TITULO: EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -20 , 27 - Septiembre - Oliver Sim ,.
EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES - 20 , 27 - Septiembre ,.
Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes- 20 , 27 - Septiembre, a las 22:30 por antena 3, etc.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Oliver Sim,.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Oliver Sim.,fotos.
Oliver Sim,.
Oliver Sim, el artista que visibiliza el VIH: “No quiero luchar contra el mundo, solo sanarme”,.
El miembro más callado de The XX se ha pronunciado. Y cómo. En su primer disco en solitario se presenta como gay seropositivo y exige respeto,.
Desayuno ,.
Era el tercero en discordia. Cuando se hablaba de The XX, aquel trío pionero en entreverar el pop electrónico y el R&B, Oliver Sim (Londres, 33 años) siempre era el tercero. Estaba Jamie XX, el líder, un geniecillo que publicaba en solitario, producía a Drake, remezclaba a Radiohead y Gil Scott-Heron o pinchaba en grandes festivales. Estaba Romy, la voz femenina, que también pinchaba y escribía (sin firmar) para estrellas. Y, además, estaba Oliver, cantante y bajista, alto, muy tímido y al que no se le conocía ocupación fuera de The XX.
Cena -
Eso cambió hace pocos meses. En marzo, publicaba su primer tema en solitario, Romance With A Memory. Era una buena canción de pop electrónico cantada con su masculina voz de crooner. Un mes después, el segundo sencillo, Fruit, era algo más. Se estrenó con un vídeo en el que aparecía Sim en una especie de talk show. El presentador le preguntaba: “Si se encontrara ahora mismo con usted cuando era niño, ¿qué le diría?”. A partir de ahí, Sim empezaba a cantar sobre un escenario mientras un niño (¿él?) le mira embelesado en la televisión de su cuarto.
En mitad del vídeo Sim besa apasionadamente al presentador. Hace años que salió del armario, pero nunca de una forma tan explícita. Cuando en mayo presentó el tercer avance, Hideous, reveló que es seropositivo desde los 17 años. Entonces quedó claro que Hideous Bastard, que se publica este viernes, es más que un álbum de debut; es una presentación al mundo de quién es el auténtico Oliver.
“Me gusta la gente que hace música honesta y personal”, explica sonriente desde su casa de Londres, con un enorme ventanal detrás. “Quizás lo que me diferencia es que hay muchos músicos a los que se les anima a predicar que se aceptan y se aman. Que es algo maravilloso, pero su aproximación a la música es distinta de la mía: la uso para despojarme del desprecio que siento por mí. No quiero convertirme en Cher, sino todo lo contrario. Comparto las cosas contra las que lucho cada día. Me culpo de ellas. Pero no para luchar contra el mundo, solo quiero sanarme”, explica con la soltura que da haberle dado muchas vueltas al por qué de las cosas.
Uno recuerda la primera visita de The XX a Madrid, para presentar su segundo disco. Eran unos niños de 19 años que parecían incómodos con tanta atención. Sobre todo, él. “No lo cambiaría. Es verdad, no estábamos para nada preparados, pero la magia fue que aprendimos sobre la marcha”. Asegura que a pesar de que cada uno de sus miembros están trabajando en solitario, The XX sigue en marcha. “Ese grupo es mi hogar, es donde está mi corazón. Cuando grabamos nuestro último disco, Jamie trabajaba en solitario y descubrí que gracias a ello traía ideas nuevas. Creo que fue entonces cuando Romy y yo pensamos: ‘Quizás deberíamos hacerlo nosotros también”.
De todas formas, Jamie produce el disco y hasta tiene un pequeño papel en el corto de 22 minutos —seleccionado para la Semana de la Crítica de Cannes— del que los vídeos son extractos. “The XX es una democracia. El punto de encuentro de los tres. Pero hay mucho en este disco que no es el mundo de Jamie, sino el mío: no comparte mi gusto por las películas de terror o algunas de las referencias musicales. También es un disco bastante queer y Jamie es un hombre heterosexual. No ha tenido ego. Ha sido muy humilde. Se sentó conmigo, vio películas de terror y escuchó la música que me inspiró. Entró en mi mundo y eso es genial”.
