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viernes, 12 de enero de 2024

MAS QUE COCHES - Cuánto vale el coche más caro vendido en España en 2023? ,. / Para Todos La 2 - Colegio rural - Mestra Clara Torres de Tui ,. / Gigantes de La 2 - Susanna Griso ,. - Jueves -25- Enero ,. / ¡ Atención obras ! - Cine - Miguel Herrán: "Mi profesión siempre había estado por encima de absolutamente todo hasta que me enteré de que iba a ser padre",.

 

TITULO : MAS QUE COCHES - Cuánto vale el coche más caro vendido en España en 2023?,.

 

 

Cuánto vale el coche más caro vendido en España en 2023?,.

Las marcas de lujo han mejorado sus cifras de ventas en el último ejercicio, aunque algunas han matriculado solo uno o dos modelos.

Ferrari  
 
fotos / Ferrari SF90 Spider.

Con una subida en España de casi el 17% en cuanto a ventas de coches nuevos respecto a 2023, no todas las marcas han experimentado este auge por igual. Tras las casi 950.000 unidades vendidas, se espera que este 2024 se supere la barrera del millón de unidades.

Y, aunque pueda parecer lo contrario, las marcas de lujo también han tenido un éxito inusitado. Por ejemplo, Lamborghini ha subido un 109,1% hasta alcanzar las 46 unidades. Rolls Royce ha experimentado un incremento del 50%, pero esto significa una venta de tres unidades (en 2022 se vendieron dos).


Aunque también hay algunas que han bajado, como Ferrari que, a pesar de haber vendido 74 unidades, significa una bajada del 6,3%.

El más caro

Y de esta última marca precisamente es de la que se ha vendido el modelo más caro. Y es que del Ferrari SF90 Spider se han comercializado cinco unidades, al precio unitario de 544.999 euros.

Tras ellos, otros dos modelos de la firma italiana completan el podio de los coches más caros. En segunda posición, con solo una unidad vendida, está el Ferrari Purosangue, que cuesta 499.999 euros y en tercer lugar cada uno de los tres SF90 Stradale, con un precio de 453.648 euros cada uno.

Ferrari
El Purosangue es el primer y esperado SUV de la marca italiana.

Ferrari SF90, un bólido para la calle

Es todo un símbolo de que las cosas están cambiando en el mundo del automóvil, también en el de los superdeportivos de Ferrari. Y es que este SF90 es el primer híbrido enchufable de la marca.

Ferrari SF90 Spider
El Ferraro SF90 Spider tiene una autonomía eléctrica de hasta 25 kilómetros.

Cuenta con un motor V8 de gasolina de 780 CV, más tres motores eléctricos que le llevan a producir una potencia total conjunta de 1.000 CV.

Mide 4,71 metros de longitud, 1,97 de anchura y 1,19 metros de altura. El nombre procede del 90 aniversario de la Scuderia Ferrari, el equipo de competición de la marca italiana.

 

   TITULO: Para Todos La 2 - Colegio rural - Mestra Clara Torres de Tui ,. 

 Colegio rural - Mestra Clara Torres de Tui ,.

 Mestra Clara Torres de Tui

fotos / El CRA Mestra Clara Torres de Tui, de Educación Infantil y Primaria, está en Pontevedra. Dispone de 5 centros agrupados en los pueblos gallegos de Áreas, Baldráns, Guillarei, Pexegueiro y Ribadelouro. Cuenta con 51 alumnos. El colegio es referente para 

 

 

otras escuelas rurales del país. Ha recibido el Premio Escuela del Año Princesa Girona 2020 por la innovación y la apuesta por el talento y la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Tui. El proyecto de escuela es dinamizar el entorno rural con la participación de las familias y valores como la igualdad, la sostenibilidad y la solidaridad en el proceso educativo. Entre sus acciones destacan el ‘Plan Aliméntate bien’, Robótica aplicada a distintas áreas de conocimiento y el estudio de tradiciones culturales. Los Reyes Felipe VI y Letizia visitaron la escuela y resaltaron su labor como "un escenario magnífico para que el aprendizaje sea activo y significativo fomentando la igualdad de oportunidades",.

 

TITULO:  Gigantes de La 2 -  Susanna Griso  ,.  - Jueves - 25 - Enero,.

Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2  Jueves - 25 - Enero , 23:50 de Televisión Española.

 

 Susanna Griso,.

Susanna Griso: "Soy derecha mediática para unos, roja para los otros y a mí me resbala",.

Susanna Griso: "Soy derecha mediática para unos, roja para los otros y a mí me resbala"

fotos /  Susanna Griso,.

QUIÉN. Presentadora estrella de Antena 3, al frente de 'Espejo Público' desde 2006. Nació en Barcelona en 1969. QUÉ. Tras 18 años de guerra matinal con Ana Rosa Quintana, afronta su primera temporada sin su enemiga íntima enfrente. Su influencia política está fuera de toda duda, pero ahora persigue, al fin, el liderato absoluto.

Voy a empezar con una chorrada, pero ¿qué porcentaje de gente escribe mal tu nombre?
La segunda ene se cae todo el tiempo, pero lo peor es que estoy abonada a la doble ese en el apellido: Grisso. Y no es que me guste demasiado eso de las SS...
Para el nivel de popularidad que manejas, no se sabe mucho de ti. ¿Te escondes a simple vista?
Yo no tengo esa sensación, pero me gusta que me lo digas porque eso implica que me reservo más de lo que yo creo. Tengo la sensación de que durante todo el año estoy abriéndome en canal cuatro horas y media y me quedo vacía. De hecho, en vacaciones necesito recargar pilas, meditar, reflexionar, leer y escuchar música para intentar recomponerme. Lo cierto es que intento defender bastante mi intimidad y la de mi gente, reconozco que a mi familia la protejo mucho. Alejo a mis hijos de la sobreexposición de las redes sociales, esquivo ciertas fotos...
Susanna celebrity vs. Susanna madre.
Un poco. Lo hago porque pienso que ellos no han elegido ser famosos. Es más, no tienen ninguna vocación de serlo, no les interesa nada este mundo mío y, por tanto, no tienen ninguna culpa de que su madre salga en televisión y esté tan sobreexpuesta. Desde muy pequeñitos, he procurado protegerlos de mi onda expansiva y he sido muy beligerante con ello. He denunciado a medios por sacar sus caras. Soy intransigente con esto.
¿Te ven en la tele o pasan de ti?
Pasan totalmente. Son de una generación que se informa a través de las redes sociales y muchas veces les llegan los ecos de las cosas que digo en televisión, pero no tienen el hábito de sentarse a verme en la tele. Ni a mí ni a nada, en realidad. Además no es ninguna novedad para ellos que yo salga en pantalla porque me han conocido toda la vida así, empecé en la televisión mucho antes de que nacieran. Mi hijo, cuando era muy pequeño y yo hacía el informativo de mediodía, decía en la guardería: "A las tres es la hora en la que las mamás salen por televisión". Él asumía que a esa hora todas las madres debían tener ahí su ventanita para contar sus cosas.
Eres feminista.
Sí, lo soy y lo seré hasta el día que me muera porque, mientras en el mundo haya un 80% de mujeres que no tienen una igualdad real de derechos, tenemos muchos motivos y muchas banderas que seguir esgrimiendo. Lo cierto es que no me cabe en la cabeza que alguien no lo sea.
Eres una gran defensora de los derechos LGTBIQ.
También lo soy. Y además lo soy en primera persona. Primero, porque tuve un hermano que murió de SIDA, esa experiencia fue dolorosísima y sé perfectamente lo que es salir del armario, el rechazo y el hecho de tener y sufrir una enfermedad que en ese momento estaba tan estigmatizada como era el VIH. Segundo, porque tengo muchos amigos que a día de hoy, por suerte, tienen vidas muy felices con sus parejas y sus familias. Ahora está normalizada su situación, pero fue complicado para ellos en la niñez y la adolescencia en un momento en el que España no era tan tolerante como lo es hoy en día y como espero que siga siendo. Y, tercero, porque creo que nosotros tenemos una visión muy reducida y muy eurocéntrica de lo que pasa en el mundo. España es un país privilegiado en ese sentido, estamos muy por delante de otros países europeos como Polonia o Hungría y, además, Europa no representa al mundo.Hay infinidad de lugares donde los derechos LGTBI no se respetan, sino que se persiguen y se castigan con pena de muerte. Esa lucha aún sigue.
Tienes dos hijos de origen africano.
Tengo una hija adoptada y un hijo de acogida a medias con mi hermana, aunque ahora ya me da hasta vergüenza decirlo porque vuela solo. Tiene 20 años, está pluriempleado, se gana muy bien la vida y ya decir que es mi hijo es un poco de risa, pero le quiero mucho y él me sigue llamando mamá, "mom" en inglés.
