BLOC CULTURAL,

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miércoles, 25 de marzo de 2015

DESAYUNO - CENA - MIERCOLES, LA VUELTA DE UN CLASICO - ILEGALES,./ NO DISPAREN AL PIANISTA, EN BADAJOZ SIEMPRE QUIERES MEJORAR, NO HAY TANTO EFECTO SORPRESA, CARMEN SOLIS SOPRANO,.

La legendaria banda gijonesa Ilegales en su local de ensayo de Oviedo, con Jorge Martínez al frente. :: R. C.TÍTULO: DESAYUNO - CENA - MIERCOLES, LA VUELTA DE UN CLASICO - ILEGALES,.

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Resultado de imagen de cafe con tostadas de mielIlegales regresan a la carretera doce años después de su última grabación en estudio y cuatro de su último concierto,.

Doce años después de su último álbum de estudio y cuatro de su despedida en concierto, Ilegales vuelven con 'La vida es fuego', dispuestos a reverdecer laureles y reclamar el lugar reservado a las leyendas. «Donde hay fuego/quedarán cenizas», cantaba Jorge Martínez en 'Chicos pálidos para la máquina'. Y parece que la profecía se hace realidad. «Experimenté con músicas distintas, con caminos musicales no frecuentados desde hacía cincuenta o sesenta años. Tenía que hacerlo; no se puede ser vago. Hay que dar al público cosas valiosas incluso en contra de su voluntad», expone el avilesino al recordar sus años en el proyecto Jorge Ilegal y Los Magníficos. Para algunos una aventura fallida. Para otros la demostración de su capacidad para brillar más allá de la etiqueta que le dio celebridad. «Mi marcha provocó una ausencia de Ilegales en un momento inoportuno, cuando era un grupo muy necesario por las circunstancias socioeconómicas y por mucho más», dice.
Resultado de imagen de salami con quesoEn Oviedo, donde vive desde hace casi tres décadas, el espigado líder de la banda más potente del rock asturiano está cansado tras un ensayo maratón que llegó al alba. Él no percibe excesivos cambios entre el grupo que registró 'Si la muerte me mira de frente, me pongo de lao' en 2003 y el que factura el nuevo álbum doce años más tarde. «Ha cambiado muy poco», concluye.
El cambio es quizá el fin de la búsqueda. La asunción de la leyenda de Ilegales. «Éramos más sólidos y, desde luego, muy arrogantes. Despreciábamos a todo el mundo. Pero yo creo que se merecían ese desprecio porque no eran tan buenos musicalmente ni tan íntegros en sus ideas», dice mirando el retrovisor. «Se han quedado muy atrás, muchas cosas, muy antiguas, muy ñoñas, muy pretenciosas. Muchos han demostrado que eran travestis del rock, que no eran rock en absoluto. Se habían puesto el traje de rockero sin serlo y ahora resultan muy cómicos», dice pensando en otras bandas. Ríe mientras rasga en su preciosa Stratocaster de pálido verde las notas del instrumental 'Batman'. Al lado, una hermosa (y exclusiva) Firebird dorada.
Ni el título del álbum ni el de la canción están escogidos al azar. «La vida se consume rápido y se hace cenizas rápidamente. No se va sin hacer daño, igual que el fuego. Se va consumiéndolo todo y haciendo daño. La vida acaba mal. Hagan una visita a cualquier hospital», desafía. Vida y muerte siempre han estado presentes en su repertorio. «La muerte es una parte importante de la vida. Lo radicaliza todo. Sabes que tienes un tiempo límite y ya está. Ni siquiera el señor Botín, que se libró de muchas cosas y generalmente de muy malas maneras, se ha podido librar. La muerte es una de las normas que hace que el juego tenga interés» argumenta.
'La vida es fuego' devuelve a Ilegales en muchas de sus canciones al grupo directo, sin fisuras, inmediato, guitarrero, poderoso y concluyente. «Tengo la ventaja de que contar con mi propio estudio de grabación. A veces, compongo una canción por la mañana, la ensayamos por la tarde y se graba. Esa inmediatez hace que todo sea más rock, que es algo muy fugaz. Plasmar lo original, lo naciente, es una gran ventaja», se felicita. Dice que «lo realmente mágico» de las canciones es «su efervescencia y su fugacidad».
¿De cuál de sus discos se arrepiente más? «Del segundo. Le dimos esa forma porque se adecuaba a los equipos hifi estéreo de la época. Y resultó. Teníamos que disfrazarlo, hacerlo más pop, para garantizarnos un éxito sin aterrorizar a un público masivo que ya estaba muy en guardia por el primer álbum. ¡Cuidado que estos tipos comen carne humana y cosas así! Debían creerse eso», plantea. «Lo cierto es que Ilegales éramos un grupo formado por miembros expulsados de otras bandas. Lo que no quería nadie. Los tres. Y, sin embargo, esos tres han conseguido esas grabaciones inigualables. 'La conjura de los necios', de la que tanto se habla, existe», apunta.
«El bar es la verdadera patria con la que puedes contar. A veces, la única patria. Lo siento por los nacionalistas de cualquier tipo. Es la realidad. Por eso hay tantos borrachos», concluye el autor de 'Voy al bar'.

 TÍTULO: NO DISPAREN AL PIANISTA, EN BADAJOZ SIEMPRE QUIERES MEJORAR, NO HAY TANTO EFECTO SORPRESA, CARMEN SOLIS SOPRANO,.

Carmen Solís, en el Palacio de Congresos Manuel Rojas. :: HOYNO DISPAREN AL PIANISTA, EN BADAJOZ SIEMPRE QUIERES MEJORAR, NO HAY TANTO EFECTO SORPRESA, CARMEN SOLIS SOPRANO,. fotos,.

Mañana vuelve al Palacio de Congresos en el plato fuerte del Ciclo de Música Sacra de la Filarmónica,.

Carmen Solís (Badajoz, 1978) ha pasado por los principales escenarios españoles -el Teatro Real, el Monumental, el Liceo o el Campoamor- y cada vez tiene más presencia internacional, pero reconoce que Badajoz sigue siendo la plaza donde más sensaciones se mezclan. Hace un alto a su exitoso Madama Butterfly de Puccini para participar mañana -20.30 en el Palacio de Congresos- en el plato fuerte del Festival de Música Sacra de la Filarmónica junto a la Orquesta de Extremadura y el profesor de piano del conservatorio Ángel Sanzo.
Resultado de imagen de NO DISPAREN AL PIANISTA,El público de Badajoz es quien mejor la conoce. ¿Usted también lo nota?
Cantar en Badajoz tiene una de cal y otra de arena. Vienes a un sitio donde cada vez quieres hacerlo mejor y no hay tanto efecto sorpresa como cuando llegas a un teatro donde no te siguen tanto. En Badajoz siempre quieres mejorar, pero por otra parte, sabes que es tu público, y eso te hace sentir una energía especial. Sabes que allí está la gente que te quiere desde hace años. Es una responsabilidad y una emoción enorme. Además, hay que tener en cuenta que aquí el público tiene formación musical y no aplauden cualquier cosa. Es muy exigente.

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