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MUY NEGOCIOS & ECONOMIA - El teletrabajo se consolida en empresas cacereñas con muchos empleados,.
MUY NEGOCIOS & ECONOMIA - El teletrabajo se consolida en empresas cacereñas con muchos empleados. ,. fotos.
El teletrabajo se consolida en empresas cacereñas con muchos empleados,.
Compañías de la ciudad con la actividad ligada a la atención telefónica o a la informática mantienen el modelo a distancia,.
En marzo de 2020 Miguel Torres cambió su oficina en el Parque Tecnológico de Cáceres por el salón de su casa. Tiene 28 años y es informático en Homeria, una empresa tecnológica especializada en el sector de las reservas on-line y telefónicas para restaurantes de comida rápida. Hasta que se nos echó encima la pandemia trabajaba presencial,.
Conversando con muchos amigos que han adoptado el teletrabajo a raíz de la pandemia, observo que existen dos patrones perversos que se repiten, eso sí, con ligeras variaciones. Por un lado, están esos casos en los que el teletrabajo ha transformado las horas de jornada laboral en una masa continua de tiempo dedicado a la empresa, en la que cada vez se ha ido volviendo más difícil distinguir las franjas horarias dedicadas al ocio, a la conciliación familiar o al descanso nocturno de una avalancha informe de correos electrónicos, llamadas y reuniones de urgencia. Por el otro, también hay quien ha hallado en el teletrabajo una fuente de libertad y tranquilidad, hasta en medio de un confinamiento estricto, por no verse obligado a calentar la silla en un puesto que podía -a la vista está- desempeñarse de manera más eficiente. Es curioso: un sondeo rápido me hace darme cuenta de que las empresas empleadoras de los explotados de nueva planta han abrazado el teletrabajo como si de la fuente de la eterna juventud se tratase; y, sin embargo, a aquellos patrones que tienen en nómina a quienes han reconquistado sus horas perdidas por la vía de la productividad les ha faltado tiempo para reabrir las oficinas.
Entre estos dos casos opuestos cabe toda la gama de Pantone del atino y el desatino telemático. Por eso, y teniendo en cuenta que el teletrabajo parece haber llegado para quedarse, urge una legislación justa que nos proteja a todos -por supuesto, a los trabajadores por cuenta ajena, pero también a empresarios, administraciones públicas y, ya que nos ponemos a pedir, a los autónomos- de las malas prácticas en las relaciones laborales que se desarrollen en este nuevo marco digital.
TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON Manuel Marlasca y Luis Rendueles: "Los asesinos son iguales que nosotros al 99 por ciento" ,.
Manuel Marlasca y Luis Rendueles: "Los asesinos son iguales que nosotros al 99 por ciento",.
foto / Manuel Marlasca y Luis Rendueles. Los prestigiosos periodistas de sucesos publican Territorio negro, el detallado relato de 13 de asesinatos que tuvieron en vilo a España y pintan el nuevo escenario del crimen en el siglo XXI
P. ¿Se os queda la sangre metida en las uñas?
Rendueles. Cuando éramos jóvenes, Manuel le iba explicando a su novia cuando pasaban con el coche por la M-30: "Aquí actuaba el violador de Pirámides". Hacíamos una especie de ruta de criminales cuando paseábamos por Madrid. Esto, que era de vivir el trabajo 24 horas al día, yo lo he logrado rebajar porque es imposible funcionar así. En mi caso, el principal factor para desconectar y limpiarme esa sangre es mi hija. Tener una adolescente en casa que me cuenta como una tragedia que una compañera le ha dicho nosequé en clase de Física envía mi tragedia a un cuarto plano. Es difícil olvidarse de lo que ves cubriendo sucesos, pero con los años aprendes técnicas para no llevarte la sangre a casa.
