Resultado Final - PSG -3 - REAL MADRID -0- , foto,.
Un Madrid de luto,.
Di María, con un doblete, castigó al equipo de Zidane, desorganizado, sin garra y sin remate. Bale fue lo único potable. Hazard anduvo desaparecido.
Fue una de esas derrotas que separan al Madrid de su gente. Un equipo fantasma, desganado, en desbandada, se vio levantado por las solapas por un PSG falto de estrellas y sobrado de fe. Di María le puso la firma al triunfo de un equipo con peores jugadores pero mejores intenciones. Hazard pinchó en su primera gran citay
tampoco dejaron una impresión grata Mendy y Militao. Y Zidane, visto el
comienzo, tardó en montar un alboroto. Sus dos primeros cambios
llegaron a falta de 20 minutos, con el equipo en el patíbulo. Hubo
amabilidad extrema con Keylor, al que no tiraron ni una vez.
Bale,
Benzema y Hazard, bajo el acrónimo BBH, más la bala en la recámara de
James, frente a un ataque en paños menores sin Mbappe, Cavani y Neymar.
Así amaneció el Madrid en la Champions. Un mal enemigo y una situación
insospechadamente favorable en una competición en la que siempre se
siente a salvo, aunque el curso pasado fuese licenciado con deshonor por
el Ajax. Y es que hay plantillas que no son capaces de sostener el
mito. Y algo apunta a que esta puede volver a ser una de ellas.
Ha sido un verano de turismo interior en el Madrid, obligado a buscar en casa lo que no pudo comprar fuera: Bale y James, dos monedas de cambio que han acabado por ser monedas de uso. En el mismo once que Benzema y Hazard, dejaron un equipo de baja protección, pese a que Zidane agrupó a la tropa en un 4-2-3-1 para alinear a Kroos, desafortunadísimo, junto a Casemiro, paliar el déficit en el quite y suavizar la salida de la pelota ante la presión feroz del PSG. Así malvivió el Madrid hasta que se topó con uno de esos goles que dan para largos debates. Beñat enlazó con Icardi y su centro raso lo metió en el primer palo Di María. Un palo de obligada vigilancia de Courtois, que no estaba allí. Todo, a cien metros de Keylor. Todo, a ojos de una afición que nunca acabó de entender el relevo. Uno de esos malos inicios que se han cronificado en el Madrid.
El Madrid no cambió ni el juego ni la actitud contemplativa en la segunda mitad. El partido le resultó indescifrable de principio a fin. Siguió cayendo en las emboscadas en la salida de la pelota y quedó escandalosamente a la intemperie frente a las emboscadas de Gueye y Verratti. Di María y Sarabia, en ocasiones clarísimas, le perdonaron un castigo mayor. Era el duelo entre un equipo con un plan y otro sin brújula, entre un grupo hambriento y otro de brazos caídos.
Un gol anulado a Benzema por fuera de juego posicional de Lucas Vázquez evitó que el Madrid, ya con Jovic y Lucas Vázquez, en el campo, se metiera en el partido. Después, el francés dejó ir un cabezazo franco en el segundo palo. Vinicius, el único agitador que quedaba en el banquillo, entró a falta de once minutos, con el partido ya impracticable y no aminoró una derrota que, agrandada por Meunier, cuanto menos compromete seriamente el liderato del grupo. Europa, el habitual refugio del Madrid, lanzó el primer aviso. El pasado le ronda.
Ha sido un verano de turismo interior en el Madrid, obligado a buscar en casa lo que no pudo comprar fuera: Bale y James, dos monedas de cambio que han acabado por ser monedas de uso. En el mismo once que Benzema y Hazard, dejaron un equipo de baja protección, pese a que Zidane agrupó a la tropa en un 4-2-3-1 para alinear a Kroos, desafortunadísimo, junto a Casemiro, paliar el déficit en el quite y suavizar la salida de la pelota ante la presión feroz del PSG. Así malvivió el Madrid hasta que se topó con uno de esos goles que dan para largos debates. Beñat enlazó con Icardi y su centro raso lo metió en el primer palo Di María. Un palo de obligada vigilancia de Courtois, que no estaba allí. Todo, a cien metros de Keylor. Todo, a ojos de una afición que nunca acabó de entender el relevo. Uno de esos malos inicios que se han cronificado en el Madrid.
Bale y nada más
Tuchel, amigo de jugadores y dibujos mutantes, metió a Marquinhos como medio de cierre y debió sentirse complacido de cómo su equipo hizo circular vertiginosamente la pelota para meter al Madrid en el puchero. También alargó a sus laterales, a sabiendas de que Bale y Hazard son malos perseguidores, y le ayudó el buen juego de espaldas de Icardi. Por ahí destruyó a un Madrid reducido a las ocurrencias de Bale, el único que se subió al escenario de verdad. Pero el equipo de Zidane no apretaba a los centrocampistas del PSG, que llegaban con margen de maniobra al borde de su área. Y desde ahí repitió Di María, de nuevo sin respuesta de Courtois. Poco después el VAR le quitó un gol a Bale por mano clara, pero el Madrid braceaba ya en su propia área para no tragarse el tercero. En aquel desastre colectivo no quedaba huella de Hazard, el hombre del renacimiento.El Madrid no cambió ni el juego ni la actitud contemplativa en la segunda mitad. El partido le resultó indescifrable de principio a fin. Siguió cayendo en las emboscadas en la salida de la pelota y quedó escandalosamente a la intemperie frente a las emboscadas de Gueye y Verratti. Di María y Sarabia, en ocasiones clarísimas, le perdonaron un castigo mayor. Era el duelo entre un equipo con un plan y otro sin brújula, entre un grupo hambriento y otro de brazos caídos.
