BLOC CULTURAL,

BLOC CULTURAL,

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Juego de Niños - La VIII Media Maratón estrenará recorrido por el entorno natural ,. - Sábado - 21 - Diciembre ,. / POLICIA O JUSTICIA - La Policía Nacional detiene 'in fraganti' a un atracador en un comercio de Badajoz ,. / LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Pura celebra sus cien años con una gran una fiesta en Belén ,. / EL CLUB COMEDIA - Teatro - Malas lenguas ,.

 TITULO:  Juego de Niños - La VIII Media Maratón estrenará recorrido por el entorno natural ,. Sábado - 21 - Diciembre  ,.

Juegos de niños,.

  Sabado  -  21 - Diciembre  , a las 22:00 por La 1, foto,
.

  Juego de Niños - La VIII Media Maratón estrenará recorrido por el entorno natural,.

 

 La VIII Media Maratón estrenará recorrido por el entorno natural,.

 

La salida y la llegada será en la plaza Mayor y se ha optado por un tramo que vaya por la cañada real hasta Bodegas Habla,.

 Participantes de una edición anterior.

Participantes de una edición anterior. 

La Concejalía de Deportes ya tiene fijada una nueva fecha para la VIII edición de la Media Maratón Ciudad de Trujillo 'Juan Mateos Broncano'. Será el 22 de diciembre, a partir de las 10.30 horas, con salida y llegada en la plaza Mayor trujillana. Se convierte así en una previa a las San Silvestre de final de año. La principal novedad es el recorrido, que será 'trail running' o, dicho de otro modo, parte de sus 21 kilómetros transcurrirá por el campo, con sus peculiaridades y dificultades.

La prueba está coordinada en esta ocasión por 'MusicRun España', con una larga experiencia en este tipo de propuestas. Hay que recordar que la organización de la carrera salió a licitación por un montante económico de 5.082 euros (impuestos incluidos).

Uno de sus responsables, José María Vargas, explica que se ha diseñado un recorrido atractivo, que puede gustar tanto a los corredores habituales en el asfalto, como a esos atletas a los que les llama la atención correr en medio de la naturaleza y practicar deporte al aire libre. Por ello, confía en que haya una mayor participación que en ediciones anteriores, no solo de deportistas locales, sino también de llegados de otros puntos del territorio nacional. El año pasado se inscribieron 167 personas, entre adultos y menores.

Recorrido

Ese recorrido transcurrirá por un tramo urbano hasta los aledaños de la plaza de toros. A partir de ahí, los participantes irán por la Cañada Real Puerto de Miravete dirección la ermita de Santa Ana hasta Bodegas Habla. En ese punto, se darán la vuelta por el mismo recorrido hasta llegar a la línea de meta. También está la opción de hacer 10 kilómetros. En este caso, los corredores se darán la vuelta en el punto kilométrico 5, situado junto al paso subterráneo de la autovía.

La concejala de Cultura, Turismo y Deporte, Consuelo Soriano, no tiene dudas de que se mostrarán tanto las bondades de ese patrimonio arquitectónico, como ese rico patrimonio natural que tiene la ciudad trujillana.

Premios

El coordinador de la prueba señala además que habrá premios en metálico para los primeros de los 21 kilómetros, tanto para la categoría masculina como femenina. Los ganadores se llevarán 100 euros, los segundos, 50 y los terceros, 25 euros. Igualmente, destaca que se mantendrán las carreras para los más pequeños, fomentando la participación no competitiva. «El objetivo es fomentar el deporte en edades tempranas», remarca este responsable.

El plazo de inscripción está abierto hasta el viernes antes de la carrera, a las 14.00 horas. El precio de esa inscripción será 12 euros para los corredores que hagan la Media Maratón y de 10 euros, para los que realicen los 10 kilómetros. Los menores abonarán 3 euros.

TITULO: POLICIA O JUSTICIA -  La Policía Nacional detiene 'in fraganti' a un atracador en un comercio de Badajoz,.

