Así se clasifican las películas en España,.
Diez personas ajenas al cine son quienes califican los filmes. Cada mañana ven largos, cortos y tráilers en una sala oscura del Ministerio de Cultura. Cobran por cada visionado,.
La Comisión de Calificación es, en realidad, heredera de la censura del franquismo. Aunque, claro, una evolución, una versión más libre y acorde a los tiempos que corren y que nada tiene ya que ver con aquellos 'tijeretazos'. «En aquella época los censores eran militares, periodistas, curas, críticos de cine... Los poderes fácticos. Y decidían lo que se tenía que cortar o cambiar», recuerda Manolo Llamas, ya jubilado, pero que trabajó en el ICAA durante cuarenta años, incluida la época en la que Pilar Miró fue la directora y convirtió este organismo en una institución autónoma.
Los responsables de etiquetar las películas las encasillan en seis grupos: cinco son libres de ser proyectadas en cualquier sala -aptas para todos los públicos, no recomendada para menores de 7 años, de 12, 16 y 18-, mientras que la sexta categoría, las películas X, fundamentalmente de contenido pornográfico, solo se puede comercializar en salas específicas, ya prácticamente inexistentes en toda España, y en una zona diferenciada de los videoclubs, tan anacrónicos ya como una cabina de teléfono.
'Saw VI' recibió la calificación X porque la comisión consideró que era demasiado violenta
Las películas para España las califica el
ICAA, salvo en Cataluña, donde las etiquetan en el Institut Català de
les Empreses Culturals (ICEC). La Comisión de Calificación se dedica a
ver material audiovisual los cinco días laborables, de lunes a viernes,
desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde. Las películas
se proyectan en las dos salas que hay en el sótano del edificio del
Ministerio de Cultura. Una, la más grande, tiene capacidad para treinta
espectadores. La otra, para veinte.La comisión tiene una presidenta, que es la directora general Beatriz Navarro, una vicepresidenta, que es la subdirectora general de Fomento, y diez vocales. Además de una sección administrativa que se encarga de la parte burocrática del proceso que incluye, cuando la documentación ya se ha presentado correctamente, el programa diario sobre lo que se va a ver en la sala, que viene marcado por riguroso orden de llegada. Hay semanas más ligeras y otras atiborradas de material, como en vísperas de Navidad, cuando se multiplican los largometrajes, o de los Goya, cuando llega el mayor suministro de cortometrajes.
16 euros por largometraje
Los diez vocales son nombrados por la presidenta y son personal ajeno al ICAA y al ministerio. «Es gente de la calle», aclara Souto. Y se les selecciona con una pretensión: «Intentar que esas diez personas reflejen la pluralidad de la sociedad española. Pero nuestra principal labor es velar por la protección de la infancia». Por ese motivo se clasifican las películas. Aunque hay que matizar que su categoría final, salvo en el caso de las películas X, es una recomendación, no una prohibición como en los tiempos de la censura.«Esas personas son elegidas, como marca un Real Decreto que desarrolla la Ley del Cine, y recibimos currículos de todos los ámbitos. Nos vamos organizando por temáticas», apunta Souto. Los diez vocales elegidos solo podrán estar un máximo de dos años en la comisión. Y, aunque no tienen una relación contractual con el ICAA ni con Cultura, cobran unas dietas por su trabajo. La tarifa actual recompensa con 16 euros por el visionado de un largometraje, cinco por un corto, tres por un 'teaser' (un avance de la película) y 36 por vídeos en sesiones de cuatro horas.