Y el elefante en la habitación. El VIH. “Me di cuenta de que había estado dando vueltas a una de las cosas que probablemente me ha causado más miedo y vergüenza, mi condición de seropositivo”, explicaba en el texto que acompaña a Hideous. “El disco puede sonar oscuro, porque trata sobre el miedo y la vergüenza”, añade ahora. “Pero para mí no lo es. También es celebración y alegría. Yo no experimento la vida en blanco y negro. Mis canciones favoritas las puedes bailar en la pista o irte a casa y llorar escuchándolas. Tengo momentos de felicidad en los que hay un punto de tristeza. Eso es la vida. O, al menos, esa es mi vida”.
TITULO:
Lunes -19, 26 - Septiembre - Imprescindibles -Muere Barbara Ehrenreich, la cronista del lado oscuro del sueño americano, .
LUNES-19 , 26 - Septiembre - Imprescindibles ,.
Imprescindibles,
serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura
española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes -19 , 26 - Septiembre , a las
21:00, foto . Muere Barbara Ehrenreich, la cronista del lado oscuro del sueño americano,.
La periodista y ensayista, que vivió 81 años y había estado implicada en política desde los años 60, había dedicado sus obras a criticar la precariedad laboral o el pensamiento positivo.
La periodista y ensayista estadounidense Barbara Ehrenreich, una de las voces más lúcidas y respetadas de la izquierda estadounidense, falleció este viernes a los 81 años. Su hijo, el también escritor y periodista Ben Ehrenreich lo confirmó en Twitter con un mensaje que decía: “Ella ya estaba, lo dejó claro, lista para marcharse. Nunca fue muy de pensamientos y plegarias, pero podéis honrar su memoria queriéndoos los unos a los otros y luchando hasta el final”.
Su tuit se encontró con las condolencias de muchos compañeros de profesión, que la tenían como una guía y matriarca, pero también de lectores tocados por sus libros de no ficción. “Leí Por cuatro duros cuando era una adolescente y hacía cola para vender mi colección de las Crónicas de Narnia para poder comprar comida para mis hermanos. Fue muy gracioso querer comprar el libro de Barbara Ehrenreich sobre la pobreza en América mientras vendía libros para sobrevivir a la pobreza en América”, escribió una tuitera llamada Sabra Boyd.
El libro que mencionaba es el que convirtió a la autora en una superestrella intelectual y en un éxito de ventas en 2001. Se trataba de un retrato de las clases trabajadoras en Estados Unidos contado a lo gonzo. Para escribirlo, Ehrenreich, que ya era conocida como escritora y activista, dejó su confortable casa de clase media en Florida y se fue durante unos meses a trabajar en varios estados como camarera, cuidadora doméstica, limpiadora y cajera de Walmart. No se trataba de hacer travestismo de clase ni vacaciones en la miseria. Era plenamente consciente de que lo suyo era un viaje fugaz a la vida con el salario mínimo.
En el ensayo estableció la figura del “working poor”, la persona que por mucho que acumule varios empleos, no gana lo suficiente para pagarse una vivienda en condiciones ni se le considera tampoco merecedor de un trato digno. En el libro, que reeditó en España Capitán Swing hace un par de años, la autora plasma bien los aspectos degradantes de trabajar por seis dólares la hora y de vivir con miedo a enfermar. “La mayoría de naciones compensan sus salarios inadecuados ofreciendo servicios públicos relativamente generosos, como el seguro médico, guarderías públicas, vivienda de protección oficial y transporte público efectivo. Pero en Estados Unidos, con toda su riqueza, deja que sus ciudadanos se las apañen por sí mismos”.
