LA LOTERIA DEL VIERNES - ¿Dónde está Wally? - Loteria de San Isidro - El cuerpo del verano es el de Izabel Goulart . , fotos.
El cuerpo del verano es el de Izabel Goulart,.
La pareja de Kevin Trapp no ha dejado que la cuarentena le ponga ni un gramo de más. Te contamos cómo es el entrenamiento de la modelo.
Izabel Goulart es sin duda una de nuestras WAGs favoritas. Con su
eterna sonrisa y positividad llena de alegría cada una de sus
apariciones.
Su cuenta de Instagram está repleta de, ademas de fotos increíbles como modelo, de mensajes de optimismo y fuerza de voluntad. Y es que en Ángel de Victoria's Secret ha conseguido sus sueños a base de tesón y disciplina.
El cuerpo 10 del que presume no es un regalo divino sino fruto de mucho ejercicio y una alimentación estricta. La joven, bajo el hastag ‘BodyIza’ comparte con sus seguidores en Redes Sociales algunas de sus rutinas de entrenamiento, que no son en absoluto ligeras.
Una hora de cardio al día y todo tipo de circuitos, pesas y abdominales. La pareja del portero alemán es, lo mires por donde lo mires, el cuerpo que llega al verano 2020 más en forma.
El boxeo es el entrenamiento "quema grasas" por excelencia. Además define todos los músculos ya que la coordinación de los grandes grupos musculares es total. El impacto sobre el saco activa toda la musculatura de los hombros y los brazos, la zona del core (pectorales, abdominales y espalda), está en todo momento en movimiento así como los glúteos y piernas.
Pese a lo que muchos podrían pensar, su estructura atlética si bien puede provenir de una buena genética, se mantiene diariamente.
El futbolista y la maniquí comparten tanto la pasión por el ejercicio como el hecho de tener un físico espectacular. Altos, delgados y guapos, verlos juntos es toda una postal de ‘couple goals’.
Izabel es toda una experta en ello desde hace tiempo. De hecho, es toda una especialista en complicar al máximo los ejercicios aumentando la pendiente de su cuerpo.
Ya sea con su propio peso, con balón medicinal o TRX, Goulart demuestra una vez más que el trabajo duro es lo único que ofrece resultados reales.
Ni siquiera la cuarentena ha hecho que la modelo deje de ejercitar su core. En casa y utilizando la puerta, la vemos desafiando la pereza y las excusas.
A los que pensaban que ser modelo de Victoria's Secret era fácil les recomiendo que empiecen a hacer la rutina de Izabel.
Su cuenta de Instagram está repleta de, ademas de fotos increíbles como modelo, de mensajes de optimismo y fuerza de voluntad. Y es que en Ángel de Victoria's Secret ha conseguido sus sueños a base de tesón y disciplina.
El cuerpo 10 del que presume no es un regalo divino sino fruto de mucho ejercicio y una alimentación estricta. La joven, bajo el hastag ‘BodyIza’ comparte con sus seguidores en Redes Sociales algunas de sus rutinas de entrenamiento, que no son en absoluto ligeras.
Una hora de cardio al día y todo tipo de circuitos, pesas y abdominales. La pareja del portero alemán es, lo mires por donde lo mires, el cuerpo que llega al verano 2020 más en forma.
Boxeo
Cuando se trata de quemar calorías el boxeo es siempre una buena opción. Ya sea con saco o al aire, Goulart es una gran aficionada de esta disciplina, con la que se pueden quemar entre 700 y 400 caloríasEl boxeo es el entrenamiento "quema grasas" por excelencia. Además define todos los músculos ya que la coordinación de los grandes grupos musculares es total. El impacto sobre el saco activa toda la musculatura de los hombros y los brazos, la zona del core (pectorales, abdominales y espalda), está en todo momento en movimiento así como los glúteos y piernas.
Cardio
Ya sea correr, saltar o en aparatos, Izabel ha confesado que realiza una hora mínimo al día de ejercicio cradiovascular.Pese a lo que muchos podrían pensar, su estructura atlética si bien puede provenir de una buena genética, se mantiene diariamente.
Stretching
Los estiramientos de la brasileña no son aptos para todos los públicos. Posturas de yoga y pilates que demuestran la gran flexibilidad y equilibrio de la prometida de Trapp.El futbolista y la maniquí comparten tanto la pasión por el ejercicio como el hecho de tener un físico espectacular. Altos, delgados y guapos, verlos juntos es toda una postal de ‘couple goals’.