«El visionado es igual que en el cine, salvo que no pueden comer palomitas»
El vocal adquiere el compromiso de
estar siempre que pueda, pero no tiene la obligación y puede ausentarse
si tiene un compromiso. Pero los más constantes pueden llegar a sacarse
un 'jornal' de mil euros mensuales. Aún así hay personas que se ofrecen a
ver las películas gratis porque piensan, ellos sí, que es el mejor
oficio del mundo, pero son rechazadas.Los calificadores proceden de ámbitos bien diversos. «Los tenemos que llegan del periodismo, del máster en cinematografía, el Consejo Nacional de Discapacidad, profesores de universidad, jubilados, amas de casa, padres, hombres o mujeres sin hijos, mayores, jóvenes.... Solo se requiere que sea gente libre, plural y que emita su voto de manera justificada», explica Souto. El único requisito es que finalmente se cumpla el criterio de paridad, que haya cinco mujeres y cinco hombres. Su elección, finalmente, se formaliza publicándola en el Boletín Oficial del Estado.
A partir de ese momento tendrán que ir cada día al ministerio, «a dos salas muy monas y muy cucas», para visionar el orden de calificación. Llegan, se sientan en una de esas sillas con pupitre para escribir, se apagan las luces y comienza la sesión... «Es exactamente igual que ir al cine, salvo que tienen una lucecita por si necesitan apuntar algo. Y, como ocurre en el cine, hay quien se ríe y hay quien aplaude al acabar la película. Lo único es que no pueden comer palomitas. Aunque, como pasan toda la mañana allí, tienen una máquina para sacarse unos 'snacks'. Al acabar rellenan las actas de calificación, un portfolio con preguntas sobre sexo, drogas, conductas delictivas, si hay escenas de crueldad... Cada acta es individual y la decisión final se acepta por cuórum. Si hay empate es necesaria una nueva deliberación. Y la directora general tiene la potestad de considerar que debe cambiar esa primera resolución, pero eso es algo excepcional».
Las cifras del cine
- 3.589
- salas tuvieron actividad durante el último año completo, en 2018, dentro de 734 cines. Durante esos doce meses se estrenaron 266 largometrajes españoles y 52 en coproducción.
- Las cadenas se regulan
- Tanto las series como las películas de producción propia de una cadena o plataforma de televisión se las califican ellos mismos. No necesitan pasar por la Comisión de Calificación de la ICAA y tienen la autorización para autoregularse.
- 98,9
- millones de espectadores asistieron al cine en 2018, una cifra inferior a la del año anterior, cuando se rozaron los cien millones (99,8). Al menos se experimentó un crecimiento –de 17,35 a 17,73 millones– en el público que fue a ver cine español.
- Grupos de edad
- El cine español, a través de la Comisión de Calificación del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, establece seis categorías: apta para todos los públicos, no recomendada para menores de 7 años, 12, 16 y 18, y las películas X, que solo se pueden exhibir en salas destinadas a este tipo de producción.
- 585,74
- millones de euros recaudaron las salas de cine en España durante 2018, un descenso con lo logrado el año previo: 591,29 millones. Las películas españolas, en cambio, generaron un aumento de 102,97 a 103,88 millones de euros.
Diciembre suele ser un mes intenso y agosto, uno más relajado. Y luego hay picos marcados por otros motivos, como el anuncio de alguna película que tiene asegurado el éxito en la taquilla. «Cuando se va a estrenar alguna de 'Star Wars', entonces nos empiezan a llover los tráilers para que los pongan antes de ese largometraje».
La calificación no siempre es recibida con conformidad. Aunque la decisión no prohíbe que un niño o un adolescente vea determinada película, sí influye en la decisión de los padres de llevarlos o no. Y eso puede ser una merma en la taquilla. Por eso las distribuidoras y las productoras tienen la posibilidad de recurrir esa decisión. «El 90% no suscita ninguna reclamación», informa Souto, que recuerda la indignación de la distribuidora de 'Saw VI' cuando el largometraje recibió la calificación de película X -«la comisión consideró que hacía apología de la exhibición de la violencia», justifica- y solo pudo estrenarse en nueve salas de toda España. Porque la comisión califica para todos los públicos pero no todos los públicos están de acuerdo.
