DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - José Mercé,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - José Mercé ,fotos,.
José Mercé,.
José Mercé: «Todo el mundo creía que estaba acabado, Isco necesita amigos que estén a su lado diciéndole que es el mejor»,.
Con su nueva gira, que le tendrá ocupado todo el verano, llena allá por donde va. Nunca sabremos hasta dónde hubiera llegado José Mercé (Jerez de la Frontera, 1955) con un balón en los pies, pero sí lo que ha logrado con su voz y su sentimiento. Por bulerías, por soleares, por alegrías y, también, por su Real Madrid,.
-¿Cómo de importante es el deporte en la vida de José Mercé?
-Mucho, porque es mi hobby. La única pena que tengo es que, con 13 años, me tuve que poner a cantar y a buscarme las habichuelas y no me dio tiempo ,.
(Desayuno)
A lo largo de su carrera, José Mercé ha llevado el flamenco a escenarios de todo el mundo, desde los de Japón en los años 70, donde por cierto actuaba junto a Chiquito de la Calzada cuando este era cantaor, pasando por el Carnegie Hall de Nueva York en un reciente homenaje a su gran amigo Paco de Lucía, al Teatro Real de Madrid, siendo el primer gitano en cantar allí cuando presentó su disco Aire, el más vendido de la historia del flamenco. Su poderosa voz, rasgada y profunda, destila siempre verdad en cada estrofa, y su timbre, lleno de matices, puede moldear el más amplio abanico de sentimientos en una misma canción.
(Cena )
-¿Qué es el flamenco, maestro? - le preguntamos mientras pasea por Pozuelo de Alarcón, donde reside desde hace 15 años, cuando se trasladó desde la calle Arquitectura de Madrid, cerca de la glorieta de Embajadores. "En el flamenco lo que hay que hacer es transmitir, y todo lo demás no vale para nada, así de claro", responde tajante el considerado por muchos el mejor cantaor vivo.
A Madrid llegó con 13 años, cuando salió de su Jerez natal para actuar en el madrileño tablao Torres Bermejas, bajo la tutela de su tío Manuel Soto 'Sordera', con quien vivió hasta que se casó. Su nombre real es José Soto Soto, y proviene de una estirpe que se remonta a su bisabuelo Francisco Valencia Soto, 'Paco la Luz', seguiriyero de Jerez. El nombre artístico de José Mercé se debe a que nació en la calle de la Merced de Jerez, y a que cantaba en la escolanía de la Basílica de la Merced, por lo que comenzaron a llamarle 'El niño de la Mercé'.
Recordando sus inicios, el maestro rememora divertido el día en el que su tío negoció con el dueño del tablao donde venía a cantar a Madrid cuál iba a ser su paga. Propuso 500 pesetas al día "como una cosa muy grande", porque los artistas consagrados de aquel momento ganaban 250 ó 300 en los mejores tablaos del momento, como el Corral de la Morería o el Café de Chinitas. A la primera aceptó. "Cuando mi tío bajaba la escalera se daba guantás en la cara diciendo: 'Ay, qué torpe he estado, que le digo mil pesetas y te las hubiera dao también'", recuerda a carcajadas. En ese mismo tablao fue donde Antonio Gades llegó una noche para escucharle y le fichó para su ballet. Mercé estuvo 10 años recorriendo mundo en esa compañía. "Todo el que no haya cantado para bailar, acompañando al baile, yo lo voy a notar en el momento en que se siente en una silla a cantar, porque le va a faltar mucho compás. Es importantísimo cantar atrás para bailar". El músico aconseja a los más jóvenes "que hay tiempo de todo, que no tengan prisa".
A Mercé le gusta que en sus conciertos siempre haya una parte más tradicional, pero no da la espalda a esa fusión que ha caracterizado su carrera, llevando hacia el flamenco canciones de Serrat, Alejandro Sanz, Manu Chao, Sabina, Aute o Louis Armstrong, entre otros. Sus próximos bolos tendrán lugar el 2 de diciembre en el Teatro Apolo de Barcelona y el 16 de diciembre en el Teatro Albéniz de Madrid, donde despedirá la gira de El Oripandó, una obra de tintes autobiográficos compuesta y producida por Antonio Orozco, quien convivió casi tres años con Mercé y su familia para poder darle forma. Antes de finalizar el año también estará enMálaga y en Jaén. "En mi espectáculo jamás faltará hacer el cante por soleá, el cante por seguiriyas o por alegrías. Es una obligación, viniendo de la estirpe de la que vengo", dice quien fue uno de los pioneros en traspasar las fronteras del flamenco junto a Camarón y Enrique Morente, a quien vio llorar muchas veces de rabia. "En el flamenco, las críticas siguen siendo destructivas, pero en aquella época una crítica te quitaba de darle de comer a tus hijos, y ciertamente yo he visto muchas veces, no una, muchas veces, llorar a Enrique diciéndome: 'Mira, José, lo que este dice de mí, fíjate, me va a quitar de comer.' Y después han sido los que han dicho que Enrique era un genio. Pero antes, le silbaban y se tenía que bajar del escenario". Pese a todo, Mercé recuerda esa época como "maravillosa" y no la cambia por otra, ya que considera que en los años 70 todos los grandes artistas flamencos del baile, del cante y de la guitarra estaban en los tablaos de Madrid.
