REDEFINIR CÓMO NOS MOVEMOS
fotos / movilidad inteligente
Imagínate poder
moverte por la vida con más alegría, confianza y en conexión con el
mundo que te rodea. En Nissan, la movilidad inteligente abarca los tres
aspectos fundamentales de la innovación que marca el porvenir en
tracción, conducción e integración del coche en la sociedad. Desde
coches que aparcan solos cuando tú ya te has bajado hasta carreteras que
recargan tu vehículo eléctrico cuando conduces por ellas: el futuro ya
casi lo podemos tocar. Y es un futuro que ya va cobrando forma en los
Nissan que conduces hoy.
Conducción inteligente Nissan
Juntos al volante
Muy pronto, tu coche
te evitará el estrés de conducir, dejando para ti solo la satisfacción.
Te recogerá, sorteará el tráfico denso y encontrará aparcamiento por sí
solo. Y con solo pulsar un botón, te devolverá el control sobre el
volante. Incluso podrá comunicarse con otros coches y peatones. Ya hoy,
Nissan está ensayando la conducción autónoma avanzada en vías públicas,
lo que significa que esta revolución en el modo de movernos está a la
vuelta de la esquina.
EL NISSAN LEAF HACE MÁS AGRADABLE CADA TRAYECTO
Con sus nuevas tecnologías inteligentes, el Nissan LEAF se hace
cargo de algunas de las tareas de conducción para liberarte del estrés y
permitirte disfrutar de tu trayecto. En carretera, el botón ProPILOT
mantiene automáticamente el ritmo del tráfico, convirtiendo tu recorrido
matinal en una forma agradable de empezar el día. Nissan Intelligent
Mobility también simplifica la tarea de aparcar en huecos pequeños. No
tienes más que pulsar el botón ProPILOT Park y verás a tu LEAF
maniobrando sin esfuerzo para aparcar en el hueco.
TITULO: Para Todos La 2 - La Tamzali.
fotos / Mundo global. Una frase de la escritora argelina Wassy
La Tamzali dice: Las feministas laicas que procedemos del mundo
árabo-musulmán hemos sido borradas de la escena política porque
resultamos incómodas en la gran fiesta de la reconciliación de culturas.
Reportaje con la escritora española de origen marroquí Najat El Hachmi,
que en su último libro "Siempre han hablado por nosotras", advierte del
peligro que implica supeditar el feminismo a otras causas.
En la Red. Esta semana nos fijamos en la campaña
virtual Voces en Igualdad que cuestiona que todos los asistentes
virtuales tengan voz de mujer. Veremos el documental Flores en la Basura
que retrata las cicatrices que ha dejado la crisis en España y
repasaremos la campaña "El VIH sale del armario".
Acoso. Entrevista a Raúl Rodrigo, que acaba de publicar
Mi receta contra el acoso donde cuenta lo que sufrió de pequeño y cómo
pudo superarlo.
Emprendedores sociales. Antonella Broglia nos muestra
la iniciativa de Emmanuel Vincent para detectar las noticias falsas
científicas. Sobre medicina, nutrición o el cambio climático como
ejemplo.
Psicología. Patricia Ramírez analiza la ansiedad y propone algunas pautas para identificarla y tratarla.
TITULO: Gigantes de La 2 - “Fernando Martín fue el icono de una época” ,. Jueves -5- Diciembre ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves - 5- Diciembre ,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
“Fernando Martín fue el icono de una época”,.
El 3 de diciembre de 1989 fallecía en accidente de tráfico el primer español en llegar a la NBA. EL PAÍS reúne a su hermano Antonio y a su gran rival en el Barça, Audie Norris, para recordar su figura,.
Audie Norris. Yo lo comparo siempre con la rivalidad Lakers-Celtics. Los duelos entre Magic Johnson y Larry Bird, entre Kareem [Abdul-Jabbar] y Robert Parish… Eso fue la que hizo crecer el baloncesto en Estados Unidos y mi combate con Fernando hizo crecer la rivalidad Barça-Madrid. Él era el icono absoluto del Madrid, la gran estrella. Era muy bueno. Ahora no hay derbis como aquellos. Ahí nos jugábamos todos los títulos.
Martín. Chocaron dos grupos muy potentes. El vestuario del Madrid de aquella época era un vestuario con un exceso de personalidad, en el mejor sentido de la expresión. Y el ascendente de Fernando llegó a ser muy potente. Lideraba por la intensidad y competitividad, no solo por los puntos o los rebotes. Tenía una capacidad natural para liderazgo, lo traía de fábrica. No hay mejor manera de conseguir el compromiso de un grupo que demostrando el tuyo. Fernando hablaba muy poco, pero fue a Barcelona con la mano rota, con la espalda rota… su ejemplo nos daba tranquilidad, fuerza, seguridad. Siempre estaba ahí. Eso es oro.