Nacida en Butte, en el estado de Montana, en 1941, su padre, Benjamin Howes Alexander, había sido un minero del cobre que logró graduarse en metalurgia en la Universidad de Pittsburgh y terminó trabajando como investigador en Gillette. Tanto él como su esposa, Isabelle, tenían problemas con el alcohol. Ehrenreich creía que la muerte de su madre de un ataque al corazón no fue accidental, sino que habría tomado una sobredosis de pastillas. Doctorada en Biología en 1968 por la Universidad de Nueva York, empezó su carrera en el sector de las ONG mientras se metía hasta las trancas en los movimientos de protesta de los sesenta. Su primer libro, coescrito con su primer marido, John Ehrenreich, era una taxonomía del activismo contra la guerra de Vietnam que se publicó en 1969 (Long March, Short Spring: The Student Uprising at Home and Abroad).
Apenas un año después, publicaron también juntos un libro contra la industria de la sanidad privada en su país, una de sus obsesiones más perdurables. Durante los setenta, fue una de las colaboradoras más notables en Ms, la revista feminista que fundó Gloria Steinem, y no paró de publicar libros en torno a las mentiras del sueño americano. En 2009, ya convertida en una intelectual pública muy reconocida, escribió Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo, publicado en España por Turner, en el que desmontaba con ironía el mito del “todo irá bien si lo deseas muy fuerte”, lo más parecido que tiene la era contemporánea a una religión común.
Para evitar que tuvieran que ser las escritoras de clase media como ella quienes contaran la realidad de la clase trabajadora, Ehrenreich fundó una iniciativa llamada Economic Hardship Reporting Project, que financiaba relatos de empleados de fábrica, limpiadoras y también periodistas que conocían la pobreza en primera persona.
En 2020, hablando con la periodista Jia Tolentino para The New Yorker en pleno confinamiento, le contaba cómo llegó a ser una “feminista furiosa”: “Tener a mi primer hijo me convirtió en una feminista auténtica. El sexismo de los médicos, todo el sistema. Con mi primer embarazo, el médico del hospital público –no me podía permitir la sanidad privada– me hizo un examen pélvico para ver si ya estaba lista para parir. Miré y le pregunté: ¿ha empezado a borrarse el cuello uterino? Él miró a la enfermera y le dijo: ¿dónde ha aprendido una chica como Dios manda a hablar así?”. Le sobreviven su hijo, su hija y sus libros.
Muere Barbara Ehrenreich, la cronista del lado oscuro del sueño americano,.
La periodista y ensayista, que vivió 81 años y había estado implicada en política desde los años 60, había dedicado sus obras a criticar la precariedad laboral o el pensamiento positivo.
La periodista y ensayista estadounidense Barbara Ehrenreich, una de las voces más lúcidas y respetadas de la izquierda estadounidense, falleció este viernes a los 81 años. Su hijo, el también escritor y periodista Ben Ehrenreich lo confirmó en Twitter con un mensaje que decía: “Ella ya estaba, lo dejó claro, lista para marcharse. Nunca fue muy de pensamientos y plegarias, pero podéis honrar su memoria queriéndoos los unos a los otros y luchando hasta el final”.
Su tuit se encontró con las condolencias de muchos compañeros de profesión, que la tenían como una guía y matriarca, pero también de lectores tocados por sus libros de no ficción. “Leí Por cuatro duros cuando era una adolescente y hacía cola para vender mi colección de las Crónicas de Narnia para poder comprar comida para mis hermanos. Fue muy gracioso querer comprar el libro de Barbara Ehrenreich sobre la pobreza en América mientras vendía libros para sobrevivir a la pobreza en América”, escribió una tuitera llamada Sabra Boyd.
El libro que mencionaba es el que convirtió a la autora en una superestrella intelectual y en un éxito de ventas en 2001. Se trataba de un retrato de las clases trabajadoras en Estados Unidos contado a lo gonzo. Para escribirlo, Ehrenreich, que ya era conocida como escritora y activista, dejó su confortable casa de clase media en Florida y se fue durante unos meses a trabajar en varios estados como camarera, cuidadora doméstica, limpiadora y cajera de Walmart. No se trataba de hacer travestismo de clase ni vacaciones en la miseria. Era plenamente consciente de que lo suyo era un viaje fugaz a la vida con el salario mínimo.
