BLOC CULTURAL,

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viernes, 27 de febrero de 2015

TAPAS Y BARRAS, UN ECONOMISTA LLAMADO ROBIN HOOD,/ UN PAIS PARA COMERSELO, El exilio del chef Bola,./ SERIE INIVIERNO,Hawai 5.0,.

TÍTULO: TAPAS Y BARRAS, UN ECONOMISTA LLAMADO ROBIN HOOD,.

Robin Hood, en una de sus 40 adaptaciones cinematográficas. :: hoy-foto-Nuestros chapuceros impuestos a los ricos nos convierten en los Curro Jiménez de la nación,.

Por primera vez me he bajado un 'jueguino' al móvil. No me gustan esos enredos, pero lo de hoy ha sido diferente: era un juego de Robin Hood, mi héroe favorito. Quizás mi único héroe. Ni Astérix ni Flash Gordon ni los tres mosqueteros me han emocionado nunca, pero Robin Hood rodeó mi infancia de sueños hasta el punto de que me gusta cualquier película con bosque inglés, aunque sea un peñazo. Si, además, se desarrolla en la Edad Media, sus protagonistas son arqueros valientes y de buen corazón y le quitan el dinero a los ricos para dárselo a los pobres, entonces ya alcanzo el éxtasis por la vía directa.
A los niños extremeños de mi generación nos gustaba mucho Robin Hood. El bosque de Sherwood nos parecía bastante más estimulante que el jardín del bien y del mal y cada vez que nuestro héroe, ya fuera en las novelas y leyendas ya fuera en las 40 adaptaciones cinematográficas, robaba a los ricos para dárselo a los pobres, nos exaltábamos hasta el punto de que nuestras percepciones políticas radicales parecen más marcadas por esta devoción al héroe de Locksley que por las teorías de Karl Marx. En general, al filósofo alemán lo hemos leído superficialmente, sin profundizar en sus teorías, mientras que la filosofía simple y fácil de Robin Hood nos la sabemos a fondo y la comprendemos sin mucho esfuerzo.
El pasado lunes, escribía sobre la ecotasa y, tras describir la situación en Garrovillas antes y después del pantano de Alcántara, me preguntaba si no se debía reparar la catástrofe social y económica sufrida por este y otros pueblos extremeños, 'víctimas' de la energía hidroeléctrica. Esa reparación vendría en el saco de la ecotasa. Es decir, quitándole dinero a los ricos (Iberdrola, Fenosa, Endesa, etcétera) para dárselo a los pobres (Garrovillas, Acehúche, Serradilla, etcétera).
Para un 'robinhoodiano' militante, está claro que sí, que hay que poner ecotasas, impuestos bancarios y leyes expropiatorias de tierras con el fin de que quienes tienen la pasta sufraguen las necesidades de los pobres. Pero claro, Robin Hood era un héroe de leyenda, no un filósofo ni un economista amparados por el rigor analítico.
El caso es que, a lo largo del lunes, mantuve diferentes debates sobre el caso Garrovillas como paradigma de la Extremadura saqueada. Al final, la decencia intelectual, que parece ser que aún me queda alguna, me ha llevado a matizar mis teorías Robin Hood, algo que no suelen hacer algunos de nuestros políticos, que, cuando hay necesidades, en lugar de apostar por un cambio de modelo o por medidas de fondo, se meten en el bosque de Sherwood y prefieren arreglar las necesidades con un par de asaltos al sheriff de Nottingham o al séquito de Juan sin Tierra, encarnados en Vodafone, Movistar, Gas Natural o Pitarch. Da lo mismo, son los ricos y son los malos así que deben pagar, en general, aunque los culpables de la postración de Garrovillas hayan sido exclusivamente los gobiernos del franquismo o la compañía eléctrica concreta que explota ese embalse.
En el resto de España, estas tasas indiscriminadas a las empresas de energía y a los bancos o, en su momento, las expropiaciones a los terratenientes, que suelen basarse en leyes y reglamentos un poco chapuceros, nos presentan como los simpáticos, pero poco fiables, Curro Jiménez o Robin Hood de la nación. Para el consumo interno, quedan bien porque enlazan con nuestro imaginario colectivo de vengativos héroes de Sherwood. Pero también provocan que, como me escribía un amigo, «nos hagamos tremendamente erráticos, vagos, temibles... Y sigamos siendo cada día más lejanos, dispersos, pobres e irrelevantes».
Cuando me preguntan por los libros que más me han influido, suelo ponerme estupendo y decir que la poesía de Gil de Biedma. Sin embargo, lo que de verdad me ha marcado es haber leído cerca de 50 veces el 'Robin Hood' de Marcel d'Isard en la edición de Bruguera de 1965. Como sueño infantil está bien. Como teoría económica...

 TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO,El exilio del chef Bola,.

El popular actor se convierte en el primer refugiado gastronómico de Cáceres 2015,.foto,.

