otro-, por el otro me ha dado la generosidad de poder vivir sola y encantada. Es curioso porque me lo han preguntado muchas veces y es que la gente no entiende que puedas ser plenamente feliz sola. Hace unos años incluso se presuponían muchas cosas si vivías sola… y ninguna buena.

 TITULO:  REVISTA XL SEMANAL XL PORTADA ENTREVISTA -¡ ATENCIÓN Y OBRAS! CINE - LA FABRICA DE IDEAS,.

 REVISTA XL SEMANAL XL PORTADA ENTREVISTA  - LA FABRICA DE IDEAS,.

 ¡ATENCIÓN Y OBRAS! CINE - Resultat d'imatges de ¡ ATENCIÓN Y OBRAS !

 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.


 LA FABRICA DE IDEAS,.

MIT: la fábrica de ideas, fotos.

Harvard, Oxford, Stanford… No, la mejor universidad del mundo es el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT. Robótica, biotecnología, diseño aeroespacial… Visitamos el mayor centro de creación tecnológica del planeta, de la mano de los investigadores y estudiantes españoles

Cada año se publica la lista QS World University Rankings, que elige a los mejores centros universitarios del planeta. En los primeros puestos hay oscilación. Harvard, Cambridge, Oxford o Stanford se mueven entre el segundo y el quinto puesto. Pero una posición permanece fija: el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ocupa siempre el primer lugar. En un centro del que han salido ya 87 Premios Nobel, hay que remontarse a 1992 para dar con un año en que el galardón de la Academia sueca no recayera en un profesor o antiguo alumno de esta universidad.
MIT Media Lab, Location: Cambridge MA, Architect: Maki and Associates, Leers Weinzapfel Associates
Entrar en un centro de semejante prestigio no es fácil. el 90 por ciento de los estudiantes que se postula es rechazado. Para evitarlo, los que tratan de acceder empiezan a prepararse ya en el instituto. Cuenta la nota media y la rama elegida: recomiendan que se haya cursado Física, Química, Biología… Aunque no es imprescindible. Y, a continuación, hay que aprobar el SAT, equivalente a la selectividad española, y el TOEFL, para verificar el nivel de inglés. Ayudan, por cierto, las cartas de recomendación de profesores…

La importancia de ‘un padrino’

Entre los 11.500 alumnos hay 4000 que son internacionales y, entre ellos, 70 españoles. Pablo Fernández del Campo, vallisoletano, es uno de ellos, aunque él llegó aquí con una beca de estudios de una institución española, algo a lo que él concede una gran importancia. «Por un lado, te da un soporte económico, así que el MIT tendrá que invertir menos dinero en tu estancia. Además, que te concedan una beca de prestigio en tu país indica que ya has pasado un filtro. Alguien ha dicho que eres bueno en lo tuyo».

La matrícula: 35.000 euros

En cualquier caso, el 60 por ciento de los estudiantes del MIT cuenta con una beca de la propia universidad. Algo capital, ya que la matrícula supera los 35.000 euros anuales. Además, se incentiva que los estudiantes de licenciatura vivan en el campus: más de 8000 euros extra.

En la actualidad hay 70 estudiantes españoles en el MIT. El sueño: crear tu propia ‘start-up’. Ya han salido más de 800 de esta universidad

«En España estudias en la universidad y te vas a casa. Aquí se hace la vida en el campus. Los estudiantes pasan 24 horas aquí. Tienen todo lo que necesitan: comida, grupos con los que hacer un proyecto…», cuenta Íñigo del Portillo, que cursa su doctorado en el Departamento de Aeronáutica y Astronáutica.