Marlasca. Yo en esto soy distinto a Luis. Es verdad que, con 54 años que tengo, ya no vivo todo con la misma intensidad, porque lo ves desde la madurez y la perspectiva que te da el tiempo. Pero yo sí sigo siendo una persona entregada a mi trabajo casi al cien por cien. Y alguien dijo hace tiempo que el reportero de sucesos tiene una parte de sacerdocio, porque los sucesos no entienden de horarios ni de días festivos ni de nada. Siempre están ahí. Lo que pasa es que trato de ser un profesional y tener el alejamiento necesario: la profesionalidad te hace mantener esa distancia, porque sin ella no puedes convivir con toda la tragedia que ves al día sin llevártela a casa, y eso es invivible. Pero yo viviré con mucha intensidad el oficio hasta el día que cumpla 65 años, que espero poder jubilarme y ya está. Ahí se acabó. No voy a ser un nostálgico de la profesión.
P. ¿Cuál es el gran cambio del crimen en España en el siglo XXI respecto al XX?
R. Respecto a los años 90, que fue cuando empezamos, hay dos principales. El primero la incorporación de la mujer a ambos lados del crimen. El único informe más o menos oficial que hay sobre asesinatos en España, del Ministerio del Interior, está situando la tasa de asesinatos cometidos por mujeres en el 10%. A finales del siglo pasado era del 5%, se ha duplicado. Es verdad que la mayoría absoluta siguen siendo hombres y que el de los asesinos es un mundo machista, pero la mujer se ha incorporado a ese lado oscuro. Y también al lado bueno: cuando nosotros empezamos, recuerdo que en la Guardia Civil no había cuartos de baño para mujeres y los primeros uniformes para mujeres llevaban bolsito y tacones. Ahora hay una jefa de la comandancia de la Guardia Civil en Teruel. En el libro hay un caso, el de Maje, la viuda negra de Valencia, cuya investigación la dirige una mujer. Yo creo que la incorporación de la mujer en los dos sitios es un cambio importantísimo y que además va a ir a más. Ana Julia Quezada, la asesina del niño Gabriel, comete un crimen que hasta este siglo hubiera sido siempre masculino por la forma de matar. Manu siempre dice que se está perdiendo el cliché de la mujer envenenadora: están incorporando métodos menos sutiles, más agresivos, más físicos.
P. ¿Y el segundo cambio?
M. La tecnología, que también se ha incorporado a los dos lados de la Ley. Las nuevas tecnologías de la comunicación son una herramienta poderosísima para la Policía y la Guardia Civil. Ya no hay investigación que no tenga volcado de teléfonos móviles o la visión de las videocámaras o incluso de los lectores de matrículas. Pero también a los delincuentes les sirve para cometer crímenes y colmar esa parte exhibicionista que tienen muchos. En los años 90 el mayor despliegue de exhibicionismo que vimos en un criminal fue el de Javier Rosado que escribió en un diario cómo fue el crimen del rol: hizo un detallado relato que la Policía encontró en su casa. Ahora hay asesinos que transmiten sus crímenes a través de WhatsApp o que en las redes sociales presumen de lo que están haciendo. La tecnología también la utilizan ellos para tratar de burlar la ley. Por poca conciencia forense que se tenga se sabe que no puedes llevar el teléfono móvil encendido cuando estás haciendo una maldad, pero, gracias a dios y afortunadamente, los asesinos suelen ser gente muy torpe y aún cometen errores muy básicos.
