EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -19- Mayo ,.
Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -19- Mayo , a las 22:30 por antena 3, etc.
EL SILENCIO POR FAVOR -
DESAYUNO - CENA - DOMINGO -LUNES - María Pagés .
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -LUNES - María Pagés ,.fotos.
María Pagés ,.
María Pagés: "Los escenarios tienen más de 2.000 años, hemos sufrido otras pandemias y ahí siguen",.
María Pagés. Sevilla, 1963. Tras 30
años recorriendo el mundo con su compañía, la bailaora dirige ahora con
su marido, el hispanista marroquí El Arbi El Harti, el Centro
Coreográfico de Fuenlabrada, un faro para la danza en la era
'postcovid'.
- ¿Cómo afronta el confinamiento?
- Con muchísima actividad, aunque parezca una contradicción. En el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada estamos diseñando cómo va a ser el futuro. Ahora hay muchas incertidumbres, dudas e inquietud. Nunca hemos vivido una situación así.
- Se han suspendido conciertos y espectáculos, ¿cómo van a salir de esta crisis los artistas?
Hay que reivindicar los espacios escénicos para que sigan abiertos porque la danza y el flamenco son artes vivas que deben representarse en escenarios. Parece dibujarse esa idea de que la tecnología va a ser la gran sustituta de artes como la danza, pero ni veo ni quiero un flamenco enlatado en la tecnología. El contacto con el público y esa vivencia de asistir a un espectáculo flamenco en directo, piel con piel, no lo sustituye la tecnología. Los espacios escénicos tienen más de dos mil años, hemos sufrido otras pandemias en la humanidad y ahí siguen.- El Gobierno no se ha mostrado muy receptivo con las demandas del sector cultural.
- Vivimos tiempos complicados y si no están a la altura se lo vamos a exigir. La responsabilidad sobre la cultura recae en muchas instituciones y todas tienen que funcionar unidas para hacer una cultura fuerte.
- Pero esa unidad no se percibe.
- Tengo fe en ella. El problema es que no hemos sabido crear una red cultural fuerte, con independencia de que cada estructura política de ayuntamientos, Gobierno y autonomías funcionen. La cultura es el espejo de la sociedad y todos, al mirarnos, nos reconocemos, incluso con la diversidad y riqueza que tiene este país. Demandamos un pacto de Estado sobre la cultura. Hasta ahora, hemos tenido otras prioridades y se nota que aquí no es como en otros países, donde la cultura ha sido considerada de primera necesidad, como pueda ser la educación o la sanidad.
- ¿Debe estar la cultura en una escala similar a la educación y la sanidad?
- Por supuesto. No tengo la menor duda; debe de ser así. Es cierto que hay otras prioridades y ahora es la salud física, pero eso no quita que hay otra salud, la emocional, donde las artes y la propia identidad son fundamentales; ¡no sólo de pan vive el hombre! La humanidad ha dado prioridad a la economía y por eso el planeta se nos va al garete y vemos que la cultura es demasiado precaria y desestructurada y se nos viene abajo ante cualquier crisis o dificultad. La danza, dentro de las artes, es de las últimas. Llevamos tres meses sin poder salir de gira y, si no actúas, no comes.
- Nació en una cuna no flamenca. Su padre, matemático de Ibiza, y su madre, empresaria sevillana.
- Sí, los orígenes de mi padre están en Ibiza, según cuenta la leyenda familiar. Los de mi madre están en Cataluña, pero ella vivió en Sevilla y aquí sigue. Mi familia no estaba dedicada a las artes o al flamenco.
- Pero comenzó a bailar a los 4 años.
- Sí, empecé a ir a clases con esa edad. Con 15 años me fui a Madrid a trabajar con compañías y a los 16 fue mi primera gira internacional a Japón y a la antigua Unión Soviética. Comencé muy joven, aunque yo me veía muy mayor; he sido muy entregada desde siempre.
- Trabajó con el maestro Antonio Gades.
- Surgió cuando trabajé para la película 'Carmen' de Saura. Pasé unas pruebas y conocí a Gades. Cuando vio que podía ser parte del elenco de su compañía, me llamó y estuve con él un par de años.
- ¿Cómo ha cambiado el flamenco en estos años?
