TITULO: Metrópolis - El dosier de la discordia ,.
El lunes -12,19, 26 - Septiembre , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.
El dosier de la discordia ,.
Nuestro mayor peligro sería que los dirigentes políticos empleen un viejo instrumento que los poderosos suelen utilizar en tiempos de dificultad: la construcción de un enemigo con que entretener a los ciudadanos,.
En ese magnífico libro de François Truffaut que es El cine según Hitchcock, el mago británico del suspense le explicaba al realizador francés qué era el «Mac Guffin»: “un rodeo, un truco, una complicidad”. En realidad —continuaba Hitchcock— se trataba de algo sin importancia y los lógicos se equivocaban al buscar la verdad del «Mac Guffin»; la maestría del autor de 39 escalones —como supo ver Truffaut— radicaba en evitar que sus películas se resolviesen mediante un final explicativo de ese ardid, con lo que lograba manejar la atención del espectador a su capricho. Así, además, eludía descubrir que tras esa argucia apenas había nada.
La cuestión territorial parece ser el «Mac Guffin» más recurrente —y también el más peligroso— de la escena política española. Son muchos los responsables políticos que en los últimos lustros han empleado maniqueísmos atroces para alimentar un interesado enfrentamiento entre los ciudadanos de los distintos territorios de España. En las páginas de El País se ha denunciado estos días ese maniqueísmo que identifica a España con una comunidad extremista. Esa es una falsedad que ha calado en la sociedad catalana, del mismo modo que una parte significativa del resto de la ciudadanía española se ha empapado de una aversión hacia Cataluña, insensatamente fomentada desde determinados resortes políticos y medios de comunicación. Con el tiempo quizás se vea con mayor nitidez el papel decisivo que en esta infausta historia han tenido, por un lado, dirigentes políticos entregados a una estrategia tan oportunista como irresponsable, y, por otro, ciertos medios de comunicación aliados con los primeros en el rentable negocio de la confrontación entre los ciudadanos. Quizás para desenmarañar ese debate y analizarlo en sus justos términos convenga regresar ahora al pensamiento de Francisco Tomás y Valiente, una de las personalidades más sobresalientes del último medio siglo español. Escribía hace casi veinte años:
Creo ciertamente que la diversidad constitutiva de España entendida como pluralidad general es enriquecedora y positiva, y que no debe poner en cuestión la unidad que la Constitución y los estatutos garantizan y hacen compatible con la autonomía. (La dialéctica entre unidad y diversidad, El País, 13 de enero de 1994).
Todo nacionalismo es una pasión útil, y tal vez necesaria cuando la conciencia de grupo es agredida desde fuera. Si la agresividad exterior no sólo es inexistente, sino que ha sido sustituida por un régimen jurídico-político de libertades y autogobierno, la pasión reactiva carece de justificación, la mitificación ideológica corre el peligro de convertirse en ridícula y la utilidad del mensaje victimista se desgasta y pierde fuerza. (Nacionalismos en broma y en serio, El País, 13 de noviembre de 1994).
Algo quizás ha cambiado desde el asesinato de Tomás y Valiente, algo que, sin el dramatismo de su muerte, debería preocuparnos muy seriamente. Me refiero al éxito de los discursos contra el Estado autonómico, tanto los de tinte independentista como los que proponen el retorno al centralismo —extraña alianza ésa, ¿verdad?—. Dieciséis años después de la muerte del brillante jurista, los recalcitrantes que, a un lado y otro del Ebro, parecían orillados, se han mantenido a flote y han ganado partidarios. Es cierto que, en la mayor parte de los casos, se mueven en el territorio de los prejuicios, de las emociones más turbias, de las desconfianzas más primarias, pero su éxito es indudable y éste ha devenido en desprestigio del Estado de las autonomías, de ese régimen jurídico-político de libertades y autogobierno que glosaba Tomás y Valiente. Esa irresponsable campaña de desprestigio ha sido alentada —cuando no acometida, ya “sin complejos”— desde las propias instituciones del Estado: desde el Palau de la Generalitat, sí, pero también desde la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol e, incluso, desde el Palacio de la Moncloa o desde la propia sede del Tribunal Constitucional que en su día presidiese Tomás y Valiente, con la dignidad que últimamente tanto ha escaseado por esos lares. Hemos presenciado así, casi impasibles, un intento de demolición institucional que parecía ser orquestado desde las propias instituciones, sin que haya más motivos para ello que los intereses particulares y partidarios de cada cual.
