TITULO: MAS
VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - La loteria
jueves - LA NOCHE ABIERTA - Si no se garantiza la salud se debe pensar en cancelar el Tour",.
MAS VALE TARDE LA SEXTA - BICICLETA - La lotería - Cruz Roja - Si no se garantiza la salud se debe pensar en cancelar el Tour",. ,fotos.
LA NOCHE ABIERTA
Progroma presentado por Pedro Ruiz, entrevistas por La 2 los martes a las 22:30, un gran espacio de música, foto etc.
Si no se garantiza la salud se debe pensar en cancelar el Tour",.
El corredor alemán del Bora-Hansgrohe considera que no se deben correr riesgos con la celebración de la Grande Boucle, cuyas fechas fueron aplazadas.
"Si no se puede garantizar este aspecto, se debe pensar en cancelar el Tour, ya que no se puede posponer hasta más tarde. Si las condiciones permiten que el Tour de Francia se dispute desde finales de agosto, estaré muy feliz de participar en este evento", señaló.
En opinión del ciclista berlinés, de 26 años, cancelar el Tour de Francia habría sido una gran pérdida para el deporte profesional. "El ciclismo también es un deporte comercial, como el fútbol o el tenis", subrayó.
"Además, soy un deportista profesional, por lo que quiero hacer mi trabajo si es posible. Estoy feliz de que el Tour se dispute, pero hay varias preguntas que deben aclararse, como la salud de los corredores", insistió.
TITULO: Hora Punta, el programa de TVE de Javier Cárdenas -¿Cuánto cuesta una vida? ,.
¿Cuánto cuesta una vida?,.
¿Es que una comida en el campo con la familia vale la vida de una sola persona? Pensémoslo, de verdad, estamos jugando con la vida de nuestros seres queridos,.
Perder a un ser querido es un desgarro que no tiene comparación con otro sufrimiento. Es un dolor que, cuando se trata de nuestros padres o abuelos, viene acompañado del sentimiento de orfandad y que es un vacío que duele de por vida.
Cada día, desde que estamos en lo que parece una película de ciencia ficción en la que llevamos ya un mes, escuchamos tremendas historias que te arañan el corazón. Una película en la que hacemos el papel de protagonista, de secundario o de extra pero que, desgraciadamente, tiene un guion que tenemos que ir escribiendo cada día con una mezcla de inseguridad y responsabilidad que lo hace aún más difícil.
En el momento en que escribía este artículo, me comunicaban la pérdida de Fernando, guardia civil de 60 años; otro episodio duro para quien pertenece a una familia de servidores públicos, de los que están en el frente. Cuánto lo siento.
A cada instante me pregunto ¿Cuánto cuesta una vida?
Nos estamos enfrentando a algo que nadie podía haber imaginado ni en sus peores pesadillas. Y nadie nos había enseñado cómo teníamos que actuar ante una situación como esta; no estaba escrito en ningún libro; tenemos que ir aprendiendo con cada paso que damos, conscientes de que cada decisión que tomemos tendrá un coste, podemos acertar o equivocarnos y cada equivocación, cada distracción pueden ser vidas que se pierden. La responsabilidad de los que cada día tenemos que tomar decisiones va mucho más allá del rédito electoral o de una décima arriba o abajo en una encuesta de opinión. Cada paso que damos todos y cada uno de nosotros, tiene un valor en vidas humanas.
Al igual que enfermeros, médicos, dependientes de la tienda de comestibles o de farmacia, transportistas, trabajadores de la limpieza, policías nacionales, guardias civiles, militares, policías locales, agricultores o voluntarios que cada día dan lo mejor de cada uno para que todos salgamos adelante, el Gobierno trabaja con todos sus recursos, con toda su capacidad y toda su energía en luchar contra esta pandemia. No le vamos a dedicar ni un solo minuto a discutir nada que no sean medidas para salvar vidas de españoles.
