TITULO: Un país en la mochila - Carrera solidaria por Ucrania el 1 de octubre,.
Carrera solidaria por Ucrania el 1 de octubre,.
foto / Manifestación contra la guerra de Ucrania en Badajoz el 8 de marzo.
Badajoz se suma a la carrera solidaria en apoyo a Ucrania el próximo 1 de octubre. La recaudación íntegra de las inscripciones están destinadas a los refugiados de la guerra. Los mayores de 16 años pagan 10 euros y los menores otros 5.
Se trata de una carrera de 10 kilómetros con inscripciones abiertas hasta el 27 de septiembre,.
TITULO : AQUI HAY TRABAJO - Inflación: Bancos centrales, entre líneas ,.
Inflación: Bancos centrales, entre líneas ,.
foto / La Fed parece estar dándole prioridad al control de la inflación sobre la posibilidad de lograr “un aterrizaje suave” de la economía,.
En las últimas cuatro semanas, diferentes autoridades (bancos centrales, gobiernos, organismos internacionales) han agravado sus mensajes sobre la duración y nivel de la inflación y las consecuencias socioeconómicas que tendrá. Estamos más preocupados que a principios de junio, más aún tras los últimos datos de crecimiento de precios. La Reserva Federal fue quizás el primero que notablemente endureció la descripción de la realidad económica el 14 y 15 de junio, y sus decisiones acompañaron a ese nuevo diagnóstico. Lo reflejan las actas de esa reunión publicadas este miércoles.
Las actas de los bancos centrales permiten conocer detalles más asentados (son de unas semanas antes) de las discusiones recientes. Se puede hacer una lectura entre líneas, aunque las circunstancias pueden haber cambiado cuando se publican. Este jueves también saldrán las de la última reunión de política monetaria del Banco Central Europeo, del jueves 9 de junio. Mucho ha llovido desde entonces. Aunque seguro que tiene aspectos de interés, los acontecimientos se han precipitado a posteriori, en lo relativo a las perspectivas de subidas de tipos en la Eurozona y la necesidad de acelerar en la creación de un mecanismo anti-fragmentación de compra de deuda pública, sobre el que aún no se conocen suficientes detalles.
Dicho esto, en las actas de la Fed del 14 y 15 de junio supimos que parece estar dándole prioridad al control de la inflación sobre la posibilidad de lograr “un aterrizaje suave” de la economía (evitar la recesión). No descarta nuevas subidas de hasta 0,75 en el tipo oficial, aunque pueda tener efectos muy negativos para la actividad económica. Se confía en que es más probable que la recesión sea breve, estrategia no exenta de riesgos. Asimismo, se observa que la Fed parece estar más preocupada por la inflación general que por la subyacente. Los consumidores están recibiendo un duro impacto, sobre todo por el crecimiento de precios de productos frescos y energía, que están cambiando sus expectativas de inflación. Esos componentes solamente se recogen en el índice general.
Si los individuos perciben, como empieza a ser el caso, que los precios continuarán aumentando, van a preferir consumir hoy a mañana. Por eso, el consumo no flaquea significativamente. Ahí es donde la Fed se está planteando actuar, con una probable nueva subida de tipos de 0,75 este julio, para atornillar los esfuerzos que “enfríen” ese gasto con el encarecimiento del dinero. Y, a la vez, mostrar su determinación de combatir la inflación con fuerza, que podría desmontar esa perspectiva psicológica de que el encarecimiento de la cesta de compra va para largo.
A pesar de los numerosos factores relevantes externos -impacto del conflicto bélico de Ucrania y sus consecuencias-, y del papel que tienen las decisiones de otras administraciones públicas, la gran batalla en esta guerra de la inflación va a acontecer en el terreno de las expectativas. Ahí es donde los bancos centrales tienen muchísimo que decir. Ahora sí, las autoridades monetarias -el BCE también- están recuperando con fuerza la iniciativa, lo que debería ayudar a recuperar su credibilidad en materia de estabilidad de precios lo antes posible.
TITULO : 80 cm - Marc Soler, el ayudante inesperado de Pogacar en el pavés del Tour de Francia,.
Marc Soler, el ayudante inesperado de Pogacar en el pavés del Tour de Francia,.
El ciclista catalán, feliz por haberse quitado la etiqueta de gran esperanza, recuerda como “muy divertida”, su primera experiencia en la París-Roubaix,.
foto / Llega volando el pelotón a Calais y no tiene ni un segundo para detenerse ante los seis Burgueses y emocionarse ante la angustia, el dolor, el fatalismo, de las figuras de bronce creadas por Rodin, los sentimientos con los que más de 100 años después, en el mismo Calais, boca de túnel cima de acantilados blancos, puerto de desesperanza, sobreviven centenares de migrantes que buscan cruzar el canal, al final del que les espera, si no la muerte un vuelo a Ruanda, y vuelta a empezar. Tampoco pudieron ver los ciclistas la jungla de los campamentos de migrantes y, quizás por eso, y porque la cercanía de la etapa del pavés les obsesiona y los agobios de sus directores les desquician, algunos de los corredores, la mayoría podrían hasta ver representados en la escultura, un canto al espíritu de sacrificio, al heroísmo del gregario, que lo da todo, hasta la última gota de sudor, por otro, por la gloria de su jefe.
Repasan el recorrido, 11 tramos de pavés por las carreteras de la Roubaix hasta las minas de Arenberg, 19,4 kilómetros de tembleque, botes y miedo. Miedo no a una caída o avería propia, o a un manillar de más en su camino, o al frenazo de un inútil torpe delante. Solo temen por sus jefes, y cruzan los dedos para que a Roglic, a Pogacar, a Vingegaard, a Vlasov, Martínez, Nairo, no les pase nada. Tensión que incrementan los chillidos de los directores en sus oídos, las blasfemias de quien tiene al lado, pedaleando como él. Angustia, dolor, pánico. Y goce para el aficionado, que, por un lado, desea ataques salvajes de sus héroes de las piedras, sus Van Aert, sus Van der Poel, Van Baarle, Lampaert, y por otro temen que su favorito para la general sucumba, se caiga, se rompa, se pierda.
Entre ellos, entre los que temen y se arrodillan ante los burgueses de Rodin, no está Marc Soler, hombre de confianza de Tadej Pogacar en el UAE, que, al contrario, espera feliz el momento para seguir demostrando su valor, su capacidad. Ahora en el llano, en las piedras, en el viento, que le gusta porque es grandote aunque sea español y no lo haya mamado, como los belgas. Después, en la montaña. Y Pogacar a su rueda.
Parte de la felicidad de Soler, de 28 años, parte de que hace nada, medio año, cuando dejó el Movistar por el UAE, logró arrancarse una etiqueta que no le gustaba nada. “Para nada he tenido que cambiar mentalmente para trabajar de gregario”, dice Soler, que ganó un Tour del Porvenir y una París-Niza, y se ganó las esperanzas de la afición. “Realmente yo en ningún momento he dicho que vaya de líder a ningún lado. Es la etiqueta que te ponen. Yo siempre he sido así. Nunca he dejado de trabajar, de ayudar a los compañeros siempre que se me ha pedido. No es nada nuevo”.
La otra parte de la su felicidad parte de su memoria, del recuerdo de su primera París-Roubaix, cuando llegó fugado a los tramos de pavés más duros, más famosos, los que no recorrerá la etapa del Tour, demasiado peligrosos. “La verdad es que sí, que me lo pasé muy bien, estuvo muy divertido”, dice. “Tuve la suerte de poder estar en la fuga, lo que no es fácil, y, bueno, pude estar y la verdad que lo disfruté”,.
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