TITULO: Domingo
- 28 - Julio - LIARLA PARDO - Ramón Palomar - El 'chou' debe continuar ,.
El domingo - 28 - Julio , a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Ramón Palomar - El 'chou' debe continuar,.
Ramón Palomar ,.
Ante los dramas personales y las crueles cuchilladas que te depara el destino, el 'chou' debe continuar,.
La reforma protestante, que iba a poner Europa patas arriba, no se limitó a Lutero. En realidad él sólo dio el pistoletazo de salida; porque, comparado con lo que vino luego, el fulano era apenas un parvulito de provincias con pocos libros leídos. Su rebelión se fraccionó pronto enmultitud de tendencias dirigidas por tíos con mayor preparación humanista, intelectualmente más potentes que el oscuro fraile agustino y su atormentada conciencia particular. Ulrico Zwinglio y Juan Calvino, por ejemplo, dieron un impulso muy serio a la Reforma anticatólica en Alemania y Suiza. De esos dos, Calvino (un pavo inteligente, con gran preparación filosófica y jurídica) fue el más decisivo: situándose ante los Evangelios no con la tradición, sino con la razón, se propuso crear una religión nueva, rígida, implacable; una auténtica dictadura religiosa (así la llamó el historiador político Jean Touchard), regida por una severa moral que competía en mala leche con la Inquisición católica, pues imponía sin complejos, como castigo habitual, la prisión, el tormento y el patíbulo (al famoso médico y naturalista español Miguel Servet, por ejemplo, lo mandó Calvino hacer churrasco en una hoguera, en Ginebra). El caso es que, comparados con el viejo catolicismo, algunos puntos de la Reforma eran realmente revolucionarios, y eso explica parte de su éxito: mientras la Iglesia romana quería una Biblia en latín (interpretada exclusivamente por ella, por supuesto), los protestantes la preferían traducida a las lenguas locales, para que la peña pudiera leerla, debatirla y tal. Para darle vidilla. Por otra parte, con las nuevas doctrinas quedaba abolido en las iglesias el derroche de imágenes y cuadros piadosos. También la Virgen, los santos y demás parafernalia se iban a tomar por saco, y los siete sacramentos clásicos quedaron reducidos a dos: bautismo y comunión. Todo más sencillo, vamos. Más para andar por casa. Y además (detalle que hizo aumentar mucho la clientela) quedaba abolido el celibato eclesiástico; y al que Dios se la diera, que San Pedro se la bendijera. Resumiendo: los pastores (así se llamaban los nuevos curas protestantes) podían casarse si tenían con quién. Que solían tener. Y, bueno. El caso es que todo eso, unido a la hostilidad contra el sistema fiscal de la Iglesia, la posibilidad de apropiarse de las riquezas de obispados y conventos, y las ganas de limitar la influencia eclesiástica en cuestiones terrenas, o sea, independizarse de papas y emperadores, se puso de moda con gran rapidez, extendiéndose a los países del norte de Europa. De pronto, Dinamarca, Suecia y Noruega descubrieron que en realidad eran protestantes de toda la vida; y en algún caso notable, como el de Suecia, la nueva tendencia político-religiosa sirvió para consolidar un verdadero estado nacional que a partir de 1524 (fecha de su ruptura con el papa de Roma) empezó a perfilar allí un prestigioso rey local llamado Gustavo Wasa. En cuanto a Alemania, lo más interesante del pifostio hereje es considerar que si el luteranismo, protestantismo o como queramos llamarlo, triunfó en aquellas tierras, fue porque allí no había un estado fuerte constituido sino ausencia de unidad política: diversos territorios donde cada príncipe, elector o como se llamara, lamía su propio ciruelo, y donde a los de arriba (los nuevos aires religiosos no iban de abajo arriba sino de arriba abajo, pues pueblo y burguesía no mojaban en esto) les venía como pedrada en ojo de boticario aquel chollo político-religioso que les permitía trincar la viruta de la Iglesia tradicional mientras se alzaban contra los poderes clásicos con el santo y la limosna. En España, Francia o Inglaterra habrían tenido que agachar la cabeza ante la corona, o combatirla, con las consecuencias poco simpáticas que eso implicaba; pero no era el caso. De todas formas, el contagio no se limitó al ámbito escandinavo y germánico. Menos por religión que por política, por su uso como pretexto y herramienta, católicos y protestantes se acabarían enfrentando con especial saña en casi toda Europa, especialmente en Alemania, Países Bajos (donde apuntaba un patriotismo republicano que traería cola) y Francia. En este último país se llegó a extremos gravísimos con las guerras de religión (ocho, nada menos) que enfrentaron con violencia a los protestantes gabachos (llamados hugonotes) con los católicos de allí, fieles al rey y al papa. Eso dio lugar a espectaculares escabechinas como la famosa Noche de San Bartolomé (lean La reina Margot de Alejandro Dumas o vean la película, que están francamente bien), cuando 3000 hugonotes fueron asesinados en París en un abrir y cerrar de ojos. Que no es ninguna tontería, si te pones a masacrar. No podemos decir que fueran tiempos políticamente correctos.