Desde el 14 de marzo, para muchos de nosotros los días no tienen horas, el trabajo no tiene fin, el teléfono no descansa porque al otro lado siempre hay alguien que te necesita. Toda una maquinaria de personas están tratando de navegar en una gran marejada con un barco desconocido. El Gobierno de España ha aprobado 10 decretos-ley y más de un centenar de órdenes o resoluciones para atender la crisis por el COVID-19; una labor normativa ingente que ha tratado de conseguir tres objetivos fundamentales: salvar vidas, garantizar que nadie se quede atrás en estos momentos y adecuar nuestro sistema democrático al cumplimiento del estado de alarma, para que se cumplan los servicios esenciales y las medidas de protección.
Desde la Delegación del Gobierno cada día coordinamos la actuación de la Administración del Estado para aplicar esta normativa y conseguir los objetivos fijados. Intentamos resolver todas aquellas dudas y problemas que a diario nos plantean ciudadanos, empresas y ayuntamientos y ponemos a su disposición, cuando son necesarios, los recursos disponibles en cada momento. Vamos avanzando día a día, codo a codo con la Junta de Extremadura, con las diputaciones provinciales y los ayuntamientos, con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, Protección Civil, Cruz Roja… tantas personas y un solo objetivo.
Vamos por el buen camino, eso nos da ánimos y fuerzas para seguir. Los datos nos dan esperanza gracias a la enorme disciplina de los españoles en su confinamiento. Pero no podemos olvidar que cada fallecimiento es fruto de un contagio y que cada contagio depende de nosotros, de cada uno de nosotros.
¿Cuánto vale una vida? Preguntaba como encabezamiento de este artículo. ¿Es que una comida en el campo con la familia vale la vida de una sola persona? Pensémoslo, de verdad, estamos jugando con la vida de nuestros seres queridos.
Los responsables públicos responderemos de nuestra gestión cuando todo esto pase; y os aseguro que ahora mismo ni a mí, ni a muchos de los que estamos en la primera línea de la gestión de esta crisis, nos preocupa ni nos ocupa un instante nuestro futuro político porque nuestro objetivo está muy por encima de eso. Por eso os pido a todos los extremeños que os quedéis en casa, y os doy las gracias por el comportamiento ejemplar que estáis teniendo. Todos debemos ponernos en la piel de aquellos que trabajan para conseguirlo, se lo debemos.
Termino con otros versos de Ángel Campos Pámpano y de su libro 'La semilla en la nieve': «Nos queda otro comienzo/al que volver/ otra luz que pisar/en medio de esta bruma que nos moja». Porque vamos a salir y este virus lo paramos unidos. Quédate en casa, por favor.
TITULO: CAMPO ESTRELLAS BARCELONA - Romerito,.
La increíble historia de "Romerito", el crack paraguayo que no quería ir al Barça y Cruyff lo fichó a 48 horas de enfrentar al Real Madrid
Julio César Romero es uno de los personajes más curiosos de la historia del clásico español. En diálogo con Infobae, rememoró aquella fugaz transferencia que lo llevó a protagonizar el Barcelona-Real Madrid del 1 de abril de 1989,.
Rara vez, una llamada telefónica en medio de la noche es recibida con naturalidad. Generan desconcierto absoluto. Aunque también es cierto que las grandes oportunidades se presentan de forma inesperada. La madrugada del domingo 26 de marzo de 1989, el paraguayo Julio César Romero, por entonces futbolista del Fluminense
de Brasil, saltó de la cama y contestó el teléfono con temor. No
esperaba que le presentaran una oportunidad que cualquier otro jugador
puede esperar en vano por años: jugar en el Barcelona FC.
"Era sábado. A la tarde habíamos jugado el primer partido del Campeonato Carioca, contra el Inter de Porto Alegre. Ganamos 1-0, justamente yo hice el gol. Esa noche me llaman los dirigentes del Fluminense, me dijeron que se querían reunir conmigo. Eran las 2 de la madrugada. Yo estaba durmiendo, me sorprendió. '¿Qué habrá pasado?', pensé. Me citaron en un restaurante de inmediato, no podían esperar al otro día. Se tenía que resolver esa misma noche", recuerda Romero en diálogo con Infobae.