De profesor: un Premio Nobel

Si eres estudiante de este centro, es muy probable que recibas clase de un Nobel, como explica Jesús del Álamo, profesor de Microelectrónica. «Todos los profesores damos clase, tengas un Premio Nobel o todos los premios habidos y por haber. Pero, además, si en otros sitios los profesores más célebres dan clase a grupos reducidos, aquí es todo lo contrario. los prestigiosos dan a los niveles más bajos y a grupos lo más amplios posible. Así se multiplica su impacto como profesor».
El MIT abrió sus puertas en 1865. Inicialmente se ubicó en Boston, pero unos años después, en 1916, cruzó el río Charles para instalarse definitivamente en Cambridge. Diversos actos conmemoran este año un siglo en su nuevo campus. Aunque hablar de campus puede dar una idea equivocada. Los edificios del MIT se expanden a lo largo de la ciudad de Cambridge, no muy lejos de los de Harvard. Y cada vez más compañías se están instalando en torno a la plaza de Kendall, el corazón del campus. desde Microsoft a Novartis. Y start-ups, muchas start-ups.

Todos los profesores con un Nobel dan clase. Y siempre a los estudiantes de primer año y a grupos muy amplios, para aumentar su impacto

«Hay un edificio aquí, llamado One Broadway, donde se han formado 800 start-ups -explica Ester Caffarel Salvador, que recaló en MIT hace un año-. Aquí, las start-ups nacen en la universidad. En el laboratorio donde trabajo yo han surgido ya muchas y se fundarán otras pronto». El laboratorio al que se refiere es uno de los más grandes del mundo: el Langer Lab. Lleva el nombre de Robert Langer, investigador que maneja un presupuesto de 10 millones de dólares anuales. Ha fundado más de 30 compañías, ha inscrito más de 1100 patentes y ha firmado más de 1300 artículos científicos. El jurado de uno de los premios que acumula estimó que sus descubrimientos habían mejorado la vida de 2000 millones de personas. Valga todo esto como ejemplo de lo que se cuece en el MIT.
MIKEL PETRI (GERONA)

insituto tecnologia xlsemanal MIT (1)
“Yo estoy becado, pero aquí ves a muchos hijos de banqueros”
Tiene 27 años y nació en Blanes. Se graduó en Económicas y Empresariales por la Pompeu Fabra de Barcelona con 9,54 de media. Llegó al MIT el año pasado. Justo antes se casó y ahora vive aquí con su mujer. Hace su doctorado en Economía.
XL. ¿Cuánto se quedará en MIT?
M.P. Unos 4 o 5 años. Es lo que se suele tardar en terminar el doctorado. Das 2 años de clase antes de elegir especialidad.
XL. ¿Cuál elegirá?
M.P. Economía Internacional y Macroeconomía. Me atrae el tema de las burbujas. Empecé a estudiar economía con la crisis.

XL. ¿Es diferente el sistema universitario americano del español?
M.P. Muchísimo. Aquí, tú no entras a hacer una carrera, entras al MIT. El sistema se basa más en la variedad que en la profundidad. Eres más libre a la hora de elegir las asignaturas. Y no obtienes solo un título, sino que eliges tu major [área general de estudio] y tu minor [especialidad].
XL. ¿Deben estar relacionados?
M.P. No. Puedes tener un major en economía y un minor en teatro. Pero no es lo habitual.
XL. ¿Es fácil adaptarse a Boston?
M.P. Lo profesional aquí es muy atractivo. Tus compañeros son gente muy buena en lo suyo. En lo personal es más difícil. Viven para trabajar. ¡Lo de la tapita con los amigos no se ve! Pero es una sociedad muy abierta, te integran rápido.
XL. ¿Está integrado?
M.P. Totalmente. Soy parte de esta comunidad. Las universidades invierten mucho en que los alumnos estén bien. Que te sientas parte del club.
XL. ¿Lo consiguen?
M.P. Para muchos estudiantes, esta es la mejor época de su vida. Y luego lo aprecian. la mayor parte de los ingresos de las universidades son donaciones de antiguos alumnos.
XL. ¿Cómo son sus compañeros?
M.P. En Estados Unidos, la renta de tus padres es un excelente predictor de lo que será la tuya. Yo vengo de una familia humilde, mis padres no fueron a la universidad y, junto con mi hermano, soy el primero que ha podido acceder a una. En la norteamericana a menudo ves a hijos de banqueros… Pero el 60 por ciento estamos becados.
XL. ¿Y los profesores?
M.P. Hay una relación muy cercana. Somos como 20 alumnos por clase, a veces 5. Incluso invitan a los alumnos a cenar a su casa.
XL. ¿Volverá a España?
M.P. No lo sé. Echo de menos España, pero aquí hay más oportunidades.