En el ensayo estableció la figura del “working poor”, la persona que por mucho que acumule varios empleos, no gana lo suficiente para pagarse una vivienda en condiciones ni se le considera tampoco merecedor de un trato digno. En el libro, que reeditó en España Capitán Swing hace un par de años, la autora plasma bien los aspectos degradantes de trabajar por seis dólares la hora y de vivir con miedo a enfermar. “La mayoría de naciones compensan sus salarios inadecuados ofreciendo servicios públicos relativamente generosos, como el seguro médico, guarderías públicas, vivienda de protección oficial y transporte público efectivo. Pero en Estados Unidos, con toda su riqueza, deja que sus ciudadanos se las apañen por sí mismos”.
Nacida en Butte, en el estado de Montana, en 1941, su padre, Benjamin Howes Alexander, había sido un minero del cobre que logró graduarse en metalurgia en la Universidad de Pittsburgh y terminó trabajando como investigador en Gillette. Tanto él como su esposa, Isabelle, tenían problemas con el alcohol. Ehrenreich creía que la muerte de su madre de un ataque al corazón no fue accidental, sino que habría tomado una sobredosis de pastillas. Doctorada en Biología en 1968 por la Universidad de Nueva York, empezó su carrera en el sector de las ONG mientras se metía hasta las trancas en los movimientos de protesta de los sesenta. Su primer libro, coescrito con su primer marido, John Ehrenreich, era una taxonomía del activismo contra la guerra de Vietnam que se publicó en 1969 (Long March, Short Spring: The Student Uprising at Home and Abroad).
Apenas un año después, publicaron también juntos un libro contra la industria de la sanidad privada en su país, una de sus obsesiones más perdurables. Durante los setenta, fue una de las colaboradoras más notables en Ms, la revista feminista que fundó Gloria Steinem, y no paró de publicar libros en torno a las mentiras del sueño americano. En 2009, ya convertida en una intelectual pública muy reconocida, escribió Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo, publicado en España por Turner, en el que desmontaba con ironía el mito del “todo irá bien si lo deseas muy fuerte”, lo más parecido que tiene la era contemporánea a una religión común.
Para evitar que tuvieran que ser las escritoras de clase media como ella quienes contaran la realidad de la clase trabajadora, Ehrenreich fundó una iniciativa llamada Economic Hardship Reporting Project, que financiaba relatos de empleados de fábrica, limpiadoras y también periodistas que conocían la pobreza en primera persona.
En 2020, hablando con la periodista Jia Tolentino para The New Yorker en pleno confinamiento, le contaba cómo llegó a ser una “feminista furiosa”: “Tener a mi primer hijo me convirtió en una feminista auténtica. El sexismo de los médicos, todo el sistema. Con mi primer embarazo, el médico del hospital público –no me podía permitir la sanidad privada– me hizo un examen pélvico para ver si ya estaba lista para parir. Miré y le pregunté: ¿ha empezado a borrarse el cuello uterino? Él miró a la enfermera y le dijo: ¿dónde ha aprendido una chica como Dios manda a hablar así?”. Le sobreviven su hijo, su hija y sus libros.
TITULO: ELLA & - Entre tiempos,.
Entre tiempos,.
foto / El impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania va a tener importantes consecuencias en la economía y las tiene ya en los precios de la energía,.
El riesgo de un impacto negativo en la economía global de la guerra en Ucrania ha estado sobre la mesa incluso antes de que Vladímir Putin ordenase la invasión del país, el 24 de febrero, cuando había acumulado a cerca de 200.000 soldados en la frontera. Un día después de la invasión rusa, la Comisión Europea calculó el golpe al crecimiento en un 1%, con un incremento de la inflación de un punto en el peor de los casos (cuando la previsión de crecimiento del PIB era del 4%). Pero podrían ser cálculos obsoletos si la guerra se prolonga durante varios meses. Los precios del gas y el petróleo se han disparado de forma desbocada, y en el caso del segundo, más allá de los 130 dólares el barril. El aumento de la inflación está entre los efectos más inmediatos, con un encarecimiento de los precios que afecta directamente al bolsillo de los ciudadanos.