TITULO: Donde viajan dos - Traveler lo tiene claro: estas son las mejores playas de Huelva,.
Traveler lo tiene claro: estas son las mejores playas de Huelva,.
Su situación, cercana al Parque Natural de Doñana, la convierte en el lugar ideal para los amantes de la naturaleza y de cuantos demandan relax y descanso,.
Andalucía tiene la suerte de contar con un extenso litoral, que visitan cada años miles de visitantes, tanto nacionales como internacionales. Uno de los lugares preferidos es, sin duda, la Costa de la Luz de Huelva, aquella que a desde la desembocadura del río Guadiana, entre la frontera de España y Portugal, a la desembocadura del río Guadalquivir, que separa la provincia de Huelva de la de Cádiz.
En esta zona se extienden una serie de amplias playas de blanca arena donde se unen y combinan el agua, las dunas y los pinares, ofreciendo al visitante desde un animado ambiente en áreas totalmente equipadas hasta lugares salvajes y solitarios.
Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría, Mazagón y Matalascañas constituyen los núcleos costeros más importantes de esta costa. Poblaciones eminentemente pequeras que han visto cambiada su fisonomía por la gran afluencia turística. Su situación, cercana al Parque Nacional de Doñana, la convierte en el lugar ideal para los amantes de la naturaleza y de cuantos demandan relax y descanso.
La Costa de la Luz cuenta con bonitas playas para todos los gustos, pero para la revista especializada Condé Nast Traveler, estas son las que nadie se puede perder en su viaje a Huelva:
La playa del Portil, una playa de 4 kilómetros y una de las más conocidas de Punta Umbría. "Es la favorita de familias, parejas y todo aquel que quiera disfrutar de un día de playa con todos los servicios; aunque aquí también hay espacio para naturistas y los que buscan más intimidad", apunta la revista
Playa de la Bota, "una playa rústica, también conocida como El Cruce, con cuatro metros de longitud característica por sus dunas y pinos".
Playa Punta del Caimán, que se encuentra en el Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina. La revista destaca de ella "sus atardeceres, su puente largo de madera y un ambiente familiar, la convierten en una de las mejores playas de Huelva".
Playa Punta del Moral, fue antigua aldea de pescadores, "por eso es bonito acercarse para observar las casas tradicionales, además a pocos metros se encuentra el puerto pesquero. Es ideal para niños porque no cubre".
Playa Torre del Loro: "Ubicada en el Parque Natural de Doñana, es una de las preferidas por los onubenses, y la primera playa que encontrarás en el municipio de Mazagón. Se trata de una playa virgen, especialmente interesante por su torre almenara derruida que encontrarás en la orilla, que pertenece al siglo XVI y que fue construida para proteger la costa de los ataques berberiscos", apunta la publicación.
TITULO : Escala humana - La ciudad me come , Miercoles - 24 - Julio,.
El Miercoles - 24 - Julio, a las 21:00 por La 2, foto,.
La ciudad me come ,.