JUAN RUIZ RUIZ (MURCIA)

insituto tecnologia xlsemanal MIT (5)
“Tenemos una asociación de españoles. No es fácil conocer gente”
Murciano de 27 años, estudió Física e Ingeniería Aeronáutica en París. Lleva 3 años en MIT, haciendo su doctorado. Además, preside la asociación Spain@MITque aglutina a los españoles de la universidad.
XL. ¿Cuál es su campo de investigación?
J.R.R. La fusión nuclear. Una tecnología muy prometedora, pero muy compleja.
XL. También es presidente de Spain@MIT…
J.R.R. Somos una asociación de estudiantes españoles en MIT. Unos cien.
XL. ¿Qué hacen?
J.R.R. Asesoramos a los nuevos estudiantes, montamos eventos, encuentros con investigadores que viven en Boston… Todos los años hacemos una cena de bienvenida, con paella, jamón… ¡Este año fuimos 200! Un éxito. Es importante porque aquí no es fácil conocer gente.
XL. ¿Cómo llegó a MIT?
J.R.R. En 2013. Para mi proyecto final de carrera contacté con un profesor español, que fue mi director de proyecto durante cuatro meses de prácticas. Mi intención era hacer el doctorado aquí con él, pero me dijo que se iba a retirar y que no podría ayudarme a buscar financiación para el doctorado.
XL. ¿Y qué hizo?
J.R.R. Empecé a buscar. Me ayudó mucho estar físicamente aquí. Al final empecé a trabajar en el centro de fusión con mi actual directora de tesis.
XL. ¿Fue difícil?
J.R.R. Mucho. Casi tiro la toalla. Pero una entidad bancaria española me concedió una beca. Esa misma semana me dijeron que me aceptaban aquí. No me lo creía, el mundo me sonreía.
XL. ¿La beca tuvo algo que ver?
J.R.R. Creo que sí. Les interesa mucho, porque les ahorra un dinero importante.
XL. ¿Volverá a Europa?
J.R.R. No lo sé. Si pasas aquí tres o cuatro años, empiezas a hacer una red de contactos en tu campo. Mi profesora me pone en contacto con profesores, científicos…
XL. ¿Cómo es su día a día en MIT?
J.R.R. Muy competitivo. Es un bucle. si trabajas bien, puedes conseguir una beca para la investigación. Si te dan no sé cuántos millones para investigar, habrá gente interesada en que trabajes con ellos.


ESTER CAFFAREL (BARCELONA)

