BLOC CULTURAL,

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domingo, 15 de diciembre de 2024

Metrópolis - Han vuelto a ver ,. / DIAS DE TOROS - Borja Jiménez arrasa con la "Oreja de Oro" de RNE ,. / Retratos con alma - La moneda lituana de 2 euros que puede hacerte ganar hasta 2.400 euros,.

 

 TITULO: Metrópolis -  Han vuelto a ver   ,. 

  El lunes - 23 , 30  - Diciembre , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.

  Han vuelto a ver ,.

 Que no hubiesen llegado a ver

Hice la apreciación el pasado septiembre, en los Encuentros de Verines, en medio de un debate propiciado por una detallada exposición de Javier Ruescas en las que nos habló de esa plataforma o aplicación llamada Wattpad y los sucesivos fenómenos que allí iban surgiendo, e incido en ella a raíz de la polémica creada después de que una profesora de literatura aseverara que no existen los libros buenos ni los libros malos, sino que la literatura —como cualquier otra disciplina artística— es subjetiva y nadie puede arrogarse la potestad de decidir qué obras merecen la pena y cuáles no. Es una apreciación falaz, como sabe cualquier persona que acumule una sucinta experiencia lectora a sus espaldas, pero sospecho que complaciente para quienes no quieren pararse a pensar lo que leen ni por qué —y no se lo reprocho, están en su derecho— y tampoco llevan de buen grado que alguien les advierta de que sus gustos no casan del todo bien con la excelencia o que ese best seller que ellos idolatran y defienden con el argumento de sus decenas o cientos de ediciones no admite ni de lejos la comparación con obras, más minoritarias o incluso subterráneas, que sí juegan un papel importante en la discusión artística porque aportan algo, o lo intentan, al sistema que los integra y en el que se desenvuelven. Eso no quiere decir, sin embargo, que el best seller en cuestión resulte inocuo, o que deba menospreciarse su impronta en ciertos ámbitos de la sociedad, que se da no a raíz de una excelencia de la que carece, sino del impacto, por llamarlo de algún modo, que genera su irrupción. Como la explicación abstracta resulta árida, y quizá no se entienda demasiado bien, acostumbro a ilustrarla —lo hice en aquella ocasión en Verines, vuelvo a hacerlo ahora con ocasión de esta pequeña polémica— con el ejemplo de Corín Tellado, una escritora por la que siento un gran respeto derivado de dos circunstancias: la tenacidad y el compromiso con el oficio que mantuvo a lo largo de su vida y la valentía que la llevó a tomar decisiones nada fáciles —entre ellas, una separación matrimonial pública y notoria en pleno franquismo— y perseverar en unas convicciones que la llevaron a tratar temas controvertidos que conseguía intercalar aprovechando la propia naturaleza de las obras que salían de su máquina de escribir. Es difícil dar datos concretos porque ni siquiera sé si existe un cómputo, pero podemos decir sin temor a desviarnos mucho que publicó en vida alrededor de cinco mil novelas que conocieron un éxito desmedido. Se la tradujo a veintisiete idiomas y algunas de sus creaciones fueron adaptadas al cine, la radio y la televisión. ¿Qué valor literario tenían sus libros? Uno muy escaso. Las tramas, aunque en ocasiones toquen asuntos espinosos que no gozaban de gran predicamento en la época, son planas y ni los personajes presentan relieves de interés ni el lenguaje se ve sometido a la menor tensión artística. Algo normal, por otra parte: escribía tres o cuatro novelas por semana, según ella misma contó alguna vez, porque era su trabajo y tenía una familia que mantener, no había en ella veleidades literarias, sino una decidida vocación de cumplir con el oficio. Ahora bien, ¿qué valor cultural tienen sus obras? Uno inmenso: esas novelitas de quiosco fueron leídas por cientos de miles de personas, en su mayoría mujeres, a ambos lados del océano. Hablamos de medio millón aproximado de personas que gracias a Corín Tellado adquirieron el hábito de la lectura y, seguramente, se lo contagiaron a quienes tenían cerca, puede que de manera especial a sus hijos e hijas, inculcando en ellos también una afición de la que acaso nacieron llamas creativas que germinaron en vocaciones perdurables, como bien señalaron en su momento Guillermo Cabrera Infante y Mario Vargas Llosa. ¿La convierte eso a ella en una buena escritora? No, por mucho que su tesón y su entrega resultan admirables, pero en ningún caso eso hace que se deba desestimar alegremente el peso que, al margen de lo estrictamente literario, alcanzaron sus libros, ni negar la posibilidad de que forjasen miradas que de otro modo no hubiesen llegado a ver nunca.