- Ha evolucionado mucho porque tiene esa capacidad de transformarse, de influir y dejarse influir... Tiene esa facultad hospitalaria; me encanta esa idea de que acoja. Es un arte enormemente rico que empieza en los lugares más marginales de una sociedad, pero luego pasa a los grandes escenarios. No obstante, siempre subyace una resistencia por parte de un sector social a no reconocer el flamenco como un arte. Es una lucha que todos los flamencos llevamos.
- ¿Como si fuera un arte menor?
- Sí, hay gente que se resiste a valorarlo y prefiere que se quede en ese pozo del arte menor que entra siempre por la parte de atrás de las casas señoriales. Me apena y me entristece decirlo, pero hay que hacerlo y que cada cual se dé por aludido y recapacite.
- ¿Puede haber algo de clasismo en esa concepción?
- Por supuesto. Como existe, hay que verbalizarlo y denunciarlo porque el flamenco está en los grandes teatros. Y más aún porque es nuestro y debemos ensalzarlo.
- ¿Fuera de España se valora más?
- Encuentro de todo. Desde hace décadas, hay artistas que estuvieron en grandes escenarios y fueron aclamados. Pero se olvida. Es fundamental que todos los estamentos que formamos la cultura: la sociedad, los artistas, los gestores y los políticos, seamos capaces de poner en su lugar a este gran arte.
- Su idea del flamenco que acoge está en las antípodas de la tesis que reclama un arte puro.
- Son las dos vertientes de un arte popular y tradicional. Ambas caras son necesarias y pueden convivir. Los conservadores quieren preservar el flamenco clásico y otros estamos en la creación, la evolución y la transformación porque es un arte vivo que debe ser reflejo de los cambios sociales. Vemos un cuadro de Goya y percibimos cómo era la historia en ese momento, la vida... Con el flamenco es igual.
- Usted defiende un flamenco reivindicativo.
- Sí, la danza y el flamenco tienen una misión social. Bailar requiere muchísimo esfuerzo; es un trabajo basado en el respeto. Las artes ayudan a cultivar las emociones. Y eso puede ayudar a niños y adolescentes.
- Esa misión social, ¿quiere decir que haya que mostrar filias o fobias políticas?
- Entiendo la política como la responsable de gestionar la sociedad. Los políticos están al servicio de la sociedad y los elegimos nosotros. Vivimos en un sistema democrático en el que no todos pensamos igual y debe haber discusión. La cultura debe estar por encima de la política: no puede ser que un teatro cambie de director porque cambie el partido en el gobierno. La cultura a veces está a merced de los cambios políticos y no debe ser así. Imagínate que la sanidad cambiara continuamente; no habría un sistema sanitario fuerte que aguantara esta crisis.
- ¿Qué enseñanza extrae de esta pandemia?
- Todo es efímero y hay que ser consciente de ello. La pandemia es el resultado, no como castigo porque no creo en eso, pero sí de una mala gestión de la naturaleza. No lo estábamos haciendo bien porque no podemos pensar solo en el enriquecimiento económico y olvidar el resto; eso tiene sus consecuencias. Si estamos así es porque hemos ido en esta dirección; no es casual. Lo que está ocurriendo nos tiene que hacer recapacitar, como todas las crisis. ¿Cómo queremos que sea el futuro? ¿Qué planeta queremos dejar? Se está viendo un retroceso en las democracias ya cansadas y maltratadas por todos.
- ¿Cree que nada será igual?
- Sí, el futuro no va a ser como lo hemos conocido hasta ahora. Ni la sociedad, ni las artes y ni la cultura van a ser las mismas. Hay que revisitar todo aquello que no ha funcionado en nuestro país. Llevamos más de 40 año de democracia y no hemos sabido crear unas políticas culturales sólidas y ahora, que estamos en una situación muy precaria, nos damos cuenta.
- ¿Qué labor hace, junto a su marido El Arbi El Harti, en el Centro Coreográfico?
- Con esta crisis, tiene un papel fundamental para las nuevas generaciones. Es un lugar de encuentro y reflexión para intentar que la danza, como arte, sea valorada y dignificada. Es lo que nos corresponde después de 30 años recorriendo el mundo con la compañía. La danza está muy necesitada de estos espacios de investigación y encuentro. El centro es un espacio que tiene salas de ensayo, una sala para crear, una residencia para las compañías residentes... es un lugar que acoge al flamenco y a todas las disciplinas dancísticas. Está en Fuenlabrada, que ha mostrado una gran complicidad y compromiso con las artes, la danza y el flamenco.
TITULO: LUNES -18- Mayo - Imprescindibles - Muere Amadeo Carrizo, leyenda del fútbol argentino,.