En 2010 la Editorial Tusquets publicó un espléndido libro de Leonardo Sciascia titulado El caso Moro; en esa especie de investigación que, en una agudísima y sobrecogedora exégesis, el autor italiano llevó a cabo a partir de las cartas que Aldo Moro remitió en los amargos días de su secuestro, su muerte a manos de las Brigadas Rojas resulta aún más dramática porque se ve acompañada de otro asesinato: el que toda la clase política italiana —casi sin excepción— consuma contra la figura política de Moro. Sería penoso contemplar cómo, a un lado y otro del Ebro, nos entregamos a los intereses particulares y espurios de cuantos quieren asesinar esa idea de España, como espacio para la convivencia en libertad entre diferentes, que analizó y defendió Tomás y Valiente hasta su muerte y que nada, absolutamente nada, tiene que ver con el extremismo.
Convendría recordar que la España actual es la que construyeron personas como Tomás y Valiente, y que las delirantes opiniones de los personajillos estultos que pueblan algunos medios de comunicación no son más que delirios interesados, porque el inmoral negocio de la discordia —alimentado de insidias, odios injustificados y nefandas manipulaciones— ofrece altísimos réditos. Deberíamos desconfiar de estos muñidores de la confrontación. Identificar a España con ese grupúsculo de extremistas carpetovetónicos —como pretende trasladar a sus ciudadanos un Artur Mas atosigado por sus nefastas políticas antisociales— sería elevar a categoría lo que no debería pasar de anecdótico. De ahí que sea necesario defender el Estado de las autonomías y evitar que nadie lo pervierta en beneficio propio, sin que ello impida exigir su buen funcionamiento y la corrección de sus posibles imperfecciones. Magro servicio al actual marco institucional prestan quienes dicen defender la unidad de España y terminan por instalar en el debate político un maniqueísmo tabernario, tan pernicioso y disgregador como el propalado por algunos de esos nacionalistas a los que detestan. Sus broncos discursos se asemejan demasiado y difícilmente se compadecen con la realidad actual del país, aunque quizás llegue el día en que, al cabo, terminen por trastornarlo: dirán entonces que estaban en lo cierto, cuando aquello no será más que una profecía autocumplida.
Llevado a sus últimas consecuencias y cualquiera que resulte triunfador —centralistas o independentistas—, este infame negocio de la discordia supondrá un amargo fracaso colectivo, porque habrá quebrado nuestro marco de convivencia y los nuevos espacios resultantes serán más reducidos, más puros y por ende menos libres. Los únicos perdedores —a un lado y otro del Ebro— seremos así los ciudadanos en su conjunto, víctimas de la hipnosis de ese «Mac Guffin» interesado, pergeñado por unas élites ajenas a los intereses generales de la ciudadanía. Los líderes y las élites lampedusianas lograrán así que todo cambie, pero sólo en apariencia y en su exclusivo beneficio, porque, tras la pasión reformista o contrarreformista de las estructuras políticas nacidas en 1978, únicamente se esconderán las luchas particulares por acrecentar su poder. Una vez expulsadas las acuciantes cuestiones sociales de la agenda política, los poderosos lo serán más y los ciudadanos habremos sido vilmente estafados, porque esas mismas élites habrán logrado quedar eximidas de cualquier responsabilidad por su gestión durante los últimos años.
En las actuales circunstancias, nuestro mayor peligro será así que los dirigentes políticos empleen un viejo instrumento de los poderosos en tiempos de dificultad a lo largo de la historia: la construcción de un enemigo con que entretener a los ciudadanos. Eso sí que suele resultar dramático, más aún cuando, como sucede en España, se acostumbra a recurrir al enemigo interior. Sería una triste paradoja comprobar cómo las élites catalanas acaban por echar mano de una tradición tan española.
TITULO: DIAS DE TOROS -Morante, Roca Rey y Juanito abrirán el 1 de octubre la feria taurina de San Miguel ,.
