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domingo, 18 de octubre de 2015

A FONDO - Nepal: ¿A dónde se llevan a nuestros niños?,./ Premios Princesa de Asturias 2015 -Jimmy Wales: "Muchos gobiernos son parte del lado oscuro de Internet",./ En primer plano Caso Eva Blanco: El hombre que estuvo 18 años buscando respuestas.,.

TÍTULO: A FONDO - Nepal: ¿A dónde se llevan a nuestros niños?,.


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Nepal: ¿A dónde se llevan a nuestros niños?

Nepal: ¿A dónde se llevan a nuestros niños?A la devastación del país causada por los terremotos que tuvieron lugar hace seis meses se une un drama más: el tráfico infantil. Amparadas por la desesperación, las mafias secuestran o compran a menores para venderlos como esclavos o explotarlos sexualmente. Viajamos a Nepal con Save the Children para testimoniar la tragedia. 

Llegan a las aldeas cargados de falsas promesas: «podrás ir al colegio», «tendrás un trabajo en la ciudad», «un techo»... En realidad, los niños que caigan en sus redes terminarán como semiesclavos, explotados sexualmente en un burdel de Bombay o tejiendo sin parar alfombras en un taller ilegal. Vendidos por 200 o 400 dólares.
Las mafias del tráfico de personas -un negocio que mueve más de 30.000 millones de dólares al año en todo el mundo- son especialistas en detectar situaciones de vulnerabilidad, donde la necesidad obliga a dar por buenos sueños envenenados. El trabajo del intermediario consiste en convencerlos -a los niños o a las personas a su cargo- de que tiene la llave de una vida mejor. En un país devastado por el terremoto del pasado 25 de abril, no les resulta difícil encontrar una presa: la ONG Save the Children, presente en Nepal desde hace cuatro décadas, calcula que un millón y medio de niños han sido desplazados de sus hogares. Más de 760.000 casas cayeron o quedaron inutilizadas. Muchos menores han perdido a uno o a ambos padres. Son presas fáciles para las redes del tráfico de personas. 
«La trata o el trabajo infantil no son problemas nuevos en Nepal, pero después del terremoto se ha incrementado el riesgo para los menores que quedaron en una situación más vulnerable», explica Tarak Dhital, director ejecutivo de la Comisión Central para el Bienestar Infantil, un organismo gubernamental encargado de velar por los derechos de los menores.
Pasaporte al infierno
El intermediario es, a menudo, alguien cercano a la familia. Incluso un tío de la víctima que vive en la ciudad. Pero el terremoto ha abierto también la puerta a la llegada de muchos intermediarios camuflados, que aseguran llevar ayuda humanitaria al pueblo. Si tienen éxito, empieza el calvario más terrible para el menor o la menor. 
Tarak explica que no resulta difícil falsificar la edad en el pasaporte de un niño: a menudo no existe ni siquiera una cartilla de nacimiento. Si un adolescente se viste como un adulto, puede aparentar unos años más. Si el funcionario de la ventanilla traga, emitirá, sin saberlo, un pasaporte al infierno. El destino tradicional para las víctimas de la trata en Nepal era la India: un burdel en Bombay o un taller de costura ilegal. Ahora se han detectado nuevos destinos: muchos acaban en países de Oriente Medio, como Arabia Saudí o Catar. Incluso en África. También se ha producido un incremento de falsos matrimonios que permitan a las menores viajar a China, Corea o Japón. Incluso ha crecido la trata en el interior del país: para fábricas o para la creciente industria del entretenimiento en Katmandú.
Durante las semanas que siguieron a los terremotos, el país estuvo sumido en el caos. Los muertos se contaban por miles y los heridos, por decenas de miles. La prioridad era salvar vidas. Llevar la ayuda de emergencia allí donde era más necesaria, tarea difícil en un país que alberga 8 de los 14 picos de más de 8000 metros de altura que hay en el mundo. Entretanto hubo un movimiento incontrolado de población del que las mafias del tráfico de personas intentaron sacar tajada.
Los largos tentáculos de los burdeles 
Las cifras no abundan, pero en la prensa local aparecen esporádicamente noticias referidas al tráfico de menores. El 25 de mayo, solo un mes después del terremoto, las autoridades indias afirmaron que habían rescatado de la trata a 26 menores en 20 días. Alguno tenía solo 8 años. En junio ya eran 337 los menores rescatados. Más de 200 continúan en paradero desconocido, entre ellos un grupo de menores de un monasterio budista en el distrito de Gorkha a los que, tras sobrevivir al terremoto que destruyó el edificio donde vivían, se les perdió la pista, y todo hace temer que hayan caído en las manos equivocadas. Naciones Unidas y las ONG cifran entre 10.000 y 15.000 el número de personas víctimas de trata al año en Nepal. En su mayor parte son mujeres y niños.