Vivimos ignorando todo lo que supone alimentar los millones de bocas de nuestras urbes y cómo ello modela la fisonomía y el alma metropolitana,.
Tokio es la ciudad más poblada del planeta, con 38 millones de habitantes, Sao Paulo tiene 21 y Nueva York, 18. Auténticos gigantes. Madrid capital acoge a 3 millones, parecido a Londres, mientras que Barcelona se queda en la mitad. Cada una de esas personas es una boca que alimentar. Pero la mayoría de urbanitas, alejados de campo y granjas, de los centros de producción alimentaria, vivimos ignorantes de cómo cada uno de nuestros platos aparece lleno cada día, como si sucediera por arte de birlibirloque. Producir, importar, vender, cocinar, consumir y eliminar desechos es lo que deben hacer las metrópolis si quieren mantenerse y seguir creciendo. Enormes tragaldabas de cemento que devoran lo que se les ponga por delante y siempre quieren más. Esta pantagruélica condición lleva siglos dibujando la fisonomía de nuestras ciudades y, aún más, marcando su alma.
Es lo que sostiene la arquitecta Carolyn Steel (Londres, 1959) en el libro 'Ciudades hambrientas: cómo el alimento moldea nuestras vidas' (ed. Capitán Swing), recién traducido al castellano, donde habla de la interrelación de la comida con las urbes, «que se llevan el 75% de los recursos de la Tierra (el 70% del agua) y cuya población se habrá duplicado para 2050». «Las ciudades han moldeado la naturaleza a su propia imagen durante siglos y se han engañado a sí mismas sobre las consecuencias de sus acciones. La única diferencia ahora es que la industrialización ha hecho que la producción de alimentos sea invisible para los habitantes de las ciudades, aumentando nuestra ilusión y la destrucción».
Siete años empleó la autora en concluir este libro, centrado especialmente en su ciudad, Londres, pero que repasa las grandes urbes de la Tierra, auténtica víctima de la «agricultura industrial, generadora de un tercio de las emisiones mundiales de efecto invernadero, siendo la actividad humana que más daños ocasiona al planeta, ahondando en la crisis climática».
Steel dedica un capítulo al problema del abastecimiento de las ciudades; antes de la llegada del ferrocarril, estaban condicionadas por cómo solventarían el rompecabezas de hacer llegar el alimento, limitando su capacidad de florecer en cualquier lugar. Por ello, crecían junto a mares o ríos, y si no era así, afrontaban serios problemas. El tren a vapor, junto a la invención del enlatado y la congelación, posibilitaron el desarrollo de urbes en cualquier lugar y su crecimiento sin cortapisas. Cincinnati, conocida a mediados del siglo XIX como 'Porcópolis' por su eficaz industria porcina capaz de procesar medio millón de cerdos al año para enviarlos por río a otras ciudades, fue desbancada por Chicago con la llegada del ferrocarril; allí se creó una especie de ciudad dentro de otra dedicada al mismo asunto que elevó la producción por encima de los tres millones, que fueron diecisiete en 1905. Listos para distribuirse en tren donde hiciera falta.
Enamorados del súper
El plano de la parte antigua de las ciudades suele estar marcado a fuego por el mercado de abastos, situado en su centro y en el que desembocaban las principales calles o vías, «como arterias que transportaban el torrente sanguíneo». Pero en 1950, EEUU exhibía su enamoramiento de los supermercados y lo exportaba al resto del mundo a través del cine y la televisión. «Y ahora construimos supermercados en medio de ninguna parte, los rodeamos de casas y llamamos a eso ciudades. Como hemos de comer, los supermercados nos tienen contra la espada y la pared. Allá donde construyen almacenes, debemos ir nosotros».