 La Policía Nacional detiene 'in fraganti' a un atracador en un comercio de Badajoz,.

Los agentes han arrestado a un hombre de 36 años que ha llevado a cabo un robo con una pistola simulada,.

 La avenida Damián Téllez Lafuente donde ha tenido lugar el atraco.

foto / La avenida Damián Téllez Lafuente donde ha tenido lugar el atraco,.

La Policía Nacional ha detenido este martes a un hombre de 36 años por un presunto delito de robo en un comercio de la avenida Damián Téllez Lafuente de Badajoz. Según confirma la policía, el arrestado usó una pistola simulada para atracar un local de esta zona de Badajoz.

La policía ha confirmado que los sucesos han tenido lugar este martes a las 10.00 horas en un establecimiento comercial de la avenida Damián Téllez Lafuente.

Según ha podido saber HOY la rápida intervención policial ha logrado que el atracado haya sido interceptado por los agentes 'in fraganti'. Una vez arrestado han podido comprobar que la pistola que ha usado en el atraco es simulada.

El detenido fue avistado con actitud vigilante por la calle Cigüeña, donde se le dio el alto. Tras esto, intentó huir a la carrera pero, finalmente, fue alcanzado, aunque lesionó a tres de los agentes que evitaron que acediesen a la pistola que portaba en su cintura.

Tras ser reducido, en el regisro efectuado se encontraron 975 euros entre las pertenencias del presunto autor de los hechos, quien cuenta con un amplio historial delictivo.

El responsable pasará a disposición judicial los próximos días para que el juzgado determine su entrada en prisión o lo ponga en libertad.

Otros atracadores detenidos

El pasado mes de marzo agentes de Policía Nacional adscritos al grupo de delitos contra el patrimonio de la Comisaría Provincial de Badajoz, procedieron a la detención de un hombre por su presunta autoría de un delito de robo con violencia e intimidación en la barriada de San Fernando. Los hechos sucedieron sobre las 1.20 horas de la madrugada del pasado 14 de marzo, cuando un hombre entró en un establecimiento ubicado en la calle Valladolid de la capital pacense. Esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones, el delincuente amenazó a la dependienta del local para que le entregara la recaudación. Tras los hechos, el ladrón se llevó 390 euros.

Tras la investigación correspondiente, los agentes identificaron plenamente al presunto autor de este robo, procediendo a la detención del mismo unos días después.

También la Policía Nacional detuvo en febrero en Badajoz a un hombre por su presunta implicación en tres atracos a distintos locales de la ciudad.

Recientemente, además, se ha celebrado un juicio por el robo con pistolas simuladas a dos cafeterías del parque de San Fernando. El Juzgado de lo Penal numero 2 de Badajoz ha impuesto tres años y medio de prisión a P.M.G.B., uno de los tres procesados por su presunta relación con los robos cometidos hace un año en la cafetería Forn de Campos y en la cafetería Café con Alma, en la barriada de San Fernando.

Los delitos fueron cometidos el 8 de diciembre de 2023 por dos personas que ocultaban sus rostros con capuchas. Ambos se apearon de un coche conducido por P.M.G.B. y utilizaron armas simuladas (al menos una de ellas era una pistola tipo Airsoft réplica exacta de una pistola Colt 1911) para encañonar a las empleadas de la cafetería Forn de Campos y apoderarse de los 300 euros que había en la caja registradora.

 

TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -  Pura celebra sus cien años con una gran una fiesta en Belén ,.

 LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -  Pura celebra sus cien años con una gran una fiesta en Belén  , fotos,.

  Pura celebra sus cien años con una gran una fiesta en Belén ,.

El sábado reunió a más de 100 personas y el domingo, la alcaldesa le entregó un ramo de flores y tuvo una comida con la familia,.

Pura con sus cuatro hijas y parte de la familia.

 Pura con sus cuatro hijas y parte de la familia.

