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martes, 12 de agosto de 2014

REVISTA DOMINICAL, Los grandes atletas suelen vivir poco,.Santiago Grisolía

  1. TÍTULO: REVISTA DOMINICAL, Los grandes atletas suelen vivir poco,.Santiago Grisolía 

    Científico. 91 años y 67 kilos. Valencia. Hace deporte tres días a la semana. Como espectador le gusta mucho menos. «Los futbolistas de ...foto,.

    • «Los grandes atletas suelen vivir poco»Sin mediar provocación, ni siquiera una leve insinuación, avanzada la entrevista, Santiago Grisolía se levanta de la butaca y en medio de su despacho, sin previo aviso, se lanza a la alfombra para demostrar que puede hacer unas flexiones con inusitada facilidad. Y así, grácil y espontáneo, sube y baja su cuerpo, como si fuera un fuelle, doblando sus brazos delgados pero firmes. Es solo una muestra, uno de los ejercicios que domina. «En el gimnasio suelo hacer cuatro 'sets' de 35 abdominales», añade.
      -No está mal, ¿no, profesor?
      - No está mal -concede, y esboza media sonrisa orgullosa-.
      Santiago Grisolía (Valencia, 1923) saca la espada nada más empezar la partida. Da igual que la cita sea para hablar de deporte. Le indigna el optimismo del Gobierno por el descenso de las cifras del paro. Pero pronto se vuelve obediente y comienza a exhibir su portentosa memoria para recordar su pasado deportivo. «De joven, en el colegio, tenías la asignatura de Gimnasia que nadie hacía, desgraciadamente». Su afición despertó en Estados Unidos. «En Nueva York hice poco, pero en Chicago los tres o cuatro españoles íbamos todos los viernes a nadar. En Wisconsin hice mucho deporte porque hay lagos y es muy corriente hacer piragua y nadar. Mi novia entonces, mi actual mujer, venía en la piragua y me hacía sandwiches. Allí practiqué mucho deporte durante los siete años que estuve viviendo. Luego, en Kansas, aparte de cuidar mi jardín, que era bastante grande, sobre todo en mi última casa, mi mujer y yo nos hicimos miembros de un club al que acudíamos a nadar y a hacer musculación».

    • Ahora tiene 91 años y no cede a la pereza. Cada día va caminando desde su casa a la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados. De allí se dirige al Consell Valencià de Cultura y luego regresa. En total, unos tres kilómetros. «Eso es importante». Pero su actividad física va más allá de sus largos paseos diarios. «Cerca de mi casa había un club muy bueno que llevaba un coreano, Kim, pero cerró y me apunté a la Piscina de Valencia. No hago deporte todos los días. En primer lugar porque no puedo, pero también porque, desde el punto de vista fisiológico, es conveniente hacer un número determinado de actividades, pero también descansar. Intento ir tres o cuatro veces a la semana. Nado y hago pesas. Lo que más pierdes con el paso de los años es el juego de las rodillas y andar».
      Grisolía mantiene activos su mente y su cuerpo. Su agenda laboral sigue repleta -no es fácil concertar un día para la entrevista- y persevera con el ejercicio físico. «Hay que hacer deporte mientras puedas. Es una cuestión de fuerza de voluntad. Me cuesta más nadar ahora que antes porque mi capacidad respiratoria es menor y tienes que parar de vez en cuando y reanudarlo después. Hasta hace poco también me gustaba ir a la playa y nadar allí».
      Pero el célebre bioquímico español no es un obseso y mucho menos un vigoréxico. «Tú puedes convertir los miocitos en fibras musculares hasta los 60 o 65 años. Después ya no, pero lo que debes intentar es no perder lo que tienes. Después de los 60 o 65 no te puedes hacer más fuerte, pero debes intentar no perder. A mí me dan mucha lástima los compañeros que intentan llegar al máximo. Tienes que intentar llegar a un poquito menos del máximo. Entonces vivirás más y mejor. Porque los grandes atletas, generalmente, viven poco».
      Menos interés le genera el deporte como espectador. «Muy poco y el fútbol nada. Un gran científico, Pedro Laín Entralgo, que fue rector de la Universidad de Madrid, dijo que España se permitía exportar científicos e importar futbolistas. Lo dijo hace sesenta años y eso le costó el rectorado...».
      -¿Y seguimos igual?
      -O peor. Antes los futbolistas no tenían la prepotencia de ahora.

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