Y pese a todo esto, eres 'derecha mediática'.
[Risas] ¿Has visto? Bueno, esto de que te pongan etiquetas es muy curioso porque nunca se corresponden con la realidad. Que soy derecha mediática me lo pueden decir algunos desde la izquierda, pero otros, desde el centro-derecha, me critican precisamente por lo contrario, por roja.
¿En serio? ¿Tras esta campaña?
Uy, claro, roja por aquí, roja por allá. Y tengo campañas en contra por parte de algunos cuando defiendo los derechos LGTBI y de las minorías o cuando saco la cara por la inmigración y me quejo de ciertas pancartas y ciertas lonas. Me rebelo frente a las etiquetas y no me gusta que me encasillen. Aunque te voy a ser totalmente honesta, personalmente ya me da exactamente igual lo que digan de mí. Me resbala.
¿De verdad te da igual?
Absolutamente. Tiempo atrás no era así, eh, pero a estas alturas de mi vida estoy vacunadísima y creo que es bueno que sea así, porque me da una libertad en todos los sentidos que me permite tener la piel dura, que me resbale lo que puedan decir de mí y opinar libremente sobre todos los asuntos al margen de las campañas mediáticas, de Twitter y de las etiquetas. Creo que para los periodistas es sumamente recomendable que te dé igual lo que digan de ti.
Diría que no es muy habitual, ¿cómo lo lograste tú?
Es fruto de haber sufrido unas cuantas campañas y llegar a la conclusión de que son tormentas en vasos de agua, que hay una realidad que es la que nosotros vivimos y creamos, porque también ahí somos actores y tenemos mucho que ver con la realidad que percibimos, y otra que es la que crean las redes sociales, que es muy poco representativa de lo que acontece de verdad. Y pienso que una de las batallas que tenemos por delante es vetar los bots de las redes sociales porque no tiene ningún sentido que discutamos con robots que, gracias a la inteligencia artificial, aprenden de esas discusiones y acaban perfeccionando sus argumentos. Es una pérdida de tiempo tremenda y sobre todo es un fraude para los que pretendemos que eso sea un foro abierto.
Teniendo en cuenta tu feminismo y tu implicación con la comunidad LGTBIQ, ¿te inquietaba la hipotética llegada de Vox al Gobierno?
Estoy convencida de que el Partido Popular sería un freno para cualquier pretensión de Vox de cuestionar los derechos LGTBI o la violencia machista. Y ahí está la trazabilidad de Feijóo, que en Galicia tuvo la Consejería de Igualdad ocho años directamente adherida a Presidencia y no hubo ni un paso atrás. Esa es una pregunta que, además, a Feijóo se la he hecho reiteradamente y siempre ha sido muy vehemente y muy contundente en su respuesta. Si Vox no fuese de la mano del PP, sí me preocuparía.
Pero ya estamos viendo su influencia en gobiernos regionales y municipales.
Cierto, y tenemos que ser muy combativos con esto porque hay conquistas sociales que damos ya por hechas y creemos que son irreversibles, pero no necesariamente lo son. Hay que seguir luchando por el terreno conquistado porque es muy fácil perderlo.
Dices que en vacaciones necesitas desconectar, ¿lo has logrado este año?
No, este año es imposible. Siempre me voy a la otra punta del mundo porque pienso que con el cambio horario me alejo más de lo que sucede y tomo distancia. Voy con tableta a todas partes y me descargo los periódicos para leerlos esté donde esté, pero al menos veo menos mi oficina, que es la televisión. Me pongo a régimen de tele, pero en este caso me está costando mucho por puro interés. ¡Quiero saber qué pasa! Cómo se forma el Gobierno y tantas incógnitas abiertas que aún se están solucionando.
¿Cómo recargas las pilas?
Cuando empiezo mis vacaciones paso unos días en los que soy una especie de marmota. Me voy todos los años a navegar con unos amigos y, al quinto o sexto día, cuando me ven salir del camarote dicen: "Ya está, ya ha salido la osa de la hibernación". Termino la temporada agotada y tengo necesidad física de descansar, me entra el sueño de todas las horas que dejo de dormir durante el año. Duermo, leo mucho, necesito mar y bañarme y procuro hacer algo que durante el resto del año no consigo tener la disciplina de hacer todos los días: meditar.
¿Con la postura del loto y toda la pesca?
Sí, sí. Meditación pura y dura aunque a escala parvularios. Estoy en el eslabón más bajo, soy una principiante en este terreno, pero me ayuda, me da paz y me permite reencontrarme un poquito. Fíjate que yo me tengo por una persona muy equilibrada a pesar de todo, porque siempre busco mucho mi centro y no me dejo llevar mucho por las tempestades, pero siempre va bien recargar y escucharse con calma un poquito.