Se premia a las que fomentan la igualdad de género
Aparte de la clasificación por edades, el ICAA tiene dos distintivos más que utiliza para orientar al público. Uno es la etiqueta de películas especialmente recomendadas para la infancia y el otro el de las películas especialmente recomendadas para el fomento de la igualdad de género, que se pueden aplicar a todos los grupos menos el X. Otros largometrajes, en cambio, se ven envueltos por la polémica, pues hay quien los considera totalmente inocentes y otros, en cambio, creen que están subidos de tono, como le ocurrió a 'La vida de Adele' por sus escenas lésbicas que hubo quien consideró que habían sido hechas desde un punto de vista machista.TITULO: Días de cine clásico -Cine Víctor o Victoria ., , Miercoles -25- Septiembre ,.
Este miércoles -25- Septiembre a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
- Reparto
- Julie Andrews, James Garner, Robert Preston, Lesley Ann Warren, Alex Karras, Peter Arne, John Rhys-Davies, Graham Stark, Herb Tanney, Michael Robbins, Norman Chancer, David Gant,.
- París, años treinta. Tras el fracaso de una audición en un cabaret, Victoria Grant (Julie Andrews) camina hambrienta y desolada por las calles de la ciudad. Acuciada por el hambre, decide utilizar una estratagema para disfrutar de una suculenta comida sin tener que pagar. En el restaurante, conoce a Toddy (Robert Preston), un homosexual que no sólo le ofrece hospitalidad, sino que tiene la brillante idea de convertirla en Víctor, un travesti cuyo éxito será inmediato y espectacular. Pero la situación de Victoria se complica cuando King Marchan (James Garner), el dueño de una cadena de cabarets de Chicago, se siente irresistiblemente atraído por Víctor.
- TITULO: Un país para escucharlo - Unamuno abruma a Amenabar,.Un país para escucharlo,.
- Martes -24- Septiembre a las 23:00 horas en La 2, foto,.
- Unamuno abruma a Amenabar,.
-
Contradictorio, real y cercano", así es el Unamuno de Amenábar,.
El director español quedó prendado de un personaje lleno de aristas para el que buscó al actor indicado: Karra Elejalde.
Hay pocas frases más recurrentes que aquel “Venceréis, pero no convenceréis” que Miguel de Unamuno dio en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca delante de Millán Astray para criticar el franquismo y las acciones del bando nacional después de haber apoyado el golpe de estado contra la república. No existen registros sonoros de la épica, sólo varias versiones de lo ocurrido, pero aquel momento histórico ha calado tanto en nuestra sociedad que todavía hoy late con fuerza.Lo curioso del asunto es que todos se han apropiado de aquella frase, y por consiguiente del propio Unamuno. Rajoy la dijo para criticar la salida de los Papeles de Salamanca hacia Cataluña, Isabel Celáa para criticar un escrache independentista a Cayetana Álvarez de Toledo, y la guinda del pastel se puso en el último discurso de investidura, donde con pocos días de diferencia fue pronunciada por Gabriel Rufián y luego por Santiago Abascal, que en la segunda votación parafraseó diciendo “ni venceréis, ni convenceréis” y fue replicado por el PNV calificando de “impresionante” escuchar a Abascal citar “a Unamuno en defensa de sus posiciones”.El vaivén ideológico del escritor, sus contradicciones y su carisma le han convertido en una figura que todos se quieren apropiar, y eso es también lo que retrata Alejandro Amenábar en su nueva y esperadísima película, Mientras dure la guerra, un retrato del escritor desde que apoya el golpe de estado en julio de 1936, hasta que vira completamente y pronuncia el mítico discurso delante de Millán Astray. Una película que se presenta este sábado en el Festival de Cine de San Sebastián antes de su estreno el 27 de septiembre, y un personaje lleno de dobleces, para el que era fundamental encontrar un actor que le diera vida sin caer en la imitación, sin sonar pomposo e impostado.El elegido fue Karra Elejalde, famoso por dar vida al padre de Clara Lago en Ocho apellidos vascos, personaje que le valió su segundo Goya, tras el conseguido por Y también la lluvia, de Icíar Bollaín. Ahora se medirá de tú a tú con Antonio Banderas por su maravillosa composición de Miguel de Unamuno, humana y contenido. Un papel para el que el propio Amenábar reconoce que no veía al actor: “En principio, me parecía que Karra no coincidía ni por físico, ni por edad, ni por talante con Unamuno". - E. B. El exmadridista fue recibido con pitos durante toda la semifinal ante el Valencia. No se mojó sobre el rival que prefiere para la final.