Tiempos interesantes

"Se hace cada vez más evidente que avanzamos hacia un punto en el que se refutan o se discuten principios y valores que hasta hace bien poco eran incuestionables"

Es conocida —puede que no lo fuese tanto hace años, y suficientemente sintomático es que se haya vuelto a hacer famosa— aquella maldición china: «Ojalá te toque vivir tiempos interesantes.» Lo han sido estos últimos en los que hemos transitado por una pandemia en todo el mundo, por una invasión en Ucrania y por un genocidio en Oriente Medio, y en los que el ambiente en el solar hispánico se ha ido enrareciendo a pasos agigantados, siguiendo una estela iniciada tras la moción de censura que expulsó a Rajoy de La Moncloa por aquellos que, digan lo que digan, se mantienen enclaustrados en la convicción perversa de que este país les pertenece y nadie más que ellos tiene derecho a determinar y dirigir sus destinos. Causa cierta envidia observar cómo los portugueses celebran unidos el final de su dictadura —excepción hecha del facherío recalcitrante, del que no cabe esperar nada ni allí ni aquí— y se lamenta uno al inferir que la derecha que se autoproclama liberal y moderada no estaría muy dispuesta a festejar el término del franquismo, del mismo modo que no fue capaz de entender que era bueno para todos el que se desahuciara a un dictador de un mausoleo que se erigió a su mayor gloria y en el que fueron sepultados, contra su voluntad, muchos de los vilipendiados y humillados por su régimen. Se habla a menudo de la transición y se exalta su ejemplaridad —aunque no comulgue con el entusiasmo, tampoco tengo mucho que objetar: más de una vez he escrito y dicho que se hizo así porque seguramente no hubo otro modo de hacerla, y que bien estuvo que se hiciera—, pero no se tiene en cuenta que en ella hubo renuncias importantes por parte de los mismos cuya legitimidad se niega ahora con falacias de brocha gorda. Por mucho que no pocos tribunos empleen el término polarización para evitar reconocer que las denuncias falsas, los insultos y los ataques desmesurados provienen siempre del lado diestro del hemiciclo cuando es el izquierdo el que está al mando, y que muy rara vez pasa al contrario, se hace cada vez más evidente que avanzamos hacia un punto en el que se refutan o se discuten principios y valores que hasta hace bien poco eran incuestionables con el fin de dar por iniciada una nueva época en la que, al gusto de los gurús del neocapitalismo más voraz, reine sólo el lema del sálvese quien pueda. Es malo que nos haya tocado vivir tiempos interesantes; es peor esta premonición que intuye que los que están por venir pueden ser más interesantes aún.

La felicidad según Munárriz

"Hay confesión y hay sentimiento en todas y cada una de estas páginas, y hay vida y hay memoria"