Belén llevó a cabo un fin de semana muy especial. El motivo lo merecía. Se trató de la celebración de los cien años de su vecina más longeva, María Purificación Barquilla, más conocida como Pura. En primer lugar, esta vecina, que es muy querida, quiso hacer el sábado una gran fiesta para todos sus vecinos, con la participación de más de cien personas. «Estoy muy contenta porque ha sido una fiesta muy bonita», señalaba la protagonista, sonriente y con cara de satisfacción.

 Mi música divertida: La pantera rosa

Ya el domingo, el día de su cumpleaños, esa celebración fue más íntima con una comida con sus cuatro hijas «bien guapas todas», señala Pura, además de sus tres yernos, cinco nietos y tres biznietas. Antes, la alcaldesa, Inés Rubio, junto a los concejales Blanca Henche y Eduardo Diz, se acercaron a su hogar para felicitarla y entregarle un ramo de flores. Tuvieron la oportunidad de compartir un rato tanto con esta mujer, como con sus familiares. Este regalo se unió a otros que le dieron en la jornada anterior. Asimismo, la misa del domingo en Belén estuvo dedicada a esta centenaria vecina. «Ha sido una misa preciosa», afirmó Pura.

 

Ante tanta celebración, no perdió la cara de alegría, aunque reconocía que estaba algo cansada. Eso sí, reiteró en más de una ocasión que siempre le ha gustado la fiesta y bailar. De hecho, hasta hace algo menos de dos años, le gustaba salir a tomarse una cerveza e, incluso, los domingos, un whisky con 'Seven up'. También aprovechaba para disfrutar de la Feria del Queso con sus hijas. Aunque llevaba ya unos doce años con el tendón rotuliano roto, no le ha impedido disfrutar de esos momentos.

Buena calidad de vida

Sin embargo, la última caída en su patio hace año y medio, con un golpe en la cabeza, le ha provocado que ya no pueda hacer ese tipo de cosas. «Ha tenido una buena calidad de vida», señala una de sus hijas. Asimismo, sus familiares remarcan que una de sus virtudes es que siempre le ha gustado hacer cosas, estar activa y moverse. Por ello, quizá lo que peor lleva ahora es tener que estar sentada. También se caracteriza por decir dichos populares.

El día a día de Pura es tranquilo. Una de sus hijas explica que se suele levantare la cama tarde. Tras desayunar, se da un paseo alrededor de su casa, agarrada a una muleta y a ella. Tras comer, se entretiene con la televisión. Le suelen gustar los documentales de la 2. Entre las 18.30 y 19.00 horas, se va a la cama, ya que está cansada de estar sentada. Antes de caerse la última vez, solía hacer sopas de letras o ganchillo, entre otras labores. «Ya no le da la vista», apunta el familiar.

Esta mujer protagonista ha estado dedicada a la familia. Casada con un militar, ha vivido en diversos lugares. Eso sí, siempre que podía volvían a Belén, donde nació. Además, cuando se jubiló su marido, se asentaron en su tierra.

TITULO : EL CLUB COMEDIA - Teatro - Malas lenguas,.

Teatro - Malas lenguas,.