"Uno y otro no pueden ser más distintos. Unamuno
tenía arranques encendidos y pasionales como los que vemos en la
película, pero todo el mundo coincide en que era un tipo más bien seco.
Karra es todo lo contrario, es un trozo de pan que te abraza todo el
tiempo. Recuerdo que antes de empezar la película, para aplacar mis
dudas, me dijo: ‘Muchacho, olvidas que soy actor’”.
Confié en quien considero un actor inmenso y alguien que iba a ser capaz de convertir ese discurso de Unamuno en algo muy real y cercano. Karra es un actor volcánico
A pesar de no verle de primeras, Amenábar reconoce
que se fió de “sus directoras de cásting”. “Confié en quien considero un
actor inmenso y alguien que iba a ser capaz de convertir ese discurso
de Unamuno en algo muy real y cercano. Es un actor volcánico, con
infinidad de recursos y una energía inagotable, y es más fácil
contenerla que sacar esa energía de donde no la hay. Su ejercicio fue de
minimalismo y de reducir su gestualidad y su energía”, cuenta sobre el
personaje a EL ESPAÑOL.
Alejandro Amenábar no tiene miedo en reconocer que
no conocía el episodio del paraninfo. Es más, cree que es un ejemplo
perfecto de lo poco que sabemos de nuestra historia y de la Guerra Civil.
“Lo descubrí investigando. Toda mi generación, o yo en mi caso, había
estudiado la figura de Miguel de Unamuno, pero yo desconocía
completamente el episodio del paraninfo y no había oído nada de su
posicionamiento en la Guerra Civil”, añade.
Rápidamente se sintió enamorado de un personaje que vive en “la contradicción”.
“Me interesa todo lo que tenga que ver con eso, con la contradicción,
con las aristas, y con los grises, con personajes que no son blancos o
negros. En clase de guion te dirían que el arco dramático de Unamuno en
esos meses de la Guerra Civil desde que defiende el golpe hasta que hace
el discurso del paraninfo es oro. Aunque es difícil vivir en la eterna
contradicción que vivía Unamuno, y me cuesta pensar que no hubiera
cuestionado cualquier posición que se hubiera encontrado”, añade.
La película presenta también a un Unamuno que pasa
por ser el hombre amado por todos a un héroe de la derecha para
convertirse de nuevo en un revolucionario por su discurso. Todos le
querían para su propio beneficio, como los políticos de ahora. Alejandro
Amenábar cree que se ha “usado tanto por la derecha como por la
izquierda precisamente porque esa contradicción invitaba a ello”. “Hace
poco hasta Santiago Abascal mencionó sus palabras para atacar a otro
partido, y eso te hace pensar, porque sientes que a veces, y eso lo
cuento en la película, sus palabras son usadas porque, precisamente, no
se casa con nadie”.
Un Unamuno bajado al barro, enfrentado a sus
principios y obligado a reconocer sus errores. Humano y real, gracias a
la labor de un actor soberbio y a un director enamorado de su personaje.
Así es como ve Amenábar al escritor, y así es cómo se lo va a presentar
al público el próximo 27 de septiembre, cuando Mientras dure la guerra llegue a las salas.
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