P. ¿La tecnología a quién favorece más: policías o delincuentes? ¿Quién corre detrás de quién?
R. Los policías casi siempre corren detrás de los delincuentes. Pero la tecnología es muy traidora. Por ejemplo, en el caso de Ardines, el concejal de Llanes que mataron por 30.000 euros, uno de los sicarios sabe que no debe llevar su teléfono, pero tiene que informar de que ha cumplido un encargo y utiliza un teléfono a nombre de un tal Ibrahim que no existe. ¿Cómo le coge la Guardia Civil? Un guardia civil que había estado en Venezuela se acuerda de que allí los sicarios, que también tienen hijos, a veces dan en el colegio ese número de teléfono a nombre falso porque, si el hijo de un asesino se pone malo del estómago, tienen que localizarle rápido aunque esté trabajando. Bueno, pues el sicario de Ardines dejó ese teléfono en la ikastola donde iba su hijo. Y así le cazan. Otro caso: Ana Julia Quezada no puede imaginar que hay micrófonos instalados en su coche y dice la frase: "¿No quieren un pez? Les voy a dar un pez mis cojones'". Eso es el mejor retrato para condenarla en un juicio. ¿Quién va delante y quién va detrás? Hay delincuentes que saben ya muchas cosas de tecnología y es una batalla casi a tiempo real. Pero las personas seguimos siendo muy básicas por mucha tecnología de que dispongamos. Mira la asesina de Badoo, de Zaragoza. Una tía que está buena pone en Badoo una foto en ropa interior y le escribe a un señor maduro divorciado de Tudela que si coge el tren esa noche va a triunfar. Y por sospechoso que sea, el señor coge el tren disparado y lo matan. Las pulsiones siguen siendo básicas: sexo, dinero, venganza, poder. La tecnología es una vía para canalizar eso más rápidamente.
P. Lo que ha potenciado es la delincuencia desde casa: el teletrabajo del criminal.
M. Con la pandemia y el confinamiento, los delitos han bajado. Lógicamente la movilidad se ha reducido, muchos malos tienen cosas pendientes y no se arriesgan a que los paren en un control cualquiera. Pero ha crecido de una manera bestial el cibercrimen. Y ahí sí que los malos van por delante de la Policía. Las organizaciones criminales ya no buscan soldati, ya no buscan sicarios, sino hackers capaces de vaciar cuentas y cometer ciberestafas, y hablo de organizaciones criminales clásicas como 'Ndrangheta, la Cosa Nostra o la mafia rusa. La próxima gran batalla de la delincuencia contra la Policía, de buenos contra malos, se librará ahí.
P. Toda la vida viendo psicópatas inteligentísimos a lo Hannibal Lecter y ahora me insistís en que el asesino es eminentemente tonto. Vaya timo.
R. Totalmente. Hannibal Lecter ha hecho mucho daño escuchando música clásica, reconociendo el perfume de Jodie Foster y pintando el Duomo en la celda. Los asesinos no son así, nosotros no hemos conocido nada ni parecido. El más inteligente de los 13 del libro es José Bretón, pese a ese aire ausente, que tiene 121 de cociente intelectual. Pero es una excepción. Los asesinos suelen ser personas bastante vulgares, mediocres, simples, incluso peores intelectualmente que nosotros. Y eso es una suerte, porque permite que se les atrape. Bretón, por hablarte de la excepción, tiene gestos de mucha inteligencia. Por ejemplo, cuando usa a su amigo Alberto como coartada, da a la Policía su teléfono, pero cambia un número conscientemente. De esa manera tardan casi un día en encontrar a Alberto. Cuando al fin descubren que la coartada es falsa, ha ganado un día de tiempo. Hay una carta de Bretón a su mujer que es tremenda: "No me digas que nos nos queda un rescoldo de esperanza que yo lo avivaré. Tengo toda la eternidad para hacerlo". Eso le escribe a su mujer teniendo en cuenta el final de los niños, que los había calcinado...
M. No son inteligentes, pero a veces el instinto de supervivencia les hace parecerlo. Hay un ejemplo perfecto de esto que es Antonio Anglés, que no es un tío especialmente inteligente sino que es un superviviente. Y Ana Julia Quezada es una superviviente. Todo lo que hace desde que llega a España, donde es víctima de una red de trata, se prostituye y después vive a base de aprovecharse de los hombres, es por supervivencia. Y su último acto, el crimen, también. Ella sabe que acabando con la vida de Gabriel, Ángel va a ser para ella sola. Muchas veces es pragmatismo, pero verdadera inteligencia yo me he encontrado muy poca. Muy, muy poca.
