El sabado -9-Marzo a las 19:10 por La 2, foto,.

La Siberia extremeña,.

La segunda reserva de agua más grande de Europa, está en Extremadura. Y en la comarca de la Siberia, más concretamente. Esto es algo que se ha ido imponiendo en el día a día de sus gentes y, por supuesto, también de su gastronomía.

TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -Carreteras secundarias extremeñas,.

El sabado -9-Marzo a las 18:10 por La 2, foto,.

Carreteras secundarias extremeñas,.

Carretera secundaria cruzando el embalse de La Serena con el cerro Masatrigo al fondo.

Una antología de rutas escondidas para perderse esta primavera por la región,.

En Extremadura, se puede viajar con rumbo cierto o sin rumbo fijo. Si vamos con un objetivo predeterminado, disfrutaremos mucho de las gargantas y valles del norte de la región, nos encantarán los parques y geoparques y nos fascinarán las ciudades monumentales y las dehesas inmensas. Pero lo verdaderamente emocionante, al menos para quienes conocen ya la región, es partir sin rumbo fijo y aventurarse por carreteras secundarias, comarcales y locales, que salen de las grandes rutas y por las que nunca hemos circulado.
Es imposible hacer una guía completa de estas carreteras sorpresa. Es más, cada viajero tiene su propio florilegio de rutas secretas. Mi antología, siempre incompleta, de carreteras secundarias, empieza en el norte, entre Villamiel y San Martín de Trevejo, discurre bajo un techo arbolado y llega a un mirador fascinante desde el que se contempla la mejor vista del valle del Jálama.
Descendemos hasta Coria y, tras cruzar el Alagón, cogemos a la izquierda un cruce que nos lleva a Rincón del Obispo y, más adelante, hasta Galisteo. A la izquierda de la carretera, fluye el Alagón y se cruzan plantaciones simétricas de árboles que regalan unas fotografías que parecen cuadros impresionistas. En el camino, Pajares de la Ribera con las bodegas Dehesavieja: mejor vino extremeño al norte del Tajo.
Subimos de nuevo al norte y, ya en las Hurdes, la carretera que va de Las Mestas a Ladrillar, Riomalo de Arriba, Casares de las Hurdes, Cerezal y El Gasco es una de las rutas más bellas de la región. Retiro lo de región... de España. Arriba, en el puerto, entre Salamanca y Cáceres, las vistas, el silencio, el paisaje, todo se mete tan dentro que, cuando vuelves a casa, sientes que te falta algo. ¡Y claro que te falta! ¿Cómo no añorar los meandros del río Malvellido, el paraje volcánico de El Gasco, la arquitectura tradicional de Riomalo de Arriba?
Asoma la primavera, Extremadura estalla y se pone guapa, los días son más largos y el país que nunca se acaba entra en temporada alta. Tiempo de excursiones y una abundancia tal de propuestas poco conocidas y viajes de descubrimiento que siempre se quedan cosas en el tintero. Porque nos vamos de Hurdes sin mencionar la pista que lleva al meandro Melero, que parte desde Riomalo de Abajo, a la derecha de la carretera según se circula en dirección a la provincia de Salamanca, que allí mismo comienza.
Suban desde Baños de Montemayor a La Garganta, el segundo pueblo más alto de Extremadura. Vayan por la carretera que une Hervás con Gargantilla, Segura de Toro y Casas del Monte. Aventúrense por el puerto de Honduras desde Hervás hasta el Valle del Jerte: muchas curvas, mucha belleza y una perspectiva formidable. Tanto casi como la que regala el mirador del puerto de Tornavacas justo en el momento en que el sol se pone. Carretera de Cuacos al monasterio de Yuste y a Garganta la Olla. Vayan de Zarza la Mayor a Cilleros por una carretera que parte a la derecha, camino de la frontera de Monfortinho: la visión de Gata al fondo es una promesa del paraíso.
Esta antología es angustiosa porque se acaban los renglones y aún estamos en el norte de la provincia de Cáceres. ¿Pero cómo dejar a un lado las carreteras secundarias de Villuercas-Ibores con esa ruta de alta montaña entre Guadalupe y Navatrasierra o las pistas anchas y bien asfaltadas que unen las alquerías de Valencia de Alcántara? Por favor, no dejen de acercarse a Jola: es otro mundo.
Dejen un fin de semana libre para hacer un circuito único por La Codosera y sus aldeas fronterizas: La Rabaza, Bacoco, La Tojera, El Marco. No desprecien el paisaje geométrico de Tierra de Barros: de Solana a Corte de Peleas y Entrín Bajo. Dehesas impresionantes entre Salvatierra de los Barros y Valle de Santa Ana. Condensación de maravillas entre Llerena y Fuente del Arco: Regina romana, Jayona, Capilla Sixtina, Alcazaba. La Siberia como guinda espectacular: la Ex-322 de Puebla de Alcocer a Cabeza del Buey con parada en Galizuela y alucine final en el cerro Masatrigo. ¡Uf! No es el síndrome de Stendhal, es el síndrome de el país que nunca se acaba.