Niños como Sunita Danuwar, que a los 14 años entró en las redes de la explotación sexual. Dos hombres que se habían ganado la confianza de sus padres la drogaron con mithai, un dulce nepalí, cargado de narcóticos. Cuando abrió los ojos, estaba ya en un burdel de Bombay. Hoy, Sunita es presidenta de la ONG nepalí Shakti Samuha, fundada por supervivientes del tráfico de personas, que se estableció hace casi dos décadas con el apoyo de Save the Children. «Nos preocupa la gran cantidad de niños y madres que son mucho más vulnerables tras el terremoto. Muchos han perdido sus medios de vida y mucha gente tiene acceso a esas comunidades», explica. Y da un truculento ejemplo: cuenta Sunita que solo unas semanas después de los terremotos alguien reconoció en una aldea de Nepal al propietario de una red de burdeles de Bombay, en la India. ¿Qué hacía allí? Camuflado entre quienes llevaban ayuda, buscaba en realidad mano de obra para su turbio negocio. En la casa que tiene la ONG Shakti Samuha en Katmandú residen varias decenas de niñas y mujeres rescatadas de las redes de explotación sexual y laboral. Han salido del infierno, pero siguen pagando sus consecuencias. «Cuando una mujer o una niña está en un burdel -explica Sunita-, sufre torturas físicas y mentales por parte de los clientes y las redes de explotación. Pero, una vez que son rescatadas, deben afrontar nuevos problemas psicosociales. En sus familias y comunidades son estigmatizadas por su pasado y las posibles enfermedades que puedan haber contraído». 
A un par de centenares de kilómetros al este de Katmandú se encuentra el distrito de Sindhupalchok, uno de los más pobres del país y de los más afectados por el terremoto. Recorriendo sus calles se percibe la magnitud del desastre. Casi la totalidad de las casas del distrito quedaron destruidas o severamente dañadas. De las 9000 personas que perdieron la vida en Nepal durante ambos seísmos, 4000 murieron aquí.
 Las comunidades se organizan contra la trata
En un control de carretera, un policía explica que suelen encontrarse un par de casos al mes de niños desparecidos o vendidos. Y en la aldea de Thulosirubari, Shava KC, de 62 años, cuenta que desde el terremoto ha habido tres casos de niños vendidos en su comunidad. Shava es presidente del Comité de Protección de la Infancia de su aldea, un órgano que en condiciones normales se reúne una vez al mes y en el que hay también dos pequeños en representación de los menores. «En los tres casos, el intermediario era un tío de la víctima. Por suerte -explica con alivio y un cierto orgullo por el trabajo bien hecho- los hemos detectado a tiempo y las pequeñas siguen en el pueblo». Las menores, afirma, se han sentido mucho más vulnerables tras el terremoto. «Perdieron sus casas o duermen sin ventanas, sin puertas. Ha habido más casos de abusos y también más casos de trata. Es normal que la gente sea más susceptible a caer en la trampa de los que vienen ofreciendo promesas: lo han perdido todo, su casa y su modo de vida». 
Han prohibido a los menores de 16 años viajar solos
Conscientes del riesgo tras el terremoto, las autoridades prohibieron que los menores de 16 años viajaran solos o se desplazaran de un distrito a otro sin un permiso de los padres, sus tutores o, en su defecto, del propio gobierno regional. Policías especialmente formados detienen los autobuses en las carreteras. Buscan niños que viajen solos o adultos que levanten sospechas. Los propios conductores de los autobuses han sido instruidos para detectar y denunciar casos de tráfico de menores. Y el Ejecutivo ha puesto en marcha campañas de divulgación para que la población esté alerta. Al mismo tiempo, las ONG han formado al personal en el terreno para que dé la voz de alarma si detectan casos vulnerables. Save the Children tiene una amplia red de voluntarios trabajando en todo el país. También ha puesto en marcha puntos de escucha, donde el personal de la ONG escucha, literalmente, los problemas que se plantean. Que son muchos... Save the Children calcula que harían falta 9 millones de dólares para restaurar las 7000 escuelas que cayeron con el terremoto, y 7 millones más para responder a las necesidades de salud de las comunidades más necesitadas. En junio se celebró una Conferencia de Donantes, en la que se recaudaron 4000 millones de dólares. Pero de momento es solo papel mojado: el dinero no llega y el invierno acecha.
Entre el miedo y la esperanza
Entre 10.000 y 15.000 personas son víctimas de trata al año en Nepal. En su mayor parte son mujeres y niños. El terremoto ha empeorado la situación. Las autoridades y las ONG se han desplegado para combatir el tráfico de menores.
Rescatada de las redes 
Una de las menores acogidas en la casa que tiene la ONG Shakti Samuha en Katmandú. Fue rescatada de las redes de explotación sexual y laboral. Muchas de ellas tienen entre 10 y 12 años.
Vivir entre cascotes 
Escombros y casas a medio caer invaden las calles de Chautara. Más de 760.000 casas cayeron o quedaron inutilizadas. El trabajo de reconstrucción apenas ha comenzado. Ni en la ciudad ni en las áreas rurales. La ayuda internacional prometida todavía no ha llegado.
Abusos 
Maya, de 15 años, con su bebé en brazos, fruto de un abuso sexual (no dice quién fue). Ahora vive con un marido que la aceptó, pese a estar embarazada. Es 20 años mayor que ella. La madre de Maya murió en el seísmo. Su padre apenas está en casa y sus cuatro hermanos menores se apañan como pueden.
Mucho más que una escuela 