LUNES -18- Mayo - Imprescindibles ,.
Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes-18- Mayo a las 21:00, etc.
Muere Amadeo Carrizo, leyenda del fútbol argentino,.
Ganador de siete campeonatos de su país con River Plate, la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol le designó como mejor guardameta sudamericano del siglo XX,.
Amadeo Carrizo, una leyenda del fútbol argentino bajo palos, murió este viernes a los 93 años tras una prolongada enfermedad, informó la familia.Carrizo revolucionó el puesto de guardameta al ser uno de los primeros en salir del área para cortar pases y remates, e incluso armaba contragolpes con su maestría a la hora de golpear la pelota.
«Se nos fue el gran #Amadeo. Mi arquero, Mi amigo. Un ejemplo para todos aquellos que amamos el puesto de arquero. Además de lo maravilloso que fue en el arco quiero destacar su grandeza como persona. El mundo River y el fútbol entero llora tu partida. Abrazo del alma al cielo», escribió en las redes sociales el exguardameta Ubaldo Fillol, campeón mundial en Argentina 1978.
El nombre de Carrizo quedó ligado históricamente a River Plate, con cuyos colores ganó los campeonatos argentinos de 1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957 y dos Copas Intercontinentales, de 1947 y 1955.
Luces y sombras con la selección
Con la camiseta de la selección tuvo luces y sombras. Vivió una de las peores derrotas al ser eliminado en el Mundial de Suecia 1958 con una goleada 6-1 ante Checoslovaquia. Pero se tomó revancha al conquistar en Brasil la Copa de las Naciones de 1964, con la portería intacta ante Portugal (2-0), Inglaterra (1-0) y Brasil (3-0). Frente a los brasileños, en aquel entonces vigentes bicampeones mundiales, le atajó un penalti a Gerson. Entre sus hazañas estuvo el de mantener en el campeonato local la portería imbatida durante 769 minutos, récord que luego fue superado.Dos veces lo invitaron a reforzar en un solo partido a clubes de Perú, como el de Alianza Lima ante Dinamo de Moscú con su legendario arquero Lev 'la araña negra' Yashin, y Universitario de Deportes frente a Corinthians de Brasil. La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) le designó el mejor guardameta sudamericano del siglo XX.
TITULO: ELLA & - Cervantes en cuarentena,.
Cervantes en cuarentena,.
Este confinamiento brinda tiempo de sobra para la creación, pero el estado de ánimo no siempre ayuda: los «pensamientos intrusos que generan estrés» pueden cerrar el paso a la inspiración,.
foto / Hay
quienes se muestran convencidos de que esta cuarentena propiciará un
nuevo 'baby boom' dentro de nueve meses, como consecuencia del superávit
de tiempo libre que nos permite entregarnos a actividades placenteras
sin la presión del reloj y las obligaciones. Pero también hay voces que
discrepan y hacen hincapié en que el ambiente que rodea e impregna
nuestro confinamiento, esta suma casi insoportable de sufrimiento y
miedo, no funciona precisamente como el mejor afrodisiaco. Un
debate similar existe con respecto a otras labores creativas: podría
parecer que este paréntesis de encierro forzoso, como una burbuja sin
tentaciones exteriores, constituye el entorno más propicio para
entregarse a actividades intelectuales y artísticas. ¿Cuándo
vamos a tener más tiempo y menos distracciones para ponernos por fin a
escribir esa novela que siempre nos ha rondado la cabeza, por poner el
ejemplo más obvio?
La historia nos demuestra que, muchas veces, el aislamiento ha sido el mejor amigo de la creatividad. De los cientos de figuras ilustres que se han pronunciado al respecto, citaremos al científico Nikola Tesla: «La mente se vuelve más aguda y más diligente en reclusión y soledad ininterrumpidas. La originalidad prospera durante el aislamiento, libre de influencias externas que mutilan la mente creativa. Estar solo es el secreto de la invención. En soledad es cuando nacen las ideas», escribió. Pero, igual que ocurría con el esparcimiento sexual, el coronavirus también puede devorar la inspiración y convertir estas semanas en un periodo estéril. La tragedia que sacude la sociedad es de tal calibre que llega a monopolizar nuestros pensamientos, incapaces de evadirse hacia mundos de ficción, y la sensación de vida suspendida contribuye a implantar en nuestras costumbres cierta desidia: adormecidos por la monotonía, nos da la sensación de que no tiene sentido esforzarse por sacar adelante nuevos proyectos en un mundo paralizado.