TRX
El sistema TRX- sistema de entrenamiento basado en la realización de ejercicios en suspensión- ya es algo habitual en los gimnasios. Sin embargo, hace unos años era algo bastante desconocido y elitista.Izabel es toda una experta en ello desde hace tiempo. De hecho, es toda una especialista en complicar al máximo los ejercicios aumentando la pendiente de su cuerpo.
Core
Los abdominales de la brasileña son uno de sus puntos fuertes. De hecho la mayoría de ejercicios que sube a sus redes trabajan esta parte del cuerpo.Ya sea con su propio peso, con balón medicinal o TRX, Goulart demuestra una vez más que el trabajo duro es lo único que ofrece resultados reales.
Ni siquiera la cuarentena ha hecho que la modelo deje de ejercitar su core. En casa y utilizando la puerta, la vemos desafiando la pereza y las excusas.
Pesas
Pese a lo que consideran que las pesas no son el ejercicio preferido por las modelos (dada la equivocada creencia del aumento excesivo de masa muscular) la WAG es una gran practicante de los ejercicios con peso. De ahí su definición y forma.A los que pensaban que ser modelo de Victoria's Secret era fácil les recomiendo que empiecen a hacer la rutina de Izabel.
TITULO: EL DIVAN DE OLGA VIZA - Calderón: "Si hay campeón de la NBA, no va a tener asterisco",.
Calderón: "Si hay campeón de la NBA, no va a tener asterisco",.
El extremeño atiende a AS para analizar el posible retorno de la competición: "La sede burbuja es lo más seguro pero no va a haber riesgo cero".
foto / En noviembre, el
extremeño José Manuel Calderón anunció su retirada del baloncesto
después de una carrera profesional que ya es historia del deporte
español y en la que brillan ocho medallas con la Selección y catorce años en una NBA con la que sigue muy vinculado. Desde el pasado otoño, vive en Nueva York y ocupa el cargo de asistente especial de Michele
Roberts, directora ejecutiva de la NBPA, el sindicato que representa a
los 450 jugadores profesionales de la Liga estadounidense. Un puesto de nueva creación que le permite curtirse
en los despachos, hacia donde no niega que le gustaría enfocar su
futuro profesional, y donde hace de enlace entre los vestuarios y las
oficinas del sindicato y la Liga. Una posición por lo tanto privilegiada para analizar, como ha hecho con AS, la actualidad de una NBA que trata de salvar la temporada 2019-20 y minimizar el impacto económico que ya está teniendo en la Liga la crisis del coronavirus.
Estará viviendo jornadas de una actividad frenética...
Sí, ahora hay muchas competiciones por el mundo que están regresando o empezando a moverse, y eso hace también que al final la gente se pregunte más qué va a hacer la NBA, cómo va a ser, cuándo... No ha habido por ahora cambios grandísimos, seguimos trabajando en todos los escenarios posibles y sin fecha límite.
Pero de lo que no cabe duda es que hay más optimismo que hace semanas en que se pueda salvar la temporada 2019-20 de la NBA.
Sí. Hay optimismo. Diez franquicias han abierto ya sus instalaciones y la semana que viene creemos que lo habrán hecho 22 de las 30. Está claro que eso se ve como un paso adelante. Seguimos en marcha, es una oportunidad porque las cosas están avanzando. El mundo se está abriendo, no solo en el deporte. Esa es la parte positiva, se han hecho las cosas bien y vamos evolucionando como esperábamos. Ahora nosotros vamos a poder ver qué va a pasar en Alemania, en China, en España con la Liga... tenemos que ver cómo van yendo todas esas reaperturas.
Los jugadores, y las grandes estrellas se han unido para dejarlo claro, quieren que se retome la competición.
Sí, pero igual que los propietarios y que la propia NBA. Eso está claro, todo el mundo quiere que se juegue. Pero ahora hay que analizar bien, sobre todo, los riesgos que puede haber a nivel sanitario. De ahí se podrá pasar a los temas económicos y las cuestiones sobre la competición, pero lo primero es lo primero. Hagamos lo que hagamos, sabemos que hasta que no haya vacuna no va a haber riesgo cero. El tema es estar preparados y coordinados con las autoridades en cuanto a protocolos, sobre qué se puede hacer y qué no, qué pasa si hay un positivo...
Pero ¿quieren jugar todos los jugadores? Se dice que los de equipos sin opciones ya deportivas prefieren que solo se disputen unos playoffs con los aspirantes al anillo.