Juan Manuel 'El Bola', en Hoyos el pasado sábado. :: E.R.En 2003, entrevisté por primera vez a Juan 'El Bola' y titulé con esta frase suya: «De mí se ha llegado a decir que me habían expulsado de Cáceres». Doce años después, el famoso actor cacereño se ha ido él solito al exilio: desde hace ocho meses vive recluido en Hoyos, en plena Sierra de Gata, y su éxodo encierra una paradoja: se va de Cáceres para trabajar de cocinero justo el año en que su ciudad es declarada Capital Gastronómica de España.
Juan Manuel Domínguez Sierra, alias El Bola, cacereño de la Peña Redonda, actor, aspirante a la alcaldía de Cáceres, camarero, cocinero, cabaretero, vegetariano y seguidor del Dalai Lama se ha convertido en el primer refugiado gastronómico de la historia.
«Llegué a Hoyos el 1 de julio de 2014. Me convencieron unas amigas para que me viniera a trabajar de cocinero a su restaurante. Me gustaba cocinar para mi gente. Sobre todo comida vegetariana y también asiática, con especias y verduras. La experiencia fue buena y me he quedado», relata.
El Bola es vegetariano desde niño. «Mi madre me daba el puré de bebé y si llevaba pollo o ternera, lo vomitaba», justifica su opción. Si aquello extrañó a su madre, no menos le sorprendió su budismo. «Juan Manuel, hijo, con lo buen cristiano que eras tú de niño, ¿cómo puedes decir que eres devoto de un dios tan raro que se llama Shiva?», le decía.
El Bola es uno más de esos miles de seres humanos que dicen buscar paz y tranquilidad. La diferencia es que él ha quemado sus naves, se la ha jugado y no se arrepiente. «Aquí paseo por el campo, pienso, recorro el casco antiguo de Hoyos, que es precioso, bajo un paraguas, mientras llueve. Y no se ve a nadie. Eso sí, al día siguiente todo el mundo me pregunta qué hacía paseando yo solo por el pueblo la tarde anterior», cuenta.
«En esta zona de Gata se respira mucha filosofía oriental. La gente te acepta como a uno más. Lo que no les gusta es que les mientas ni que vayas de listo. Tú diles cómo eres y ellos te aceptarán y les da lo mismo si crees en Cristo, en Buda o en nada. Lo único que echo de menos es a mis padres», confiesa encantado de que no le suceda en Hoyos lo que en Cáceres hace años, cuando las señoras agarraban fuertemente sus bolsos cuando lo veían llegar.
Bola ha sido cartero punki en Villanueva de la Vera, pinchadiscos en un pub de La Madrila, ordenanza en la biblioteca pública de Cáceres, opositor a celador y ahora, ya ven, cocinero. «Es una experiencia guapa. Cocino con productos de temporada, de kilómetro cero, de la zona. La gente de la sierra es muy carnívora. Puedes introducir poco a poco algún sabor oriental, unos pinchos vegetarianos, pero la carne no puede faltar», detalla.
El Bola vive en un apartamento a ras de acera, donde el pobre pasó enfermo, febril y solo la Nochevieja, celebrando las campanadas con 12 Lacasitos y un paracetamol antipirético. «Me alquilaban una casa de tres pisos, pero aquí los vinos de pitarra son a 50 céntimos, con tres te agarras un medio melocotón y si volvía mal a casa me podía caer por las escaleras», razona.
Es conocido en Extremadura por su faceta de actor. Con Labotika, su grupo teatral, tiene en cartel la obra 'El Carajo', adaptación de 'La Cazzaria', un libro pornográfico de Antonio Vignali encontrado en la famosa biblioteca de Barcarrota.
Pero salvo para hacer bolos con Labotika, sale poco de Hoyos. Tiene por allí buenos amigos como el artista Ángel Sotomayor, que vive en el pueblo con sus padres en la preciosa Casa del Deán, Lugina y Antonio, antiguos propietarios del restaurante Il Cigno, que llevan una casa rural, un chino de Shangai, magnífico masajista, el escritor inglés Paul Richardson y Nacho, su pareja, ahora en Uganda trabajando para la ONU, que moran en una preciosa casa en el bosque. La mayoría de estos vecinos coinciden con El Bola en dos cosas: no tienen televisión y conocen a Marcelo, el alcalde de Hoyos, pero no saben de qué partido es ni les importa.

 TÍTULO: SERIE INIVIERNO,Hawai 5.0,.
Reparto
Hawai 5.0 (Serie de TV)Alex O'Loughlin, Scott Caan, Daniel Dae Kim, Grace Park, Masi Oka, Taylor Wily, Michelle Borth, Teilor Grubbs, Brian Yang, Dennis Chun, Lauren German, Ian Anthony Dale, Mark Dacascos, Terry O'Quinn,.
 
 Serie de TV (2010-Actualidad). Hawaii Five-O es una versión moderna de la recordada serie de los años sesenta sobre una división especial de la policía encargada de terminar con el crimen en Hawaii. En esta nueva versión seguimos al detective Steve McGarrett (Alex O’Loughlin), un ex-oficial de la marina convertido en policía, que llega a Oahu para investigar el asesinato de su padre y es convencido a quedarse en Hawaii al liderar su propio equipo especial. Junto a McGarrett encontramos al detective Danny “Danno” Williams (Scott Caan), un ex-policía de New Jersey que prefiere la ciudad pero esta decidido a mantener la seguridad en la isla por su pequeña hija; y a Chin Ho Kelly (Daniel Dae Kim), un ex-detective de Honolulu acusado erróneamente de corrupción. El ultimo miembro del equipo es la prima de Chin, Kono (Grace Park), una bella local, recién salida de la academia y deseosa de establecerse en el equipo de elite.

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