En una situación de emergencia, una escuela es más que un lugar donde se acude a estudiar. El profesor pasa muchas horas con los pequeños, que le cuentan cómo les va en casa: si la cosecha prospera o el dinero falta, o si alguien se ha acercado a la familia para proponer que acuda a trabajar a Katmandú...
Una lenta reconstrucción 
Más de 9000 personas perdieron la vida en los terremotos que tuvieron lugar hace seis meses. El pasado 25 de abril, un seísmo de magnitud 7,8 devastó Nepal. Apenas tres semanas más tarde, un nuevo temblor de magnitud 7,3 sacudía a este país de 30 millones de habitantes, que será difícil reconstruir.

TÍTULO:   Premios Princesa de Asturias 2015 - Jimmy Wales: "Muchos gobiernos son parte del lado oscuro de Internet",.



Premios Princesa de Asturias 2015 / foto

Jimmy Wales: "Muchos gobiernos son parte del lado oscuro de Internet"

Wikipedia, la gran enciclopedia 'on-line', es la quinta web más popular del planeta. Nacida hace 14 años, recibe el Premio de Cooperación Internacional. Su fundador, Jimmy Wales, podría ser millonario... pero tomó otro camino.
Siendo un niño, en Huntsville (Alabama), Wales era un lector entusiasta con una aguda curiosidad intelectual», así describe Wikipedia la infancia de su fundador: Jimmy Wales. Luego, aquel niño precoz que leía enciclopedias y entró pronto en la universidad para licenciarse en finanzas irrumpió en el negocio de Internet y, tras un par de intentonas fallidas, fundó Wikipedia en 2001 en colaboración con el filósofo Larry Sanger. Cuando Sanger se desvinculó del proyecto por serias desavenencias con Wales, este decidió donar Wikipedia a la fundación que desde entonces dirige los designios de la enciclopedia on-line. Perdió dinero más de tres mil millones de dólares, según sus estimaciones y nunca se convirtió en multimillonario de la era digital, pero se aseguró de que su idea de ofrecer una enciclopedia gratuita a todas las personas del planeta se hacía realidad. 
XLSemanal. ¿Recuerda la primera vez que alumbró la idea de una enciclopedia universal y gratuita?
Jimmy Wales. Recuerdo estar sentado en mi escritorio dándole vueltas a la idea del software libre. Pensé que ese mismo tipo de colaboración podía aplicarse a muchas otras áreas. Me pareció que una enciclopedia podía ser un proyecto colaborativo perfecto.
XL. ¿Sospechaba entonces la dimensión que alcanzaría?
J.W. Siempre he sido muy optimista. Creía que, si hacíamos un buen trabajo, podríamos estar entre las 50 o 100 páginas más visitadas. Wikipedia es hoy la quinta página más visitada del mundo. Ha superado mis expectativas más optimistas.
XL. Cuando se escribe la historia, siempre existe el riesgo de reescribirla. ¿Cómo evitan ese vicio?
J.W. El nuestro es un proceso abierto y democrático en el que el debate sobre los hechos y las fuentes es infinito. Obviamente, no es un sistema perfecto y sigue abierto a cambios y mejoras. Lo importante es que más escritores de calidad se sumen al proyecto.
XL. ¿Por qué cree que la gente colabora de forma altruista en un proyecto así?
J.W. Es divertido. Conoces a personas interesantes e inteligentes. La gente disfruta haciéndolo. Por otro lado, el proyecto de una enciclopedia gratis para todo el mundo es una idea grande y apasionante. Es la esencia de lo que debería ser Internet.
XL. Wikipedia ha tenido un impacto inmenso en el mundo occidental, ¿pero cómo ha calado en los países del resto del globo?
J.W. En el mundo desarrollado, nuestro principal trabajo consiste en coger cantidades ingentes de información y hacer un resumen básico, conciso y accesible. Pero creo que nuestro gran impacto humanitario está aún por llegar.