Los precios seguirán creciendo debido a que Rusia es uno de los grandes productores de gas y petróleo. Las sanciones económicas de la UE a Rusia habían excluido deliberadamente a la energía, pero ha empezado a abrirse paso el escenario contrario y no es descartable ya la limitación de la compra de gas y petróleo rusos. En el caso de Europa, Rusia supone un 40% de sus importaciones de gas y más de un tercio de las de petróleo, lo que añadiría presión a un mercado de la energía tan tensionado que llevó el lunes el precio mayorista de la electricidad a pulverizar todos los récords y situarse en los 545 euros por megavatio hora (en cifras parecidas a Francia e Italia). También los precios del trigo se sitúan en máximos de 14 años porque Rusia y Ucrania están entre los mayores exportadores mundiales y los aumentos afectan también al maíz y otros cereales, así como a metales como el aluminio y el níquel. El sector agrícola español ha advertido ya de las dificultades a medio plazo ante la interrupción del suministro de grano mientras la brusca caída del turismo de origen ruso es otro de los efectos inmediatos y directamente achacables a la guerra. En todo caso, la gravedad del frenazo económico dependerá de la duración misma de la guerra, y es Rusia el país que puede padecer de forma más directa sus consecuencias derivadas de las medidas adoptadas por la UE.
Hasta la invasión rusa de Ucrania, el PIB español no había alcanzado todavía los niveles anteriores a la pandemia. La inflación actual, situada en el 7,4%, hace prever que el aumento de precios de la alimentación, o una subida de los tipos de interés por los bancos centrales, afecten al crecimiento. Todo ello explica seguramente el realismo de Pedro Sánchez al calificar el domingo de “duros y difíciles” los tiempos actuales, más allá de la tragedia de la guerra misma. La ola de solidaridad que la ciudadanía española ha desplegado en esta última semana quizá deba asumir también la ralentización económica motivada por la misma causa que estimuló generosamente sus donaciones de alimentos, material sanitario y aportaciones económicas a Ucrania.
TITULO:
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA
COMERSELO -PESADILLA EN LA COCINA -Jueves -15, 22 , 29 - Septiembre- Alitas de pollo de tres maneras,.
Jueves - 15, 22 , 29 - Septiembre - Pesadilla en la Cocina es
un programa de televisión español de telerrealidad culinaria,
presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves
a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve
Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos,
etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO - LUNES - Alitas de pollo de tres maneras,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO - LUNES - Alitas de pollo de tres maneras,. .,fotos.
Alitas de pollo de tres maneras,.
Vivimos en la dualidad muslo-pechuga y no siempre valoramos las humildes pero deliciosas alitas. Aquí tienes tres formas sencillísimas de prepararlas con buen resultado garantizado.
Cuando pienso en un ingrediente con el que los estadounidenses puedan dar lecciones de cocina al resto del mundo, sólo me viene uno a la cabeza: las alitas de pollo. Ignoradas por su escasa chicha y relegadas a pegote de la pechuga en culturas culinarias como la española, estas pequeñas porciones del ave han sido más reivindicadas en Estados Unidos que en ningún otro país. De hecho, las más famosas del mundo son las Buffalo wings, popularizadas en los años sesenta en la localidad del mismo nombre del estado de Nueva York.
Las alitas son un picoteo interesante por varios motivos: son baratas, sabrosas, tiernas y divertidas de comer (sí, ya sé que nos pringamos los dedos con la grasa o la salsa que las
recubre, ¿pero no es ése uno de sus mayores placeres?). Además, son facilísimas de preparar y no presentan los problemas de punto de cocción habituales en el muslo o la pechuga: casi siempre quedan bien. Si no te lo crees, mira el vídeo de arriba o las recetas de abajo, donde encontrarás una manera clásica y muy buffaliana de prepararla, otra más curiosa con la carne ligeramente encurtida, y otra de corte asiático. Las tres están buenísimas: tú eliges.