Cuando vuelvas, por primera vez no tendrás enfrente a Ana Rosa Quintana.
Ya, va a ser un cambio gordo porque llevamos compitiendo 18 años, que no es tontería. Se abre una ventana interesante... Ahora ese problema es para Sonsoles [Ónega] por la tarde [risas]. Tiene todo mi cariño y mi apoyo en esa lucha, pero es dura.
¿No lo vas a echar de menos?
Con los años, tras haber corrido ya tantos kilómetros, te das cuenta de que la competencia es sanísima, que cuanto mayor es mejor programa acabas haciendo. Cuando llevas tantos años haciendo lo mismo, es bueno que haya esa rivalidad sana para no dormirte en los laureles. Ana Rosa me ha hecho mejor a mí y, posiblemente, yo también a ella, ¿no? Por ejemplo, siempre me he sentido muy fuerte en la parte de política, que es donde muchos días ganamos, pero la segunda parte, cuando entramos más en temas sociales, ahí siempre ella ha tenido mayor fortaleza y nuestro reto es también acabar siendo líderes en esa segunda parte más de entretenimiento.
¿La invitarás a algo por irse a las tardes?
[Risas] A ver, Joaquín [Prat] y Ana [Terradillos] me apretarán también. Hace tiempo que no veo a Ana Rosa, pero hubo una época en que Concha García Campoy organizaba unas comidas donde nos juntaba a las 'Reinas de las mañanas': ella, Ana Rosa, Mariló Montero, a la que veo bastante más, e incluso María Teresa Campos. Lamentablemente Concha falleció y se acabaron las comidas. Una pena. Era muy divertido coincidir y contarnos anécdotas, las echo de menos.
¿Te ha convertido la tele en esclava de tu físico?
No. Le dedico cero. Podría salir con rulos en pantalla y no me enteraría. No tengo ni idea de lo que me pongo o de cómo me peinan. A veces me dicen: "Me gusta el vestido que has llevado hoy". Y pienso: "¿Qué vestido he llevado hoy?". Porque tengo la sensación de que me lo han tirado desde el cuarto piso y yo me he puesto debajo para que encajara. Eso sí, reivindico el trabajo de mis compañeros de maquillaje, peluquería y estilismo porque cuando en la pandemia tenía que maquillarme, peinarme y vestirme yo sola, eso era un desastre tremendo. Lo único que hago es deporte todas las tardes de cinco a seis, que es algo que haría también sin salir en la tele. Descargo mucha energía ahí.
Pero eres consciente de que eres una persona muy analizada en ese sentido.
Sí, pero he decidido ignorarlo. Es lo que te decía antes: la realidad es la que tú te construyes y yo me construyo una realidad donde los comentarios sobre mi físico tienen muy poco peso. Que digan lo que quieran.
Al final me voy a creer que de verdad te da igual todo.
Tampoco quiero parecer una pasota, pero has conocido a una Susanna Griso muy zen porque estoy en un momento de vida en el que ya tengo unos cuantos tiros dados y elijo muy bien mis batallas y mis insomnios. Te prometo que el físico no es uno de ellos y lo que opinen de mí, tampoco.
La Susanna de 30, ¿qué opinaría de esto?
Fliparía un poco. Esa Susanna estaría mucho más agobiada y si ella te dijese lo que estoy diciendo yo, sería una farsante. Como dice Sánchez, no es que haya mentira, pero sí ha habido un cambio de opinión. En el pasado, evidentemente, todo lo que se decía de mí me preocupaba, pero ahora llevo en un programa matinal 18 años de mi vida, empecé en la televisión con 21 y tengo 43...
Te has quitado 10 años ahí.
¡Perdón, perdón! ¡53! [risas]. Es que las matemáticas no son lo mío, estoy muy a gusto con mi edad. Haz tú los números, pero el caso es que llevo más tiempo en la televisión que fuera de ella. No se sobrevive aquí sin endurecerse.
¿Cuánto te cuesta volver de vacaciones?
Me cuesta bastante, aunque este año me va a pasar menos porque no voy a desconectar tanto. Habitualmente vuelvo muy tranquila, muy relajada, y hay años en que digo: "Ay, dios, esta batalla otra vez". Sobre todo, los madrugones. Al final te acostumbras a la crítica, te acostumbras a la hora que tienes que dedicar a maquillaje, peluquería y tal, te acostumbras a la exposición... pero a lo que yo te acostumbras nunca es a madrugar. Eso es imposible.
Pero ahí sigues.
Ya, no aprendo. Mi equipo siempre me pregunta qué me tomo, porque a pesar de que hay días que duermo muy pocas horas, llego y estoy fresca. Te digo lo que tomo: máximo dos cafés, pero con el segundo ya me activo física e intelectualmente. Ese es mi truco. 
 