insituto tecnologia xlsemanal MIT (2)
Licenciada en Biotecnología por la Autónoma de Barcelona, pasó por Milán y Belfast antes de recalar en MIT. El centro acudió en su búsqueda: necesitaban expertos en microagujas. Ella al principio se resistió… pero lleva ya un año. Tiene 30.
XL. ¿Cuál es su campo de investigación?
E.C.S. Las microagujas.
XL. ¿Microagujas?
E.C.S. Con ellas podremos administrar medicamentos en cápsulas, por vía oral, que en pastilla no son
absorbidos por el organismo.
XL. ¿Y por qué?
E.C.S. El estómago tiene un pH muy bajo y destruye el fármaco. O lo degradan las enzimas del intestino. Por eso los diabéticos se inyectan insulina.
XL. ¿Cuál es su papel en el proyecto?
E.C.S. Formo parte del Langer Lab, uno de los laboratorios más grandes del mundo. Somos más de 100 personas. Yo coordino el proyecto. Somos cuatro personas a tiempo completo.
XL. ¿Cómo es su jornada?
E.C.S. Llego a las ocho. Siempre tengo una o dos reuniones. Además, superviso la tesis de una estudiante de máster. Y también a una estudiante que me ayuda con los experimentos. ¡No paro!
XL. Desde luego.
E.C.S. Pero cada semana es diferente. Hace poco hice un curso de medicina en Harvard. Estaba allí de ocho a cinco y luego iba a mi laboratorio. ¡Me quedo aquí hasta las diez de la noche!
XL. ¿Es normal que alguien del MIT acuda a Harvard?
E.C.S. Sí, hay mucha colaboración. No solo cursos. Yo, por ejemplo, uso sus instalaciones para imprimir los moldes para mis investigaciones.
XL. ¿Cómo llegó a MIT?
E.C.S. Estaba en Belfast y desde el Langer Lab de MIT contactaron con mi jefe porque buscaban a gente con experiencia en microagujas. ¡No quería venir! Porque en Estados Unidos hay muy pocas vacaciones y se trabaja mucho. Pero era una buena oportunidad.
XL. ¿Dónde vive?
E.C.S. Al llegar, con cinco chicos. ¡Teníamos hasta ratones en casa! Ahora somos dos. La vivienda es cara y los postdocs estamos mal pagados. Injusto… pero estás en corazón de la investigación.


JESÚS DEL ÁLAMO (SORIA)

insituto tecnologia xlsemanal MIT (3)
“Es abrumador tener estudiantes mucho más brillantes que tú”
Profesor e investigador en MIT, en el campo de la nanoelectrónica. Ingeniero de Telecomunicaciones por la Politécnica de Madrid y doctorado en Stanford. Es profesor de MIT desde 1988.
XL. Dirige los Laboratorios de Tecnología de Microsistemas. ¿Qué estudian?
J.D.A. Empujamos la nanoelectrónica hacia el futuro fabricando transistores cada vez más pequeños.
XL. ¿Cuándo entró usted en MIT?
J.D.A. En 1988. Cambridge se ha transformado muchísimo. Cuando empecé, era una zona inhóspita, fea y con mucha criminalidad. ¡Y había solo un restaurante!
XL. Nada que ver con la actual.
J.D.A. Exacto. Cambridge se ha transformado profundamente. El MIT ha funcionado como imán para muchas compañías, sobre todo de biotecnología.
XL. Muchas de esas empresas, además, nacieron aquí.
J.D.A. Sí. Se fomenta mucho que estudiantes y profesores monten sus propias start-ups. El primer trabajo de muchos alumnos será montar su propia start-up cerca del MIT.
XL. ¿Y eso?
J.D.A. Uno de los principios de MIT es learning by doing, ‘aprender a base de hacer’.
XL. Usted estudió en Stanford, otro centro de élite. ¿En qué se diferencia del MIT?
J.D.A. El enfoque de MIT está muy centrado en ciencia y tecnología. Aunque es una universidad muy completa y tiene estudios en humanidades, arquitectura. Pero, a diferencia de Harvard o Stanford, no tenemos escuela de medicina o de leyes.
XL. ¿Cómo es el alumnado en MIT?
J.D.A. Su motivación y su energía es lo más espectacular. Abruma tener ante ti a estudiantes que son mucho más brillantes que tú. ¡Y hay muchos así! Sabes que transformarán el mundo.
XL. ¿Nota mucha diferencia con la universidad en España?
J.D.A. Seguro que habrá cambiado mucho desde que yo estuve. Pero veo una diferencia fundamental. aquí creemos en el learning by doing, aprender haciendo. Los estudiantes comienzan muy pronto a participar en proyectos de investigación.

   TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER - UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( LXXVI ),.



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Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.

 

 

UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( LXXVI ),.