«La soledad es la compañera del genio, a menudo, en especial, en la creación artística y literaria. Hace falta concentración extrema en la tarea, estar en ese espacio favorecedor de tu despacho, la sala con tu piano o tu guitarra o tu estudio de artista para que las musas te encuentren trabajando, como decía Picasso. Ahora bien, lo que acabo de decir se produce normalmente en forma de aislamiento voluntario, decidido por la persona creadora, como el caso de Van Gogh o el de Darwin y el de Ramón y Cajal, que tenían 'prohibido' el acceso a su despacho cuando se encerraban allí», plantea Manuela Romo, directora del título de Experto en Creatividad Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid y autora del libro 'Psicología de la creatividad: perspectivas contemporáneas'. Los ejemplos de obras valiosas creadas durante un encierro se le ocurren en tropel: «Gracias a que Newton tuvo que abandonar en 1665 la universidad de Cambridge por la peste y estar confinado dos años en su pueblo, pudo llegar a concebir la idea de atracción de los cuerpos. Cuando se trata de un aislamiento impuesto, con frecuencia la persona creativa pone en marcha sus procesos mentales como forma de resiliencia, de resistencia ante la adversidad. Qué decir de las 'Nanas de la cebolla' de Miguel Hernández, escritas en la prisión de Alicante, o de Cervantes, que escribió la primera parte del Quijote en la cárcel de Sevilla», propone.
Pero, en condiciones tan anómalas, no cabe generalizar: habrá quien se refugie en su disciplina creativa y quien se vea radicalmente incapaz de avanzar en la tarea. «Las diferencias individuales tienen que ver con el nivel de ansiedad que pueda generar esta situación: hay gente más casera a quien le cuesta menos estar confinada, como vemos a nuestro alrededor. Es necesario un nivel de activación para espolear esa motivación, ese amor a su trabajo que es la característica que mejor define a las personas creativas, pero, si lo sobrepasa un gran estado de ansiedad, entonces se dificulta la creación. Los pensamientos intrusos pueden generar un estrés que impide el flujo creativo», concluye Romo.
El escritor vasco Galder Reguera, autor de 'Libro de familia', recuerda una frase de Duke Ellington («yo no necesito tiempo, sino plazos de entrega») para subrayar que este horizonte sin compromisos puede resultar contraproducente. Reguera ha participado en una de las iniciativas más originales de esta cuarentena: el 'Dekomerón', los relatos que va publicando en internet la editorial Libros del K.O. a modo de remedo del planteamiento 'epidémico' del 'Decamerón' de Boccaccio, pero aprovechó para la ocasión un texto que ya tenía escrito: «La disponibilidad de tiempo no necesariamente se traduce en una mayor productividad, a no ser que esté todo ordenado en tu vida para poder afrontar el reto de escribir –expone–. Yo tenía una idea de una novela que llevaba tiempo rondándome y los primeros días del confinamiento empecé a trabajar en ella. Me dije: si vas a estar dos meses en casa, aprovéchalos. Pero con el pasar de los días mis miedos por lo que está pasando fueron creciendo y eclipsando todo lo demás. No podía sacar de mi mente las noticias de los fallecimientos, el miedo a que amigos y familiares y personas queridas cayeran, todo eso que nos afecta ahora a todos. En esas circunstancias, no podía escribir. ¿Cómo afrontar una ficción cuando el mundo se está viniendo abajo? He pasado diez días sin abrir el procesador de textos. Ahora estoy intentándolo de nuevo».
Estas alturas de la cuarentena no son un mal periodo para acometer empresas nuevas y ambiciosas, al menos según la psicóloga Manuela Romo: «Ahora que ya casi se ve la luz al final del túnel, quizá sería el momento, para quien se ha podido ver desbordado por la situación, de pararse a pensar en ese proyecto que tenía aparcado y abordarlo sin excusas. Esperemos que, cuando esto acabe, nos podamos llenar de experiencias estéticas de toda esa gente que ha sabido aprovechar el aislamiento para crear. ¡Qué mejor posguerra que esa!».