 Teatro: LAS MALAS LENGUAS - Compañía Lagasca. - Ayuntamiento de Almazán

foto / Se detiene el autobús en Mérida a dejar y recoger viajeros —hemos salido muy temprano de Zafra, donde me despedí de Inma con un café rápido en la cantina de la estación, y hemos atravesado la provincia de Badajoz a paso lento, con paradas en pueblos grandes y pequeños que han ralentizado el viaje, pero a la vez lo han hecho más interesante— y reparo en que han pasado ya dieciséis años desde la última vez que estuve en la ciudad y vine a caer en estos mismos andenes. Fue un domingo de diciembre a eso de las cinco o las seis de la tarde, con el día anocheciendo en pleno invierno, y durante varias horas merodeé completamente solo por las calles de una ciudad aletargada que se mecía en ese tedio propio de los estertores de los fines de semana. No había un alma en el recinto del teatro romano, que visité aplicadamente antes de que cerrara sus puertas, temeroso de que al día siguiente no tuviese tiempo de acercarme, ocupado como estaría con los protocolos a los que obligaba el premio de novela que iban a entregarme, y apenas me crucé con nadie por los aledaños del templo de Diana, ni al pasar bajo el arco de Trajano, ni en los alrededores del museo con el que Rafael Moneo envolvió de ropajes modernos las resonancias de vestigios milenarios. No conserva mi memoria muchos más recuerdos de la ciudad, y éstos que enumero se han convertido con el paso del tiempo en postales desvaídas, diapositivas aisladas que no sé si obedecen a lo que realmente vi o si se componen con teselas de lo que creí haber visto, pero en cualquier caso ahora que miro la ciudad desde la periferia de este viaje fragmentado que me devuelve a casa no soy capaz de reconocer ningún rincón de los de entonces: la estación se alza en la periferia, al otro lado del río, y más allá los contornos de las últimas casas impiden vislumbrar siquiera una pizca del meollo. El premio que me dieron entonces tuvo poca vida después: al año siguiente se declaró desierto y creo que después dejaron de convocarlo; la editorial que lo publicaba, y con cuyo editor conservo una amistad que no ha agrietado el calendario, cerró un lustro más tarde. Apenas he vuelto a saber nada de la gente con la que compartí los días que pasé aquí ni he tenido requerimiento alguno que motivara mi presencia en estas tierras, que fueron muy importantes para mí aunque después de todo lo que ha llovido parezca que no significaron nada. «El premio más enjundioso que he ganado en toda mi vida lo gané aquí, en Extremadura», dije ayer en Zafra, cuando Inma y Jaime me presentaron en la tarima del parque de la Paz, y ni yo mismo me habría acordado si ellos, al repasar mi biografía, no hubiesen mencionado la novela que me lo deparó. Ha sido y es Mérida un pasar, pienso en estos pocos minutos en que la contemplo ajena desde la distancia, y le agradezco el trato que me brindó, y sigo rumbo.

Es ver vivir

"Volver a Salamanca, ya lo he dicho, es ver la vida que uno llevó aquí y que se conserva intacta, pese a todo, en manos de otros"

Creo que fue Luis Rosales el que dijo que vivir es ver volver, pero en mi caso concreto, y en lo que se refiere a Salamanca, podría decir también que volver es ver vivir. Aunque haya cambiado la ciudad y no sean iguales los tiempos, aunque hayan variado algunas conductas colectivas y estudiar lejos de casa no se parezca a lo que era hace casi cinco lustros, no me cuesta reconocerme en cualquiera de los estudiantes que cruzan en diagonal y a toda prisa la Plaza Mayor, en los que entretienen las horas muertas en las cafeterías, en los que haraganean sin otro propósito que el de dejar transcurrir las horas por los bancos de Anaya o los laberintos domésticos que desembocan en las promesas pecaminosas de San Justo. Tengo la impresión, siempre que vuelvo, de que el regreso depara la posibilidad de observar desde fuera lo que una vez se contempló desde dentro, de asistir en primera fila al espectáculo en el que uno mismo tuvo la ocasión de participar como protagonista. Con todo, esta vez el prodigio se da a medias: es domingo, un día poco propicio aquí para las efusividades callejeras, y anda plomizo un cielo que rompe pronto en un diluvio espectacular que nos coge a Luis García Jambrina y a mí volviendo del puente romano, adonde hemos ido a pasear mientras nos contábamos nuestras respectivas andanzas. No me quejo demasiado, porque la meteorología ha sido clemente y me ha permitido cumplimentar algunos hitos privados. Me he acercado a ver el Cielo que una vez decoró la bóveda de la biblioteca universitaria y que hoy se exhibe en un costado de las Escuelas Menores, donde me lo he encontrado inusualmente desierto a unas horas en las que imagino que los turistas andarían terminando la comida o iniciando la siesta, y me he detenido ante la fachada del Estudio en busca no de la rana en la que se fija todo el mundo, sino en el rostro cuya mueca burlona parece plantear una enmienda jocosa a la totalidad del mensaje. No he llegado a visitar la cueva ni he podido dejarme caer por Dominicos, pero me he demorado por las bajadas hacia el Tormes desde la catedral vieja y he cumplido con la visita al Lazarillo. También he podido recrearme en la estampa majestuosa que pinta la calle Compañía si se la contempla desde la perspectiva adecuada, que no por azar coincide con la que se observa desde las puertas de mi hotel, el mismo en el que nos alojaron la primera vez que estuve en la ciudad, cuando tenía trece años y me trajeron junto a mis compañeros del colegio en el viaje de estudios que rubricaba el final de la EGB, y contemplé en un amanecer esta suave pendiente que se pierde en un esfumado de campanarios —«alto soto de torres», escribió Unamuno, que vivió aquí cerca—; me pareció tan irreal que no pude acreditar su veracidad hasta que me avecindé en la ciudad y tuve ocasión de disfrutarlo a diario durante todo un año, el que pasé acudiendo a las aulas de la Clerecía, y muy frecuentemente luego, cada vez que mis pasos me acercaban por el centro de la ciudad. Hice en aquel primer curso muchas horas dentro del Alcaraván, en donde entro ahora para refugiarme del diluvio sobrevenido, y me reconforta encontrarlo igual que siempre. Me siento en una de las mesas de la entrada porque están ocupadas todas las demás. Delante de mí, unos profesores hablan de la tarea que les aguarda a partir de mañana; a mis espaldas, grupos de estudiantes repasan sus andanzas del sábado, juegan al ajedrez, leen libros o pasan a limpio los apuntes que en unas pocas semanas tendrán que estudiar en serio. Volver a Salamanca, ya lo he dicho, es ver la vida que uno llevó aquí y que se conserva intacta, pese a todo, en manos de otros. No es mala cosa.

