DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - Kate Middleton ya tiene un vestido que lleva su nombre, fotos,.
Kate Middleton ya tiene un vestido que lleva su nombre,.
La aristocracia, el cine y el deporte son grandes canteras de personajes míticos por su estilo, que han sido capaces de inspirar nombres para piezas icónicas de la moda
Kate Middleton
ya tiene vestido con nombre propio y lo firma Dolce & Gabanna. No
sabemos si es su vestido más afortunado, pero sí que lo lució durante el
viaje que realizó el pasado mes de septiembre durante su visita oficial
a Canadá, durante el cual dio una lección de estilo y demostró saber
estar impecable para cada ocasión. El modelo es verde, de inspiración
años cuarenta, abotonado y con lazada a la altura del cuello. Y ya se
puede comprar en el portal Net-a-porter por 1.950 euros.
No
se trata solo de atraer compradores adictos a los mitos, sino también
de rendir homenaje a personajes famosos o ilustres bautizando diferentes
prendas de moda con su nombre. Y no es una práctica nueva, sino que
tiene precedentes ilustres también en el siglo pasado. Personajes que se
han hecho acreedores de este privilegio tras demostrar que su forma de
vestir ha influido en sus coetáneos y han contagiado a la moda con su
propia personalidad.
Hagamos memoria. Un ejemplo es el bolso Kelly que se rebautizó 20 años después de su creación en 1937 en honor a la princesa Grace de Mónaco, que usuaria habitual del ya famoso bolso, lo utilizó en su versión de mayor tamaño para tapar su incipiente embarazo ante los fotógrafos. Una casualidad que lo convirtió en icono mundial y que la marca utilizó con sabiduría. Años después, en 1984, un encuentro rebautizaba una nueva versión de este modelo que la firma Hermès llamó bolso Birkin. ¿El motivo?: la coincidencia fortuita entre Jean Louis Dumas –entonces presidente de la firma– y Jane Birkin en un vuelo, que se encontró con la promesa del empresario de que le confeccionaría un modelo de bolso a su altura después de que la actriz y cantante británica se quejara del poco espacio del que disponía en el que llevaba en ese momento. Poco podían imaginar entonces que precisamente una versión realizada en piel de cocodrilo con cierre de brillantes de un bolso Birkin batiría el récord de ser el más caro de la historia. Un hito que hizo posible un comprador anónimo al pagar por él, hace sólo unos días, 340.000 euros en una subasta de la casa Christie’s realizada en Hong-Kong.
También la imitada Jacqueline Kennedy, esposa del presidente americano John Kennedy,
terminó cediendo su nombre a otro bolso, en esta ocasión de la firma
Gucci. En realidad el bolso Jackie se creó en los años cincuenta pero se
convirtió en uno de los favoritos de la primera dama de Estados Unidos y
la firma italiana acabó adoptando su nombre para este modelo de asa
corta que tantas veces colgó de su brazo. Indisociable a su figura
pública de esta época son también los sombreros pillbox o
pastillero, que realizados por el diseñador Roy Halston la acompañaron
en su investidura o en el encuentro que la pareja estadounidense mantuvo
con el presidente francés Charles De Gaulle y que, aunque nunca
llevaron su nombre, siempre se asocian con su imagen. En otra etapa de
su vida, ya casada con el armador griego Aristóteles Onassis y más
inclinada hacia las prendas setenteras que hacia los trajes de chaqueta,
su nombre se volvió a unir a un accesorio que convirtió en inseparable
compañero: las gafas Jackie O, de sol, oscuras, de pasta y de gran
tamaño, tan grandes como su afán de despistar a tanta mirada indiscreta
como la persiguió hasta su muerte en mayo de 1994.
También son gafas míticas fueron las de la firma Persol que el actor Steve McQueen inmortalizó en la película El caso de Thomas Crown (1968). Un modelo que le debió gustar porque se convirtieron nuevamente en compañeras de aventuras en La huida,
dirigida por Sam Peckimpah en 1972. Fan de la marca, de la que afirman
tenía toda la colección, llegó a recibir un homenaje años después de su
muerte y reeditaron en su honor su modelo favorito, el PO 714, que para
muchos nunca tendrán otro nombre que no sea el de gafas Steve McQueen.