La otra cuestión tiene que ver con las propias experiencias de estos días: existe cierta curiosidad, a menudo irónica, por ver quién publica la primera 'gran novela sobre la pandemia'. ¿Hasta qué punto la crisis del coronavirus y todo lo que la rodea es buen material para la literatura? Lorenzo Silva no tiene dudas: «Es un material extraordinario. Las historias que voy recogiendo estos días de mis amigos en primera línea (sanitarios, policías...) así me lo demuestran. Eso sí, para hacer algo de cierto peso y valor, habrá que dejarlo sedimentar. En la urgencia puede salir quizá algún buen poema, algún apunte narrativo inspirado o pertinente. No la novela de todo esto».
Trilogía
de Elvas. La pasada semana les contamos nuestras impresiones tras comer
en un restaurante moderno situado dentro del recinto amurallado
elvense. Se llama Acontece, su decoración es primorosa y sirve cocina
con toques de vanguardia.
Vamos a comer ahora en otros dos restaurantes de la fortaleza. Primero, en un clásico de comida tradicional alentejana y decoración típica, O Lagar. Para la próxima semana, dejamos la síntesis entre lo tradicional en los fogones y el diseño en la sala. Así que este sábado nos quedamos en O Lagar, situado en una de las callejas de Elvas (Rua Nova de Vedoria, 7) que van desde la entrada al recinto intramuros hasta el centro y la plaza principal.
O Lagar tiene un comedor de paredes blancas con techo abovedado y decoración previsiblemente portuguesa y pretendidamente rural de calderos, cencerros y platos por las paredes más algún azulejo. Las mesas son de madera, los manteles son de cuadros, los camareros también visten camisas de cuadros. La barra es de ladrillo visto y tras un arco, se ve la cocina y a las cocineras faenando sin cesar. Y bien cierto es que no cesan en sus quehaceres porque O Lagar es un restaurante de toda la vida que se llena los fines de semana.
El servicio es rápido, pero la cubertería no destaca, la vajilla es blanca sin marca y las copitas de vino no dan la talla. Las servilletas y el mantel son de papel y el pan está rico. Ponen aperitivos repetidos de mantequillas y patés que rechazamos. Sí nos quedamos con las aceitunas, que entretenían sin entusiasmar.
En O Lagar, se come correctamente a un precio muy razonable, aunque hay que saber pedir. Así, nos inclinamos por el bacalao al estilo de O Lagar (11,50 euros) y acertamos de pleno pues llegó a la mesa una porción generosa de pescado que estaba muy bueno y dio para comer tres personas. El bacalao llevaba una salsa sabrosa y bien ligada y unas patatas fritas estilo panadera deliciosas.
El problema es que nos equivocamos de pleno al dejarnos llevar por la gula codiciosa y pedir una cataplana al estilo de O Lagar (25 para dos). Las cataplanas hay que pedirlas en el Algarve o en restaurantes donde tengamos la seguridad de que nos va a convencer. En O Lagar arriesgamos y perdimos porque llegó a la mesa una brillante cataplana que, al abrirla, nos dejó fríos: era una mezcla de tiras de jamón de York, langostinos, almejas diminutas, mucha verdura y trozos de carne de cerdo. Aquello no tenía ningún sentido ni ligaba nada con nada. Ni era porco a la alentejana ni eran almejas al bõlhao pato ni se sabía qué era. Eso sí, allí comía cataplana un regimiento.
El fallo fue nuestro por no preguntar qué llevaba la cataplana, dimos por sentado que sería al estilo del Algarve, con pescado y marisco, y resultó ser una mezcla sin mucho sentido. Menos mal que con el postre regresamos a la buena senda y, sin ganas de más riesgos, optamos por la sericaia con ameixa (3,50) y nos reconciliamos con el clasicismo alentejano que veníamos buscando.
¿Qué hay que comer entonces en O Lagar? Pues, por ejemplo, en estos días de otoño crudo y frío, vienen muy bien y la preparan con esmero la canja de galinha (2,25) o sopa de pollo (tienen carta en castellano), también la sopa de verduras (2,25) o de tomate (3). En la región de las sopas hay que comer sopa.
Una especialidad de O Lagar son las carnes al carbón: costillas (8,50), chuletón de cerdo (8,25), febras de cerdo, o sea, escalopes o filetes de cerdo (9,25) o solomillitos (lombitos), también de cerdo (10,50), siempre en compañía de ricas patatas fritas. El arroz de marisco (25 para dos) parece mejor opción que la cataplana y también tienen bacalao al carbón (11) y dorado (9,50), siempre en raciones generosas.