Delante del suyo, Torres Bermejas, conoció a su mujer en una cafetería llamada Tulsa al poco de llegar a la ciudad. Allí iban a tomar café y acicalarse todos los artistas gitanos antes de acudir a los tablaos, "ya que era obligación ir con el traje y los zapatos muy limpios". Cuando la vio aparecer, él estaba viendo en la tele un partido de fútbol, y ella llevaba un niño en brazos, por lo que pensó que estaba casada, pero en realidad era su sobrina. "Yo tenía 13 años, así que cuando me preguntan cuánto llevamos les digo que ya nací casado", cuenta entre risas antes de confesar que pudo sobrellevar la muerte de su hijo Curro, hace ya 30 años, gracias a su mujer, Mercedes. El niño murió con 14 años por un mal congénito del corazón. Mercé abandonó roto de dolor los escenarios y fue ella la que le cogió de la mano y le dijo: "Mira, tenemos dos hijas, tenemos que criarlas y tú no sabes nada más que cantar. Así que súbete al escenario y sigue. Si no hubiera sido por ella a saber Dios qué hubiera sido de mí. Esa es la puta verdad", dice con una voz que araña el alma. Sus hijas se llaman Desirée y O'Hara, esta última llamada así por la película Lo que el viento se llevó. "Ahora ya le permiten poner O'Hara en el DNI, pero yo tuve que ponerle Mercedes Jara. Jara, de flor. Porque claro, antes no permitían en el documento O'Hara con apóstrofe". El reparto de la película se completa con otra sobrina, Escarlata.
Aunque O'Hara participó en su disco de duetos, y Desirée le hizo mucho tiempo los coros, ninguna ha seguido los pasos artísticos de su padre. "Espero que la dinastía se acabe conmigo, porque yo sería muy malo para eso de un hijo artista. Soy muy severo conmigo mismo, imagina con mis hijos", dice. Cuando la mayor se casó se fueron cinco años a vivir a su chalet de Chipiona, y al regresar se dieron cuenta de que el piso de Madrid se quedaba pequeño. "Pude vender algo y comprar un chalet en Pozuelo", donde disfrutan de una "vida muy tranquila", aunque el músico sigue yendo a Madrid "más de lo que quisiera por el tráfico, qué barbaridad". En verano, el cuartel general de la familia está en Chipiona.
Desde el fallecimiento de su primogénito, Mercé no ha vuelto a celebrar ni Navidades ni bodas, exceptuando la de los Reyes, "y porque iba en representación de la cultura". A Curro está dedicada la estremecedora bulería Jamás desaparece lo que nunca parte, incluida en El Oripandó. "Es un tema que me cuesta la misma vida hacerlo en directo, pero me gusta porque me desahogo y tiene toda la esencia de mi vida". En cuanto a sus próximos objetivos, hará en 2025 una gira cantando a Manuel Alejandro. "Nació en la calle de la Merced, como yo". El cantaor cree además que el homenajeado es el mejor compositor del amor y el desamor. Después, probablemente comience con su antología. "Quiero hacer una de cante lo más extensa posible para dejársela a la gente joven y a la del futuro". ¿Algún sucesor en el horizonte?, le preguntamos. "Hay gente que lo está haciendo bien, pero necesito ecos que no veo. No sé si será la capa de ozono o la comida, pero son todo voces muy laínas. Parece que vamos a volver otra vez a la época del flamenco de ópera. No veo esos ecos que rompían».
CUESTIONARIO CASTIZO
1. Una comida. Te voy a decir dos. Una es el cocido madrileño. Pero en verano también, ¿eh? Verano, otoño, invierno, primavera... En mi casa, todos los domingos cocido madrileño. Mi señora lo hace que quita la cabeza. Y luego hay otra cosa que me encanta de la casquería, que son las gallinejas y los entresijos.
2. Un recuerdo. La primera vez en Madrid. Nada más bajarme del avión fue montarme en el autobús y cuando iba por María de Molina se me cayeron dos lágrimas como garbanzos, porque veía Madrid todo oscuro. Parecía una carbonería y yo venía de los pueblos blancos de Jerez.
3. Plan de domingo. Mi cocido madrileño, mi partidita de mus y luego el partidito del Madrid.
4. Plan nocturno. Al acabar los tablaos íbamos a discotecas, pero después de lo de mi hijo se me acabó la noche.