 

TITULO:  ¡ Atención obras ! - Cine -Miguel Herrán: "Mi profesión siempre había estado por encima de absolutamente todo hasta que me enteré de que iba a ser padre",.

 Miguel Herrán: "Mi profesión siempre había estado por encima de absolutamente todo hasta que me enteré de que iba a ser padre",.

 Miguel Herrán en "Valle de sombras"
 
fotos / Miguel Herrán en "Valle de sombras",.

El consolidado intérprete protagoniza "Valle de sombras", el nuevo thriller de aventuras de Salvador Calvo enclavado en la inmensidad inhóspita del Himalaya,.

 Miguel Herrán soporta el frío escarchado de los barrotes presidiarios de la Modelo o las epidemias de cólera y viruela que azotaron Filipinas durante el transcurso del siglo XIX con la misma entereza corporal y el mismo desafío interpretativo con que se enfrenta a la inmensidad silenciosa y exorbitante de los parajes del Himalaya. El intérprete de origen malagueño continúa imparable en la construcción de personajes versátiles con los que edificar una carrera interesantísima que no deja de ir hacia arriba desde que Daniel Guzmán le descubriera con "A cambio de nada", su debut como director y el detonante del Goya a mejor actor revelación obtenido por Herrán en 2016 y ampliara considerablemente su espectro de popularidad a nivel internacional con el personaje de Río en "La casa de papel".

Tras su reciente inmersión en "Los Farad", la serie sobre las excentricidades y la corruptela que dominaba la Costa del Sol de los ochenta creada por Mariano Barroso y Alejandro Hernández para Prime Video, ahora estrena "Valle de sombras", el último y musculado trabajo de Salvador Calvo -con quien ya colaboró en "Los últimos de Filipinas"- a través de una historia asfixiante protagonizada por un joven mochilero que a finales de los noventa se queda atrapado como consecuencia de unos macabros crímenes, en los surcos espirituales de la cordillera del Himalaya. La cinta, que opta a tres nominaciones en los Premios Goya de este año (que tendrán lugar el próximo 10 de febrero en el recinto de Feria de Valladolid) incluyendo la de mejores efectos especiales, vertebra el concepto del perdón y de la culpa mediante un viaje extremo inspirado contextualmente en las extrañas desapariciones que suceden en Himachal Pradesh, una zona bautizada como el triángulo de las Bermudas de la India por la cantidad de personas que desaparecen entre las incógnitas de sus surcos.

Susana Abaitua y el propio Herrán encarnan a la pareja iniciática sobre la que oscila esta historia en la que se mezclan desubicadas raves y fiestas lisérgicas colonizadas por neohippies ávidos de experiencias, con giros narrativos de ralentización del tiempo y búsqueda existencial de respuestas pero especialmente de justicia -más integrada en la tradición budista y sij- que persigue incesante el personaje de Quique (Herrán). Nos sentamos con el actor para hablar del particular Shangri-la que ha supuesto el rodaje de esta película, diseccionamos el cambio de prioridades accionado por el intérprete después de enterarse de que iba a ser padre en mitad de las montañas, del exceso de nostalgia que impregna el cine actual y de la posibilidad de construir una personalidad con la misma metodología con la que se construyen personajes.