«Construimos un supermercado en medio de la nada, lo rodeamos de casas y a eso hoy lo llamamos ciudad»
Carolyn Steel (arquitecta)
Un terrible ejemplo de esto, «una instantánea del futuro urbano» según la autora, lo constituye Santana Row, distrito al sur de San José, en California (EE UU), habitado por vez primera en 2002 y que hoy alberga a 30.000 personas: una serie de edificios de apartamentos de lujo, dispuestos en forma radial junto a bulevares de seis carriles y ubicados en torno a un inmenso centro comercial repleto de soportales y galerías al aire libre, restaurantes, fuentes... hasta una capilla. «La publicidad inmobiliaria repite machaconamente que vivir allí es como disfrutar de 'unas largas vacaciones' y que 'toda ciudad se basa en la vitalidad de sus barrios'. Y ha tenido sin duda el éxito suficiente como para absorber toda la vitalidad de su vecina San José», denuncia Steel.
Lamenta que las autoridades urbanas comenzaran a aflojar su control sobre el suministro de alimentos, confiando en empresas comerciales para alimentar a la población urbana. «Eso pudo parecer buena idea en aquel momento, pero el resultado es que hoy dependemos totalmente de las corporaciones transnacionales para alimentarnos, sin responsabilidad cívica ni intereses que no sean ganar dinero. Eso los coloca en una posición extremadamente poderosa, especialmente si se considera lo difícil que es dar de comer a ciudades tan grandes como las que habitamos».
Expone la arquitecta el desastre que significa la desaparición del pequeño comercio, algo agravado profundamente en este año de pandemia: «Tal vez no nos guste la adquisición de nuestro sector minorista por las grandes empresas, pero nos encanta poder comprar salmón fresco o lasaña precocinada a las once en punto de la noche los siete días de la semana.Se ajusta a nuestro estilo de vida moderno». «Y a los supermercados les encanta convencernos de que no tenemos tiempo para cocinar, pero eso es absurdo, nunca hemos tenido más tiempo libre, sencillamente preferimos emplearlo en otra cosa», dice.
Top secret
Pero las consecuencias de no cocinar, alerta, son mucho más graves ahora de lo que lo fueron hace una generación, ya que es la «única oportunidad que tenemos de ejercer algún control sobre lo que comemos». Si quisiéramos ver núcleos de producción alimentaria a gran escala lo tendríamos complicado: «Los visitantes son tan bienvenidos allí como lo serían en una instalación militar de alto secreto». Acusa a esta industria de ser una actividad «enormemente opaca. Ignoramos por completo el trabajo ininterrumpido que posibilita que esa lasaña precocinada siga llegando hasta nosotros».
Así, dentro de muy poco echaremos de menos tiendas donde charlar con los dueños mientras estos distraen a nuestros críos con una manzana, una piruleta o cualquier otra chuchería; ya no disfrutaremos de los olores de un 'ultramarinos', y eso también es el alma de las ciudades, que, tal como asegura Steel, caminan hacia la deshumanización; un estudio predice para 2050 la desaparición total del pequeño comercio en Gran Bretaña, «cuando hace solo una generación eran el eje social de los barrios, y la compra de alimentos, un momento para intercambiar noticias y habladurías». Hace tres o cuatro décadas, un niño de 8 años podía aventurarse solo en el mismo corazón de la ciudad para hacer la compra, con la tranquilidad paterna de que el tendero le atendería con cariño y que, incluso, le fiaría el importe de la cesta hasta que llegara el sueldo a casa. Pruebe a hacerlo en un gran centro comercial.
Alimentos Frankenstein
Por otro lado, a medida que los comercios locales cierran, grandes zonas de terreno habitado se van quedando sin fuente alguna de alimentos frescos, obligando a muchos de sus habitantes a coger el coche o caminar cargando la compra. «Ello está conduciéndoles a incrementar su consumo en cadenas de comida 'basura', con alto contenido de grasas, mucha sal, baratos y fáciles de almacenar. Esto pasa en Londres y en toda Gran Bretaña. Constata que en los últimos 30 años hemos estado comiendo cada vez mayores cantidades de alimentos industriales, «que han introducido en nuestro cuerpo cosas muy extrañas, como las que crearon en la década de los 70, cuando la industria alimentaria se puso a experimentar con un abanico de nuevos 'alimentos Frankenstein' como el aceite de palma, sin que nadie discutiera si era ético vender productos con niveles de grasa saturada más altos que el sebo de ternera». Cita también el jarabe de maíz de alta fructosa, desarrollado en 1971 por científicos japoneses, seis veces más dulce que el azúcar de caña y empleado en los refrescos.
