BLOC CULTURAL,

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viernes, 2 de septiembre de 2022

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - El condensador de fluzo - Y la vida siguió sin él, como siguen ,. / Las rutas Capone - Yo también quiero un milagro ,. / Un país mágico - Un lago que desde el agua es mucho más ,. / Diario de un nómada - Las huellas de Gengis Khan - La victoria de Pereiro se produjo tras la descalificación de Landis por dopaje,. / Un trío en la cocina - El restaurante de La Isla en Plasencia sale de nuevo a licitación,. / Documentos TV- Más allá de la masculinidad,.

 

  TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -  REVISTA BLANCO Y NEGRO -   El condensador de fluzo -  Y la vida siguió sin él, como siguen  ,.

 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO -  El condensador de fluzo  -   Y la vida siguió sin él, como siguen  ,. , fotos,.

  Y la vida siguió sin él, como siguen,.

 Una generación castigada | Opinión | EL PAÍS

La crisis de 2008, la pandemia de 2020 y la guerra de 2022 no pueden cortar las expectativas de cuajo de las nuevas generaciones,.

 

Un buen desayuno en la visita al mercado de abastos - Opiniones de viajeros  sobre Bar Vicente, El Puerto de Santa María - Tripadvisor

 ( Desayuno )

Una carta al director de EL PAÍS en 2005, firmada por una mujer de 27 años llamada Carolina Alguacil, acertó a dar nombre a una generación, los mileuristas. Denunciaba en aquella carta la escasez en la que sobrevivía una generación de jóvenes cuyos sueldos no rebasaban los 1.000 euros. Poco después, hubo que inventar la palabra nimileuristas porque las cosas empeoraron de golpe con la 

 

 

 ( Cena )  Pollo al horno con patatas Receta de Ptega- Cookpad

 

gestión de la Gran Recesión a partir de 2008. Después ha llegado la pandemia y desde febrero, los efectos corrosivos y ya patentes de la guerra en Ucrania. El domingo pasado, Carolina volvió a las páginas de este periódico en una entrevista. Ahora tiene 44 años, un empleo fijo y dice que le va bien, pero que tiene sobre el futuro de su hija la misma incertidumbre que la impulsó a escribir aquella carta cuando empezaba el nuevo siglo.

Recesión, pandemia y guerra. España estaba peor preparada que otras sociedades europeas para resistir tres golpes consecutivos que han quebrado entre los jóvenes expectativas, planes de futuro o incluso algo tan elemental como la confianza en la propia capacidad para mejorar de vida. Antes de la pandemia, la tasa de pobreza de nuestro país entre los menores de 30 años afectaba a uno de cada tres, uno de los índices más altos de la Unión Europea. Con la pandemia, el daño volvió a recaer en ellos y su diferencial de pobreza respecto a los adultos se ensanchó: la falta de equidad intergeneracional siguió siendo un problema de nuestro sistema de bienestar. Tras los confinamientos, un 16% de los jóvenes en el mundo dejaron de trabajar, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Pero España alcanzó en 2019 unos datos de desempleo juvenil del 43,9%, la cifra más alta de toda la Unión Europea.

También los hábitos de vida se ven directamente afectados. Los porcentajes de jóvenes que en España siguen viviendo con sus padres (en 2019 era del 64,5%) están muy lejos de las cifras medias de países con los que nos medimos y no han dejado de empeorar. La vivienda sigue siendo un problema crónico que lastra su autonomía y reduce su capacidad de independencia funcional y vital. No hay datos seguros sobre la cicatriz educativa que ha dejado la pandemia en los hogares con menos conectividad a internet y con menos recursos, pero los estudios avanzan que la brecha ha reforzado sin duda la ya alta desigualdad de partida.