Un gol anulado a Benzema por fuera de juego posicional de Lucas Vázquez evitó que el Madrid, ya con Jovic y Lucas Vázquez, en el campo, se metiera en el partido. Después, el francés dejó ir un cabezazo franco en el segundo palo. Vinicius, el único agitador que quedaba en el banquillo, entró a falta de once minutos, con el partido ya impracticable y no aminoró una derrota que, agrandada por Meunier, cuanto menos compromete seriamente el liderato del grupo. Europa, el habitual refugio del Madrid, lanzó el primer aviso. El pasado le ronda.
TITULO: Futbol - Champions League - ATLÉTICO DE MADRID -2 - JUVENTUS - 2 - ,.
Resultado Final - ATLÉTICO DE MADRID -2 - JUVENTUS - 2 - , foto.
El Metropolitano vivió su primera gran noche de la temporada con una remontada en toda una Champions y ante toda una Juventus. Los de Sarri se pusieron 0-2 en el marcador, obra de Cuadrado y Matuidi. Pero el balón parado y la cabeza del Atlético, en concreto la de Savic y Herrera, igualaron el choque, dieron un punto más que merecido a los de Simeone y despertaron la locura del Metropolitano en su estreno europeo del curso.
TITULO: La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -SUSANA GUZMÁN PERIODISTA CHILENA.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - SUSANA GUZMÁN PERIODISTA CHILENA.. . , fotos,.
SUSANA GUZMÁN PERIODISTA CHILENA.
Hace ya dos años que volví de Palestina y desde entonces, quiero escribir este mail. Pero es tan grande todo lo vivido, que en dos años no he podido sentarme a resumir todo lo que quisiera contarles, para que al menos pudieran dimensionar lo que ahí sucede. Porque eso me pasó a mí. Creí ser conocedora del tema -algo al menos- creí saber y entender algo del "conflicto" y de la "causa", pero nada se asemeja a vivirlo. No hay libro que uno lea y no hay imágenes que uno vea, que puedan graficar lo que ahí sucede. Uno puede ser un "experto" en la materia, pero si no se ha pisado ese suelo, si no se ha respirado ese aire, si no se ha palpado esa miseria, es imposible llegar a comprender el lento genocidio que ocurre en esas tierras.
Es imposible, porque quienes lo cometen han sido las grandes víctimas del siglo XX y entonces cualquiera que acaso condene alguno de sus actos, corre el riesgo de ser tachado de antisemita. De hecho, eso aprendimos en el curso de "Conflicto en Medio Oriente" al que entré como invitada de piedra a unas cuantas horas de Tel Aviv. A la veintena de periodistas latinoamericanos que estábamos ahí, nos entregaron un riguroso listado de claves conductuales que se titulaba: "Cómo identificar el antisemitismo del siglo XXI". Y creo que muchos lo leímos y en voz baja pensamos que fácilmente seríamos tachados de antisemitas. Por eso, muchos callan. Porque ser antisemita ante el horror del holocausto, es algo inaceptable hoy, a más de 50 años de esa masacre original que le devuelve la mano al destino, convirtiendo a sus propias víctimas, en monstruos sedientos de sangre, como si la venganza ante el dolor sufrido, saliera a borbotones medio siglo después.
Ahí está el primer gran error. El holocausto judío nos avergüenza como especie. No hay duda. Al recorrer los campos de concentración que quedaron como vestigio, uno se pregunta cómo pudo existir ese infierno, mientras el mundo seguía girando. Cómo en esos precisos instantes, no fuimos capaces de detenerlo. Cómo fue posible que millones de seres fueran perseguidos, torturados y asesinados de la forma más cruel, en el más completo silencio del resto del planeta. Quizás, luego de la desolación y el horror que uno siente, eso es lo que más sorprende del holocausto: la indolencia y complicidad silente. Hoy, muchas décadas después, lo condenamos y somos cuidadosos al tener el más mínimo acto de aceptación de alguna actitud nazi.... ¿verdad?
¿Tendrán que pasar nuevamente décadas para que entonces nos preguntemos cómo fue posible que en el más completo silencio se masacrara a los palestinos?
¿Entonces seremos capaces de ver las fotos de los moribundos detrás del muro esperando comida? ¿A las mujeres pariendo en las fronteras establecidas por el sionismo? ¿A los prisioneros que Israel mantiene en condiciones infrahumanas? ¿Veremos entonces el muro y sus rejas interminables, con un judío hablando detrás de un vidrio mientras te grita que te quites la ropa una y otra vez, solo para atravesar de una lado a otro y poder visitar a tu familia? Y lo que parece más terrible aun, ¿las fotos de los palestinos tatuados con un número en los brazos como un carnet imborrable que les autoriza entrar a Jerusalem? Sí, tatuados. Igual que esas fotos espantosas de esqueléticos judíos fichados en los Campos de Concentración. Hoy, de palestinos.
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