«Solo les faltaba a las cadenas de comida rápida convencernos de consumir más. Y lo hicieron en los 80 con los menús tamaño extra». En 1996, informa, la cuarta parte de los 97.000 millones de dólares gastados en comida rápida en EEUU se hizo gracias a la promesa de un menú más grande: «Un 'mcmenú' que originalmente tenía 590 calorías, pasó a las 1.550», con lo que ello conlleva de obesidad, diabetes y otros males. «En EE UU, comer superó al fumar como la actividad más dañina», se queja.
La arquitecta confiesa que escribir 'Ciudades hambrientas' ha cambiado su forma de ver el mundo «de una manera tan radical» que ahora le cuesta trabajo imaginar cómo lo percibía antes. «Confío en que muestre al lector la forma en la que la comida afecta a nuestras vidas y que le infunda la energía y la motivación necesarias para preocuparse más por la alimentación, contribuyendo así a moldear nuestro destino común».
Bienvenidos a 'Sitopía', la urbe que se alimenta respetando el entorno. Podría estar en España
Por analogía con la palabra 'utopía', la arquitecta inventó el término 'sitopía', del griego 'sitos', comida, y 'topos', lugar. ¿Cómo sería una ciudad idealmente 'sitópica', diseñada a partir del alimento? «Mantendría lazos estrechos con sus tierras de cultivo locales mediante un entramado compuesto por mercados activos y comercios de la zona, conservando un sentido de la identidad alimentaria. Sus viviendas incluirían grandes cocinas muy cómodas, habría huertos en los barrios, quizá un matadero local. La escuela de la zona enseñaría cosas sobre el alimento a los niños y estos aprenderían a cultivar y cocinar desde temprana edad. Por encima de todo, la ciudad celebraría el alimento, lo utilizaría para reunir a las personas. Y la arquitectura podría ser todo lo moderna que quisiera, pero utilizaría las redes alimentarias para moldearla, como las ciudades del pasado». Apuesta por una mayor protección gubernamental frente a los monopolios alimentarios, con acceso a la mediana producción industrial, «pero gestionada con ética y transparencia».
En su opinión, España es un país referente, ya que «sus gentes profesan un gran amor por la buena comida y sienten orgullo por sus especialidades regionales típicas. Están dispuestos a ir al mercado a comprar productos de calidad y a cocinar desde cero». Menciona a Barcelona, con sus 43 mercados de abastos, y señala que la ciudad ha sabido transformarse «manteniendo el equilibrio entre desarrollo comercial y formas tradicionales».
Hablando de futuro, Steel cita propuestas como los huertos urbanos, que deberían ser verticales, es decir, en rascacielos para alojar el máximo de cultivos en el mínimo espacio posible. Los pisos serían móviles para desplazarse en función del movimiento del sol. También deberían ser verticales las granjas de cerdos;hay un proyecto en Países Bajos, 'Pig City', de criarlos en torres de 76 pisos de altura, cada uno de 87 metros cuadrados, donde disfrutarían de espacio de sobra con terrazas y manzanos. Su estiércol alimentaría energéticamente el edificio,.
TÍTULO:
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - La Audiencia Nacional respalda que García Castellón investigue si Tsunami planeó actuar contra el Rey
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LA
MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - La Audiencia Nacional respalda que García Castellón investigue si Tsunami planeó actuar contra el Rey , fotos.
El Miercoles - 24 - Julio , a las 22:00 por antena 3,.
La Audiencia Nacional respalda que García Castellón investigue si Tsunami planeó actuar contra el Rey,.
La Sala avala, en contra de la Fiscalía, que el magistrado intente esclarecer si intentó llevar a cabo una acción en la visita de Felipe VI a la ciudad condal,.
La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha respaldado la decisión del juez Manuel García Castellón de investigar si Tsunami Democràtic planeó actuar al paso de la comitiva del Rey en una visita a Barcelona en julio de 2020. García Castellón acordó estas diligencias en el marco de la investigación por terrorismo que mantiene investigado en el Tribunal Supremo a Carles Puigdemont.
La Sección Tercera rechaza el recurso presentado por la dirigente de ERC Marta Molina y niega que se trate de una investigación prospectiva, como mantiene la defensa de la investigada, un posicionamiento al que se adhirió la Fiscalía. Los magistrados avalan también la solicitud de información por parte del magistrado con relación a la toma del aeropuerto del Prat el 14 de octubre de 2019 y con la muerte de un ciudadano francés en el aeródromo durante los altercados, así como respecto al bloqueo de la autopista AP-7 en noviembre de ese mismo año en protesta por la sentencia del "procés".
La Audiencia insiste -como ha hecho al desestimar recursos de otros investigados- en que legalmente no se puede recurrir en apelación la decisión de acordar diligencias de investigación, sino únicamente la negativa a practicarlas. No se trata, dice, de una causa prospectiva, sino lo que el juez pretende es "ahondar en el conocimiento de los hechos, en los que existen personas perjudicadas y una posible utilización de instrumentos aptos para dañar y perjudicar".
García Castellón, afirma la Sala, al ordenar las pesquisas policiales "parte de un campo acotado, que son acciones plurales desplegadas dentro de un tiempo limitado y que explica en la argumentación" en un escenario con "suficientes antecedentes de la realidad de acciones de posible cariz delictivo". "No sale en blanco, en abstracto, a ver con qué se topa", recalca, sino que "profundiza, indaga, persigue siempre el máximo conocimiento de lo que hubiera ocurrido, de lo que siempre tiene notitia criminis previa, más o menos adentrada en el conocimiento de lo sucedido, noticia del crimen que tiene obligación de comprobar y ampliar".
Y respecto a la argumentación de la investigada de que los juzgados territoriales que investigaron la muerte de un ciudadano francés en El Prat y el corte de la AP-7, archivaron esos procedimientos, la Audiencia aclara que "hay una diferencia cualitativa considerable entre la visión de conjunto a la que está llamado" García Castellón, "dada la índole de los delitos que investiga, y la visión absolutamente compartimentada de los juzgados del territorio". "De esa consideración nace el acierto y la pertinencia de las investigaciones” del juez instructor", deja claro.
El pasado enero, García Castellón señalaba en una resolución que Tsunami tuvo intención de actuar "al paso de la comitiva del Rey" en una visita a Barcelona en julio de 2020, por lo que habría tenido "en mente" llevar a cabo esa acción, situando "entre sus objetivos" a Felipe VI.
El instructor se refería expresamente a una conversación (en julio de 2020) entre el empresario Josep Campmajó, al que sitúa en la cúspide de Tsunami, con un individuo sin identificar, que usaba el alias de "Xuxu Rondinaire", que según la investigación podría tratarse de un agente de los Mossos d’Esquadra". Este último alude en esa conversación, según detallaba el juez, "a los preparativos de seguridad de una comitiva que, por las referencias expresas, se entiende que pudiera tratarse de una comitiva real", que se trataría de la visita que el Rey Felipe VI realiza anualmente a Barcelona con motivo de la entrega de los premios Princesa de Girona.
Para el instructor, de esa conversación se infiere que Tsunami Democràtic "podría tener en mente realizar alguna actuación en relación con la visita" del Rey a Barcelona". Y es que el interlocutor de Campmajó aseguraba: "Desde unas horas antes la Guardia R da pasadas adelante y atrás por todo el recorrido y va informando de novedades... Explícame que queréis hacer y os diré si vale la pena o es perder el tiempo como en el Camp Nou... Un par de horas antes, dos veces hacen el recorrido con toda la comitiva (sin la personalidad)... Y la comitiva es larga". Para el juez con "Guardia R" se haría referencia "con toda probabilidad" a la Guardia Real.
García Castellón ordenó a la Guardia Civil que investigase esas conversaciones, identificase a "Xuxu Rondinaire" y precisase las "visitas planeadas por el monarca en estas fechas".
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