TITULO: LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - Gazprom reduce aún más el suministro de gas a la francesa Engie ,.
LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - Gazprom reduce aún más el suministro de gas a la francesa Engie , fotos,.
Gazprom reduce aún más el suministro de gas a la francesa Engie,.
Vista de la planta Alexander Zhagrin, operada por Gazprom en el distrito autónomo de Janti-Mansi, en Rusia ,.
El gigante energético ruso argumenta «desacuerdos en los contratos»,.
El grupo energético francés Engie -generador y distribuidor de electricidad, gas natural, petróleo y energías renovables- anunció que el gigante ruso Gazprom comenzó el martes a reducir aún más el suministro de gas alegando desacuerdos en los contratos.
«Gazprom ha informado a Engie de una reducción en las entregas de gas, a partir de hoy (martes), debido a un desacuerdo entre las partes sobre la aplicación de algunos contratos», explicó a través de un comunicado el principal distribuidor de gas en Francia.
El suministro de gas de Gazprom a Engie ya había disminuido considerablemente desde el comienzo de la guerra en Ucrania, a finales de febrero, con un flujo mensual reciente de unos 1,5 TWh, frente a los suministros anuales totales de Engie en Europa por encima de los 400 TWh, precisó la compañía gala.
Engie recordó que ya ha asegurado los volúmenes necesarios para garantizar el suministro de sus clientes y sus propios requisitos y que ha puesto en marcha varias medidas para «reducir significativamente el impacto directo financiero y físico que podría derivarse de una interrupción del suministro de gas por Gazprom».
Ante la previsión de un invierno duro desde el punto de vista energético si Rusia corta el grifo a Europa por el apoyo de los socios comunitarios a Ucrania, Francia ya ha llenado sus reservas de gas de invierno al 90%. El Gobierno confía en alcanzar el llenado del 100% de las reservas de aquí a final del verano. «Eso no significa que tendremos suficiente gas para el invierno. Eso depende de las condiciones de consumo», advirtió el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, en declaraciones a la cadena France Info.
El presidente francés Emmanuel Macron ha convocado este viernes un Consejo de Defensa energético consagrado al aprovisionamiento de gas y electricidad en Francia. «La transparencia será clave y será la regla», ha prometido Véran, anticipándose a las críticas de la oposición a estas reuniones a puerta cerrada. Durante la crisis del covid, Macron convocó con regularidad al Consejo de Defensa para tomar decisiones importantes en materia sanitaria.
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50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - LOS
ARBOLES PERDIDOS - Los precios siguen disparados en el 10,4%, aunque bajan ligeramente en agosto,.
LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - LOS
ARBOLES PERDIDOS - Los precios siguen disparados en el 10,4%, aunque bajan ligeramente en agosto, fotos,.
Los precios siguen disparados en el 10,4%, aunque bajan ligeramente en agosto,.
La tasa se reduce por el abaratamiento de los carburantes, pero la inflación subyacente escala más aún hasta el 6,4%, la más alta desde 1993,.
En agosto los precios se moderaron respecto a julio, pero muy ligeramente. La tasa de inflación pasó del 10,8%, la más alta en 40 años, al 10,4%, aún por encima de los dos dígitos por tercer mes consecutivo, según los datos adelantados este martes por el INE. El ligero descenso del IPC se debe a los precios de los carburantes, que llevan unas semanas abaratándose desde los máximos a los que llegaron en el mes de junio.
Por el lado contrario, los principales causantes de esta alta inflación fueron la energía y los alimentos frescos, confirmó el INE, además de la restauración y los paquetes turísticos, aunque ya todos los productos de la cesta de la compra están disparados tras meses de aumentos del coste de la luz y los problemas en las cadenas de suministro, que complica las importaciones.
Lo demuestra el dato de la inflación subyacente, que se situó en agosto en el 6,4%, una tasa que no tiene en cuenta ni los productos energéticos ni los frescos y que los expertos temen por ser mucho más persistente en el tiempo. Son tres décimas más que la tasa de julio, alcanzando un nivel que no se veía desde 1993, hace casi 30 años. De hecho, la inflación subyacente de hace un año se situaba en el 0,7%, lo que refleja la espectacular escalada que ha experimentado.
El Gobierno considera que la evolución de la inflación ha comenzado ya su senda de «moderación» y explicó en un comunicado que los picos se han registrado en los meses de marzo, cuando Putin inició la guerra, y junio, cuando Rusia redujo el suministro de gas a Europa. «La desaceleración de la inflación coincide con la puesta en marcha de los paquetes de medidas del Gobierno, lo que demuestra la eficacia de las medidas adoptadas», aseguraron tras conocer los datos del INE.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, explicó en una entrevista en TVE que «es normal» que una vez que se pone en marcha la escalada de la inflación por la crisis energética y los problemas en las cadenas de suministro se produzca un «alza de los precios de todos los bienes». Pero vaticinó que esta tendencia «tiene que frenarse en los próximos meses» y que volveremos a niveles «más normales de inflación» el próximo año.
Pese al optimismo del Ejecutivo, la inflación lleva en máximos desde que comenzó el año. Enero marcó un 6,1%, una tasa que ahora parece incluso baja. Pero en febrero -coincidiendo con el comienzo de la guerra de Ucrania- inició su rápida escalada marcando un 7,6% que se transformó en un 9,8% en marzo. En abril se moderó 1,5 puntos de golpe, hasta el 8,3%, pero solo fue un espejismo. En mayo escaló hasta el 8,7% y en junio alcanzó el 10,2%, pese a la puesta en marcha del tope al gas y al resto de nuevas iniciativas del Ejecutivo para intentar contenerla. Julio tocó el máximo en el 10,8%, una tasa que ahora desciende pero solo cuatro décimas.
Pico de la curva
Hay señales de que los precios podrían haber tocado techo. El petróleo y las materias primas (como el aluminio o los cereales) siguen cayendo desde los máximos a los que llegaron en febrero y marzo. Esto unido a la gratuidad de los trenes de Cercanías y rebaja del resto del transporte público que se pone en marcha el día 1 de septiembre debería rebajar la tasa de IPC del próximo mes. Sin embargo, la situación depende en gran medida de factores internacionales y los precios de la electricidad siguen sin dar tregua pese al tope ibérico que limita las subidas.
Por el lado mensual (agosto sobre julio), el IPC registró en un repunte de una décima, frente al retroceso de tres décimas experimentado en julio. Al ser una subida menor a la de agosto de 2021 (cinco décimas) hace que en tasa interanual se modere al 10,4%. El próximo 13 de septiembre el INE confirmará este dato.
Pacto de rentas
Estos datos provocaron que UGT hiciera un llamamiento para alcanzar un pacto de rentas «justo» de forma inmediata para que empresas y trabajadores «aporten de manera igualitaria» para contribuir a la reducción de la inflación. Además, el sindicato pidió al Gobierno que establezca un control de precios para bienes y servicios básicos, de manera que «se evite la especulación» con las necesidades de las familias trabajadoras.
Y para reducir la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y mantener el consumo, UGT insta a la patronal a «ser responsable con la ciudadanía» y «revertir en las familias todos los beneficios que han acumulado las empresas durante estos años». En este sentido, acusa a la CEOE de mantener «enquistada» la negociación colectiva de los convenios para la subida de los salarios.
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LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS -Chimenea - La ortodoxia de Mario Draghi choca con la volcánica política italiana ,.
LOS
LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea -La ortodoxia de Mario Draghi choca con la volcánica política italiana ,. ,
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La ortodoxia de Mario Draghi choca con la volcánica política italiana,.
El refinado expresidente del BCE se muestra inflexible ante la complejidad parlamentaria de Italia y no logra evitar la implosión de su Ejecutivo ante las burdas exigencias del Movimiento 5 Estrellas,.
Mario Draghi sorprendió a todos el martes por la noche con un chiste en la cena de corresponsales. Un enfermo terminal necesita un trasplante de corazón y puede elegir entre el de un joven de 25 años o el de un banquero central de 83. Ante el estupor del médico, se decanta por el del banquero. “¿Por qué?”, le pregunta incrédulo el doctor. “Porque nunca ha sido usado”. El público estalló en una carcajada. El chiste, especialmente contado por todo un expresidente del Banco Central Europeo (BCE), tenía todavía más gracia. Pero quizá contenía también algunas respuestas a la crisis que estaba a punto de estallar.