P. Sin embargo, el exhibicionismo sí es real.
M. Los asesinos suelen tener un gigantesco concepto de sí mismos, suelen ser narcisistas. Hasta el asesino más cutre y pienso, por ejemplo, en Rubén Maño, el asesino de una niña en Chella, Valencia. Él tenía un altísimo concepto de sí mismo y era un yonqui, un politoxicómano que mata a una cría porque la quiere violar y ya está. La mata y la tira a un pozo. Hasta un tipo tan miserable como ese tiene un ego gigantesco y eso sí que es común en ellos. Un ego que, evidentemente, no corresponde con la realidad.
R. El asesino de la peregrina en el Camino de Santiago, Miguel Ángel Muñoz, es un fracaso en todo: fracasó con su familia, en todos los trabajos, con sus parejas... Fracasó incluso siendo antisistema y le expulsaron de casas okupas de Navarra. Y su psiquiatra escribe que el único momento de gloria de su vida es después de matar a Denise, porque entonces llegamos los periodistas, las televisiones y los forenses a interesarse por él, que era un tío que vivía en el Camino de Santiago como un ermitaño, como un maqui antiguo. Su momento de gloria es después de matar porque es verdad que un asesino genera una polvareda y una luz de ruido. A muchos de ellos les gusta esa parte, digamos, comercial del asesinato.
Lo único que le preocupa a José Bretón en la cárcel es ver al Real Madrid
P. Los crímenes evolucionan, pero los móviles clásicos se mantienen: sexo, dinero y poder
M. Esos tres, la ambición y, como te decía hace un rato, el pragmatismo. Hay asesinos que normalmente matan porque es lo que hace falta, porque en ese momento es lo que les viene bien, sencillamente. Tú, o eso espero, tienes límites y cuando quieres algo sabes hasta dónde puedes llegar. Ellos no los tienen, cruzan ese límite y ya está, pero los motivos siguen siendo los mismos. Si este libro se hubiera escrito hace un siglo, los móviles de los asesinatos habrían sido idénticos.
R. Hay un policía que dice que no hay casi asesinos natos, que lo que él conoce son personas que en un momento dado han cruzado una línea. Sin más. Son al 99 por ciento igual que nosotros. Bretón, cuando llega a prisión, no está preocupado de lo que le pueda pasar o de que le hayan condenado a 40 años. Él lo único que quiere es ver al Real Madrid y, como no le dejan ver los partidos ni leer el As ni el MARCA, se pone en huelga de hambre. Y cuando le devuelven los periódicos y los partidos del Madrid, vuelve a comer y hasta hoy.
P. Las noticias de sucesos, la novela negra, ahora el 'true crime'... Todos tienen un público masivo. ¿Por qué nos fascina el asesinato?
M. Yo le he dado muchas vueltas a esto. Creo que, al final, el suceso habla de lo vulnerables que somos y de la fragilidad de todo. La vida se puede torcer en un instante y a esa fragilidad estamos expuestos todos. Esto genera una empatía gigantesca. Tú puedes envidiar la vida de Amancio Ortega o de un diputado que no pega un palo al agua y gana su dinero, pero es muy difícil ponerse en su lugar. Cuando tú ves al padre de Diana Quer pidiendo por toda España la prisión permanente revisable, sí es fácil identificarse con él y con su dolor, porque es un dolor que puedes sufrir tú en un momento dado. Y en el suceso, por lo general, hay personajes fascinantes y no estoy hablando de los asesinos. Hay héroes, pequeños o grandes héroes, que son los policías o quien ayuda a resolver un crimen, hay un malvado, hay intriga...Tiene los componentes perfectos para que sea una historia. Desde que el hombre es hombre, se siente atraído por eso y no tiene nada que ver con el morbo.