¿El espíritu con el que inicialmente recibes este proyecto de la mano de Salvador Calvo fue igual de aventurero y arrojado que el protagonista de la trama?

Mira realmente este proyecto a mí se me presenta hace dos años y medio y en ese momento dije que sí de manera inmediata: era una película con vistas a algo muy largo. Este tipo de cartas que firmas como diciendo "si el día de mañana este proyecto se llega a hacer yo quiero interpretar al protagonista". Luego, como que se olvidó el asunto. Recuerdo que preguntaba "oye qué ha pasado con esta peli del Himalaya", porque pensaba que no se iba a hacer en la vida, era un proyecto muy ambicioso. Cogí "Los Farad" (ocho capítulos que tardamos en hacer nueve meses), acabé reventado, con la cabeza como un melón y lo único que quería si te soy sincero era llegar a mi casa y descansar. Y justo en el momento en el que terminé de rodar la serie, me llamaron para confirmarme que el mes siguiente hacíamos la película. Pensé "no me jodas tío, yo ahora no quiero hacer una película" -reconoce entre risas el actor-. Pero Salva es muy amigo mío y ya me había comprometido y me lancé. Tres días antes de irnos para allá, cojo el guion y veo que es todo en inglés y ahí entré en cólera. Llamé a mi repre desesperado “pero cabrón cómo no me avisas. Me dijiste que era un poco, no el ochenta por ciento”. En fin, un poco odisea. Todo esto para decirte que cogí con ganas relativas el proyecto, porque realmente no me apetecía irme de casa ni hacerme 70 horas hasta llegar a la India. Esa es la realidad. Ganas lo que es ganas, tenía entre pocas y ninguna pero la verdad es que luego me he alegrado muchísimo de haberlo hecho.

Salvando las distancias argumentales con "Valle de sombras", otra cinta de condiciones climáticas y naturales extremas como "La sociedad de la nieve" está teniendo una aceptación masiva por parte del público. ¿En dónde crees que reside nuestra fascinación por este tipo de historias construidas en el límite?

Porque no es corriente y el noventa por ciento de la población nunca se va a ver en algo parecido. Es decir, si tú a mí me pones un "Camera Café" delante y hablamos de una situación que conocemos y que podemos vivir en la mayoría de nuestros días, al final hay algo ahí cotidiano. Pero cuando ves "Indiana Jones" por ejemplo, este tipo de cine de aventura extremo en el que se van a lugares inhóspitos, muy poco transitados, parece que hay algo real en ello y al mismo tiempo imposible, impensable: son sitios a los que no va nadie, la inmensidad que tienen, su solemnidad, ese frío, la soledad, la dimensión. Nos suscita interés. Enseguida pensamos ¿qué haría yo ahí?. He visto la peli de Bayona y yo mismo me lo he preguntado. Y en ese sentido creo que cuando la gente vea "Valle de sombras" le pasará lo mismo. Hostia, ¿qué haría en ese entorno, cómo afrontaría esa realidad, sería realmente capaz? Ahí radica el interés de este tipo de proyectos yo creo, en pensar cómo se desenvuelve un ser humano normal y corriente en un paraje tan extremo.

Hablamos de una situación extrema que en este caso imagino que de manera inevitable se habrá trasladado al rodaje...

Totalmente, pero no tanto en términos de exigencia física porque en este sentido no fue para tanto, de hecho la gente que asegura eso creo que es porque no ha ido a un gimnasio en su vida, pero sí en la dificultad de la logística, del transporte, del almacenamiento, de la comida y sobre todo del contraste cultural. Para mí eso ha sido muchísimo más duro que el resto. La comida de la India te puede gustar más o menos, pero la manera de hacerla es muy diferente a la nuestra y aceptar ese tipo de culturas es muy complicado, fue algo que personalmente me costó un poco. Llegabas al desayuno del hotel y había dos ratones encima de los Kellogg’s y te decían que los ratones tienen el mismo derecho que tú a comer y que no pueden hacer nada. No puedes pelear contra todo, hay una cosa en el ambiente que te obliga a entender a la gente de allí, a respetarla, a intentar adaptarte a un país culturalmente muy difícil.