Primero hay que ver cuándo se va a poder jugar y para saber cuándo hay que saber cómo. Qué tipo de competición se va a poder hacer, en qué formato, cuándo acabaría la temporada y empezaría la próxima... si habrá fase regular, qué estructura tendrían los playoffs... cuando sepamos eso, podremos avanzar. Los jugadores quieren jugar y si ven que se puede reducir mucho los riesgos, por qué no iban a querer hacerlo. Se está avanzando, van abriendo cosas y hay optimismo. Por eso ahora se cree que se va a poder jugar, pero hay que ir paso a paso. Ahora se ve que si hubiéramos cancelado hace un mes habría sido precipitado. Pues seguimos igual, poco a poco.
Todo el mundo entiende, eso parece claro, que esta es una crisis de naturaleza excepcional, no un conflicto corriente entre franquicias y jugadores. Y por eso todas las partes reman, al menos por ahora, en la misma dirección.
Totalmente, es que es un caso muy especial. Por eso creo que se haga lo que se haga, todo el mundo lo va a entender. Si se hacen las cosas como hay que hacerlas y se va tomando las medidas que hay que tomar, no va a haber problemas. Desde el principio las dos partes quieren que se juegue. Por el hecho de jugar y porque eso significaría que las cosas van bien. La comunicación siempre ha sido constante y buena entre ambas partes. El otro día Adam Silver habló con los jugadores directamente, les explicó todo, ellos pudieron preguntarle todo lo que quisieron, exponerle sus dudas... Lo que está claro es que, pase lo que pase, se va a tener en cuenta a todo el mundo. La NBA y la NBPA no estamos peleados, remamos juntos en este conflicto.
Si se juega, todo apunta a que se hará en una o dos sedes burbuja. Pero Michele Roberts fue muy crítica hace unos días. Llegó a asegurar que le recordaba a un sistema carcelario y se preguntó si se iba a poner hombres armados en la puerta de los hoteles...
Yo creo que Michele no hablaba tanto por la idea original del formato sino por otras informaciones y comentarios que han ido saliendo sobre eso. Habrá que ver cómo se hace, que no todo va a ser que los jugadores acaben cinco meses aislados, sin sus familias... La cuestión es cómo se va a controlar la seguridad y por eso también sus comentarios. Pero sabemos que lo que más lógica tiene y más opciones tiene, aunque no está cerrado, es esa fórmula. Si tú tienes que viajar de un sitio a otro hay más riesgo. Si todos estamos en el mismo lugar, el riesgo no va a ser cero en ningún caso pero va a disminuir. Si tienes control del entorno y de la gente que hay dentro de ese entorno, todo es más fácil. Pero estamos hablando del momento inicial de ese plan, luego hay mil cosas que habrá que tener en cuenta. Qué staff es necesario, cómo se va a hacer con la gente que trabaja en los hoteles, las familias de los jugadores... Lo importante es que si se hace se haga en el sitio donde menos riesgo pueda haber. Y a partir de ahí, ya veremos. Igual en unas semanas sale algo que cambia todos estos esquemas. Así que, igual que se está teniendo paciencia en no cancelar nada e ir paso a paso, tampoco puedes pensar ya seguro que va a salir esa opción. Pero sí que la tienes que tener preparada.
Es que hay entrenadores de más de 60 años, familiares de jugadores que pueden pertenecer a grupos de riesgo...
Es complicado, por supuesto. Pero no hay duda de que, a día de hoy, como menos riesgo va a haber es así, no teniendo que hacer viajes. Pero riesgo cero no va a haber. Estamos mirando con los médicos y los expertos, son ellos los que irán midiendo, diciendo qué sí y qué no, si habrá qué hacer test, cuántos y de qué tipo, cómo serían los protocolos, que habrá que hacer si hay positivos... Lo bueno de la NBA, como en Europa la ACB o la Euroliga, es que tenemos la opción de rebajar mucho el porcentaje de riesgo jugando en una sola sede. Eso es lo que nos ocupa ahora, igual dentro de un mes tenemos una vacuna o una solución que nos permite hacer viajes, pero hay que tener pensada la opción de la burbuja. No es fácil meter a 1.000 o 1.5000 personas en el mismo sitio: jugadores, organigramas, familias... Hay que tener todo previsto, igual las instalaciones de entrenamiento de las franquicias acaban siendo una opción para jugar, ya que no va a haber público. Se trata de controlar los entornos, disminuir el riesgo de contagio y que la gente esté lo más segura posible.