Morante, Roca Rey y Juanito abrirán el 1 de octubre la feria taurina de San Miguel ,.
También se anuncia al día siguiente una corrida de rejones lidiada por Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo,.
La Feria Internacional Ganadera (FIG) y Tradicional de San Miguel de Zafra, que se celebra del 29 de septiembre al 4 de octubre, contará con dos festejos taurinos.
El cartel fue presentado este lunes, 30 de agosto en el Ayuntamiento de Zafra: Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Juanito lidiarán el sábado 1 de octubre seis toros de la ganadería de Álvaro Núñez. Para el siguiente, el domingo 2 de octubre, se anuncia una corrida de rejones con Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo, que lidiarán toros de la ganadería de las ganaderías de Adolfo Martín y Murteira Grave. Este día también actuarán en los tres últimos toros el Grupo de Forcados Amadores, de Alcochete; y los aposentos de Moita. Ambos festejos comenzarán a las 17.30 horas.
Al acto asistieron el alcalde de Zafra, José Carlos Contreras Asturiano; el empresario taurino Joaquín Domínguez, de la empresa Mar Toros; el gerente de la Mancomunidad de Propietarios de la Plaza de Toros de Zafra, Matías Ramos Navarro; el pregonero taurino, el comisario de Ferias, Santiago Malpica. También estuvieron presentes dos de los protagonistas del cartel: el rejoneador Rui Fernandes y el matador Juanito.
El pregón de Santiago Malpica
El pregonero de esta feria taurina ha sido Santiago Malpica, que también es el Comisario de Ferias. Ofreció un pregón muy poético y profundo, en el que volcó sus sentimientos y devoción por el mundo del toro y su fiesta. Al toro se refirió como «el principal protagonista» de una fiesta y un espectáculo «que no permite ensayos. Cuando un toro sale a la plaza nadie puede predecir lo que va a pasar», recordó. Y en ese punto también quiso dedicar unas palabras a la fuerza, valor y valentía de los toreros a la hora de enfrentarse al toro: «en esta fiesta se siente de verdad, hay dolor de verdad, hay heridas de verdad y se muere de verdad», recordó el pregonero.
Antes de finalizar Santiago Malpica hizo un repaso por los carteles taurinos de la Feria de Zafra, destacando a los toreros, rejoneadores y las ganaderías que configuran un buen cartel este año.
El alcalde de Zafra, José Carlos Contreras, confesó no ser un aficionado del mundo del toro, pero quiso mostrar su respeto y apoyo a esta fiesta, y agradeció el trabajo del empresario taurino y los propietarios de la Plaza de Toros. Durante su intervención recordó que el Ayuntamiento concede anualmente 12.000 euros de subvención a la empresa taurina, al igual que se la daban los anteriores regidores, para dinamizar la ciudad y atraer a un mayor número de personas al centro de la ciudad. El alcalde finalizó su intervención animando a todos «a llenar la plaza de toros de Zafra'.
Por su parte, Matías Navarro afirmó se mostró encantado con el cartel taurino y por la categoría de los participantes, «este cartel supone un esfuerzo para intentar recuperar la plaza de Toros de Zafra y recuperar a la afición portuguesa».
La Feria Taurina de San Miguel, que está organizada por Mar Toros, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zafra y la Mancomunidad de Propietarios de la Plaza de Toros de esta ciudad. El acto de presentación del cartel fue conducido por Nandi Masedo.
TITULO: Retratos con alma - Los turistas sostienen en Plasencia un mercadillo descafeinado ,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
Lunes-12, 19, 26 - Septiembre - a las 22:40 horas en La 1 / foto.
Los turistas sostienen en Plasencia un mercadillo descafeinado,.
Vendedores y público valoran el nuevo espacio pero reclaman los servicios de restauración anunciados,.
Hay más espacio, la posibilidad de que todos los adjudicatarios de puestos puedan trabajar cada martes, mejores accesos, amplias zonas de aparcamiento, una distribución que evita las aglomeraciones... La nueva ubicación del mercadillo textil en el recinto ferial del Berrocal suma muchas virtudes. Y las mismas son aplaudidas por vendedores ,.
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