O Lagar, en fin, es un restaurante muy animado, un clásico para los españoles que se conforman con una sopita rica y una buena carne o un buen bacalao y no quieren sorpresas en la cuenta.
La historia nos demuestra que, muchas veces, el aislamiento ha sido el mejor amigo de la creatividad. De los cientos de figuras ilustres que se han pronunciado al respecto, citaremos al científico Nikola Tesla: «La mente se vuelve más aguda y más diligente en reclusión y soledad ininterrumpidas. La originalidad prospera durante el aislamiento, libre de influencias externas que mutilan la mente creativa. Estar solo es el secreto de la invención. En soledad es cuando nacen las ideas», escribió. Pero, igual que ocurría con el esparcimiento sexual, el coronavirus también puede devorar la inspiración y convertir estas semanas en un periodo estéril. La tragedia que sacude la sociedad es de tal calibre que llega a monopolizar nuestros pensamientos, incapaces de evadirse hacia mundos de ficción, y la sensación de vida suspendida contribuye a implantar en nuestras costumbres cierta desidia: adormecidos por la monotonía, nos da la sensación de que no tiene sentido esforzarse por sacar adelante nuevos proyectos en un mundo paralizado.
«La soledad es la compañera del genio, a menudo, en especial, en la creación artística y literaria. Hace falta concentración extrema en la tarea, estar en ese espacio favorecedor de tu despacho, la sala con tu piano o tu guitarra o tu estudio de artista para que las musas te encuentren trabajando, como decía Picasso. Ahora bien, lo que acabo de decir se produce normalmente en forma de aislamiento voluntario, decidido por la persona creadora, como el caso de Van Gogh o el de Darwin y el de Ramón y Cajal, que tenían 'prohibido' el acceso a su despacho cuando se encerraban allí», plantea Manuela Romo, directora del título de Experto en Creatividad Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid y autora del libro 'Psicología de la creatividad: perspectivas contemporáneas'. Los ejemplos de obras valiosas creadas durante un encierro se le ocurren en tropel: «Gracias a que Newton tuvo que abandonar en 1665 la universidad de Cambridge por la peste y estar confinado dos años en su pueblo, pudo llegar a concebir la idea de atracción de los cuerpos. Cuando se trata de un aislamiento impuesto, con frecuencia la persona creativa pone en marcha sus procesos mentales como forma de resiliencia, de resistencia ante la adversidad. Qué decir de las 'Nanas de la cebolla' de Miguel Hernández, escritas en la prisión de Alicante, o de Cervantes, que escribió la primera parte del Quijote en la cárcel de Sevilla», propone.
Pero, en condiciones tan anómalas, no cabe generalizar: habrá quien se refugie en su disciplina creativa y quien se vea radicalmente incapaz de avanzar en la tarea. «Las diferencias individuales tienen que ver con el nivel de ansiedad que pueda generar esta situación: hay gente más casera a quien le cuesta menos estar confinada, como vemos a nuestro alrededor. Es necesario un nivel de activación para espolear esa motivación, ese amor a su trabajo que es la característica que mejor define a las personas creativas, pero, si lo sobrepasa un gran estado de ansiedad, entonces se dificulta la creación. Los pensamientos intrusos pueden generar un estrés que impide el flujo creativo», concluye Romo.
El escritor vasco Galder Reguera, autor de 'Libro de familia', recuerda una frase de Duke Ellington («yo no necesito tiempo, sino plazos de entrega») para subrayar que este horizonte sin compromisos puede resultar contraproducente. Reguera ha participado en una de las iniciativas más originales de esta cuarentena: el 'Dekomerón', los relatos que va publicando en internet la editorial Libros del K.O. a modo de remedo del planteamiento 'epidémico' del 'Decamerón' de Boccaccio, pero aprovechó para la ocasión un texto que ya tenía escrito: «La disponibilidad de tiempo no necesariamente se traduce en una mayor productividad, a no ser que esté todo ordenado en tu vida para poder afrontar el reto de escribir –expone–. Yo tenía una idea de una novela que llevaba tiempo rondándome y los primeros días del confinamiento empecé a trabajar en ella. Me dije: si vas a estar dos meses en casa, aprovéchalos. Pero con el pasar de los días mis miedos por lo que está pasando fueron creciendo y eclipsando todo lo demás. No podía sacar de mi mente las noticias de los fallecimientos, el miedo a que amigos y familiares y personas queridas cayeran, todo eso que nos afecta ahora a todos. En esas circunstancias, no podía escribir. ¿Cómo afrontar una ficción cuando el mundo se está viniendo abajo? He pasado diez días sin abrir el procesador de textos. Ahora estoy intentándolo de nuevo».