"El contraste cultural de la India fue lo más complicado para mí del rodaje"

Miguel Herrán

La pareja de Quique y Clara responde a un perfil de mochileros que viajan a un lugar tan místico como el Himalaya aparentemente para vivir experiencias distintas, también para sanar heridas pasadas, pero hoy en día, con la irrupción del turismo masivo y la "democratización" del movimiento ha proliferado mucho la figura del que viaja sólo para poder decir que ha viajado ¿no crees?

A día de hoy eso pasa muchísimo. Con el tema de las redes parece que si no subes una foto no lo has hecho. Estas vacaciones por ejemplo yo he hecho de todo y he estado en todos sitios y nadie sabe nada, la gente se cree que me he quedado en mi casa quieto. Sí que es cierto que ahora hay una moda y una necesidad de enseñarle a todo el mundo que tienes una vida increíble. Igual te vas a Bali porque es el sitio de moda y no te apetece ni el huevo estar allí, ni conoces nada, ni hay nada que te interese. Creo que sí, que ha proliferado mucho este tipo de turismo de la foto, el vídeo, el momento, la puerta blanca de Mykonos. En ese sentido yo soy otro tipo de viajero. Mira, un viaje que sin duda me ha marcado fue Tailandia. Fui con "La casa de papel" y como sólo tenía que rodar un día me quedé unos cuántos más después por mi cuenta de vacaciones y me cambió bastante.

¿Cómo has trabajado la transición emocional del personaje de Quique al que vemos madurar de manera radical a partir de ese suceso traumático que obviaremos para no incurrir en el spoiler?,.

 

(Risas). Creo que ha sido natural. Yo al final tuve unas vivencias también a lo largo de este rodaje que se han asemejado mucho a las de Quique. Me he visto encerrado ahí, sin poder salir, me he visto pidiendo un helicóptero a la embajada porque teníamos que venir España, me he visto experimentando esa sensación de la cárcel dentro de la inmensidad o teniendo que solucionar un problema en mi país natal sin poder hacerlo. Y además esa obligación a la hora de madurar con todo el tema cultural que te he comentado antes. En el fondo, simplemente me dejaba llevar y además tampoco te creas que soy una persona que se prepara mucho las secuencias ni nada. Me aprendo los textos y luego voy allí y me dejo llevar por lo que sucede. Me ha venido todo dado con el personaje de Quique. Ese sitio, te coloca en ese lugar.

"Antes era capaz de abandonar a mi pareja por meterme en un personaje. De hecho, dejé a una pareja mía hace años con el mismo texto con el que Río deja a Tokio"

Miguel Herrán

No es la primera vez que trabajas con Salva.

No y para mí siempre es una gozada poder hacerlo. Salva para mí, más que un director o un compañero es un amigo y trabajar con él es un gusto porque tiene una dinámica que va más allá de lo profesional. Hay muchos directores que tú les notas que hacen las cosas con el único objetivo de que les beneficie en su trabajo. Siempre lo digo, yo soy el valor activo de tu empresa, es decir, tú me pagas pero necesitas que yo responda. No soy un coche, tú no me compras y me tienes aparcado. Con Salva esa sensación desaparece. Muchas veces un director medio o un productor medio de un proyecto que tú vayas a hacer, te va a preguntar qué tal estás o cómo te va en casa por un interés suyo personal, quiere que estés bien para que rindas en el trabajo. Salva cuando te lo pregunta, lo hace de corazón, lo hace de verdad. En términos de calidad humana Salva excede la bondad.

¿Enterarte de que ibas a ser padre en mitad de las montañas condicionó la preparación psicológica del personaje de Quique o tu propia visión del trabajo a la hora de enfrentarte a una profesión tan mutable como la de ser actor? ¿Has notado cambio?