Aunque para la mayoría su infancia haya sido probablemente mejor que la de sus padres, a lo largo de los últimos años han ido sumando un obstáculo tras otro hasta cuajar un empobrecimiento material y de expectativas. La última señal de alarma señala los crecientes problemas de salud mental entre los jóvenes. Es verdad que el abandono escolar temprano ha seguido descendiendo, que por fin se invierte en formación profesional y que habrá que ver cómo mejoran su situación los aspectos de la reforma laboral que facilitan la contratación juvenil. Una sociedad moderna y desarrollada, un país como España, debe poner y mantener en el frontispicio de sus preocupaciones el acceso y la dignificación del trabajo y las expectativas de los jóvenes.

 

   TITULO:  Las rutas Capone -Yo también quiero un milagro,.

 

 Yo también quiero un milagro,.

 Yo también quiero un milagro | Hoy

foto / En periodismo, la verdad no puede ser el promedio entre las diferentes versiones. Los periodistas hemos sido negligentes en la defensa de la verdad factual.

Ha llegado el momento de decirles adiós. Han pasado tres años desde que me dirigí a ustedes por primera vez y al llegar al final de mi mandato quiero agradecerles la mucha ayuda, comprensión y benevolencia con que me han arropado en mi tarea. Ha sido un gran privilegio poder reflexionar, a partir de sus quejas y comentarios, sobre el día a día del trabajo en la redacción y sobre este maltrecho oficio de periodista.

En la hora de la despedida, permítanme que responda públicamente a algo sobre lo que he sido preguntada por muchos lectores en diferentes foros y debates. ¿Es usted realmente independiente? En estos tiempos tan proclives a interpretarlo todo en clave conspirativa o de conflicto, no me sorprende que alguien crea que el ejercicio de esta función es objeto de fuertes presiones internas. Nada más lejos de la realidad. Como he dicho siempre que he sido preguntada, cada línea, cada artículo que ha llegado a sus manos ha sido escrito con total libertad y desde la más absoluta independencia. Y no solo porque la figura del Defensor está amparada por un estatuto que le protege de cualquier injerencia o represalia, sino porque el respeto a su independencia forma parte de la cultura interna del diario desde que se creó esta figura, en 1985. Una función como esta solo puede tener credibilidad si se ejerce de verdad, y esa es una convicción compartida por todos en este diario.

También quiero decirles que, pese a la incomodidad que supone, como pueden imaginar, verse sometidos a escrutinio de forma tan pública, he contado siempre con la colaboración de los miembros de la redacción. Les ruego, pues, que si creen que me he equivocado o que no he estado a la altura de sus expectativas, no lo atribuyan a la interferencia de otros o a la falta de colaboración, sino a mis propias carencias. Nadie más que yo es responsable de ello.

Con la misma sinceridad les diré qué ha sido para mí lo más difícil de conllevar. La soledad. Esta es una tarea muy delicada, que pende únicamente del criterio personal de quien la ejerce y que, en cambio, tiene una gran visibilidad. Solo la convicción de que es necesaria y el apoyo de los lectores puede mitigar el sentimiento de pánico que produce la mera idea de que quien tiene la misión de vigilar los errores de los demás pueda también errar.

En todo caso, he intentado siempre convertir sus quejas en una oportunidad de mejora, en una ocasión para la reflexión y la autocrítica. Como saben, el periodismo vive momentos de desazón y angustia. La crisis económica nos está golpeando durísimamente. A ella se suma, en nuestro caso, una segunda crisis más profunda, de modelo industrial, derivada a los cambios tecnológicos. EL PAÍS se encuentra en pleno viraje hacia un nuevo modelo, centrado en el soporte digital, del que aún no podemos entrever cómo afectará a la forma de ejercer el periodismo. No sabemos qué consecuencias tendrá el salto que supone pasar de tener lectores a tener audiencia, ni cómo afectará a los contenidos el hecho de que nuestro nuevo territorio no sea ya físico, sino virtual y abarque tanto como alcance la lengua castellana. A todo ello hay que sumar la crisis de credibilidad que atraviesa el periodismo, en el marco de una crisis más general de las intermediaciones. A un aspecto de esta crisis quiero dedicar las líneas que siguen. Quiero hablarles de la verdad.

