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La Hora Musa - El teatro Gabriel y Galán acogerá el espectáculo 'Conquistadores' el 17 de abril ,. .Martes -13- Abril ,
'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes -13- Abril ,, , foto,.
El teatro Gabriel y Galán acogerá el espectáculo 'Conquistadores' el 17 de abril,.
programación,.
Tras la Semana Santa y siempre que la pandemia lo permita, la Concejalía de Cultura volverá a subir el telón del teatro Gabriel y Galán el 17 de abril para acoger un nuevo espectáculo. Se trata de la obra 'Conquistadores', de la compañía 'Proyecto Cultura', de Mérida, dirigida por Pedro Luis López Bellot. Narra, de forma jocosa, el nacimiento y el ocaso del imperio español, según fuentes municipales.
Los protagonistas se embarcarán en expediciones de personajes extremeños, como Inés de Suárez, Hernán Cortés y Francisco Pizarro, entre otros. «Es una obra con un ritmo incesante que contará con un número importante de gags visuales y divertidos, rompiendo en ocasiones la cuarta pared para jugar con el espectador y dar rienda suelta a su imaginación», añaden estas mismas fuentes. Este espectáculo llega a través de la Red de Teatro de Extremadura.
El precio de la entrada en venta anticipada y para socios de primera fila es de 5 euros y de 8 en taquilla.
La última borrachera de Shane MacGowan,.
El líder de los Pogues, hoy en silla de ruedas, protagoniza 'Crock of Gold', el documental musical del año y un imaginativo acercamiento a la historia y el alma de Irlanda,.
El villancico más bello jamás escrito, 'Fairytale of New York', contiene un sinfín de insultos que se dedican su autor, Shane MacGowan, y la cantante Kirsty MacColl. En algunas emisoras británicas se emite con pitidos para tapar palabras como 'faggot' (maricón). La canción cuenta la pelea de una pareja -ella yonqui, él alcohólico- a la vez que reflexiona sobre la emigración irlandesa, un drama que vivía un pico histórico a mediados de los 80, cuando los Pogues sonaban a todas horas. Ha pasado mucho tiempo y quizá no somos conscientes de que MacGowan, con su dentadura imposible, voz cazallera y borrachera perpetua, llegó a ser el irlandés más famoso del planeta.
'Crock of Gold. Bebiendo con Shane MacGowan' llega a los cines el próximo 16 de abril tras obtener el Premio Especial del Jurado en el pasado Festival de San Sebastián, donde estuvieron su director, Julien Temple, y su productor, el actor Johnny Depp. El mejor documental musical del año reivindica al líder de los Pogues mediante un apabullante despliegue de imágenes de sus conciertos, trozos de películas, material de archivo y animaciones obra del ilustrador Ralph Steadman, colaborador del escritor Hunter S. Thompson, otra de las obsesiones de Depp. Un filme abrumador, deslumbrante, que en esta era de documentales de Netflix con bustos parlantes demuestra que se puede ser imaginativo en el género y contagiarse del espíritu punk que su protagonista ejemplifica a la perfección.
MacGowan (Pembury, Reino Unido, 1957) lo tenía todo en su contra para ser una estrella del rock y sin embargo triunfó. A los seis años ya trasegaba pintas de cerveza. «En aquella época pensaban que había que acostumbrar a los niños al alcohol desde pequeños, así no abusaban de mayores», relata en el filme. Sus primeros años en una Irlanda rural que mitifica alimentarán todo su imaginario. Temple arranca 'Crock of Gold' (caldero de oro, un elemento del folclore irlandés) con los Pogues en la cumbre para acto seguido mostrarnos a MacGowan, 63 años, confinado en la actualidad en una silla de ruedas. «Su estado de salud no es muy bueno», certifica Julien Temple a EL CORREO. «No se mueve, y eso tiene consecuencias para el cuerpo. Ya no bebe como antes, para emborracharse e ir de fiesta. Toma continuamente pequeños sorbos de vino blanco en un proceso lento de borrachera. Entra y sale del hospital. Habría que encontrarle una motivación para conseguir que anduviera y que escribiera nuevas canciones. Pero sigue teniendo una mente tan afilada como una cuchilla».
Los subtítulos son imprescindibles para entender el cerradísimo acento 'irish' de MacGowan, que charla en el documental con Johnny Depp y Gerry Adams, el expresidente del Sinn Féin. Aquel punki que se hizo famoso por acabar cubierto de sangre en los conciertos de los Sex Pistols tuvo la lucidez de devolver el orgullo a los irlandeses. Lo hizo poniendo al día la música tradicional y convirtiendo los conciertos en jaranas donde los músicos estaban igual de beodos que el público. «Alguna vez tocamos sobrios, pero lo pasábamos mejor borrachos», certifica. Firme defensor del IRA, MacGowan diserta sobre James Joyce o Yeats, aunque sea para ponerlos a parir. No se arrepiente de sus excesos y reconoce que hoy se volvería a enganchar a la heroína si tuviese la oportunidad.