ALITAS AL ESTILO BUFFALO
Ingredientes
Para unas 6 personas
- 1,250 kg de alitas de pollo
- 70 g de salsa picante
- 4 cucharadas de mantequilla derretida
- 1 cucharada de vinagre de Jerez
- 1 cucharada de ajo picado
- Aceite de girasol
- Sal
- Pimienta negra
- Salsa de queso azul y apio (opcional)
Preparación
- Secar las alitas de pollo con papel de cocina. Este paso es importante para asegurar que la piel queda crujiente.
- Embadurnarlas con un poco de aceite y sal y ponerlas separadas en una bandeja de horno.
- Calentar el horno con el grill. Poner la bandeja a unos 10 centimetros de la parte superior.
- Hornear las alitas hasta que estén doradas, dándoles la vuelta de vez en cuando. Tardarán unos 15 minutos, pero el tiempo de cocción dependerá de la potencia del horno.
- Mientras, mezclar en un bol la mantequilla derretida, la salsa picante, el vinagre, el ajo, sal y pimienta.
- Una vez estén listas las alitas, pasarlas por el bol para cubrirlas bien con la salsa.
- Volver a ponerlas en la bandeja y hornearlas nuevamente unos 3 o 4 minutos, dándoles la vuelta y vigilando que no se quemen.
- Servir acompañadas de bastones de apio y crema de queso azul.
ALITAS ENCURTIDAS
Ingredientes
Para unas 6 personas
- 1,250 kg de alitas de pollo
- 1 frasco de pepinillos grandes (se necesitarán 240 ml de su líquido)
- 2 cucharadas de brandy o coñac
- 2 cucharadas de miel
- 1 cucharada de azúcar moreno
- ½ cucharadita de pimentón
- ¼ cucharadita de cayena
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- Sal
- Pimienta negra
- Eneldo
Preparación
- Poner las alitas en una fuente con el líquido de los pepinillos. Dejarlas marinando en la nevera entre 1 y 4 horas.
- Mezclar en un bol el brandy o el coñac, la miel, el azúcar moreno, la cebolla en polvo, el pimentón, la cayena, la sal y la pimienta.
- Cuando estén marinadas, pasar las alitas escurridas al bol y moverlas para que se impregnen bien con la mezcla.
- Ponerlas en una bandeja de horno y volver a condimentarlas con sal y pimienta.
- Hornear hasta que estén doradas y crujientes a 220ºC con ventilador. Tardan entre 30 y 40 min. Hay que darles la vuelta a la mitad y vigilar que no se quemen.
- Servir con eneldo y rodajas de pepinillos.
ALITAS AL ESTILO COREANO
Ingredientes
Para unas 6 personas
- 1,250 kg de alitas
- 120 g de harina
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de pimienta
- Aceite de girasol
- 100 g de jengibre pelado y laminado
- 3 cucharadas de salsa de soja
- 100 g de azúcar moreno
- 60 ml de vinagre de arroz o vinagre de vino blanco
- 2 cucharadas de miel
- 1 o 2 cucharadas de cayena
- 2 cucharadas de sésamo tostado
- 1 cebolleta
Preparación
- Mezclar y calentar en un cazo 200 ml de agua, el jengibre, la salsa de soja, el vinagre y el azúcar.
- Llevar a ebullición, añadir la miel y la cayena y dejar que se reduzca hasta más de la mitad. Debe tener consistencia de sirope.
- En un bol, mezclar la harina, la sal y la pimienta. Poner las alitas en el bol y moverlas para que se cubran bien.
- Calentar aceite abundante en una sartén. Freír las alitas en tandas hasta que se doren.
- Ponerlas en un plato con papel de cocina para que pierdan el exceso de grasa.
- Untar las alitas con la salsa desechando el jengibre, y terminarlas con sésamo tostado y tallo de cebolleta picado.
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