Una visión cínica del periodismo sostiene que la verdad no existe. Que puede haber tantas verdades como interpretaciones de la realidad. Este planteamiento es una gran trampa. Creo que los periodistas hemos sido negligentes al descuidar la defensa de la verdad. Porque la verdad, en periodismo, existe. Al menos existe la verdad de los hechos, la verdad factual. Aquello que es cierto y es comprobable.

La verdad no es un compromiso entre sus diferentes versiones. Y, sin embargo, potentes aparatos de influencia saturan el espacio informativo con versiones y contraversiones destinadas a falsear la realidad. Más que informar, lo que hace este tipo de periodismo es desinformar. Porque la falsa neutralidad del periodismo de versiones otorga las mismas oportunidades a quien dice la verdad que a quien miente. Y porque la verdad incómoda tiene más dificultades para imponerse al ruido mediático creado para sepultarla. Piensen en el cambio climático. Piensen en todos esos imputados por corrupción que se presentan como víctimas de una persecución política. Piensen en esos sindicalistas presentados como expoliadores, mientras los expoliadores aparecen como brillantes gestores.

Sustraerse a la fuerza de esta dinámica resulta extenuante y no siempre es recompensado. La polarización partidista que domina todos los ámbitos de la sociedad está provocando también una polarización informativa, de manera que el lector puede concluir, con razón, algo que resulta letal para la credibilidad del periodismo: que todos los medios deforman y distorsionan.

Muchos lectores me han preguntado cómo es posible que ante un mismo hecho puedan aparecer versiones tan antagónicas como las que pueden leerse en los diferentes medios. La facilidad con que los lectores pueden observar ahora esas diferencias ha aumentado su escepticismo respecto de lo que les contamos. ¿Cómo saber quién miente y quién dice la verdad?

La sociedad está saturada de información y la prensa trata de adaptarse a los nuevos requerimientos ofreciendo un periodismo más interpretativo. Pero la interpretación no puede ser una coartada para la deformación. Hemos de partir de los hechos para llegar a su interpretación y no al revés. El problema es que hay prácticas periodísticas que prescinden de los hechos o que los distorsionan hasta conseguir que coincidan con la versión que quieren imponer. Su objetivo es distorsionar la realidad, y si es posible, crearla.

Desconfíen de quienes anteponen la interpretación a la demostración. El periodismo interpretativo debe basarse en hechos y datos comprobables. Y desconfíen también de aquellos textos que no hacen un esfuerzo suficiente para demostrarles cómo han llegado a la versión que sostienen. El periodismo de interpretación no puede ser la gran coartada para eludir, ignorar o sepultar la verdad. O para entronizar lo que el filósofo norteamericano Harry G. Frankfurt denomina “la tergiversación engañosa próxima a la mentira”. En dos obras de referencia sobre esta cuestión que me permito recomendarles, On Bullshit y Sobre la verdad (Paidós), Harry G. Frankfurt expresa su preocupación por el aumento de la charlatanería y por las consecuencias que puede tener la indiferencia de la sociedad hacia la verdad.

Si el ecosistema mediático está dominado por la charlatanería, el periodismo de calidad sufre cuando defiende la verdad. Pronto es acusado de manipular por quienes resultan perjudicados por ella. Y la guerra de versiones se convierte, con frecuencia, en una guerra de medios en la que la información veraz acaba siendo víctima del “todos son iguales”. Por eso es tan importante que el periodismo de calidad respete siempre las formas. No solo ha de ser lo más factual y objetivo posible, sino que ha de demostrarlo. Explicitando las fuentes, detallando los datos, exponiendo lo que no ha podido averiguar; siendo honesto.