XL. Cuente, cuente...
J.W. En los países en desarrollo somos la primera fuente de información al alcance de mucha gente, porque no hay tanto material escrito en sus propias lenguas. Eso significa que, por primera vez, muchas personas tendrán un acceso al conocimiento que antes no tenían. Y eso es importantísimo.
XL. Las donaciones siguen siendo su única fuente de ingresos. ¿Es suficiente para mantener vivo el proyecto? ¿En qué situación consideraría incluir anuncios?
J.W. Me resulta imposible imaginar ese escenario en estos momentos. Solo lo haríamos si fuera la única forma de garantizar la supervivencia de Wikipedia. Pondría en entredicho nuestra misión educativa.
XL. Usted formó parte del boom de Internet hace ahora 15 años. ¿Qué es lo mejor y lo peor que ha traído esta nueva era tecnológica?
J.W. Los beneficios que la tecnología ha traído para todo el mundo son increíbles y yo he sido extraordinariamente afortunado de formar parte de ese fenómeno. No puedo pensar en ninguna consecuencia negativa, la verdad.
XL. Pero Internet también tiene un lado oscuro, ¿no cree?
J.W. Bueno, creo que los gobiernos deberían concentrarse casi de manera exclusiva en garantizar la seguridad de la Red y combatir el cibercrimen a través de potentes sistemas de encriptación.
XL. ¿Y no lo hacen?
J.W. Desafortunadamente, muchos gobiernos son parte del problema y son los infractores más peligrosos. Ellos son el lado oscuro de Internet. Y eso es algo que los ciudadanos deben tener presente y contra lo que hay que luchar.
XL. ¿Qué opinión le merecen figuras como la de Edward Snowden?
J.W. No lo conozco, pero en general diría que es un gran héroe. Que expusiera las intolerables violaciones que estaban ocurriendo tiene un valor enorme.
XL. Se ha posicionado con firmeza en contra del derecho al olvido en Internet. ¿Por qué?
J.W. La libertad de expresión es un derecho fundamental. Y la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 2014 [obligó a Google a suprimir información relativa a terceras personas que lo soliciten a partir del caso de un ciudadano español] es una violación flagrante de ese derecho y está causando muchos problemas y una enorme censura en Europa. Hablamos de datos legales que se publicaron en artículos de prensa. Encuentro indignante que a la gente le parezca bien censurar el contenido de Internet solamente porque piensan que una información es irrelevante o está desfasada.
XL. ¿Alguna vez se ha arrepentido de donar Wikipedia a la fundación y no convertirse en millonario?
J.W. Me preguntan esto al menos una vez al día [se ríe]. No. Estoy muy orgulloso de haberlo hecho y de lo que Wikipedia significa hoy en día. Sé que es algo que será recordado durante generaciones. La misión de Wikipedia sigue siendo la misión de mi vida: proporcionar una enciclopedia gratis para cada ser humano en el planeta.
XL. ¿Y tiene algún otro proyecto tan grande y ambicioso como ese entre manos?
J.W. Sí, estoy trabajando en algo que creo que será tan grande como Wikipedia. Acabamos de lanzar TPO.com, una red social solidaria apoyada en la compañía telefónica The People's Operator. El objetivo es recaudar miles de millones para causas humanitarias. Si eres uno de nuestros clientes, el 10 por ciento de tu factura mensual va a parar a la causa que tú elijas y el 25 por ciento de los beneficios anuales de la compañía se destinan a la caridad.
Premiado: por poner al alcance de todo el mundo el conocimiento universal,.

