TITULO: A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Culturas 2 - Irene Villa - Buenos deseos,.
A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
Irene Villa - Buenos deseos,.
Irene Villa ,.
Que cada uno de nosotros se atreva a ser quien realmente es, sin máscaras ni disfraces. En la autenticidad encontramos nuestra fuerza más pura y el reflejo de nuestra esencia.
Tiendo a comparar el inicio de año con el anterior y me gusta comprobar que cada año vamos mejorando. Esto no siempre es así, porque la vida tiene sus rutas, a veces demasiado impracticables o dolorosas, pero los cambios internos que trabajamos a través de los libros, estudiando o avanzando en el autoconocimiento, dan sus frutos externamente.
Como pensar en positivo atrae cosas positivas, en este nuevo año que comienza pongamos el foco en nuestra suerte: familia, amigos, hogar, salud… y cultivemos el crecimiento y la plenitud. Faros para nuestra travesía sin saber, por ejemplo, que la verdadera belleza es la autenticidad. Que cada uno de nosotros se atreva a ser quien realmente es, sin máscaras ni disfraces. En la autenticidad encontramos nuestra fuerza más pura y el reflejo de nuestra esencia.
También le pido al 2025 que superemos miedos y complejos con naturalidad y espontaneidad para liberarnos del peso que cargamos innecesariamente. Que podamos enfrentar cada desafío con confianza, dejando que nuestra alma fluya sin las cadenas del temor.
Otro faro es superar el ego con amor, ecuanimidad, compasión y serenidad. El verdadero poder no radica en controlar, sino en el amor incondicional. Transformemos el ego en una herramienta para construir empatía y armonía. Trabajemos para que el ego no sea una barrera, sino una puerta hacia la empatía y el equilibrio.
Utilicemos nuestra mente para el bien y para nuestro bienestar emocional. No permitamos que nuestras mentes se conviertan en prisiones. No permitamos que se convierta en una prisión de dudas o sufrimientos. En su lugar, alimentemos pensamientos que nos llenen de paz y alegría, irradiando bienestar a quienes nos rodean.
En 2025, que la salud mental, la serenidad emocional y la autenticidad sean nuestras brújulas. Cada pequeño acto de amor, generosidad y bondad tiene el poder de transformar nuestras vidas.
¡Feliz año nuevo! Que el 2025 esté lleno de luz, crecimiento y conexión con nuestra verdadera esencia.
TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - La población del mundo es el enemigo. Una intuición geopolítica,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura.
Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna,
retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un
análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio
denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.
La población del mundo es el enemigo. Una intuición geopolítica,.
foto / Europa no tiene otro destino que envejecer por su nefasta política demográfica si no supera los imperiosos dogmas ideológicos progresistas. Y la egoísta tendencia a un maltusianismo destructivo,.
Disculpas por el título. Lógicamente se trata de una provocación. La población de mundo no es el enemigo de nadie. Los seres humanos somos la razón de ser de nuestro planeta y probablemente de todo el Universo. Solo en el hombre se localiza la autoconciencia, que resume en una palabra el conjunto de factores que constituyen el culmen de la evolución o de la creación. Ambas cosas no son incompatibles. Sin embargo, solo una parte de la humanidad acepta esta compatibilidad. Y considera admirable la existencia de un ser dotado de memoria, inteligencia, voluntad y sensibilidad. Capaz tanto para el afecto como para la moralidad. También para el egoísmo y la crueldad, cierto es.
La autoconciencia es la base de la libertad, otra de las potencias de la condición humana. Una potencia que ha servido para que los hombres busquen caminos, exploren, descubran y construyan sin descanso. También para que a veces se impongan los aspectos más tenebrosos del complejo entramado que nos constituye.
La historia acredita que esta contradicción está en la base de las construcciones morales, tanto de los individuos como de los pueblos. Y por ende de la autovaloración predominante en cada época. Se alternan las fases positivas con las negativas sin solución de continuidad. Actualmente estamos en una fase claramente negativa, en la que importantes grupos ideológicos tienen la convicción de que el ser humano es un peligro para sí mismo y para el planeta.
