TITULO: VIVA LA VIDA - Pedro Plaza Salvati - El reloj ,. SABADO - 4 - Enero,.
El sabado - 4 - Enero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Pedro Plaza Salvati - El reloj,.
Pedro Plaza Salvati,.
El Mikado es lo que se conoce en muchos países occidentales como
“palitos chinos”. De hecho, el título de la novela en su idioma original
destaca una de las metrópolis de ese país: Le regole dello Shangai.
En este juego se utiliza un conjunto de palillos de colores y, como se
expresa en uno de los diálogos: “Los junto todos en mi puño. Los abro y
los dejo caer. El jugador tiene que recogerlos uno por uno sin mover los
demás. Si se equivoca el turno pasa al otro. Los colores indican el
valor de los palillos, el negro es único y vale más que todos. Gana
quien consiga más puntos”. Más allá del juego, muchos son los paralelismos con situaciones cotidianas,
entre ellas prestar atención a los movimientos más pequeños, hacerlos
con intención, sin automatismos, actuar sin llamar la atención.
"Es
versátil: habla cinco lenguas; toca el acordeón; cría cuervos; amaestra
osos; llama personas a los animales; lee la palma de la mano. Todo esto
imprime al relato un aire fantástico"
El libro comprende cinco capítulos: “Preámbulo”, “Las reglas del
Mikado”, “Cartas”, “El cuaderno” y “Otra carta”. La estructura, a su
vez, echa mano de dos formas narrativas: los diálogos y la epístola. El narrador emplea la economía de lenguaje y brinda pocas informaciones precisas:
diálogos que inician con su guion y que continúan en frases separadas;
frecuentes espacios para destacar el silencio en la dinámica verbal;
algunas frases cortas que parecen pensamientos. En los tres últimos
capítulos solo hay cartas, cartas dentro de cartas y cuadernos que
parecen cartas. Son el lado B del lado A, no solo en la manera de narrar
sino en lo que allí se cuenta a partir de una historia aparente y otra
oculta.
El capítulo que lleva el título del libro se apropia de la mitad de la novela con diálogos de los dos personajes sin nombres:
“Los nombres no añaden nada a las personas. Si acaso quitan”; algo que
se establece desde el preámbulo. Un mal llamado anciano —deducimos que
debe tener poco más de sesenta años— y una chica gitana que sabemos que
tiene quince años.
"No es de extrañarse que al terminar la lectura destaque una sola línea de agradecimiento: Gracias a Mario Fortunati, relojero"
Él es un hombre solitario acampado en algún lugar montañoso de Italia
cerca de la frontera con Eslovenia. Estando en su tienda en las
montañas heladas recibe la inesperada llegada de una cíngara de
ascendencia sinti (poblaciones gitanas del centro de Europa, Italia y
Francia). Ella huye de su familia, que se dedica al contrabando, y de un matrimonio arreglado.
Se escapa del padre que, según las reglas gitanas, debe matarla por la
deshonra causada. Es versátil: habla cinco lenguas; toca el acordeón;
cría cuervos (uno en especial, Varòna, la sigue y la protege); amaestra
osos; llama personas a los animales; lee la palma de la mano. Todo esto
imprime al relato un aire fantástico.
Él, que le pregunta si conoce al más famoso de los todos los gitanos
(Elvis Presley), además de campista es relojero; de padre italiano y
madre rusa. Ha vivido en Suiza y su gran habilidad como relojero, así
como las amistades que se ha forjado en parte debido a su profesión
paralela que confiesa en “Cuaderno” —para asombro del lector—, hace que
se vuelva rico al lograr una red de concesiones de relojes de marca y
hasta llega a crear la Fundación Mikado. En su cabeza pervive un gran amor efímero de la adolescencia con el que se reencuentra años más tarde en su negocio de relojería.
"Antes
de despedirse de la chica la lleva a conocer el mar y le consigue un
trabajo en un barco. Ella logra vender su pelo para tener algo de dinero
y nunca más se alejaría del mar"
La profesión de relojero del hombre mayor, viejo o anciano concuerda
con la precisa estructura de esta novela-artilugio que forjó Erri De
Luca —montañista en la vida real además de haber sido albañil, activista
militante de izquierda y traductor de las Sagradas Escrituras en el
antiguo hebreo—. No es de extrañarse que al terminar la lectura destaque
una sola línea de agradecimiento: “Gracias a Mario Fortunati, relojero”. Y, con semejante apellido, cabría preguntarse si se trata de una invención o de una coincidencia.
El tema de la percepción del tiempo subyace a lo largo de esta novela
breve con aires de fábula: “Los relojes son instrumentos de medida,
pero el tiempo es otra cosa. Puede discurrir a toda prisa o con
lentitud”. O, cuando le dice a la chica gitana: “Me llamas viejo, de acuerdo, pero vivo en la misma edad que tú, a pesar de todo, en tu misma época”.
Ella admite, más adelante, cuando se producen saltos cronológicos
sustanciales que nos sitúan hasta 1989: “En ese momento me pareció
viejo, un error muy extendido en la juventud respecto a edades
posteriores”.
"Entendemos
que él desaparece y decide retirarse, ahora sí ya de anciano, para
morir en una tienda de campaña y no en un sitio de cuidado para personas
mayores"
Antes de despedirse de la chica la lleva a conocer el mar y le
consigue un trabajo en un barco. Ella logra vender su pelo para tener
algo de dinero y nunca más se alejaría del mar: conocería a su marido
militar luego muerto en Afganistán. Más que el rumbo de los acontecimientos, la parte epistolar revela una lectura distinta de lo contado a través de los diálogos.
Nada de lo que ocurrió cuando ella se apareció en la tienda de la
montaña ni las acciones sucesivas eran lo que se pensaba. Erri de Luca
demuestra ser hábil en el arte de las sorpresas.
Ella corta de raíz con su pasado cíngaro. Al pasar un año sin
tener noticias de él, al no responder sus cartas, le escribe a la
Fundación Mikado, quienes desconocen su paradero. Entendemos
que él desaparece y decide retirarse, ahora sí ya de anciano, para morir
en una tienda de campaña y no en un sitio de cuidado para personas
mayores, dejando atrás su profesión paralela que tenía que ver con su
madre rusa. Es así como, al él revelarlo todo en “Cuaderno”, en el
crepúsculo de su vida se encuentra sin reloj: “Me concentro en los
latidos del corazón”.
TITULO:
VIVA LA VIDA - Kinan Farraj ,. Domingo - 5 - Enero,.
El domingo - 5 - Enero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Kinan Farraj,.
¿Volver a Siria? En Alemania, el país europeo con más refugiados, la respuesta es “por ahora, no”,.
Kinan Farraj, de 17 años, realiza prácticas en el restaurante Kreuzberger Himmel de Berlín, donde lleva 9 años.
Las
llegadas en 2015 transformaron la nación más poblada de la UE. Ahora,
el júbilo por la caída de El Asad se mezcla con la cautela,.
¿Volver o no volver? La pregunta es siempre la misma, y se la hacen miles, decenas de miles de refugiados sirios desde que el pasado fin de semana cayó Bachar el Asad después de 13 años de guerra. ¿Quedarse en Alemania o regresar,.
TITULO:
No sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna
- Siria resurge unida en Deraa, la cuna de la revolución contra El Asad ,.
No
sé de qué me habla - Loteria - El Rasca de la Galleta de la Fortuna - Siria resurge unida en Deraa, la cuna de la revolución contra El Asad ,
fotos,.
Siria resurge unida en Deraa, la cuna de la revolución contra El Asad,.
Una familia en motocicleta, por una calle salpicada de ruinas en
Deraa, la cuna de la revolución siria contra el régimen de Bachar el
Asad, el pasado jueves.
La
esperanza de futuro prima sobre la incertidumbre en la capital del sur
una semana después de la caída del régimen: “Por fin voy a dejar las
armas para volver a la universidad tras una década de guerra”,.
La calle central de Bosra, un desolado cementerio de esqueletos de
hormigón, separa los distritos del este de Deraa, feudo de la oposición
siria, del centro comercial y administrativo controlado por las fuerzas del régimen hasta hace una semana. Cercana a la frontera de Jordania, la capital del sur de Siria y cuna
de la revolución contra el presidente Bachar el Asad en 2011 permaneció
en manos de las milicias insurgentes durante siete años, e incluso se
alzó efímeramente en armas en 2021. La destrucción, el abandono,.
TITULO:Tarde de toros - Luis Bolívar, la gloria de un auténtico "Luchador",.
Luis Bolívar, la gloria de un auténtico "Luchador",.
foto / Luis Bolívar y el ganadero Miguel Gutiérrez, a hombros,.
Comenzó
la feria de Cali con el triunfo de torero local, que indultó un toro de
Ernesto Gutiérrez, en la temporada de su adiós a los ruedos,.
La Feria de Cali arrancó con el carácter combativo de Luis Bolívar,
un torero curtido en las corridas duras del circuito europeo y que
ahora, en uno de los momentos más delicados para la tauromaquia en
Colombia, demuestra su compromiso no solo en el ruedo, sino también como
empresario. En una plaza que otrora fue cuna de alegrías, Bolívar
asumió el reto de revitalizarla, enfrentándose al mismo tiempo a los
obstáculos legales que amenazan con prohibir la fiesta brava en su país.
Su entrega tuvo recompensa cuando el caleño alcanzó el clímax de la
tarde de su primera feria tras los despachos con el indulto de
"Luchador", un toro al que dominó con temple y poder hasta transformarlo en un ejemplar de triunfo histórico.
Su faena fue una lección de perseverancia. Con un toro que inicialmente se mostró bravucón y descompuesto, Bolívar sacó
a relucir su técnica y oficio para someterlo poco a poco. A base de una
muleta firme y recursos técnicos impecables, construyó al astado desde
los cimientos hasta convertirlo en un toro que respondió a cada toque.
Los pases de pecho, adornos de gran elegancia y la capacidad de Bolívar para transmitir emoción a los tendidos llevaron al público a pedir el indulto,
concedido ante la euforia general. Bolívar, acompañado por el ganadero,
salió a hombros reivindicando no solo su toreo, sino su compromiso con
Cali y su gente.
No obstante, la tarde estuvo marcada por la baja de Fernando Adrián,
aquejado por un cuadro de deshidrataciín y de fiebre y obligado a
retirarse tras lidiar un toro que no dio opciones. A pesar de no
encontrarse bien, Adrián se mostró dispuesto para intentar imponerse a
un animal manso y rajado, pero las circunstancias no permitieron mayor
lucimiento. Antonio Ferrera,
siempre entregado, asumió con gallardía el reto de lidiar tres toros.
Su primer oponente le permitió brillar, logrando muletazos profundos y
una oreja que abrió el ciclo ferial. Sin embargo, un esfuerzo sin premio
en el tercero y una faena de emocionada inspiración con el último de
la tarde, un toro que tuvo clase y entrega, quedó empañada por el fallo
con la espada, truncando una salida a hombros que parecía merecida.
FICHA DEL FESTEJO:
Jueves 26 de
diciembre. Plaza de toros de Cañaveralejo, Cali (Colombia). Primera de
la Feria del Señor de los Cristales. Un tercio entrada en tarde
cubierta.
Toros de Ernesto Gutiérrez, desiguales
de presencia y juego, destacó la humillación y clase del sexto. Fue
indultado el 5º, “Luchador”, nº 171, que terminó sometido y obedeciendo
al mando de Luis Bolívar.
Antonio Ferrera, de blanco y oro,
estocada (oreja); dos pinchazos, estocada, aviso y dos descabellos
(silencio); y tres pinchazos y estocada (silencio), en el que lidió por
Fernando Adrián.
Luis Bolívar, de negro y oro, pinchazo, estocada, descabello, aviso y varios descabellos (silencio); y dos orejas simbólicas tras indulto.
Fernando Adrián, de azul marino y oro, casi entera tendida (silencio) en el único que lidió.
Incidencias: El festejo comenzó con 30 minutos de retraso por el
reacondicionamiento del ruedo tras las lluvias previa a la corrida.
Fernando Adrián sufrió un cuadro vírico gastrointestinal de pronóstico
reservado que le impidió continuar con la lidia. Luis Bolívar presentó
un corte leve en el dedo índice de la mano derecha. Ricardo Santana
saludó una ovación tras banderillear al quinto.
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