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Llegados a este punto del disparate hispano en aquella matanza que iba a durar tres años, conviene señalar una importante diferencia entre republicanos y nacionales que explica muchas cosas, resultado final incluido. Mientras en el bando franquista, disciplinado militarmente y sometido a un mando único, todos los esfuerzos se coordinaban para ganar la guerra, la zona republicana era una descojonación política y social, un disparate de insolidaridad y rivalidades donde cada cual iba a lo suyo, o lo intentaba. Al haberse pasado la mayor parte de los jefes y oficiales del ejército a las filas de los sublevados, la defensa de la República había quedado en manos de unos pocos militares leales y de una variopinta combinación, pésimamente estructurada, de milicias, partidos y sindicatos. La contundente reacción armada popular, que había logrado parar los pies a los rebeldes en los núcleos urbanos más importantes como Madrid, Barcelona, Valencia y el País Vasco, había sido espontánea y descoordinada. Pero la guerra larga que estaba por delante requería acciones concertadas, mandos unificados, disciplina y fuerzas militares organizadas para combatir con éxito al enemigo profesional que tenían enfrente. Aquello, sin embargo, era una casa de locos. La autoridad real era inexistente, fragmentada en cientos de comités, consejos y organismos autónomos socialistas, anarquistas y comunistas que tenían ideas e intenciones diversas. Cada cual se constituía en poder local e iba a lo suyo, y esas divisiones y odios, que llegaban hasta la liquidación física y sin complejos de adversarios políticos –mientras unos luchaban en el frente, otros se puteaban y asesinaban en la retaguardia–, iban a lastrar el esfuerzo republicano durante toda la guerra, llevándolo a su triste final. «Rodeado de imbéciles, gobierne usted si puede», escribiría Azaña en sus memorias. Lo que resume bien la cosa. Y a ese carajal de facciones, demagogia y desacuerdos, de políticos oportunistas, de fanáticos radicales y de analfabetos con pistola queriendo repartirse el pastel, vino a sumarse, como guinda, la intervención extranjera. Mientras la Alemania nazi y la Italia fascista apoyaban a los rebeldes con material de guerra, aviones y tropas, el comunismo internacional reclutó para España a los idealistas voluntarios de las Brigadas Internacionales (que iban a morir por millares, como carne de cañón); y, lo que fue mucho más importante, la Unión Soviética se encargó de suministrar a la República material bélico y asesores de élite, expertos políticos y militares cuya influencia en el desarrollo del conflicto sería enorme. A esas alturas, con cada cual barriendo para casa, el asunto se planteaba entre dos opciones que pronto se convirtieron en irreconciliables tensiones: ganar la guerra para mantener la legalidad republicana, o aprovecharla para hacer una verdadera revolución social a lo bestia, que las izquierdas más extremas seguían considerando fundamental y pendiente. Los anarquistas, sobre todo, reacios a cualquier forma de autoridad seria, fueron una constante fuente de indisciplina y de problemas durante toda la guerra (discutían las órdenes, se negaban a cumplirlas y abandonaban el frente para irse a visitar a la familia), derivando incluso aquello en enfrentamientos armados. Tampoco los socialistas extremos de Largo Caballero querían un ejército formal –«ejército de la contrarrevolución», lo motejaba aquel nefasto idiota–, sino sólo milicias populares, como si éstas fueran capaces de hacer frente a unas tropas franquistas eficaces, bien mandadas y profesionales. Y así, mientras unos se partían la cara en los frentes de batalla, otros se la partían entre ellos en la retaguardia, peleándose por el poder, minando el esfuerzo de guerra y sometiendo a la República a una sucesión de sobresaltos armados y políticos que iban a dar como resultado sucesivos gobiernos inestables –Giral, Largo Caballero, Negrín– y llevarían, inevitablemente, al desastre final. Por suerte para el bando republicano, la creciente influencia comunista, con su férrea disciplina y sus objetivos claros, era partidaria de ganar primero la guerra; lo que no impedía a los hombres de Moscú, tanto españoles como soviéticos, limpiar el paisaje de adversarios políticos a la menor ocasión, vía tiro en la nuca. Pero eso, en fin, permitió resistir con cierto éxito la presión militar de los nacionales, al vertebrarse de modo coherente, poco a poco y basándose en la magnífica experiencia pionera del famoso Quinto Regimiento –también encuadrado por comunistas–, el ejército popular de la República.

 

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