El 99,9% hubiera dicho sí, sin pensarlo. Pero él no quería fichar por el prestigioso club catalán. Según rememora, era un cambio muy abrupto a esa altura de su carrera: "No quería ir al Barcelona, era muy riesgoso. Recién iniciaba la temporada en Brasil y allá en España estaban terminando el campeonato. Les advertí a los directivos del Fluminense que iba a ser muy difícil que yo salga."
Me llamaron a las 2 de la madrugada y me citaron en un restaurante para avisarme que iba al Barcelona FC. Yo no quería ir, me parecía muy riesgoso
Tenía 28 años y una trayectoria más que fructífera. Había debutado a los 17 años en Sportivo Luqueño. A los 19, había jugado con Paraguay el Mundial juvenil de Japón 1979, donde anotó cuatro goles y ganó el Balón de Plata por detrás de Diego Armando Maradona. Ese mismo año ganó la Copa América con la selección mayor. De allí, le surgió la chance ir al New York Cosmos de los Estados Unidos, donde compartió equipo con Pelé, Giorgio Chinaglia, Johan Neeskens, Franz Beckenbauer y Carlos Alberto Torres, capitán del Brasil del '70, quien fue su padrino para recalar en Fluminense tras la disolución de la la North American Soccer League (NASL) en 1984.
Río de Janeiro se había transformado en su lugar en el mundo, donde halló su mejor versión. Había ganado tres títulos y lo habían elegido el 'Mejor Jugador de Sudamérica' (1985). También había participado de la Copa del Mundo de 1986, donde Paraguay alcanzó los octavos de final y cayó en manos de Inglaterra. En aquel partido, anotó dos goles Gary Lineker, que tras quedarse con la Bota de Oro de la Copa del Mundo fue contratado por el Barcelona FC para intentar romper la hegemonía del Real Madrid. Jamás pensaron que serían compañeros.
El estrambótico desembarco de "Romerito"
En abril de 1989, Romero no pudo evitar su traspaso al Barcelona FC por pedido de Johan Cruyff, que daba sus primeros pasos en los banquillos. "Salí un martes y llegué el miércoles. Me llevaron directamente a hacer una inspección médica y después a la presentación con el técnico y los jugadores. Ahí mismo, Cruyff me dijo que posiblemente jugaría contra el Real Madrid el sábado.
Fue una sorpresa muy grande. Yo algo sabía, los dirigentes del
Fluminense me había adelantado algo, pero todo era muy extraño y no
pensaba que iba a ser cierto. Porque yo fui sin saber cuánto iba a ganar ni cuánto tiempo iba a estar", confiesa.
El club blaugrana pagó su fichaje de 40 millones de pesetas gracias al dinero que ingresó de las televisiones por adelantar 24 horas un partido de Recopa contra el CSKA de Sofía. Y "Romerito", como lo bautizó la prensa catalana en su llegada, se quedaría hasta junio sin sueldo. Cobraría una premio único de 40.000 dólares por los tres meses de estadía en la institución, que el mismo día de la disputa del Clásico llevaría a cabo sus elecciones presidenciales y Josep Lluis Núñez sería reelegido al ganarle el pulso a Sixte Cambra.
Cruyff necesitaba un jugador revulsivo para suplir la baja del lesionado Jose Mari Bakero y la directiva cumplió su deseo. Es cierto que primero pidió que se adelante el fichaje de Ronald Koeman, pero el PSV no quería venderlo antes del final temporada. También sondeó al uruguayo Enzo Francescoli y a Laudrup, pero tampoco fueron posibles. Entonces, Cruyff se acordó de aquel talentoso mediapunta guaraní, técnico, creativo, rápido y preciso, al que enfrentó en sus años de jugador del Washington Diplomats de la NASL y lo solicitó a los directivos. "Johan (Cruyff) confiaba mucho en mí. Me conocía de los Estados Unidos, donde fui vice-goleador y líder en asistencias. Él
confió en mí aunque no estaba 100% físicamente, porque recién salía de
una pretemporada y por cómo fue la transferencia, que no fue nada normal. Me extrañó irme de última hora al Barcelona, estaba enfocado en Fluminense. Fue un fichaje más político que deportivo", explica el ex jugador guaraní.