Diario del encierro
Tampoco el escritor Lorenzo Silva ve muy claro que esta vasta extensión de horas vacías sea el terreno ideal para 'cultivar' una novela. «Puede serlo si uno ya tiene la novela pensada. Si no la tienes, no estaría yo tan seguro. Quizá sea más propicia la coyuntura a otro tipo de escritura, por ejemplo la de un diario del encierro, que además es una forma de soportarlo y evadirse de él. Yo he tirado por ahí, y no estoy seguro de que tenga algún valor el resultado —tampoco me toca a mí decirlo—, pero por lo menos no me aburro mortalmente, como las otras cuatro veces que intenté llevar un diario». Silva (que está ofreciendo gratuitamente en la web de 'XLSemanal' su libro 'Y te irás de aquí', firmado con el seudónimo de Patricia Kal) no ha reducido en absoluto su dedicación a la literatura: «Yo escribo todos los días, y bastante. No sé no hacerlo, para mí es como respirar. Escribo el diario, escribo artículos y he corregido las pruebas de dos novelas. Ahora que ese último trabajo ya está hecho, empiezo a pensar en meterme en la siguiente, que por suerte tenía pensada de antes. Así me ofrece además una realidad alternativa, que es una utilidad nada desdeñable de la escritura de ficción».Estas alturas de la cuarentena no son un mal periodo para acometer empresas nuevas y ambiciosas, al menos según la psicóloga Manuela Romo: «Ahora que ya casi se ve la luz al final del túnel, quizá sería el momento, para quien se ha podido ver desbordado por la situación, de pararse a pensar en ese proyecto que tenía aparcado y abordarlo sin excusas. Esperemos que, cuando esto acabe, nos podamos llenar de experiencias estéticas de toda esa gente que ha sabido aprovechar el aislamiento para crear. ¡Qué mejor posguerra que esa!».
«Las historias de estos días son un material extraordinario»
La conversación con dos escritores brinda la posibilidad de plantearles un par de inquietudes relacionadas con la literatura en tiempos de coronavirus. La primera tiene que ver también con el aprovechamiento provechoso de todo este tiempo libre: ¿realmente la gente está leyendo tanto como podría parecer al repasar las redes sociales, repletas de recomendaciones, como si el papel impreso nos resultase tan imprescindible como el higiénico? «Yo estoy leyendo muchísimo menos que de costumbre –admite Galder Reguera–. Me pasaba como escribiendo: no podía quitarme el mundo de la cabeza. Leía una escena donde el protagonista entraba en el bar y se daba un abrazo con un amigo e inmediatamente mi mente me hacía pensar en si algún día podremos vivir de nuevo con normalidad. Dejé dos libros a las primeras páginas. Por suerte, encontré 'Flores fuera de estación', de Margarita Leoz, que es una escritora fantástica. Son cuentos y creo que el formato breve me ha permitido tomar de nuevo el pulso a la lectura. Por otro lado, yo no creo que la gente no lea por falta de tiempo. A veces, cuando alguien me dice eso, le pregunto si sabe quién es Belén Esteban. Si responde afirmativamente, le digo: '¡Entonces, tienes tiempo!'. Tampoco creo que la gente no lea por falta de libros. En general es por falta de estímulos, por falta de costumbre, por falta de disciplina... ¿Estamos poniendo todo eso en el confinamiento? Ojalá, pero lo dudo».La otra cuestión tiene que ver con las propias experiencias de estos días: existe cierta curiosidad, a menudo irónica, por ver quién publica la primera 'gran novela sobre la pandemia'. ¿Hasta qué punto la crisis del coronavirus y todo lo que la rodea es buen material para la literatura? Lorenzo Silva no tiene dudas: «Es un material extraordinario. Las historias que voy recogiendo estos días de mis amigos en primera línea (sanitarios, policías...) así me lo demuestran. Eso sí, para hacer algo de cierto peso y valor, habrá que dejarlo sedimentar. En la urgencia puede salir quizá algún buen poema, algún apunte narrativo inspirado o pertinente. No la novela de todo esto».
TITULO: EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -21- Mayo - Una sopa y un bacalao,.
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -21- Mayo ,.
Pesadilla en la Cocina es un programa de
televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef
Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La
Sexta.
Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina
vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -21- Mayo ,.
Pesadilla en la Cocina es un programa de
televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef
Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La
Sexta.
Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina
vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta
intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES - COCINA - Una sopa y un bacalao ,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO - LUNES - COCINA - Una sopa y un bacalao ,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA
CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO -
LUNES - COCINA - Una sopa y un bacalao., fotos,.
EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COCINA DOMINGO - LUNES - COCINA - Una sopa y un bacalao., fotos,.
Una sopa y un bacalao,.
En O Lagar de Elvas sirven comida tradicional alentejana sin riesgos,.
Vamos a comer ahora en otros dos restaurantes de la fortaleza. Primero, en un clásico de comida tradicional alentejana y decoración típica, O Lagar. Para la próxima semana, dejamos la síntesis entre lo tradicional en los fogones y el diseño en la sala. Así que este sábado nos quedamos en O Lagar, situado en una de las callejas de Elvas (Rua Nova de Vedoria, 7) que van desde la entrada al recinto intramuros hasta el centro y la plaza principal.
O Lagar tiene un comedor de paredes blancas con techo abovedado y decoración previsiblemente portuguesa y pretendidamente rural de calderos, cencerros y platos por las paredes más algún azulejo. Las mesas son de madera, los manteles son de cuadros, los camareros también visten camisas de cuadros. La barra es de ladrillo visto y tras un arco, se ve la cocina y a las cocineras faenando sin cesar. Y bien cierto es que no cesan en sus quehaceres porque O Lagar es un restaurante de toda la vida que se llena los fines de semana.
El servicio es rápido, pero la cubertería no destaca, la vajilla es blanca sin marca y las copitas de vino no dan la talla. Las servilletas y el mantel son de papel y el pan está rico. Ponen aperitivos repetidos de mantequillas y patés que rechazamos. Sí nos quedamos con las aceitunas, que entretenían sin entusiasmar.
En O Lagar, se come correctamente a un precio muy razonable, aunque hay que saber pedir. Así, nos inclinamos por el bacalao al estilo de O Lagar (11,50 euros) y acertamos de pleno pues llegó a la mesa una porción generosa de pescado que estaba muy bueno y dio para comer tres personas. El bacalao llevaba una salsa sabrosa y bien ligada y unas patatas fritas estilo panadera deliciosas.
El problema es que nos equivocamos de pleno al dejarnos llevar por la gula codiciosa y pedir una cataplana al estilo de O Lagar (25 para dos). Las cataplanas hay que pedirlas en el Algarve o en restaurantes donde tengamos la seguridad de que nos va a convencer. En O Lagar arriesgamos y perdimos porque llegó a la mesa una brillante cataplana que, al abrirla, nos dejó fríos: era una mezcla de tiras de jamón de York, langostinos, almejas diminutas, mucha verdura y trozos de carne de cerdo. Aquello no tenía ningún sentido ni ligaba nada con nada. Ni era porco a la alentejana ni eran almejas al bõlhao pato ni se sabía qué era. Eso sí, allí comía cataplana un regimiento.
El fallo fue nuestro por no preguntar qué llevaba la cataplana, dimos por sentado que sería al estilo del Algarve, con pescado y marisco, y resultó ser una mezcla sin mucho sentido. Menos mal que con el postre regresamos a la buena senda y, sin ganas de más riesgos, optamos por la sericaia con ameixa (3,50) y nos reconciliamos con el clasicismo alentejano que veníamos buscando.
¿Qué hay que comer entonces en O Lagar? Pues, por ejemplo, en estos días de otoño crudo y frío, vienen muy bien y la preparan con esmero la canja de galinha (2,25) o sopa de pollo (tienen carta en castellano), también la sopa de verduras (2,25) o de tomate (3). En la región de las sopas hay que comer sopa.
Una especialidad de O Lagar son las carnes al carbón: costillas (8,50), chuletón de cerdo (8,25), febras de cerdo, o sea, escalopes o filetes de cerdo (9,25) o solomillitos (lombitos), también de cerdo (10,50), siempre en compañía de ricas patatas fritas. El arroz de marisco (25 para dos) parece mejor opción que la cataplana y también tienen bacalao al carbón (11) y dorado (9,50), siempre en raciones generosas.
O Lagar, en fin, es un restaurante muy animado, un clásico para los españoles que se conforman con una sopita rica y una buena carne o un buen bacalao y no quieren sorpresas en la cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario