BLOC CULTURAL,

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lunes, 8 de julio de 2024

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Oficina - Economia - Personas físicas y autónomos sufren ya más concursos e insolvencias que las empresas ,. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - ¿Por qué hay cipreses en los cementerios? ,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cine Bigote - Escuchar a los europeos ,.

 TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida  - Oficina - Economia -  Personas físicas y autónomos sufren ya más concursos e insolvencias que las empresas ,.

 
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
 
 'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presenta
do por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.

Personas físicas y autónomos sufren ya más concursos e insolvencias que las empresas,.

Desde la pandemia, este tipo de concursos se ha disparado un 534% y en 2023 supusieron el 80% de las actuaciones

Comercio. Liquidación por cierre.
 
fotos / Comercio. Liquidación por cierre.

La pandemia ha cambiado muchos aspectos de la economía, incluida la tipología de los procesos concursales. Si hasta el año 2019 los concursos de empresas eran mayoritarios y superaban ostensiblemente a los de personas físicas y autónomos, desde 2020 la tendencia empezó a invertirse. Poco a poco, los concursos empresariales han ido perdiendo peso en favor de los individuales, hasta culminar en 2023 con que casi el 80% de los concursos correspondieron ya a personas físicas y autónomos.

Así los constata el Registro de Economistas Forenses (Refor) -órgano especializado del Consejo General de Economistas de España en materia de insolvencias-, que cifra en 20.666 los concursos iniciados el pasado ejercicio, de los cuales más del 78% correspondieron a personas físicas más autónomos, para un total de 16.122, frente a los 4.544 correspondientes a empresas -el 22% restante-. De este modo, mientras en estos cuatro años los concursos empresariales han crecido moderadamente, un 12%, los de autónomos y personas físicas lo han hecho 534%, según los datos extraídos de las estadísticas publicadas por el Colegio de Registradores.

Para el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, el despegue concursal de personas físicas y autónomos se debe, principalmente, "a la actual coyuntura de alta inflación, aunque se esté moderando, así como la subida de tipos de interés", que pueden estar detrás de este incremento de insolvencias al tener "menor margen de maniobra para llegar a acuerdos y sortear situaciones adversas para su reflotación".

En comparativa interanual, se observa un decrecimiento concursal de empresas de un 12% y persiste un incremento concursal de personas físicas más autónomos del 49%, aunque en los dos primeros meses de este año las insolvencias entre las sociedades se han incrementado un 36% -con 920 en 2023 y 1.249 en 2024-, que el Refor interpreta como un posible "cambio de tendencia" hacia un mayor número de concursos de este tipo, por lo que " habrá que estar atento en los próximos meses" para ver si se consolida esta tendencia o ha sido un mero repunte.

Asimismo, los economistas forenses hacen referencia al importante incremento de los concursos sin masa o concursos exprés -un procedimiento abreviado para empresas con un importante sobreendeudamiento, sin activos para hacer frente a un concurso y con el que se evita que se deriven responsabilidades a los administradores de la empresa-, que pasaron del 44% del total de concursos en 2022, con 6.955, a los 15.693 de 2023 -el 76% del total-. Pich estima que este notable incremento refleja que "cada vez más empresas acuden a solucionar su insolvencia demasiado tarde, cuando su grado de endeudamiento no permite alternativas de negociación y financiación o preservar el principio de empresa en funcionamiento, con las consecuencias en la destrucción de empleo que ello podría llevar aparejado".

El Refor también ha analizado la evolución de los procedimientos concursales electrónicos especiales para micropymes, tras la nueva versión mejorada puesta en marcha en febrero de este año, que ha tenido un "notable incremento" tras multiplicarse por más de 40, al pasar de 11 en el primer trimestre de 2023 a 463 en el último trimestre del año. Para el presidente del Refor, Miguel Romero, “esto es una buena noticia por cuanto supone una gestión más ágil de las insolvencias de las empresas más pequeñas que suponen una parte importante de nuestro tejido empresarial y evita la existencia de empresas 'zombie'”.

Dentro del análisis llevado a cabo por el registro forense, se ha realizado también una comparativa con diversos países de Europa. Así, atendiendo a los datos publicados por diversas fuentes, se observa que en 2023 España fue el único país donde disminuyeron los concursos de acreedores, cerca de un 25%, mientras que hubo incrementos en Portugal (15,35%), Italia (15,16%), Reino Unido (13,73%), y de manera más acusada en Alemania (23,13%) y Francia (35,83%). No obstante, según apuntan los economistas forenses, algunos informes consultados –entre ellos el de la consultora Allianz–, pronostican para 2024 en España "uno de los mayores crecimientos en insolvencias de empresas", de hasta un 28%, junto con Países Bajos (31%); Estados Unidos (28%); Italia (19%); Portugal (19%), y Alemania (13%), mientras que se producirían "crecimientos más moderados" en Reino Unido (+10%) y Francia (7%).

 

TITULO:  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques -  ¿Por qué hay cipreses en los cementerios?.,

  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques  -   ¿Por qué hay cipreses en los cementerios? , fotos,.

¿Por qué hay cipreses en los cementerios?,.

Hay un elemento que nunca falta en ningún cementerio, especialmente en los que pertenecen al mediterráneo: los cipreses.

 

El principal motivo es que se trata de un árbol muy longevo que puede llegar a vivir hasta 300 años y, en sus primeros años de vida, su crecimiento es muy rápido. Su hoja es perenne, no necesita de ningún cuidado especial, resiste muy bien los cambios bruscos de temperatura y sus raíces crecen de forma vertical y recta, evitando los estropicios que otros árboles podrían ocasionar en los muros o en las lápidas.

Su altura, además, actúa como paraviento, por eso, en muchas ocasiones, son plantados junto a los muros que cercan el cementerio, dotándolos de una gran solemnidad.

Mitología

Se trata de una costumbre muy antigua, ya las civilizaciones griegas y romanas los plantaban debido a que, según la mitología, los cipreses, gracias a su forma, encaminaban las almas de los difuntos hacia el cielo y su hoja perenne simbolizaba lo eterno.

En la mitología griega destaca el mito de Cipariso (cuya traducción es ciprés), un joven que por error mató a un ciervo domesticado y sintió tanta pena y dolor que le pidió al dios Apolo que le permitiera llorarlo eternamente, convirtiendo a Cipariso en un ciprés. Desde ese momento, esta especie de árbol se relacionó con el duelo que sufrimos tras la muerte de un ser querido.

Por otro lado, el filósofo griego Teosfrato aseguraba que el ciprés estaba consagrado al dios de la muerte Hades y también los escritores Quinto Horacio Flaco y Plinio el Viejo indicaban que una rama de ciprés colgada en la puerta de una casa era un signo funerario.

Por su parte, los romanos lo consagraron al dios infernal Plutón, otorgándole al ciprés el adjetivo de ‘fúnebre’.

Con el tiempo, esta tradición pasó a la cultura cristiana, por eso muchas tumbas tienen cipreses esculpidos que representan la inmortalidad, la incorruptibilidad y los nobles sentimientos.

 

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 Escuchar a los europeos ,.
 
 Oír para escuchar

“Estaba sintonizando desde el nocturno dial brillante / haciendo cualquier cosa que mi radio me aconsejara / con cada una de las emisoras nocturnas / que ponen canciones que me hacen llorar (…). / La radio es una buena salvación, / la radio está limpiando la nación”. Es lo que cantaba irónicamente Elvis Costello allá por 1978 en “Radio Radio” (This Year’s Model, 1978), aunque ya había montado una buena un año antes cuando la interpretó en el programa Saturday Night Live sin avisar al personal de que saltaría de “Less Than Zero” a esa nada sutil diatriba contra aquellos que mantenían la música interesante fuera de las ondas a los pocos segundos de su actuación junto a The Attractions. El órgano circense y carnavalesco de Steve Nieve y la producción gamberra de Nick Lowe convirtieron el trallazo punk rock de los versos anfetamínicos y enrabietados de Elvis Costello en un himno rebelde con ecos que llegan a nuestros días.

 

"La escritura de Javier Montes avanza subrepticiamente con esa misma alegría y disposición de ánimo con la que se afronta el día si se dispone de café y la compañía que ofrece la radio, que tan poco pide y tanto aporta",.
 
 

Javier Montes (Madrid, 1976) hace lo contrario que el personaje de la canción de Costello; él mueve el dial por la mañana, nada más despertarse, como una conjura contra la noche, a modo de ritual mañanero con el que empezar a dar los primeros pasos del día recién inaugurado. Es la sintonización de la emisora seleccionada en la radio lo que pone en marcha la jornada, cuando todavía se tiene medio cuerpo entre las sábanas y la otra mitad ya ha ido a preparar el café. Como Alistair Cooke, también Montes prefiere “la radio a las pantallas. Las 

 Botijo de Barro "Chato" - La Cacerola de Barro

 

imágenes son mejores”. He escrito bien, poner la radio, no encenderla o escucharla. Ponerla, sí, y que vaya haciendo, como confiado asidero de la vida por venir. Como el café, también la radio aviva la conciencia y nos devuelve a la vigilia con la activación necesaria para sobrevivir veinticuatro horas más (a poder ser en su compañía). Esa metáfora es una de muchas. La escritura de Javier Montes avanza subrepticiamente con esa misma alegría y disposición de ánimo con la que se afronta el día si se dispone de café y la compañía que ofrece la radio, que tan poco pide y tanto aporta. Se lo dice alguien que evita ponerla a toda costa. A uno eso de que empiecen a aparecer voces que no han sido invitadas a la fiesta, cada una con su drama o su cantinela, acompañadas de ese júbilo forzado de la cuadrilla de invitados que animan la mañana y redondeadas con cuñas publicitarias de varia índole lo ponen de los nervios. Esto no es óbice para reconocer las bonanzas de esta oda pública a la radio en toda regla. Son cosas distintas.

"La recompensa final es la propia escritura de Javier Montes, afinada, medida lo justo para no parecer encorsetada, asimismo imaginativa y feliz sin resultar pretenciosa"

La sincronía de la radio, su continuidad y su difusión la hacen uno de los medios más efectivos para la felicidad inmediata a lo largo del globo, además de potenciar ese espíritu jazzístico que la asiste en cuanto a defensa y casi diríase que poética que consiste en “la supresión definitiva de lo irrecuperable y lo imprevisible.” Ni los podcasts ni la radio a la carta pueden con esa inmediatez celebérrima que marca el medio, también hoy, mientras prospera sin aparente pesar en la era digital (los datos así lo confirman). Lo que el autor de La vida de hotel (Anagrama, 2012) propone no es ni más ni menos que un recorrido por lo que la radio tiene de selecta, oracular y festiva. Él toma nota de noticias, atiende consejos, se olvida del devenir con esa ensoñación encubierta que persiste tras el sueño, o simplemente asiste a la disolución de la soledad con la radio —“pura maleza sonora”, la llama— como compañía, a falta de un búho disecado.

Más allá de la apología evidente de la radio que contiene el librito, la recompensa final es la propia escritura de Javier Montes, afinada, medida lo justo para no parecer encorsetada, asimismo imaginativa y feliz sin resultar pretenciosa. Toda una sorpresa. Sintonicen su frecuencia, con café o sin él, con nocturnidad, de mañana o en horario vespertino, tanto da. No hay aquí publicidad banal ni impertinente.

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