Otra curiosidad relacionada con el mundo de la moda también está ligada al cine. Esa chaqueta de punto sin cuello, abotonada por delante y con el primer botón a la altura de la garganta, originalmente bautizada cárdigan, cambió su nombre por rebeca después de que la actriz Joan Fontaine la utilizará en la película Rebecca de Alfred Hitchcok. Tampoco conviene olvidar que un vestido negro, sin mangas, con cuello redondo y a la altura de la rodilla, difícilmente podrá disociarse de la actriz Audrey Hepburn tomando un cruasán y un café delante del escaparate neoyorquino de Tiffany en Desayuno con diamantes. O que el sombrero Fedora –también llamado Borsalino– por mucho que haya acompañado a cientos de figuras del arte, la literatura o el deporte, incluido el famoso cantante de tangos Carlos Gardel, acompañará para siempre a un icono del cine de aventuras como ha sido Indiana Jones.
Sin duda también resulta una sociedad rentable la que une a moda y
deporte. El mundo del deporte está repleto de prendas con nombre propio:
los polos Lacoste, creados por el tenista francés René Lacoste, las
zapatillas Stan Smith de Adidas de las que el tenista que les cedió su
nombre llegó a decir: “Hay chicos que se creen que soy una zapatilla” y,
como no, las Air Jordan de Nike. Un colorista modelo que nació de la
relación de la marca con el baloncestista Michael Jordan,
una unión que se fraguó al mismo tiempo que Jordan se sumaba en 1984 a
la plantilla de los Chicago Bulls y que supuso el contrato más jugoso de
un deportista con una firma de moda hasta ese momento.
TITULO: Las rutas Capone -José Luis Garci: "La izquierda de hoy es en su mayoría populista y no se siente española",.
Hagamos memoria. Un ejemplo es el bolso Kelly que se rebautizó 20 años después de su creación en 1937 en honor a la princesa Grace de Mónaco, que usuaria habitual del ya famoso bolso, lo utilizó en su versión de mayor tamaño para tapar su incipiente embarazo ante los fotógrafos. Una casualidad que lo convirtió en icono mundial y que la marca utilizó con sabiduría. Años después, en 1984, un encuentro rebautizaba una nueva versión de este modelo que la firma Hermès llamó bolso Birkin. ¿El motivo?: la coincidencia fortuita entre Jean Louis Dumas –entonces presidente de la firma– y Jane Birkin en un vuelo, que se encontró con la promesa del empresario de que le confeccionaría un modelo de bolso a su altura después de que la actriz y cantante británica se quejara del poco espacio del que disponía en el que llevaba en ese momento. Poco podían imaginar entonces que precisamente una versión realizada en piel de cocodrilo con cierre de brillantes de un bolso Birkin batiría el récord de ser el más caro de la historia. Un hito que hizo posible un comprador anónimo al pagar por él, hace sólo unos días, 340.000 euros en una subasta de la casa Christie’s realizada en Hong-Kong.
Otra curiosidad relacionada con el mundo de la moda también está ligada al cine. Esa chaqueta de punto sin cuello, abotonada por delante y con el primer botón a la altura de la garganta, originalmente bautizada cárdigan, cambió su nombre por rebeca después de que la actriz Joan Fontaine la utilizará en la película Rebecca de Alfred Hitchcok. Tampoco conviene olvidar que un vestido negro, sin mangas, con cuello redondo y a la altura de la rodilla, difícilmente podrá disociarse de la actriz Audrey Hepburn tomando un cruasán y un café delante del escaparate neoyorquino de Tiffany en Desayuno con diamantes. O que el sombrero Fedora –también llamado Borsalino– por mucho que haya acompañado a cientos de figuras del arte, la literatura o el deporte, incluido el famoso cantante de tangos Carlos Gardel, acompañará para siempre a un icono del cine de aventuras como ha sido Indiana Jones.
TITULO: Las rutas Capone -José Luis Garci: "La izquierda de hoy es en su mayoría populista y no se siente española",.
José Luis Garci: "La izquierda de hoy es en su mayoría populista y no se siente española",.
Escena I. Interior. 1944. José Luis García Muñoz nace en su Madrid.
Escenas posteriores. Interior y exterior. Garci: cine, fúbol, boxeo. Oscar con 'Volver a empezar'. Goya al mejor director. Premio Nacional de Cinematografía. Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Miembro de la Academia de Hollywood...
Garci es la sencillez compleja, el pasado presente, cordura sin etiquetas. "¿Cómo no me voy a sentir orgulloso yo de ser español? Lorca, Machado, Juan Ramón Jiménez, Ortega, Julián Marías, Picasso, Dalí, Falla, Baroja, Cela, Azorín... Es un país extraordinario y solo estamos hablando del siglo XX". Humphrey Bogart guarda la productora Nickel Odeon mientras Garci cincela el montaje de su próxima película, El crack cero. Es daltónico, pero "mis películas son las que mejor color tienen". Medio en serio, medio en broma. "Mira, ¿a que se parece a Alfredo (Landa)?", y señala a Carlos Santos, el nuevo Germán Areta. No es de extrañar lo de Bogart. Cuando en la TV aún se fumaba, Garci se declaró enamorado: "Si se perdieran todas las películas del cine y quedara Casablanca creo que con ella se sabría perfectamente lo que es el cine", sentenció en Qué grande es el cine. No habla de las reformas en el sector, no porque no se atreva, ¡ja!, sino porque "estoy fuera del cine, porque el cine ya no es el cine. Es una cosa medio audiovisual, donde está mezclada la TV, donde las películas las ves en el móvil... Lo que era el cine ya no existe. Es más, te diría que la película que acabo de rodar es una película analógica, como yo".
Escenas posteriores. Interior y exterior. Garci: cine, fúbol, boxeo. Oscar con 'Volver a empezar'. Goya al mejor director. Premio Nacional de Cinematografía. Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Miembro de la Academia de Hollywood...
Garci es la sencillez compleja, el pasado presente, cordura sin etiquetas. "¿Cómo no me voy a sentir orgulloso yo de ser español? Lorca, Machado, Juan Ramón Jiménez, Ortega, Julián Marías, Picasso, Dalí, Falla, Baroja, Cela, Azorín... Es un país extraordinario y solo estamos hablando del siglo XX". Humphrey Bogart guarda la productora Nickel Odeon mientras Garci cincela el montaje de su próxima película, El crack cero. Es daltónico, pero "mis películas son las que mejor color tienen". Medio en serio, medio en broma. "Mira, ¿a que se parece a Alfredo (Landa)?", y señala a Carlos Santos, el nuevo Germán Areta. No es de extrañar lo de Bogart. Cuando en la TV aún se fumaba, Garci se declaró enamorado: "Si se perdieran todas las películas del cine y quedara Casablanca creo que con ella se sabría perfectamente lo que es el cine", sentenció en Qué grande es el cine. No habla de las reformas en el sector, no porque no se atreva, ¡ja!, sino porque "estoy fuera del cine, porque el cine ya no es el cine. Es una cosa medio audiovisual, donde está mezclada la TV, donde las películas las ves en el móvil... Lo que era el cine ya no existe. Es más, te diría que la película que acabo de rodar es una película analógica, como yo".
- Vuelve El Crack, vuelve Areta y vuelve un escenario ya extinguido. ¿Se considera nostálgico?
- Me está costando trabajo porque vuelves a un mundillo de hace casi 40 años. Y es difícil. La gente se vestía de otra manera, se peinaba de otra manera y... ya no queda nada de mi época. Se te baja la nostalgia porque no encuentras nada en qué apoyarla.
- ¿Qué busca en su pasado?
- Hay un personaje de la película que dice que le gusta mucho el pasado porque es un lugar tranquilo, donde no te dan la lata. O que es mejor que el presente y que el futuro que no conoces, porque en el pasado estás a cubierto. Yo... es que yo creo que el futuro ya ha venido y se ha ido. Puedo ser nostálgico de un tipo de cine, de literatura, de pintura... pero nostálgico a nivel de piel, personal, creo que no lo soy. Cada época es un tiempo. Y tiene un momento álgido y de declive. La España de hoy no tiene nada que ver con la de hace 40 años. Es mucho mejor la de ahora, claro. Pero no sé como será dentro de otros 40 años. Supongo que será mejor, quiero creer. Pero no se pueden establecer comparaciones entre distintas épocas. Es como en boxeo o en fútbol. Messi, Di Stéfano, Pelé... Cada uno fue el mejor, pero comparar si fue mejor Cassius Clay o Joe Louis... es muy difícil, creo que imposible.
- ¿Y por qué se acude a él constantemente? Por ejemplo, Franco. ¿Es por que han quedado capítulos por cerrar, por desviar el tiro, por ambas?
- De Franco habla todo el mundo porque sale todos los días en la radio y en la tele. Sí creo que hay una presencia bastante notable del pasado en el presente, algo que estaba olvidado y se está otra vez poniendo de moda. Antes a todas horas se hablaba de Franco: ponías la radio y estaba Franco, el NO-DO... y ahora igual. Hay una especie de pervivencia del pasado, cosa que hace 20 años no. Cuando termina una época, el final de la dictadura, y empieza la Transición, se da un momento, en los años 80, una época extraordinaria, en la que en España tenías la sensación de ser un país en el que se está de vacaciones. Se hablaba más por la calle y no había conflictos ideológicos prácticamente de ningún tipo. Estaban Carrillo, Fraga y demás, que habían hablado y habían acordado que lo mejor era que se produjese un milagro, que todos tiremos para adelante porque lo que importa es España. Luego eso se tuerce, no se sabe muy bien por qué... Eso es algo que tienen que explicar los políticos de ahora, gentes que para mí, ya no es que no las comprenda, es que ya no son mías. Es decir, los políticos de ahora, los poetas, los intelectuales... no han leído los libros que yo he leído, no han estudiado las mismas asignaturas que yo, no tienen lo que yo he aprendido... son de otro curso. Pero el que yo no les comprenda no quiere decir que yo tenga razón porque ellos sean un poco indescifrables, sino porque tienen otro mundo al que yo no tengo acceso. Habéis elegido conmigo a una persona que nunca ha tenido móvil, ni coche, ni redes sociales... Probablemente, a mí me hubiera gustado mucho tener un coche con 20 años. Pero ahora pienso que lo ideal, que tampoco lo he conseguido, no es tener un coche, sino un coche con chófer. Ese es el gran paso que yo tendría que dar, pero me ha quedado también en imposible.
- Usted siempre ha ensalzado la Transición.
- Yo soy un tipo de la Transición. Y con Asignatura pendiente creo que metí unos cuantos cientos de miles de votos para la izquierda, demostré que la gente de izquierdas era igual que la de derechas, que eran señores estupendos y esa película descubrió eso... para el PSOE y para el PCE. Tenía muchísimos amigos del PCE, yo vivía en medio de ese mundo, trabajaba en Taurus. Ahí estaban Jorge Campos y Manolo Padorno. Mis primeros libros están dedicados a gente como José Luis Gallego. Era gente del Partido Comunista de España, con sentido del humor, divertidos... no eran nada solemnes. Lo que ahora se llama gente de izquierdas para mí no es de izquierdas. La izquierda de hoy es un sucedáneo, no tiene nada que ver con la izquierda que yo he conocido. Entonces estaba muriendo la época de la Transición y la izquierda aportaba cosas estupendas: muy preocupados por la cultura, por la sociedad... Creo que aquellos no tienen nada que ver con la izquierda de ahora, que es una izquierda absolutamente populista en su mayoría. Sobre todo no creo que se sienta muy española. Habría que poner un partido, yo qué sé, Rusia contra España, y le costaría ponerse del lado de España. Es una cosa curiosa.
- ¿Por qué dice que no se siente española?