Nosotros, los de entonces

"No todo el mundo sabe asumir con la debida resignación que el tiempo pasa"

La facultad donde estudié había echado a andar una década antes de mi llegada, y muchos de quienes se habían matriculado en sus primeras promociones optaron por hacer carrera dentro y mantenerse allí, una vez finalizados los estudios, como profesores. Quienes nos impartían las clases, por lo tanto, no eran mucho mayores que nosotros —compartíamos generación, prácticamente—, lo que propiciaba que a menudo nos encontráramos a horas intempestivas fuera de las aulas, en lugares más proclives a la gramática parda que a la disciplina académica, y que en esos nudos gordianos de la noche se fueran tramando complicidades o simpatías que trascendían los muros universitarios. Las coincidencias daban pie a situaciones que se debatían entre lo surrealista y lo hilarante, y sobre muchas de ellas cabe mantener un secreto de sumario que no estoy seguro de que vaya a levantar nunca el tiempo. Lo recuerdo en esta noche salmantina con Juanra, que fue mi profesor de diseño gráfico y uno de los invitados estelares a nuestra fiesta de fin de carrera. He satisfecho su antojo de paloma en el Cervantes y él ha hecho lo propio en La Viga con mis apetencias de jeta, y hemos venido a terminar la noche en los veladores del Niebla, una mezcla de café y cervecería con resonancias unamunianas que se abre frente a uno de los bares de copas que ya estaban de moda cuando viví aquí y que resiste, a lo que se ve, los embates de las modas. Me cuenta que ha cambiado todo mucho, empezando porque sus alumnos ya no tienen la edad que podrían tener sus hermanos menores, sino casi la que ya tiene su propio hijo, y merodeamos en torno a la cuestión de la autoridad docente en una época en la que el profesor ya no puede arrogarse la condición de depositario único del conocimiento. ¿Son peores ahora las cosas? No lo creo y él tampoco; son, sencillamente, distintas. Lo que ocurre es que no todo el mundo sabe asumir con la debida resignación que el tiempo pasa y envejecer seguramente consiste en ver cómo, poco a poco, uno va perdiendo el paso; en asumir que, lo mismo que nosotros, aquel mundo, el de entonces, ha ido dejando de ser el mismo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario