DESAYUNO - CENA - VIERNES - JOVENES PESIMISTAS,./ REVISTA CAMPO, LOS CLIENTES DEMANDA VINOS DE MAYOR CALIDAD,./ VIERNES CINE - GRAN TORINO,.
TÍTULO: DESAYUNO - CENA - VIERNES - JOVENES PESIMISTAS,.
DESAYUNO - CENA - VIERNES - JOVENES PESIMISTAS, fotos,.
No confían en los políticos, la banca ni la religión y ocho de
cada diez auguran que tendrán que emigrar para conseguir un empleo,.
La mayoría de españoles de entre 16 y 24 años cree que vivirá peor que sus padres,.
madrid. La juventud es pesimista sobre su futuro. No confían ni en el
mundo ni en el sistema que les dejan en herencia los adultos. La
mayoría cree que deberá emigrar para encontrar un trabajo, que ganará
menos y que vivirá peor que sus padres. Una encuesta elaborada por Ipsos
y encargada por Cambridge University Press ha dado voz a los jóvenes de
entre 16 y 24 años y a su desencanto que, aunque generalizado, no es
absoluto. Muchos confían en su talento para crear un futuro mejor y, con
todo, la proporción de los que se declaran felices duplica a la de los
que no.
«Son pesimistas con casi todo lo que tiene que ver con su futuro»,
aseguró Julio Redondas, director de comunicación de Cambridge University
Press, durante la presentación del estudio. El desánimo, recalcó,
afecta sobre todo a las chicas. La mayoría de los encuestados se
imaginan con menos estabilidad laboral que sus padres, con menos
ingresos y, además, emigrando para conseguir un trabajo. Ocho de cada
diez creen que deberán salir del país por motivos profesionales.
«Nosotros lo vemos como algo que puede ser bueno, lo realmente negativo
sería que no volvieran», aclaró Redondas, que explicó que la encuesta
solo muestra las percepciones de este colectivo pero no predice el
futuro. Cuanto más mayores son, además, menos probable es que lo vean
como un paso inevitable. «Con la edad van aterrizando», afirmó.
Más de la mitad de los encuestados aseguró que se imaginan
independizados con 25 años o menos. Sin embargo, la media de edad de
emancipación en España está alrededor de los 30. «Pero si se relaciona
con los datos de cuántos creen que tendrán que emigrar para trabajar, el
dato cobra otro sentido», explicó Redondas. Muchos, sugiere, se
imaginan viajando a otro país para trabajar precisamente con esa edad.
«Independizarse pasaría por salir fuera», recalcó. Sus destinos
favoritos son Londres, Nueva York y Berlín.
Esta generación, que en los países anglosajones la denominan
'Millennial' porque la componen los nacidos en los alrededores del
cambio de siglo, muestra un profundo desapego por las instituciones. No
les caen bien los políticos -ni partidos, ni gobernantes-, ni las
entidades financieras ni la religión. Un 61% declara no confiar en
España como país. Solo aprueban su particular ranking de confianza los
médicos y los profesores. «Son muy distintos a otras generaciones en
muchísimas cosas», afirmó Redondas. «No se les puede comparar con
ninguna otra generación».
Nuevas profesiones
Entre sus aspiraciones profesionales se intercalan oficios
tradicionales con otros que existen desde hace muy pocos años. Uno de
cada cinco chicos quiere ser probador de videojuegos, y un 7% de las
chicas también. Algunos quieren ser 'youtubers' -una suerte de
comentaristas de la realidad a través de un canal de vídeo propio en
internet-, 'personal shoppers' -asesores personales de moda-, blogueros o
'community managers' -gestores de la presencia digital de una marca o
empresa-.
También quieren ser ingenieros, médicos, policías, diseñadores
gráficos o cocineros, aunque prefieren la denominación de chef. Uno de
cada cuatro aspira a ser famoso. Como colectivo, son menos religiosos
que cualquier otra generación. La mitad de los encuestados no cree que
haya vida después de la muerte y solo un 14% se declara católico. El
porcentaje de los que se califican de ateos llega al 30%.
Según el estudio, una parte importante de la vida de los jóvenes de
entre 16 y 24 años ocurre a través de las redes sociales. La mitad de
los encuestados se declaró «adicto» a usarlas. «Son nativos digitales»,
apuntó Redondas. «Usan las nuevas tecnologías desde que tienen dos o
tres años, diez como máximo, así que estos son lenguajes que comprenden
perfectamente». Ni siquiera, recalcó el director de comunicación,
consideran el término 'adicción' como peyorativo cuando se refiere a su
uso de internet. «Es su vida, la forma en que se comunican entre ellos»,
explicó. Todos los encuestados usan el programa de mensajería
instantánea WhatsApp. Y entre los más mayores de esta generación, sobre
todo entre las chicas, Facebook también es un canal importante de
interacción social.
TÍTULO: REVISTA CAMPO, LOS CLIENTES DEMANDA VINOS DE MAYOR CALIDAD,.
Su experiencia le dice que los consumidores en la región cada vez
piden vinos mejores, los nuevos productos que salen al mercado y casi
todos, vinos extremeños
-foto-Carmen Perera Sumillier y miembro de la Cofradía del Vino,.
Carmen Perera es una joven extremeña a la que el mundo del vino le
comenzó a conquistar poco a poco. Así fue cómo fue adquiriendo
conocimientos, a la vez que los ponía en práctica en el mundo de la
hostelería y la restauración. Su integración en la Cofradía del Vino, la
ampliación de su saber sobre el mundo del vino y los años de
experiencia en vinaterías en Extremadura le han permitido convertirse en
una voz a tener en cuenta a la hora de hablar de los vinos de la
región. Prueba de ello es que cada vez son más las bodegas que acuden a
ella para que aconseje los nuevos vinos en la vinatería 'Dbarros' de
Almendralejo, donde trabaja.
¿Hay interés por ir a bares donde haya profesionales que sepan de vinos?
Los clientes cada vez lo demandan más, sobre todo, que detrás de las
barra seamos profesionales en servir el vino, y aconsejemos qué tipo de
vinos, y con qué se pueden armonizar. Desde hace un tiempo la gente está
siendo más consciente de lo importante que es consumir productos de
Extremadura y el vino es fundamental.
¿El gusto de los clientes es cada vez más exigente?
La gente quiere vinos diferentes. Se dejan aconsejar y buscar. El
paladar y los gustos se vuelven más exquisitos y exigen vinos
diferentes. Un ejemplo, antes se demandaba el vino blanco de la variedad
cayetana, pues ahora ha salido al mercado uno ecológico y se demanda
ése. Antes se tomaba el macabeo normal y ahora se demanda el macabeo
fermentado en barrica, que son vinos algo superiores.
¿El cliente que viene demanda vino extremeño?
El 80 por ciento demanda vino extremeño porque se han dado cuenta que
aquí ya se hace un vino de calidad. Y se están sorprendiendo. Por
ejemplo, yo tengo un cliente que siempre era de vino Rioja, pero ha
empezado a probar vino extremeño y le gusta y ya sigue consumiéndolo. Y
se sorprenden de la calidad del vino extremeño. El vino de fuera que más
se demanda es el de Ribera de Duero, pero aquí ya hay vinos que tienen
la misma acidez.
¿Y por qué en otras ciudades extremeñas se bebe aún poco vino extremeño?
Pues porque creo que nos falta la promoción y que haya buenos
comerciales en Extremadura, porque los enólogos y las bodegas están
haciendo muy buenos vinos. Los bodegueros vienen y empiezan a probar
otros vinos, y creo que eso es bueno, porque cada vez hay más
competencia y ellos quieren seguir mejorando.
¿Qué importancia tienen las vinaterías en esa promoción del vino extremeño?
Pues creo que mucha, porque tenemos que tener muchas referencias, los
últimos vinos que salen al mercado, pero sobre todo que hay
profesionales. Creo que los que trabajamos en esto debemos estar
formados, que nos guste el vino, porque es la única manera de que
podamos aconsejar y servirlo bien.
¿Cree que falta promoción dentro de la región?
Creo que sí, porque las bodegas pueden vender al extranjero y a las
grandes superficies, pero creo que el boca oído es muy importante y con
más promoción interior se puede conseguir que se consuma más vino en
Extremadura.
¿Y qué edad media es la del consumidor de vino?
Pues cada vez los jóvenes consumen más vinos. Comienzan con los
vinos más flojitos, algo dulces, vinos más químicos. Pero eso es bueno,
porque poco a poco se va educando el paladar y luego ya es más fácil
tomar otros vinos. Además, ya se bebe por igual entre hombres y mujeres.
Bueno, incluso son las mujeres las más interesadas en aprender de vinos
y se les quedan mejor las explicaciones, ponen más interés.
Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea
(1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha
enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado
tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y
cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se
producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de
inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin embargo, las circustancias harán
que se vea obligado a replantearse sus ideas.
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