Lo peor que puede pasar es que la ciudadanía crea que la única forma que tiene de hacerse con la verdad sea leer diversos medios de signo diferente. Porque la versión promedio no tiene por qué coincidir con la verdad. Los periodistas hemos de aspirar a que nuestros lectores tengan la confianza de que leyéndonos a nosotros, no necesitan ir a promediar con otras versiones. La democracia necesita medios de referencia independientes, creíbles y veraces, que resulten fiables para cualquier lector, independientemente de cuál sea su línea editorial.

Harry Frankfurt desarrolla las muchas razones por las que “ninguna sociedad puede permitirse despreciar o no respetar la verdad”. La verdad tiene, desde luego, una utilidad práctica, pues necesitamos datos fiables para tomar decisiones correctas. Pero no es solo por utilitarismo por lo que hemos de defender la verdad: “Una sociedad que de forma imprudente y obstinada se muestra negligente [ante la verdad] está abocada a la decadencia. (…) Las civilizaciones nunca han podido prosperar ni podrán hacerlo sin cantidades ingentes de información fiable sobre los hechos”. Permítanme, pues, que me despida de ustedes con un ruego: ¡Premien el buen periodismo! Ayúdenle a defender la verdad.

Adiós y que tengan mucha suerte.

TITULO:Un país mágico -Un lago que desde el agua es mucho más  ,.

 

El sabado - 3, 10 - Septiembre a las 18:30 por La 2, foto,.

 Un lago que desde el agua es mucho más ,.

 Un lago que desde el agua es mucho más | Hoy

A babor o estribor aparecen animales, castillos, yates, chiringuitos, trampas y hasta un pub flotante,.

Cuando la presa construida junto a la freguesía de Alqueva empezó a contener el curso del Guadiana, hace ya veinte años, este río se desbordó tal y como estaba previsto y la prioridad era el regadío. Pero si navegamos hoy por sus aguas con despreocupación, un gorro con cordón al cuello, bañador y crema solar a mano, durante esa travesía,.

TITULO: Diario de un nómada  - Las huellas de Gengis Khan -  La victoria de Pereiro se produjo tras la descalificación de Landis por dopaje,.

 

Diario de un nómada - Las huellas de Gengis Khan: De Barnaul al Altair ruso  - RTVE.es

El domingo- 4, 11 - Septiembre , a las 19:00 por La 2 , fotos,.

 

 

La victoria de Pereiro se produjo tras la descalificación de Landis por dopaje,.

 Tres polos al día | El Correo

Tres polos al día

De Miguel Induráin a Óscar Pereiro pasó, sobre todo, Lance Armstrong. El americano ganó el Tour de Francia siete veces seguidas (1999-2005). El Tour de Pereiro ha sido el más raro conseguido por un ciclista español. Fue en 2006. La carrera se acabó el 23 de julio de 2006, pero hasta octubre de 2007 no vinieron a España los mandamases del Tour a poner el maillot amarillo de vencedor a Pereiro. Mientras, Contador había ganado el Tour del 2007. Y lo más importante, el americano menonista Floyd Landis había sido desposeído de su triunfo en 2006 por dopaje. Por salbutamol.

Así que las fotos que suelen ilustrar que Pereiro ganó el Tour ese año son las del día en que se puso de amarillo tras una escapada loquísima en llano, la etapa número 13, de 230 kilómetros y mucho calor, donde ganó Jens Voigt pero Pereiro le quitó el amarillo a Landis. Reventó la carrera. ¡Una ventaja en la meta de casi 30 minutos! Ese día, Óscar, incrédulo en el podio, se dijo: «Estás donde estaba Induráin».

Echavarri veía otra vez que podía ganar después de Delgado e Induráin. Ahora con el Caisse d'Epargne. Ese año no estaba Armstrong y, además, en España se había destapado la 'operación Puerto', por lo que hubo desbandada. Luego el propio Landis, al confesar, abrió el (otro) cubo de basura, como dijo Armstrong. Pereiro escribe en el prólogo de '¡En París se han vuelto locos!', de Jon Rivas, que de chaval tenía en la habitación un póster enorme de Pedro Delgado.