P. Ni es una moda pasajera.
R. El Antiguo Testamento es una gran crónica de sucesos. La Odisea o la Ilíada recogen decenas de crímenes de lo más explícito. Los cuentos de los hermanos Grimm, aunque Disney los dulcifique... ¿Cuántas canciones o novelas hay sobre Abel y cuántas hay sobre Caín? Abel nos da igual, Abel era un pringado que estaba todo el día currando. Nos interesa Caín. Estoy pensando en Manuel Vicent o en Sabina, en mucha gente. Y nos pasa con todo igual: cuando somos chavales en el instituto, a un nivel mucho menor, ¿quién nos gusta? La chica o el chico malo de la clase. El lado oscuro siempre tira más.
P. Los policías son los héroes de todos estos casos, pero su imagen en este país es controvertida.
M. Tienen mala fama dentro de la burbuja periodística, pero cuando hay una encuesta del CIS, la Policía y la Guardia Civil son las dos instituciones más valoradas. Nosotros llevamos muchos años conviviendo con policías y guardias civiles y en el libro nos interesaba repasar con ellos las cicatrices que les deja este trabajo. Esa gente está todo el puto el día conviviendo con asesinos o, peor todavía, con las víctimas que reclaman una justicia que a veces no pueden darles. Y eso va dejando heridas, va envejeciendo y va causando estragos en ellos.
R. En España hay una leyenda negra de la Policía y la Guardia Civil que, supongo, viene de los tiempos de Franco y todavía tiene arraigo en muchos sectores. Pero los que yo conozco ganan poco dinero, se involucran hasta el extremo y tienen una capacidad de sacrificio muy superior a la nuestra. Pasolini, cuando estaban los del 68 protestando, hizo un escrito diciendo que los verdaderos trabajadores eran los policías y los que se estaban manifestando eran unos pijos. No siempre es así, pero ese punto pijo contra la Policía y la Guardia Civil sí que lo hay en algunos ambientes. Tenemos que pensar que los ricos tienen seguridad privada siempre. La Policía y la Guardia Civil están para la clase trabajadora, eso es así. Recuerdo cuando el caso de Marta del Castillo que Manu y yo íbamos a preguntar todos los días por ella y un comisario nos tiró un expediente a la cara. Era una prostituta brasileña que también había sido asesinada y tirada a un río, y nos dijo: "Y esta, ¿qué? Como es puta y brasileña no os interesa". Muchas veces somos nosotros los clasistas. Ellos investigan igual una prostituta desaparecida que una niña de familia bien. Exactamente igual. Lo hemos visto a lo largo de 30 años.
P. Hablabais de las secuelas que deja estar en contacto con el crimen, ¿vosotros aún creéis en la bondad?
M. Yo creo más en la maldad que en la bondad. Creo, por ser claros, que el mal existe, está entre nosotros y puede estar en la mesa de al lado. Eso sí que lo he aprendido. Más que en la bondad, creo en que, afortunadamente, la inmensa mayoría de la gente nunca cruza la línea de la que hablaba antes, pero hay gente intrínsecamente mala. No me creo esas teorías de izquierdas bondadosas según las cuales todos nacemos buenos y es la sociedad la que nos va llevando al mal camino. Hay una prueba muy sencilla: coge a un bebé y no lo socialices, déjale que se eduque él solo. Un bebé es egoísta, no va a tener límites nunca. Lo que hace convivir en sociedad es encauzar a alguien para que no cruce esas líneas y convertirlo en un ciudadano, pero dentro de eso hay gente que es mala, y no por su entorno o su educación, sino por su naturaleza.
TITULO: CON LA PELOTA CON - El Cáceres, de dulce ,.
El Cáceres, de dulce,.
Con un estelar Devin Schmidt, la escuadra verdinegra roza la perfección ante el Lleida, acaricia la permanencia y sueña con el playoff
El Multiusos continúa siendo un fortín para el Cáceres en esta fase de permanencia en LEB Oro.
La escuadra verdinegra derrotó este viernes al Lleida (88-70) en un
encuentro en el que Devin Schmidt, con 28 puntos, se convirtió en el
auténtico verdugo de los catalanes con una actuación estelar gracias a
su aparición en los momentos importante, etc,.
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