Un debut esperanzador, un final poco feliz
Ese Barça pre-Dream Team se jugaba un partido trascendental ante el Real Madrid de la Quinta del Buitre, que tenía un equipo memorable, donde se destacaban Miguel Pardeza, Manolo Sanchís, Míchel González, Rafael Martín Vázquez y Emilio Butragueño, quien le dio nombre mediático a aquella formación campeona de cinco Ligas de España consecutivas y dos Copas de Europa.
El sábado 1 de abril de 1989, al desconocido "Romerito" le había llegado la hora de demostrar que podía enamorar a la afición blaugrana. A poco más de 48 horas de haber aterrizado en Europa, con sólo dos entrenamientos en el equipo culé, fue elegido para jugar el duelo más importante del fútbol español y, según cuenta a Infobae,
Cruyff le pidió que anotara un gol: "El día del partido, a la hora del
almuerzo, tuvimos una reunión antes de partir al Camp Nou. Cruyff anunció la formación y me colocó en el equipo en lugar de Gary Lineker. Me pidió que haga lo que yo sabía hacer. Tenía mucha confianza en mí. Me
dijo que mi despliegue era muy bueno, me pidió que me mueva cerca del
área y que aguarde mi oportunidad porque debía anotar un gol. Hizo hincapié en que necesitábamos sorprender al Real Madrid para ganarle."
El partido terminó 0-0 y el Real Madrid mantuvo la ventaja de tres puntos sobre el Barça.
Según cuenta Romero, se marchó bastante conforme con su actuación:
"Tuve dos situaciones para anotar un gol. Una fue muy clara, la otra
pasó cerca del palo. Mi actuación fue muy buena, sólo me faltó el gol. Jugué bastante bien ese partido. Lastimosamente, Paco Buyo me tapó una pelota de las que habitualmente yo convertía. Y la otra situación, fue un cabezazo mío que se desvió en Schuster y se fue cerca del ángulo."
Sin embargo, su futuro comenzó a nublarse y no logró asentarse en el primer equipo.
A pesar de la confianza de Cruyff, la carencia de suerte y una lesión
frustraron su ilusión de triunfar en Europa. "Si yo hacía un gol y le
ganábamos al Real Madrid, hubiera sido ídolo de la hinchada. Intenté dar
lo mejor de mí. Me faltó fortuna, – reconoce Romero y continúa-
porque después jugamos contra Zaragoza e hice un partido fantástico
pero tampoco marqué un gol. Y al tercer partido contra el Valladolid me
lesioné el tobillo. Volví los últimos partidos del campeonato. Ya la situación no era la misma. Cayeron muchas críticas sobre mí."
En su etapa de recuperación, "Romerito" sabía que tenía las horas contadas en el Barcelona FC.
Por ello, en su regreso a las canchas, se empeñó en anotar un gol para
que su despedida fuera más decorosa y, al conseguirlo, se dio cuenta que
a pesar de no haber podido encantar a la afición, había generado un
gran vínculo con sus compañeros de equipo.
"Mi gol al Málaga fue un desahogo. No podía irme sin hacer un gol. Pero lo que más me gusto fue la actitud de mis compañeros. Es muy grato recordarlos, fueron muy buena gente conmigo. Además,
porque antes de ese partido sabía que me iba. Los dirigentes no me lo
comunicaron, pero yo escuchaba comentarios en los pasillos de los
periodistas. Me hubiera gustado quedarme en Europa, pero no
tengo ningún tipo de angustia. Estoy muy conforme y muy feliz de haber
jugado en el Barcelona", reconoce.
Su carrera continuó en México y culminó en Paraguay. Actualmente, con 56 años,
a casi dos décadas de dejar el fútbol, y tras haber sido seleccionador
paraguayo de fútbol playa, ocupar un cargo político en el Partido
Colorado y haber intentado triunfar como cantante de rock, Julio César Romero cree que el Real Madrid llega mejor plantado al Clásico de este domingo. "El Real Madrid llega muy bien anímicamente. En el Barcelona están cabizbajos hace varios meses, parecen cansados. Pero es un Clásico, y es fútbol, nadie sabe lo que puede pasar", explica el hombre que contestó aquella llamada telefónica sin saber que jugaría en el Barcelona.
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