Óscar Pereiro recuerda que lo peor de su época de profesional era el hambre. La que pasaba de mayo a junio. Se tomaba tres polos de hielo (50 calorías) para pasar el día. Solo desayunaba y cenaba. También reconoce que no tenía calidad para ganar un Tour. No tuvo problema en ser gregario de Valverde en el siguiente. Para que digan que el azar y la suerte no existen.

TITULO: Un trío en la cocina -  El restaurante de La Isla en Plasencia sale de nuevo a licitación,.

 

fotos ,  Un trío en la cocina -  El restaurante de La Isla en Plasencia sale de nuevo a licitación  ,.

 

El restaurante de La Isla en Plasencia sale de nuevo a licitación,.

El contrato será por dos temporadas, prorrogable otras dos,.

 El actual adjudicatario y parte de la plantilla del restaurante La Isla de Plasencia.

 

El Ayuntamiento de Plasencia ha sacado a licitación de nuevo el bar-restaurante de La Isla. El pasado 20 de marzo cumplió el contrato con la anterior adjudicataria, que ha solicitado continuar hasta que esté adjudicado de nuevo y la junta de gobierno lo ha concedido por el pago de un canon de 76,10 euros por día, IVA incluido.

 

Respecto a la nueva licitación, según el pliego de condiciones publicado en el perfil del contratante municipal, el contrato se hará por dos temporadas, prorrogable otras dos y el canon mínimo a pagar por el adjudicatario será de 25.299,85 euros, IVA incluido.

Los interesados tienen un plazo de 26 días naturales para presentar ofertas a contar desde su publicación. La económica será la que más se valore, con un máximo de 70 puntos y con otros 30 se valorará la ampliación de horarios y apertura más allá de las que recoge el pleno.

TITULO:  Documentos TV -Más allá de la masculinidad,.  


Documentos TV,.

Documentos TV - Más allá de la masculinidad ,. 


Martes -6, 13 - Septiembre a las 00:00 horas en La 2, foto,.

 Más allá de la masculinidad,.

 Documentos TV' estrena 'Más allá de la masculinidad' en la semana del Día  de la Mujer

'Documentos TV' analiza cómo, desde que son niños, a los hombres se les enseña a desconectar de sus sentimientos y de su vulnerabilidad, a huir de la vergüenza y la impotencia, para pasar al dominio y la venganza. En la semana del 8M, Día Internacional de la Mujer, el programa estrena ‘Más allá de la masculinidad’.

Una nueva masculinidad está en marcha

Muchos hombres quieren hoy recuperar esa parte emocional de sí mismos, mutilada en la infancia, y mostrarse tal como son. Hace medio siglo, la psicología feminista identificó que el silencio y la invisibilidad eran las heridas que debían sanarse en las mujeres. Para los hombres esa herida es la desconexión.

Desde muy pequeños, a los hombres se les enseña a abandonar una parte de sí mismos: aquella que tiene que ver con expresar sus sentimientos, mostrar sus debilidades y desconectar de otras personas, en pos de ser fuertes e independientes.

Los psicólogos aseguran que la esencia de la masculinidad tradicional pasa por hacer pensar que el hombre puede huir de la vergüenza, de la impotencia, de la incapacidad y pasar a la superioridad, al dominio y a la venganza. Y aquí es donde prende la raíz de la violencia.

Pero cada día más hombres tienen el coraje de romper con las reglas establecidas y dan un paso firme en busca de una nueva masculinidad.

Poder llorar, expresar sus sentimientos y hablar de sus vulnerabilidades sin ser juzgados es la meta de ese nuevo hombre que ha apostado por una masculinidad más humana.

 

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