Me condicionó pero también me ayudó. En todo momento pensaba vale, tengo aquí a mi pareja con un bebé dentro y ya me han avisado de que cuando se gesta un bebé por encima de los 5000 metros puede sufrir hipoxia y morir. Es decir, el simple hecho de estar allí nos podría haber generado un aborto en cualquier momento. Sí te condiciona, pero para bien, porque al final todo el agobio extra que no puedas solucionar, es precisamente de lo que va la película. Llegaba un punto en el que pensaba "ya no sé quién está peor, si Quique o yo". Profesionalmente ahora mismo no tengo ninguna inquietud. Mi profesión siempre había sido prioritaria por encima de absolutamente todo hasta el día en el que me enteré que iba a ser padre. A día de hoy mi prioridad es mi familia, pasar tiempo con mi hija el día que nazca, estar en casa, que mi pareja no se sienta sola o crea que le falta ayuda o presencia mía y vivir acompañándolas. Lo importante para mí ahora es eso, estar. No le resto importancia a la profesión evidentemente, sigue siendo lo que me da de comer y lo que paga las facturas, pero ya lo vivo de otra manera, ya no dejo todo de lado por un personaje. Antes era capaz de abandonar a mi pareja por meterme en un personaje. De hecho yo he dejado a una pareja mía hace años con el mismo texto con el que Río deja a Tokio. Para probarlo y ver cuál era la reacción de una persona real al dejarla con ese texto. Luego no volví con ella. Sacrificaba mi vida y todo lo que venía con ella por encontrar una emoción, un punto de realidad en lo que hacía dentro de mi trabajo. A día de hoy ni de coña.

Un fotograma de "Valle de sombras"
Un fotograma de "Valle de sombras",.

¿Y te arrepientes de ese sacrificio?

No, para nada. Pienso que todas las decisiones que he tomado y los actos que he llevado a cabo me han llevado a donde estoy hoy y ese lugar en el que me encuentro ahora es un sitio muy privilegiado. Tanto que puedo elegir no trabajar medio año porque quiero pasar tiempo con mi familia. Eso yo no lo podría hacer si no hubiera dejado de lado todo lo que dejé en un pasado. No me arrepiento porque veo que todo ha merecido la pena y ha dado sus frutos. La vida que tengo es con la que estoy contento.

"Me he criado odiándome a mí mismo"

Miguel Herrán

Has hablado en innumerables ocasiones de cómo cambió tu vida cuando empezaste a dedicarte al mundo de la interpretación, de lo que supuso para ti este salto, ¿pero echas de menos algo de aquella vida pre "A cambio de nada"?

He cambiado tanto... No tengo nada que ver con lo era antes. Pero hago muchas veces el ejercicio de qué pensaría mi yo de 14 años si de repente entrara a mi casa a conocerme y estoy muy orgulloso de mí mismo. He construido la personalidad que siempre había querido tener. Lo que más me ha dado esta profesión y el motivo principal de que la siga adorando es que yo me he criado odiándome a mí mismo. Me veía como una persona intrínsecamente mala y eso no había manera de cambiarlo. Era algo que me generaba una desesperanza brutal, porque encima a la gente a la que quería solamente le generaba odio. Tampoco sabía cómo decirla que la quería. Y hubo un momento cuando yo me di cuenta de que era capaz de construir un personaje con "A cambio de nada", también podía ser capaz de construir una personalidad sobre mí mismo que me gustara. Construir la persona que siempre había querido ser y dejar de quejarme por algo que no se puede cambiar. El cine fue la herramienta que encontré para cambiarme a mí mismo y eso fue una maravilla. Soy quien quiero ser.

Siguiendo con esta línea nostálgica, ¿qué temperatura percibes en la cinematografía española actual si la comparas con la que había cuando empezaste en esto?

Tengo la sensación de que estamos viviendo en la época del recuerdo. Pero ya no sólo en el cine español, hablo del cine en general. No se nos ocurren muchas ideas genuinamente nuevas. Ahora todo es la Sirenita en carne y hueso, la remasterización del Rey León, la segunda parte de no se qué, el reencuentro de "Física o Química", el spin off de una serie que funcionó ("Berlín"). Es todo como vivir del recuerdo de una época dorada del mundo audiovisual. Que luego tenemos maravillas como "20.000 especies de abejas" o este tipo de cine de autor que de repente sí que resulta nuevo, pero es poco, viene a cuentagotas. Sí que noto esto de estar viviendo en el remake de una época que fue realmente buena como los noventa y los dos mil.

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