El complejo entramado progresista con sus poderosísimos terminales económicos, culturales y mediáticos está generando una nueva moralidad de sustitución. Una construcción basada en ideologías erigidas contra cualquier evidencia de carácter filosófico, histórico o científico. Como toda construcción de este tipo, incluye iglesias, profetas, dogmas y mandamientos. Es cada vez más dominante en el mundo «occidental».
Estos mandamientos tienen un carácter sutil, pero cada vez son más impositivos. Y no son universales. Solo afectan a los grupos considerados responsables de todos los males. No tendréis coche, no comeréis carne, no engendraréis hijos. Sobre todo, este último es fundamental. Y suicida.
Los progresistas han tenido, de siempre, una verdadera obsesión con el crecimiento poblacional. La muy progresista señora Ghandi intentó, con poco éxito, reducir la natalidad en la India mediante el feminista método de imponer la esterilización de las mujeres por métodos coercitivos. Los maoístas impusieron la política de un solo hijo mediante mecanismos aún más coercitivos, Sus resultados están a la vista. Solo el desarrollo económico, y la promoción de la mujer reducen de forma espontánea el crecimiento poblacional. La experiencia lo ha demostrado.
Esta obsesión determina la equivocada percepción de que el aumento de habitantes del planeta crece de forma desbocada e imparable. Está sucediendo todo lo contrario. La evolución de un indicador tan significativo como la tasa de fertilidad lo demuestra. Esta tasa mide el número medio de hijos por mujer. El indicador de equilibrio tiene el valor de 2,1. Un número mágico que asegura el reemplazo de la población.
El Banco Mundial realiza uno de los seguimientos más serios de este indicador. En 2022 la tasa de fertilidad del mundo era de tan solo 2,3, frente a los más de 4 de los años 70. Sigue reduciéndose inexorablemente por lo que antes de 2050 se habrá atravesado en nivel de reemplazo demográfico.
Esta evolución no es en absoluto uniforme. En la actualidad más de 100 países se encuentran por debajo del nivel de sustitución. Entre ellos los más poblados del mundo como EEUU (1,7), la India (2,0) y China con un exiguo e insoportable 1,2. La más baja del mundo, junto con España y Ucrania. Prácticamente todos los países desarrollados se encuentran por debajo de este peligroso umbral.
Tampoco escapan a esta situación los países iberoamericanos demográficamente significativos: Méjico y Argentina tienen el 1,8 y Brasil un exiguo 1,6. Tampoco los países de Asia escapan a esta tendencia, ni tan siquiera los islámicos. Por ejemplo, Irán presenta un sorprendente 1,7.
Solo África mantiene un elevado nivel de crecimiento. El país con mayor tasa es Níger con 6,8 hijos por mujer. De los 29 países con una tasa superior a 4,28 están en el África negra. Otros 14 tienen tasas entre 3 y 4.
África está pues destinada a convertirse en la última gran reserva demográfica de la humanidad. En 2050 su población habrá alcanzado los 2.500 millones. Una población joven, dinámica y llena de energía. Y por ello la única reserva de mano de obra capaz de compensar el invierno demográfico de las naciones desarrolladas. Su población se habrá convertido en la mayor de sus riquezas.
Además, se trata del continente que mantiene más reservas de materias primas sin explotar por su secular atraso. De ahí la enorme importancia geopolítica de este continente como abastecedor de productos estratégicos y reserva demográfica. Una importancia que ya ha sido apreciada por Rusia, India, China y las potencias financieras del golfo, impulsoras de la marea islámica.
Europa no tiene otro destino que envejecer por su nefasta política demográfica si no supera los imperiosos dogmas ideológicos progresistas. Y la egoísta tendencia a un maltusianismo destructivo. Estará condenada a sufrir en primera línea el abismal desequilibrio que va a producirse entre ambas orillas del Mediterráneo. Su población autóctona quedará sumergida en un aluvión cultural, difícilmente digerible y abocado al conflicto.
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