- Le cuesta mucho. Si hay alguien con una bandera rápido dicen que "es de derechas". Y es ridículo. Somos españoles todos y es nuestra bandera. En mi época no existía eso. Carrillo, la bandera de España... y el himno emocionaba a todos. Las emociones no son de izquierdas ni de derechas. El problema es que España se ha fraccionado, dividido: hay 17 pequeños países.
- De hecho, usted forma parte de una plataforma que aboga por la supresión de las autonomías.
- Antes decías el presidente y era el presidente del Gobierno, pero ahora hablas del presidente del Gobierno central. Que no, coño, es del Gobierno. Pero al dividirse tanto el pastel, todo se ha partido. Una metáfora de esto es un traje: era estupendo en el año 75 pero, por supuesto, ha envejecido y hay que mandarlo al tinte. Y el problema es que, al arreglarlo, cada autonomía tira de un lado y se ha ido deshilachando. Que si las hombreras, espérate, el pantalón, los bajos, coge de aquí... y está a punto de romperse. Ya no se puede llevar ni al tinte, que es lo que hubiera sido lo normal: ha envejecido una Transición y los sabios deben reunirse, darse cuenta de que estamos en un mundo distinto y ver cómo hacer una nueva cosa que nos sirva a todos. El problema es que desde los Reyes Católicos el pegamento utilizado no era bueno y ahora está despegándose todo. E igual la gente ya no quiere ni pegarse, en el sentido de reunirse, unos con otros. Porque ya cada uno se ha hecho de su país. Uno ya no dice que es español, sino vasco, catalán, asturiano... se ha perdido la unidad. Haber hecho 17 pequeños países con 17 planes de estudios, que dependiendo el Ebro nace en un sitio u otro... eso es complicado. La Educación es fundamental. Y Hacienda y la Sanidad... depende de dónde te pongas malo te va a ir de una manera o de otra.
- ¿No es la centralización de esas competencias una opción más viable? La supresión de las autonomías solo la propone un partido, Vox.
- Nadie va a transigir, porque ya les has dado a la gente una cosa. Como comprenderá, a estas alturas del partido yo lo veo todo con mucha tranquilidad. Porque es la gente que ahora está en ello quien tiene que solucionarlo. Nosotros ya dimos nuestro paso en los 60 y los 70. Creo que soy... la última generación que va a conocer España como tal. A partir de ahora esto va a ser otra cosa, no sé si mejor o peor. Lo de los partidos es muy complicado, hay cosas buenas y cosas malas en todos. Yo por eso siempre he sido un independiente militante. No tengo muy claro qué es eso de Vox. Me suena a... La palabra vox con la x latina... Pero creo lo dicho sobre las autonomías, porque me parece de sentido común y eso no quiere decir que yo tenga la razón. Hay cosas buenas en la izquierda y cosas buenas en la derecha, hay cosas estupendas en el pasado que no podemos renunciar a ellas y hay cosas en el futuro y en el progreso y en el día a las que tampoco podemos renunciar. Todo esto de la mujer... a mí... creo que soy uno de los 30 o 40 españoles de mi época que desde los tres años hasta que me fui a la universidad he estado con chicas en el colegio muslo con muslo. Claro que todos somos iguales, luego, que haya cafres que no lo crean y que maltraten...
- En 2010, termina una autoentrevista preguntándose: "¿Las mujeres, con qué lencería te seducen más?". ¿Se atrevería a formular la cuestión hoy?
- No está hablando con nadie que... Lo mío no es la corrección política en ningún aspecto. He trabajado en un banco y ahí he visto historias de amor extraordinarias, gente que en la hora del bocadillo iba a una pensión a hacer el amor y después volvía. No daba tiempo ni a decirle "cariño, qué guapa estás hoy".
- Ahora que recuerdo... si con Asignatura pendiente le dijeron que despejó el camino para el PSOE... ¡ConCanción de cuna anticipó el Gobierno del PP!