La amistad otorga ciertos privilegios, y la que desde hace años mantengo con Miguel Munárriz me permite leer su último libro, Empeñados en ser felices, publicado por Aguilar, antes de que llegue a las librerías, cosa que sucederá el 9 de mayo. Es una especie de biografía fragmentaria en la que reposan algunos de los instantes gozosos que le ha deparado su vida entre libros. Se lee con fruición y amenidad porque está concebido como si se tratara de una larga conversación con el lector en una de esas veladas en que la memoria va y viene y el relato de los trabajos y los días se trenza al compás de unos recuerdos que aparecen y desaparecen a su aire, invocados por un encantamiento urdido a medias entre la lucidez y la gratitud. Conocía algunas de las historias que narra porque él mismo me las ha ido contando en encuentros sucesivos, cuando me lleva a desayunar frente al Infanta Isabel o me invita a comer en La Tavernetta —el prodigioso restaurante italiano que regenta Angelo Loi y que, como no podía ser de otra manera, entra y sale de estas páginas de forma recurrente—, pero disfruto leyéndolas exactamente igual que si las estuviese conociendo en este instante, como también me alegra ver desfilar por sus párrafos a amistades comunes a las que reconozco absolutamente en sus temperamentos y sus filias. Saber escribir no es siempre lo mismo que saber contar, y Munárriz se desenvuelve a la perfección en ambas lides a lo largo y ancho de una obra que instruye deleitando, que es aquella vieja función que los ilustrados encontraban en la literatura. Todos los buenos libros terminan conduciendo a otros, y el de Munárriz excava pasadizos subterráneos que comunican su texto con otros muchos, algunos de sobra conocidos incluso por quienes no son lectores habituales y otros auténticas rarezas —ahora mismo no quiero otra cosa que leer ese encuentro entre Proust y Clarín que ideó Fernando Quiñones en su última novela, y saber algo más sobre ese Ángel Gutiérrez del que no he oído hablar nunca — de las que no es habitual tener noticias en estos tiempos en los que los lanzamientos editoriales se suceden y se solapan a ritmo vertiginoso. También hallo interpelaciones inesperadas a mi propio pasado —me divierte ver que él y yo anduvimos cerca o muy cerca, en alguna que otra ocasión, mucho antes de que nos conociésemos— y doy con capítulos que me resultan especialmente conmovedores, como los que recuerdan a los muy añorados Ángel González y Alberto Vega, a los queridísimos Juan Cueto y Luis Eduardo Aute, o el que glosa el inesperado y triste final de Fernando Marías, aquel vikingo de Bilbao que dejó como legado una novela portentosa. Hay confesión y hay sentimiento en todas y cada una de estas páginas, y hay vida y hay memoria —¿no son ambas cosas lo mismo, al fin y al cabo?— y resplandece, por encima de cualquier otra cosa, el talento indesmayable de un autor que —según sostiene Palmira y refrendamos unos cuantos— escribe mucho menos de lo que debería, o de lo que a nosotros nos gustaría que escribiese para que podamos entregarnos con más frecuencia al placer egoísta de leerlo.

 

TITULO:  DIAS DE TOROS  - Borja Jiménez arrasa con la "Oreja de Oro" de RNE ,.


 Borja Jiménez arrasa con la "Oreja de Oro" de RNE ,.


Santiago Domecq, "Hierro de Oro", brilla entre las ganaderías más destacadas,.
Borja Jiménez, una de las figuras del toreo que más ha destacado en los últimos meses
 
foto / Borja Jiménez, una de las figuras del toreo que más ha destacado en los últimos meses,.

El matador de toros sevillano Borja Jiménez ha sido distinguido con la "Oreja de Oro" de Radio Nacional de España, uno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo taurino. Así lo confirmó el programa "Clarín", dirigido por Rafa García, en una emisión especial este domingo. Jiménez se impuso de manera rotunda en la votación, sumando 21 puntos entre el voto del público, que ganó por segundo año consecutivo, y los colaboradores del espacio. Una diferencia abrumadora respecto a sus competidores: Emilio de Justo logró 7 votos, seguido de Juan Ortega con 5, Roca Rey con 4, Daniel Luque con 2 y Miguel Ángel Perera con 1.
El torero de Espartinas ha consolidado en 2024 la proyección que inició en 2023, erigiéndose como figura clave de la temporada. Sus éxitos incluyen el triunfo como máximo protagonista de San Isidro y actuaciones memorables en plazas como Bilbao, Sevilla, Pamplona (donde pagó su entrega con una cornada), Valencia, Castellón y Salamanca, donde firmó un aplaudido doblete. Esta trayectoria, marcada por el valor y una evolución artística, lo convierte en una de las referencias imprescindibles del año taurino.
Por otro lado, el "Hierro de Oro", que premia a la mejor ganadería de la temporada, ha sido para Santiago Domecq. Este reconocimiento destaca la brillantez de sus encierros en plazas de primera categoría como Madrid, Dax y Valencia, donde sus toros se ganaron el respeto de los aficionados y los triunfos de los toreros. Santiago Domecq se impuso con claridad, superando a ganaderías de la talla de Victorino Martín, que obtuvo 11 votos, y Fuente Ymbro, con 5.
El éxito de Borja Jiménez y Santiago Domecq en estos premios resalta la importancia del esfuerzo, la calidad y el compromiso dentro del mundo de la tauromaquia, consolidándolos como referentes indiscutibles de la temporada 2024.
 