«Shane es un símbolo de la supervivencia contra las dificultades, en cierto sentido es un símbolo de la historia de muchos irlandeses», reflexiona Julien Temple. «La hambruna de 1840 provocó la diáspora de irlandeses que emigraron a Nueva York o a Australia. En las canciones tradicionales está presente ese sentimiento de tristeza. Creo que por eso los irlandeses se identifican con Shane, que siempre se ha sentido irlandés pese a pasar su infancia en Londres o ir a un colegio, Westminster, donde estudiaron muchos primeros ministros. Shane se identificaba con la historia irlandesa, tenía una visión romántica de la vida en la granja, una creencia central en la manera de ser y existir que se refleja en sus canciones».
'Crock of Gold' puede verse así como un particular acercamiento a la historia y el alma irlandesas a través de la vida de un hijo pródigo y alcohólico, que en su 60 cumpleaños recibió un homenaje al que no faltaron Bono, Johnny Depp y el mismísimo presidente del país. «Si Shane hubiese estado toda su vida en Irlanda, seguramente se habría muerto por largarse», apunta Julien Temple. «En el Londres de los inicios del punk, encontró su sitio en el momento justo. Ser irlandés no era nada fácil, sabías que te iban a insultar. Había un dicho: no se aceptan negros, ni perros, ni irlandeses. Shane tuvo una adolescencia muy difícil, con drogas, robos, incluso estuvo internado en un centro psiquiátrico. En el punk encontró una cultura por la que podía ser aceptado y desarrollar su creatividad. El punk fue su salvación».
Hubo un año en que los Pogues llegaron a dar más de 360 conciertos. Pero el éxito planetario de 'Fairytale of New York' y la gira de 1988 hicieron que MacGowan tocara fondo. Su expulsión del grupo en Japón tras caerse del coche que le lleva a un concierto la experimenta como un alivio. Después formó grupo propio, The Popes, pero nada volvió a ser igual. «Me llaman poeta, joder, y no se dan cuenta de que me insultan porque soy un músico», refunfuña en 'Crock of Gold' mientras sueña «con volver a componer prolíficamente y a jugar al billar».
Julien Temple: «La música puede cambiar las cosas, y eso no interesa»
La lista de músicos con los que ha colaborado Julien Temple (Kensington, Reino Unido, 1952) es deslumbrante: Sex Pistols, Judas Priest, The Kinks, Depeche Mode, los Rolling Stones, David Bowie, Iggy Pop, Neil Young, Tom Petty… El director de 'Principiantes' y 'Las chicas de la Tierra son fáciles' reconoce que no hubiera podido rodar 'Crock of Gold' sin la ayuda de Johnny Depp. «Johnny es un viejo amigo de Shane y mío. Mucho antes de que fuera una superestrella, hacía de canguro de mi hija June, que ahora es actriz. Y se quedaba extasiado ante mi colección de laserdisc, por entonces me dejaba todo el dinero en comprar películas. Yo era consciente de la dificultad del proyecto, de que iba a ser doloroso y que quizá no iba a poder acabar la película por la actitud de Shane o porque yo tiraba la toalla. Cuando Johhny se involucró supe que, si la cosa iba mal, él iba a mantener el barco a flote. En muchos momentos, su presencia permitía que se podía seguir filmando. Hay un momento en que Shane dice que no quiere más entrevistas y a Johnny se le ocurre ponerse a charlar como si la cámara no estuviera».
-¿Qué músico con los que ha trabajado a lo largo de su carrera le ha impactado más?
-Buf, yo fui un adolescente que le dio un sentido al mundo a través de la música. Los Stones y los Kinks me arrebataron cuando era un chaval que iba a la escuela. Trabajar con gente que amaba ha sido una gran suerte. Adoro a Neil Young, es un tipo honesto, humano y realista. De David Bowie me quedo con su energía colaborativa y su nivel de implicación. Los Kinks fueron fundamentales en mi comprensión del mundo para alguien que creció en Londres en los años 60. Los Sex Pistols cambiaron completamente mi vida, ellos me enseñaron que podía rodar películas y documentales si tener que esperar a tener 60 años. Amo a Keith Richards, es un gran innovador y una persona muy divertida con la que trabajar. No trabajo con gente que no me gusta.
-¿Y escucha música actual o se ha quedado anclado en aquella época?
-Ya no soy un adolescente que tiene una relación tan intensa con la música. Se hace muy buena música en muchas partes del mundo, pero me temo que ya no tiene el impacto que tuvieron, por ejemplo, los Pistols, a los que se odiaba o amaba. Consiguieron apretar el interruptor que encendió el país. El mundo ha cambiado. Hoy para triunfar en la música tienes que ser aburrido y tu música no tiene que tener mucho significado. Si eres bueno y tienes un mensaje específico, solo te va a escuchar tu tribu, eso es más seguro para los que nos dirigen. Porque la música puede cambiar las cosas, y eso no interesa.
TITULO: Locos por las motos - Jorge Martín impacta en Losail,.
Jorge Martín impacta en Losail,.
El piloto madrileño, debutante esta temporada en MotoGP, sorprendió en Catar al ser el autor de la segunda 'pole' de 2021,.
foto / La pretemporada del Mundial de motociclismo de 2021 fue anormal. En un curso tradicional los pilotos suelen acumular antes de arrancar la campaña hasta cuatro entrenamientos: dos días en Valencia nada más finalizar 2020, otros tres en Jerez a finales de noviembre, tres más en Malasia entre finales de enero y principios de febrero (con los debutantes con la posibilidad de hacer tres jornadas más en el trazado de Sepang) y tres finales en Catar. Esta vez solo tuvieron cuatro días en Losail, cinco en el caso de los novatos de la categoría, una complicación para los que tienen que adaptarse, los que cambian de moto, este año Pol Espargaró y Danilo Petrucci, y los que suben desde Moto2, Enea Bastianini, Luca Marini y Jorge Martín, los tres con Ducati.
Pues con solo ese bagaje Martín, campeón del mundo de Moto3 en 2018, impactó en su segundo gran premio, en una jornada de condiciones complejas, con muchísimo viento. Es cierto que Losail, a una vuelta, es territorio Ducati, como constató una semana antes Pecco Bagnaia con una vuelta sideral que estableció un nuevo récord del trazado del desierto. Pero es que el español también superó a sus compañeros de marca con una vuelta en solitario, sin una referencia delante. Terminó por delante de Johann Zarco, segundo en el Mundial, y de los dos oficiales, Jack Miller, cuarto y Bagnaia, sexto. En la primera línea se metió el ganador de la primera prueba del año, Maverick Viñales, dejando de nuevo muy buenas sensaciones.
«Es muy bestia, la mejora que estoy haciendo cada día es increíble. No puedo decir nada, lo dicen los tiempos. Solo me centro en mejorar, no pienso en las posiciones. Ayer intenté meterme en la Q2 y lo conseguí, pero no esperaba lograr la 'pole'», comentaba un eufórico Martín, que el domingo pasado dejó una de las imágenes del día, con una salida espectacular que le llevó desde el decimocuarto puesto de la parrilla hasta el cuarto en la primera curva. «Estar delante te permite gestionar mejor los neumáticos. De ritmo me faltan tres o cuatro decimas, para ganar, pero no es mi objetivo, así que a ver hasta dónde me pueden llevar. Si hago un top seis ya sería bueno», agregó.
En cualquier caso, y debido a la esperada presencia del viento de nuevo en la última jornada del Gran Premio de Doha, equipos y pilotos saldrán con más dudas aunque lleguen con la información de siete días antes. Aunque de todos ha sido Viñales el que más consistencia ha mostrado en estas jornadas, otra vez con esa duda de entender cómo se degradarán los neumáticos con el paso de las vueltas y cuál es el mejor lugar en el que posicionarse para mantenerlos en las mejores condiciones posibles de cara a los giros finales.
El compañero del líder, Fabio Quartararo, saldrá quinto, con Aleix Espargaró liderando una tercera línea en la que estarán las dos Suzuki, la de Alex Rins y la del campeón Joan Mir, que de nuevo tuvo que llegar a la Q2 desde la Q1, y que esta vez saldrá desde una posición más adelantada (un puesto que supone mejorar una línea, de la cuatro a la tres) para buscar el primer podio de Suzuki en Losail, algo que rozó hasta la última curva de la primera carrera de 2021.
Lowes y Masiá mandan en Moto2 y Moto3
En las otras dos categorías se impusieron los respectivos líderes, o los dos ganadores del pasado domingo. Sam Lowes aprovechó una buena referencia para firmar su segunda 'pole' del año, lo que le permitirá comandar una primera línea de la parrilla de salida en la que estarán Remy Gardner, segundo del Mundial, y Marco Bezzecchi. Raúl Fernández, el más rápido el viernes, pagó el cambio de condiciones, lo que le impidió acercarse a su registro del primer día (medio segundo mejor que el que dio la 'pole' a Lowes) aunque pudo lograr un buen cuarto puesto. Arón Canet saldrá noveno, Augusto Fernández décimo y el campeón de Moto3, Albert Arenas, duodécimo.
En esta última cilindrada, en la menor, se impuso Jaume Masiá, primero de la general y que sumó así su tercera 'pole' mundialista en una jornada brillante para los españoles. Sergio García marcó el segundo mejor crono, aunque una sanción por haber rodado demasiado lento en la segunda sesión del viernes le llevará el domingo hasta el 'pit lane' (junto a Pedro Acosta, segundo en la primera carrera del año, y otros pilotos destacados como Romano Fenati y Dennis Foggia, hasta un total de siete penalizados), por lo que su puesto lo heredó el tercero más rápido, Jeremy Alcoba. La primera línea la cerrará el hispano-argentino Gabri Rodrigo.
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