Norris. Era un ganador y siempre me exigió sacar lo mejor de mí. Me tenía que concentrar de una manera especial y luego ponía en práctica una trampa que aprendí en la NBA [risas]. Me dejaba las uñas largas antes de los partidos importantes, para rascar los michelines del rival en defensa y cuando ganaba la posición en ataque. Pero yo también recibía, después pasaba dos horas con hielo, sin poder ni moverme.
Martín. Cuando llegaba al vestuario y se quitaba la ropa veíamos los zarpazos de un oso [risas]. Pero había un respeto y una admiración muy grandes. Esa es la clave. La nostalgia ha podido idealizarlo en cuanto a que el nivel de vuestra lucha no era el de todo el baloncesto de aquella época, pero no se ha hecho suficiente hincapié en utilizar esos vídeos como muestra de intensidad y compromiso en una cancha. Es un ejemplo muy bestia, muy visual. Era espectacular ver cómo os sacudíais, pero si ves el partido entero aprendías mucho.
Norris. ¿Viste un cambio grande en él al volver de la NBA?
Martín. Sí. No entendió lo que le pasó en la NBA. No hablo de que tenía que haber jugado más minutos… Fue la situación. No era un rookie que saltaba a la NBA, era un tío que venía de lo que venía. Su entrenador, Mike Schuler, sí que era rookie. Los veteranos… Clyde Drexler, Kiki Vandeweghe… le valoraron y le cuidaron, pero no tuvo oportunidades. Él quería aportar más y no entendió el no tener opción. La NBA le valió por estar entre los mejores cuando la diferencia entre aquel baloncesto y el del resto del mundo era mucho más grande que ahora. Pero dejó muchas cosas en España, renunció a muchas cosas, y, aunque no lo dijo nunca, esperaba que la recompensa fuera mayor. También le dolió el trato que le dieron muchos aquí. No fue a hacerse millonario, entonces se perdía dinero. Quería conocer su techo.
Norris. En la NBA es muy importante la franquicia donde caigas, las circunstancias... ¿Qué hubiera pasado si hubiera acabado en otro equipo?
Martín. No sé. Es que no había historia, la empezó a escribir él. Estaba Gluchkov, pero apenas había tenido repercusión. El resto de europeos se habían desarrollado en las Universidades. [El búlgaro Georgi Gluchkov, fue el primer europeo en jugar en la NBA. El 6 de diciembre de 1985 debutó con los Suns]. Pero está claro que Kurt Rambis, por ejemplo, podía haber durado un mes en muchos equipos y acabó siendo mejor sexto hombre con los Lakers. La pregunta sería, ¿Fernando jugaría ahora en la NBA?
Norris. Fácilmente. Y tú y yo también, según estamos ahora [risas]. No sabemos si quería quedarse allí dos, cuatro o seis años, lo que no pensaba seguro es "me voy un año en la NBA y me vuelvo". Su mentalidad no era esa.
Martín. Seguro. Pero a la vuelta, tenía una foto en la que estaba defendiendo a Julius Erving y me la enseñaba a menudo. Me miraba y sonreía. Yo sé el mensaje que me estaba dando. "Ya está hecho". Habíamos visto mil veces de chavales aquellos vídeos del Doctor J y me miraba como diciendo: "Ya he estado con él".
Norris. ¿Volvió mejor jugador? ¿Viste cambios en su juego?
Martín. Eso lo explicó muy bien Lolo [Sainz]. Por intentar adaptarse a la NBA cambió un poco su juego y, en ese nuevo estilo, se veían más sus debilidades que sus fortalezas. Tardó cinco o seis meses en recuperar su ADN. Era un jugador con una naturaleza muy definida. Él era fuerte abajo, utilizando el cuerpo… lo tenía claro. Lo que si le vi a la vuelta de la NBA es que era capaz de entender mucho más el juego de los compañeros. Dejó de estar solo pendiente de él. También coincidió que, con el año fuera de Fernando, se inició un deterioro en la personalidad del equipo y a la vez chocamos con un equipo en plenitud como el Barça. Desde su muerte hasta que llegó Sabonis no funcionó nada. Ahí comenzó por fin otro ciclo.