La política y la banca comparten de vez en cuando algunos espacios comunes. Su funcionamiento interno, sin embargo, suele ser radicalmente distinto y requiere de distintas emociones: de otro tipo de corazón. Quizá por esas diferencias, Draghi, legendario salvador de la moneda única en su momento más crítico, no ha sido capaz o no ha querido desactivar las pulsiones autodestructivas de los partidos italianos. La culpa directa de la ruptura, si llega a consumarse, será para siempre del Movimiento 5
Estrellas (M5S) y de su líder, Giuseppe Conte. Un partido en descomposición que necesitaba cinco minutos de gloria mediática y parlamentaria para frenar la hemorragia en los sondeos y en sus bancadas (unos 60 parlamentarios huyeron como conejos hace dos semanas cuando Luigi Di Maio, ministro de
Exteriores y exlíder grillino, decidió fundar otro partido). La personalidad y manera de entender la gestión de Draghi, sin embargo, explica también algunas cosas.
Órdago político
El órdago del M5S era político, no aritmético. Se trataba de un pulso de poder, en ningún caso rompía definitivamente el Ejecutivo de unidad. Lo advirtieron antes y después del desencuentro parlamentario los grillinos, que intentaron hasta el último minuto llegar a un acuerdo para desvincular la votación de confianza de la del decreto. En última instancia, si el M5S hubiera decidido romper, el Gobierno hubiera podido seguir adelante. Tenía los números suficientes. Pero Draghi advirtió de que si le forzaban a aceptar determinadas condiciones y se ausentaban de la votación de un importante decreto que llevaba incorporada una moción de confianza, daría por terminado el Ejecutivo. “No estoy dispuesto a liderar un Gobierno con otra mayoría parlamentaria”, advirtió el pasado 30 de junio. Fue una decisión política. Pero quizá también algo personal.
Las amenazas no son recomendables en la política italiana. Especialmente si uno está dispuesto a cumplirlas. Y el expresidente del BCE, acostumbrado a otro tipo de estrategias para lograr objetivos, no quiso ceder a las presiones y al chantaje de los grillinos porque consideró, como el resto del país, que eran banales y meros pretextos electoralistas. Y esta vez Draghi, podría decirse que emulando su mejor actuación como banquero, no quiso hacer todo lo que fuera necesario para salvar la legislatura. Una actitud que quizá no terminó de entusiasmar a la presidencia de la República, altamente preocupada por la situación de fragilidad de Italia ante un otoño muy delicado (la guerra de Ucrania, la inflación, los recortes en el suministro de gas…) y por la necesidad de estar a la altura de los compromisos adquiridos con sus socios comunitarios y atlánticos.
Sergio Mattarella, jefe del Estado, no aceptó la dimisión presentada por Draghi. Es más, le pidió al primer ministro que dé cuenta de su postura y de la situación actual en las Cámaras el próximo miércoles (cuando regresará de su viaje a Argelia). Una manera de parlamentarizar una decisión tomada quizá con demasiada ortodoxia que perjudicaría enormemente a Italia. Mattarella, último exponente de la Democracia Cristiana italiana, desempolvó así el manual de aquel sutil modo de hacer política y devolvió la pelota al tejado del primer ministro. Un modo también de ganar tiempo y, quién sabe, si de tratar de armar una nueva mayoría que permita terminar las reformas pactadas con Bruselas.
Más allá de la poca flexibilidad de Draghi, sin embargo, otro personaje se eleva tristemente en la nueva crisis de gobierno que afronta Italia (la tercera en esta legislatura). Giuseppe Conte, dos veces primer ministro y actual jefe del M5S, se ha confirmado como un líder débil incapaz de soportar la presión de sus escasas bases. El hombre que defendió a Italia de la pandemia y que invocó decenas de veces el sentido de Estado y la responsabilidad para frenar los impulsos populistas de la Liga o de los miembros de su partido mientras gobernaba, se ha convertido ahora en el verdugo del Ejecutivo de unidad.
Conte fue víctima de un golpe parecido en 2019 propiciado por Matteo Salvini, cuando formaba parte de su primer Gobierno. El líder de la Liga tumbó aquel Ejecutivo desde el Papeete, un chiringuito de playa en la costa Adriática con un mojito en la mano. Y aquel decadente aroma político vuelve ahora a invadir el Parlamento italiano, propagado por quien entonces fue víctima de una estrategia puramente electoral y egoísta. La diferencia es que Salvini comenzó ese día su caída libre, que le llevó a perder un 15% de apoyos y el liderazgo de la coalición de derechas. Es posible que para el corazón político de Conte sea solo la puntilla final.
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