- Sí (ríe). En Asignatura pendiente, por primera vez, hice un desnudo de los protagonistas. No sé si hoy sería de izquierdas, pero en esa película sí se descubrieron cosas estupendas que podían ser de izquierdas. Pero también Las verdes praderas era una película que ponía en tela de juicio la forma de vida del ejecutivo de medio pelo que solo soñaba con el chalet, Solos en la madrugada... eran películas de la Transición. Para mí las mejores películas de la Transición las hizo Berlanga: ¿eran de izquierdas o de derechas? Eso nunca se sabrá. Luis decía que él era un anarquista de derechas. He de decirle que yo era el mismo haciendo esas que Canción de cuna, que no sé por qué se dijo que era de derechas. Era una película de mujeres. Punto primero. Las monjas son mujeres. Curiosamente, se les llama madres, no se entiende muy bien, ¿no? Mujeres que se encuentran a una niña y van a ser sus madres, eso no es de izquierdas ni de derechas. Las etiquetas te las ponen. Hay una serie de jefes de la tribu ideológica que van dictando lo que hay que leer, lo que hay que ver... Te vas dando cuenta de que todo es como en el fútbol: es muy difícil que alguien del Madrid reconozca que Messi es buenísimo, a no ser que Messi hubiera sido del Madrid, entonces sería el mejor. El paralelismo entre el fútbol y la política es exacto. Hay gente que nunca va a ser neutral, como lo era Galdós o como lo son los buenos historiadores. Cuentan lo que pasa sin poner parte de su emoción o de tu sentimiento. Tener, como yo, una educación en un colegio mixto, sin curas, en donde nunca hemos tenido que ir a misa, con gente extraordinaria, que por ejemplo nos daba Historia y nos decía "id a ver Tierra de faraones para ver cómo se hacían las pirámides"... Eso te permite hacer Asignatura pendiente, Canción de cuna, Ninette... y estar por encima de las etiquetas.
- ¿Dónde nace, uso sus palabras, el "complejo de inferioridad de la derecha ante el planeta progre" y el "complejo de superioridad moral de la izquierda"?
- Eso es difícil de saber. Creo que en la Revolución francesa. Se supone que la izquierda es como más humanística, pero siempre pongo una comparación: supongamos que Las meninas es de derechas -la vida palaciega- y los fusilamientos de Goya, de izquierdas. ¡Es imposible elegir! ¿Por qué no se puede entender eso? PP, PSOE... si solo tienen puesto su carril no van a admitir que hay otras cosas fuera. Diferente es que te digan lo que estamos viviendo: ha habido un golpe de Estado. Joder, lo he visto por la tele. ¡Si han proclamado la república! Otra cosa es si rebelión, no rebelión. Si esto hubiese ocurrido en California... pero aquí se justifica todo. Yo entiendo que alguien sea independentista, pero por encima de todo está la ley. Y fuera de la ley estamos ya en el far west, en el western. Fíjate, al que robaba un caballo, le colgaban. Gracias a eso tiraron para arriba, porque era robar un modo de vida. Hay una asignatura que no se ha estudiado que es la percepción del otro que está contigo. No hay una sola verdad porque la verdad no es única, hay muchas y tú eliges la que quieras. Pero la gente que está ahora en el Parlamento español... yo no la entiendo, habla otro idioma. Allá ellos y quienes los van soportando.
- Una más de etiquetas: ¿por qué las reivindicaciones del cine español las patrimonializa la izquierda?
- No lo sé. Será por lo de los complejos. El otro día nadie dijo: "Oye, ¿las novias de los guardias civiles esos que han pegado no son mujeres y no tienen derechos aunque sean novias de guardias civiles?". Se supone que la Guardia Civil tampoco es un cuerpo de derechas. Y esa chica que salió por el tejado y que han acosado con amenazas... No creo que el feminismo sea de izquierdas ni de derechas. El feminismo es el feminismo. Ahora: ¿quién lo maneja? ¿Quién mueve los hilos? Eso ya es entrar en Freud capítulo II.
Hay una especie de pervivencia del pasado, cosa que hace 20 años no
La supresión de las autonomías me parece de sentido común
Hay una serie de jefes de la tribu ideológica que van dictando lo que hay que leer
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