 

TITULO:  Retratos con alma - La moneda lituana de 2 euros que puede hacerte ganar hasta 2.400 euros,.  

 

La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 

 

 Lunes - 23 , 30 - Diciembre -  a las 22:40 horas en La 1 / fotos,.

 La moneda lituana de 2 euros que puede hacerte ganar hasta 2.400 euros,.

Se trata de una edición especial que cuenta con un error de acuñación en su canto. Así puedes reconocerla,.

Las monedas que pueden ser vendidas por un valor mucho mayor suelen ser únicas y haber pocas copias en todo el mundo
 
Las monedas que pueden ser vendidas por un valor mucho mayor suelen ser únicas y haber pocas copias en todo el mundo,.

La numismática es aquella disciplina que se encarga de investigar y coleccionar las monedas y medallas, principalmente las antiguas. Existen versiones de monedas conmemorativas que solo salen en pocas tiradas y en momentos determinados que hacen que estas aumenten su valor de forma significativa. Aunque la numismática no es para todos, muchos podrían reconsiderarlo si supieran los precios que las personas están dispuestas a pagar por una de estas piezas.

Aunque por lo general las unidades que adquieren más valor son las más antiguas debido a su complejidad de encontrarlas, existen monedas actuales que se han vuelto muy preciadas. La mayoría de las monedas del último siglo que han adquirido valor se debe o bien por ser conmemorativas o bien por un error de acuñación. En este caso, existe una moneda de 2 euros que ha adquirido gran valor en los últimos años y pese a que es casi imposible que la tengas en el bolsillo, hay una mínima posibilidad de encontrarla si viajas por Europa.

¿Qué moneda es y a qué se debe su valor?

En este caso estamos hablando de una moneda conmemorativa dedicada a la Reserva Natural de Zuvintas, un lago que es patrimonio de la humanidad en el país de Lituania. Esta pieza fue acuñada en 2021 y ha adquirido protagonismo y se ha llegado a vender en su última subasta por hasta 2.400 euros por un error en su acuñación. Pero cuidado, porque no todas las monedas de esta tirada cuestan dicho valor, las más valiosas son solo aquellas que cuentan con dicho error de fabricación.

Moneda de 2 euros Lituania Zuvintas 2021
 
Moneda de 2 euros Lituania Zuvintas 2021,.

En ella podemos observar distintos animales de la Reserva Natural de Zuvintas junto con la fecha (2021), el nombre del país y la firma de la UNESCO. Según informó el Banco de Lituania, una gran parte de estas monedas cuentan con el canto que corresponde a las monedas de otro país, Letonia. Esto se da porque los bancos de ambos países contratan a la ceca de Lituania para la acuñación de sus monedas. Así una partida se confundió y se enmarcó la inscripción que no correspondía.

Otras monedas de 2 euros valiosas

Esta moneda lituana no es la única que se vende por gran valor en el mercado numismático, también hay otras monedas de 50 céntimos y de 1 y 2 euros que pueden valer mucho dinero. Estas son algunas monedas de 2 euros que son valiosas y no lo sabías.

El árbol de la vida

Su diseño simboliza el crecimiento, la vida y la continuidad. Enmarcada en un hexágono que representa a Francia en el que se pueden apreciar las letras R y F de República Francesa. Puede llegarse a vende por 1.700 euros.

"El Árbol de la vida". Moneda de 2 euros
 
"El Árbol de la vida". Moneda de 2 euros,.

La Grace Kelly

En el mercado numismático se le conoce como 'La Kelly' o 'La Grace Kelly'. Fue la primera moneda de 2 euros conmemorativa acuñada por Mónaco y se fabricó en el año 2007 con motivo del 25 aniversario de la muerte de la princesa Grace. Salieron 20.000 unidades en su única tirada y se vendían por un precio de 100 euros más los gastos de envío. Hoy en día se vende en subastas hasta por 3.000 euros.

Moneda que conmemora los 25 años de la muerte de Grace Kelly
Moneda que conmemora los 25 años de la muerte de Grace Kelly Banco Central Europeo,.

 

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