Norris. No hay ciclos permanentes. Mira los Warriors ahora. Quién podía imaginar esto. Cuando fiché por el Barça, Nacho, Epi, Jiménez… ya tenían una gran base, faltaban un par de piezas para hacer un equipo ganador. Sabían jugar y querían ganar. Con mi mentalidad fue la combinación perfecta. Había feeling y creamos nuestra identidad. Yo les preguntaba por qué siempre ganaba el Madrid. "Porque tú no estabas", me decían [risas].
Martín. El Madrid y el Barça son como dos gotas de agua… en el nivel de exigencia grandísimo que tienen, en lo que representan, en la masa de aficionados que les siguen… Entender el club es entender que tú estás al servicio siempre del escudo. Por eso eran tan valiosos fichajes como el tuyo. Jugadores que elegían hacer mejor a los demás, buscar la victoria ante todo, no el lucimiento personal, ni meter 40 puntos, ni la mejora de un contrato. Aquí se trata de hacer ganar a tu equipo. El Madrid tiene una cosa buena que son los eslabones. Corbalán fue el que cogió a Fernando para explicarle cómo funcionaba esta casa. Después, él lo interpretó a su manera, pero se lo explicó muy bien Juan Corbalán.
Norris. Yo pensaba mucho en ti y en tus padres después de la muerte de tu hermano, porque yo tenía muy buena relación con mi hermano mayor Sylvester. No sé cómo pudiste seguir jugando después, sin él a tu lado. No sé cómo aguantaste con ese peso encima. Imagino que fue muy difícil.
Martín. Sobre todo fue muy largo. Eso fue lo peor. Duraba y duraba. Lo de jugar después… Me acuerdo del partido a los tres días de su muerte, contra el PAOK. Hasta ahí aguanté más o menos, después se me vino todo encima. Había dormido cuatro horas en 48, jugué sin descansar… No sé ni cómo. Tenía dos posibilidades, enfadarme con el baloncesto, que no tenía sentido porque no tenía culpa de nada, o seguir. Mis compañeros me ayudaron mucho. No era fácil porque tampoco estaban bien. Intenté rehacer una vida lo más normal posible… La cabeza se me iba muchas veces a otros sitios, pero no creo que decir "se acabó" hubiera sido mejor. Lo mejor que pude hacer fue seguir, pero el vacío fue muy grande.
Norris. Cuando volvía a Estados Unidos, me preguntaban por el baloncesto español. Querían saber si había más jugadores como Fernando aquí. Estaban los yugoslavos, los rusos, los griegos y los españoles ya empezaban a demostrar su nivel. De ahí a los Gasol, a Ricky, a Rudy… España cambió también como país.
Martín. Ese fue su gran legado como pionero, abrir una puerta que estaba cerrada por 20 candados. El mensaje fue ‘aquí estoy yo’. ‘Aquí estamos’. El talento de jugadores que vino después con la generación del ochenta fue salvaje. La gente no es consciente de lo que han hecho Pau y Marc. Hemos normalizado todo. La foto de los dos hermanos en el All Star es increíble, incluso para los estadounidenses. Y esa puerta la abrió Fernando. Después, aquí en la liga, vuestro pulso engrandeció nuestro deporte. Por eso te quiero dar las gracias. Porque lo que nos disteis, 30 años después, sigue teniendo vigencia. No fueron 30.000 asaltos, fueron dos puñados de combates, tan importantes y tan bonitos que no lo vamos a olvidar jamás. ¿Por qué recuerdan tanto aquello? Porque fue un ejemplo de rivalidad. El respeto es la esencia del deporte.
Norris. Yo no supe el impacto de estos duelos hasta que pasó el tiempo. Cada día, en cualquier lugar de España, se me acerca gente temblando, llorando al contar su historia de cómo se engancharon al baloncesto con nosotros. Muchos me dicen: "Soy del Madrid tío, y te odiábamos cuando jugabas contra nosotros, pero eres un crack". Para nosotros era un Barça-Madrid, pero estábamos quedándonos grabados en la memoria de la gente. Estábamos cambiando la historia del baloncesto en España. Fernando y yo estaremos conectados hasta que me muera. Estamos juntos cada día y es un orgullo formar parte de esa historia legendaria.
“Tenía solo 27 años, a veces nos olvidamos de eso”
El tiempo difumina los datos y aclara los recuerdos. Fernando Martín
disputó 24 partidos en la NBA (con 146 minutos, 22 puntos y 28 rebotes) y
bregó con Audie Norris en 15 duelos oficiales entre Madrid y Barça (13
de Liga y dos finales de Copa). Hitos tan efímeros como eternos. “El
cerebro es sabio y rescata lo bonito”, cuenta Antonio Martín antes de
trazar el perfil más personal de su hermano.