  TÍTULO:En primer plano Caso Eva Blanco: El hombre que estuvo 18 años buscando respuestas.,.



En primer plano / fotos

Caso Eva Blanco: El hombre que estuvo 18 años buscando respuestas.

Desde 1997, el grupo de homicidios de la comandancia de Madrid buscó un fantasma: el del hombre que había cosido a puñaladas a Eva Blanco. Muchos guardias civiles han pasado durante este tiempo por la unidad, pero solo uno lleva desde el principio, el guardia Joaquín. Lorenzo Silva reconstruye con su testimonio y con el de sus compañeros claves desconocidas del caso.
Durante 18 años, una muestra de material biológico estuvo guardada en una nevera del laboratorio de criminalística de la guardia civil.
En ese tiempo el laboratorio sufrió dos mudanzas, y la muestra las sufrió con él. Durante esos mismos 18 años, el grupo de homicidios de la comandancia de Madrid estuvo buscando un fantasma: el del hombre que dejó esos restos biológicos en el cuerpo de Eva Blanco un día de abril de 1997, antes de coserla a puñaladas y abandonarla en una cuneta en el término municipal de Algete. A lo largo de estas dos décadas han sido muchos los guardias que han pasado por la unidad. A todos ellos, y al resto de sus compañeros actuales que han podido al fin resolver el enigma, con la ayuda de la muestra biológica tan escrupulosamente guardada, nos insiste el guardia Joaquín, el más veterano y único que queda del grupo que levantó el cadáver, que atribuyamos el éxito que ha llegado cuando apenas faltaba año y medio para que prescribiera el delito. «Esto es un logro de todos, de los de antes y los de ahora; ninguno de los que han pasado por aquí aceptó rendirse nunca».
Hablamos con él en la oficina del grupo, una sala de unos 30 metros cuadrados donde se juntan los investigadores de homicidios de la comandancia madrileña. No es un buen día: justo después del éxito han tenido un homicidio. La oficina es un ir y venir de guardias atareados, con los que tenemos que conversar casi a salto de mata. Es lo que hay: aquí el deber pasa por delante de las celebraciones.Recuerda Joaquín, con un deje de nostalgia pero una pasmosa precisión en los detalles (la precisión del que los ha repasado mil veces), aquellos días del hallazgo del cuerpo de la joven de dieciséis años. Apareció a mediodía, junto a la carretera, tendido en el vierteaguas de hormigón. La noche había sido muy lluviosa y por la canalización contigua a la vía había corrido el agua en abundancia. Pese a tener casi veinte puñaladas, el cuerpo se veía casi limpio de sangre y la chica estaba perfectamente vestida, con sus pantalones de pitillo estrechos bien puestos y abrochados. Cuando la autopsia certificó que Eva tenía rastros de haber mantenido relaciones antes de su muerte, la primera hipótesis de los investigadores fue que debía de haber sido con alguien conocido. De esa conjetura salió incluso el nombre que pusieron a la investigación: Operación Pandilla.
Primer objetivo: rastrear el círculo de la víctima
Los guardias civiles, entre los que a la sazón había cuatro mujeres, empezaron a rastrear el círculo de la chica: sus amigos, familiares y vecinos. Ninguna de esas pistas condujo a nada. Continuaron con otros hombres de su entorno, pero la investigación terminaba encallando en el mismo punto: un análisis negativo, que certificaba que su ADN no casaba con el de los restos hallados en el cuerpo de Eva. Cerca de seiscientas pruebas negativas se acumularon durante la investigación del caso. En cierto momento, allá por el año 1999, se organizó en el pueblo una recogida de firmas a favor de la toma de muestras a todos los hombres de la localidad. Pero la juez que entonces llevaba el asunto no lo autorizó: además de su coste, había dudas sobre la legalidad de una recogida masiva como aquella.
Una pista falsa: el código secreto
Pese a tener todos los caminos cerrados, los investigadores no se dieron por vencidos. Habilitaron un número de teléfono y una dirección para el caso, en los que recibieron los mensajes más estrambóticos. A medida que iban pasando los años, pusieron a disposición de la población datos que habían ido recabando, por si a alguien le daban alguna idea. Facilitaron un retrato robot, elaborado a partir de un testimonio poco preciso, y una secuencia numérica, 343110, hallada en los diarios de Eva y que pensaban que podía ser una clave. Detectives profesionales y aficionados, supuestos testigos y hasta videntes les enviaron las interpretaciones más peregrinas sobre el código. La que se lleva la palma: alguien dedujo que representaba la palabra 'cuello', de 'alzacuellos', es decir, al párroco, del que adjuntaba fotos y señalaba su supuesto parecido con el retrato robot. La pista acabó en nada, como las que antes apuntaran a amigos, profesores del instituto y vecinos. Un indeseado efecto secundario de la investigación fue que en el pueblo todo el mundo empezó a recelar de todo el mundo. En sus pesquisas los investigadores acabaron por hacer una radiografía de aquella pequeña comunidad, lo que los llevó a descubrir no pocos secretos. 
La consigna en la unidad: "No te olvides de lo de Eva"
Pero los guardias no estaban allí para cotillear las miserias ocultas de los algeteños, sino para atrapar a un asesino, y ese objetivo parecía cada vez más inalcanzable. El grupo iba cambiando de jefes y siempre, al pasarse el testigo, el saliente le insistía al entrante en la espina clavada: el caso de Eva Blanco. El actual capitán jefe de la unidad de Policía Judicial de la comandancia, Rubén, recuerda cómo su predecesor, el hoy comandante Rogero (al que también insiste en que recordemos), le pidió por encima de todo que hiciera lo imposible para resolver lo de Eva antes de que prescribiera el delito. Como los anteriores, se puso a ello. Todos los que iban llegando trataban de mirar el caso con ojos limpios. El capitán Rubén recuerda que se pasaba las tardes con el teniente elucubrando, y así llegaron a pensar que pudiera ser un bombero o incluso un guardia civil; alguien que hubiera podido recoger a la chica e inspirarle confianza. Exploraron esas vías, pero ninguna dio resultado.
Así y todo, no cejaron. Hubo años, como el 2013, en que tuvieron muchos homicidios y poco tiempo libre. Pero en cuanto les bajaba la carga de trabajo, retomaban lo de Eva. «Siempre que haya un ratito, algo hay que hacer», recuerda el capitán que les decía a los suyos. Uno de ellos, el cabo Ricardo, muestra un vaso en el que el capitán le escribió con rotulador permanente: «No te olvides de lo de Eva». Se lo devuelve al capitán en nuestra presencia. «Ahora tendrá que buscarme otro para guardar los clips, mi capitán», le dice, con indisimulada satisfacción.
El giro que había de sacarlos del bloqueo se produjo en 2013. El capitán recuerda que el teniente Pablo, entonces jefe del grupo de homicidios, vino a contarle que había leído que en la Universidad de Santiago de Compostela habían desarrollado técnicas para, a partir de una muestra de ADN, sacar rasgos de la persona, incluido su origen geográfico. Tras sometérselo a la nueva titular del Juzgado número 4 de Torrejón, pidieron a los científicos compostelanos que examinaran el material genético. Se recuperó aquella muestra guardada durante casi dos décadas y sobre ella trabajaron los biólogos, que concluyeron, en términos de muy alta probabilidad, que el ADN pertenecía a un varón de origen norteafricano, ojos y cabello oscuros y piel morena.
Con esos parámetros y el padrón de Algete de 1997, que conservaban celosamente, acotaron la búsqueda y la redujeron a unos doscientos individuos, magrebíes residentes entonces en la localidad madrileña. Lo que venía a continuación requirió paciencia, constancia y una buena dosis de mano izquierda.
Fueron contactándolos uno por uno. Muchos se habían repartido por toda España; otros habían emigrado a Francia, Bélgica, Holanda... A los que estaban en territorio español iban a visitarlos. A los que estaban en Francia trataban de convencerlos de que avisaran cuando pasaran por la Península camino del Estrecho. Todos menos uno consintieron en dar su muestra de saliva, para contrastar su perfil genético con el que se guardaba del asesino. Tanto el capitán como el actual teniente jefe del grupo, Víctor, coinciden en subrayar la colaboración ejemplar de los magrebíes. Incluso en lugares como el conflictivo barrio del Príncipe, en Ceuta («allí entramos bien camuflados, en un Audi Q7 blanco», bromea el cabo Ricardo). «Ojalá lo pilléis, gente así nos deshonra», cuentan que les decían muchos.
La clave: una pista que conduce a Francia
Allá por junio de 2015 contactaron con el que había de dar la muestra número 90: F., de origen marroquí y residente en Francia. Muy amable, se ofreció a facilitarles la muestra en un viaje que iba a hacer a Madrid para dar clases de golf. Quedaron en una rotonda cerca de la A-1. El guardia Alejandro, que se entrevistó con él, lo recuerda como un hombre bien vestido y especialmente educado. En la misma rotonda le recogieron la muestra y les firmó el consentimiento para hacer las pruebas. También les deseó que acabaran dando con el autor del crimen.
Ahí fue donde saltó, al fin, la coincidencia. Aunque su perfil genético no era el mismo que el del hombre al que buscaban, compartían el mismo cromosoma Y, lo que certificaba que eran hijos del mismo padre. A partir de ahí hicieron indagaciones y descubrieron que F. tenía dos hermanos y que uno de ellos, Ahmed, vivía en Belvis, al lado de Algete y del lugar del crimen, en 1997. Lograron encontrar a cinco testigos que lo recordaban y que les dieron de él detalles que cuadraban con su posible autoría del crimen. Con todo ello hicieron el informe que permitió a la juez dictar la orden europea de detención ejecutada finalmente por la Gendarmería francesa el 1 de octubre.
En la detención estuvieron presentes el teniente Víctor, el cabo Ricardo y el guardia Alejandro. Volaron directos a Ginebra y llegaron a la una de la mañana a Besançon, donde los esperaba el responsable de la Gendarmería, para la que solo tienen palabras de gratitud: «Nos ayudaron como si fuera algo suyo». La detención se practicó a las tres de la tarde, por los gendarmes, que le comunicaron en francés al presunto asesino de Eva el motivo de su arresto y le mencionaron el nombre de la víctima. Ahmed negó fríamente con la cabeza y, dirigiéndose a los guardias civiles, dijo: «Os estáis equivocando». El cabo Ricardo le espetó entonces, en español: «¿Crees que viniendo de Algete nos vamos a equivocar?». Al oír el nombre del pueblo, en labios del guardia civil (que estuvo seis años destinado allí), el mismo hombre que había oído sin inmutarse el de la chica dejó caer la cabeza y se quedó callado. Como si aceptara que acababan de noquearlo.
El epílogo de esta historia, tanto para el capitán Rubén, el jefe del grupo, como para Joaquín, el guardia que ha pasado día por día estos dieciocho años detrás del criminal, ocurre en la casa de los padres de Eva, en Algete, cuando van a darles la noticia. Les dicen, simplemente, que han detenido en Francia al asesino de su hija. Olga, la madre de Eva, solo les pregunta: «¿Es alguien conocido?». Los guardias le dicen que no. Ponen así fin a 18 años de sospechas, de no saber si seguía teniendo cerca al asesino de su hija. En ese momento, y mientras se abrazan, el capitán Rubén se emociona y casi se viene abajo.
Lo recuerda sin avergonzarse: «No lo pude evitar, me acordé de mi madre y se me hizo un nudo». Y bromea: «Los míos ahora me dicen que al final el psicólogo del Cuerpo que llevábamos no era para la familia, sino para el capitán». Joaquín, que también se emocionó, se duele de que durante años siguieran una pista equivocada. «Ahora que conocemos el perfil, lo que creemos es que la intimidó con la navaja y la aterrorizó de tal modo que ni se pudo resistir. Por eso, y no porque lo conociera, la encontramos como la encontramos». Cuando se le menciona la condecoración que el ministro anunció que se les va a conceder, dice: «Mi medalla ya la tengo. Me la dio esa madre la otra tarde».
Si volviera a nacer, García Lorca, el gran poeta español del siglo XX, tendría que reescribir aquellos dos versos de su Romance de la Guardia Civil española: «Tienen, por eso no lloran, / de plomo las calaveras». Sí que lloran. Venturosamente.
El otro teléfono de la esperanza

La Guardia Civil habilitó un teléfono para recibir información; corresponde al móvil de la foto, que aún está sobre la mesa del investigador. Abajo, el carné del acusado.
Un logro de todos

El agente Joaquín insiste en que este es un éxito de toda la unidad. «De los de antes y los de ahora. Ninguno aceptó rendirse nunca».
Las claves del caso
Operación pandilla


El cadáver de Eva estaba perfectamente vestido. Parecía que el culpable era un conocido. Por eso, la investigación se llamó Pandilla.
La mejor recompensa

El investigador asegura que la mejor medalla por su trabajo la recibió de la madre de Eva el día que le dieron la noticia de la detención. A la izda., retrato robot del asesino.
La detención

Tres guardias participaron en la detención. Al principio, Ahmed negó fríamente con la cabeza. «Os estáis equivocando», dijo.
Tirada en la carretera
Eva apareció en un vierteaguas de hormigón con 20 puñaladas y vestida. La autopsia certificó que tenía rastros de haber mantenido relaciones sexuales.

Santiago dio la pista vital
Una técnica desarrollada por la Universidad de Santiago de Compostela combina el análisis genético, efectuado en el Instituto de Ciencias Forenses, con el análisis estadístico, a través de un software desarrollado con la Facultad de Matemáticas que procesa 99 marcadores genéticos. Hasta 80 de ellos (de los tipos SNP e InDel) permiten calcular la probabilidad del origen biogeográfico y 19 (del tipo SNP) sirven para estimar la de tres características físicas del individuo (color de ojos, pelo y piel). En el caso del asesino de Eva, arrojó la alta probabilidad de su origen norteafricano. Abajo, todo el equipo que intervino en la investigación.
Una espina clavadaEl actual capitán jefe de la unidad, Rubén, recuerda cómo su antecesor le pidió que, por encima de todo, resolviera el caso antes de que el delito prescribiera,.

 

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