“Fernando tenía obsesión por la normalidad. Por dejar colgado en la percha el traje de jugador y reunirse con sus amigos. Le gustaba mucho leer, ir al cine, escaparse al monte para encontrar su escondite... Era una persona preocupada por los suyos y no defraudaba nunca. Una sonrisa era el mejor regalo que le podían hacer los suyos, lo demás le daba igual. Entendía el show, pero quería siempre agarrarse a la verdad, no quería deformarse por efecto de la fama. Por eso le molestaba que intentaran invadir su intimidad. Fue el primer jugador de baloncesto al que le fueron a impactar en su vida personal. Eso no lo recibió bien. Falleció con 27 años, no con 35 o 40. Por su trascendencia como jugador se deformaron muchas cosas, pero era un tío muy joven, a veces nos olvidamos de eso”.
foto / En
Forocoches preguntaron una vez: «¿Creéis que Mariano Rajoy se tiñe el
pelo?». Forocoches es la más fiel realidad de lo que es España. O sea,
tiene el pelo muy negro y la barba muy blanca, ¿qué misterio es este?
También es pertinente que Virginia Drake se lo pregunte a Mariano Rajoy
en su entrevista de 'XL Semanal'. Vale, está el día de la moción de
censura, la escapada al Arahy, si estaba bolinga al salir, su
conversación con Puigdemont sobre el referéndum, el 'brexit' y el
peligro de las consultas populares, su defensa de don Tancredo (o sea,
de él mismo) y reconocer que no siempre se acierta... Pero vamos a lo
importante: «¿Se tiñe la parte de arriba del pelo o no se tiñe?».
«¡Jajaja! Voy a responder con absoluta franqueza a esta pregunta y no me
molesta nada que me la haga: jamás me he teñido el pelo. Pero si hay
gente, como la hay, que se cree que me lo tiño, no tengo ningún
inconveniente en darle la razón. Que digan lo que quieran». Y lo mejor,
que el que más se cabreaba con este asunto era su peluquero. «¡Oiga, y
qué más da! Entienda que con algo hay que entretenerse», le decía Rajoy.
A Nati Mistral le preguntaron una vez por Manuela Carmena. «Lo primero que tiene que hacer es ir a la peluquería». O a algún sitio donde toquen las cabezas. Ha dicho a Ángeles Escrivá que perdió las elecciones por haber sido demasiado innovadora. Supongo que también fue Lenin innovador en 1917. Y una cosa más alucinante, además del «no soy política»: «... Me parece increíble que se pueda criticar que unas personas tengan más derechos en un sitio que en otros. Claro que sí...». Cielos.
Manuela Carmena sí se tiñe. En eso es muy España, donde a partir de algún momento todas las mujeres son rubias (no lo fue Nati Mistral). Espero las memorias de Carmena porque me las imagino como algo de Iannucci. Como 'Veep', como 'La muerte de Stalin'.
“Fernando tenía obsesión por la normalidad. Por dejar colgado en la percha el traje de jugador y reunirse con sus amigos. Le gustaba mucho leer, ir al cine, escaparse al monte para encontrar su escondite... Era una persona preocupada por los suyos y no defraudaba nunca. Una sonrisa era el mejor regalo que le podían hacer los suyos, lo demás le daba igual. Entendía el show, pero quería siempre agarrarse a la verdad, no quería deformarse por efecto de la fama. Por eso le molestaba que intentaran invadir su intimidad. Fue el primer jugador de baloncesto al que le fueron a impactar en su vida personal. Eso no lo recibió bien. Falleció con 27 años, no con 35 o 40. Por su trascendencia como jugador se deformaron muchas cosas, pero era un tío muy joven, a veces nos olvidamos de eso”.
TITULO: ¡ Atención obras ! - Teñirse o no teñirse,.
Teñirse o no teñirse,.
A Nati Mistral le preguntaron una vez por Manuela Carmena. «Lo primero que tiene que hacer es ir a la peluquería». O a algún sitio donde toquen las cabezas. Ha dicho a Ángeles Escrivá que perdió las elecciones por haber sido demasiado innovadora. Supongo que también fue Lenin innovador en 1917. Y una cosa más alucinante, además del «no soy política»: «... Me parece increíble que se pueda criticar que unas personas tengan más derechos en un sitio que en otros. Claro que sí...». Cielos.
Manuela Carmena sí se tiñe. En eso es muy España, donde a partir de algún momento todas las mujeres son rubias (no lo fue Nati Mistral). Espero las memorias de Carmena porque me las imagino como algo de Iannucci. Como 'Veep', como 'La muerte de Stalin'.
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