Ya que habla de esas instalaciones de entrenamiento que está volviendo a abrir, ¿el sindicato querría que se hicieran más test? Mark Cuban es uno de los que ha asegurado que tendrían que poder hacer test a todo los jugadores y empleados para garantizar la seguridad en el regreso de la actividad. Pero la NBA sabe que eso conlleva un desgaste a nivel de imagen pública...
En primer lugar, las instalaciones están abiertas pero ir sigue siendo una decisión totalmente voluntaria. Los jugadores pueden ir o no ir y a partir de ahí hay unos protocolos muy claros, tienen sus propios balones y mascarillas, no se pueden duchar ni comer allí, obviamente tienen que ir de forma individual... Esto son solo los primeros pasos: se puede salir de casa, se puede hacer un entrenamiento ya más importante pero no se puede tener contacto con nadie ni hacer nada más. Hay unas reglas muy distintas a las normales en una instalación.
También se ha sugerido que si se vuelve a jugar puede acabar habiendo una ventaja competitiva para quienes están abriendo antes esas instalaciones.
En una situación tan especial no hay que llegar hasta ahí. En general la gente lo ve como algo muy positivo. Si tú ves que un compañero puede empezar a ir a tirar un poco, lo ves como algo bueno. Un jugador profesional no va a tener una gran ventaja sobre otro por eso. Lo importante es que todo el mundo tendría un mes de preparación antes de jugar, no estar mirando ahora quién tiene un par de días más para tirar a canasta. Cada uno en el estado en el que vive tendrá que adaptarse a lo que le toca, como todo el mundo en su trabajo. No le podemos decir al que puede hacer algo que se quede en casa porque otros no pueden. Es una cuestión también de lógica, de solidaridad... Por unos días más de entrenamiento sin ningún técnico y sin hablar de nada colectivo, nadie va a tener ventaja. No hay que darle vueltas a eso.
Tampoco a que si se vuelve con un formato demasiado particular o reducido algunos vayan a decir que el campeón de 2020 siempre tendrá un asterisco...
El asterisco será por lo que ha pasado a nivel mundial, será la temporada que se recordará por eso. Luego si se juega el campeonato hay que ganarlo, y todos van a estar en las mismas condiciones para intentarlo. Casi nadie habla de asterisco en los Spurs de 1999 porque había habido lockout. Nadie dice que Tim Duncan ha ganado cuatro anillos normales y uno con asterisco. Eso no tiene sentido, todos están en las mismas condiciones, todos tendrían un mes de preparación, el mismo formato sea el que sea... tendríamos final de temporada y campeón, y ojalá sea así. Si todo el mundo acepta jugar, es un campeonato y eres el campeón de la NBA si lo ganas. La gente va a hablar de este año, claro. Vamos a hablar de 2020 durante toda la vida porque es una locura todo lo que está pasando. Cualquier trabajo va a tener asterisco, pero no porque valga menos. De hecho, puede ser todo lo contrario, quizá debería valer más. Parar dos meses y medio o tres meses, volver y jugar unos playoffs, tener la dureza física y mental para hacerlo... igual el asterisco tendría que ser casi más porque vale el doble. Mentalmente esto tiene que ser durísimo para todo el mundo.
¿Les preocupa a los jugadores no estar a un nivel óptimo si se juega? Tras ese lockout de 1999 del que hablaba, se disputó una de las peores temporadas de la historia moderna de la NBA: malos porcentajes, ritmo muy lento, poco fuelle físico...
Por eso es muy importante ese mes del que hablaba, es como una pretemporada y en pretemporada hay partidos de preparación. No se puede pedir a nadie que entrene un mes y se ponga a jugar partidos de playoffs con todo lo que estos significan. Contamos con que va a haber partidos antes, hay que ver de qué tipo. En las pretemporadas normales siempre hay amistosos. Eso hay que tenerlo en cuenta.
Se sigue valorando comenzar la próxima temporada en Navidad y acabar ya en agosto, algo que para algunos podría no ser solo circunstancial.
Adam Silver ya ha dicho que es una opción puntual para la próxima temporada, pero veo muy difícil que se establezca como algo definitivo. Si todo se retrasa es lógico que se vaya a hacer ahora, no puedes acabar una temporada y empezar la siguiente al momento, pero a largo plazo no se ha planteado realmente todavía. Hay que tener muchas cosas en cuenta y no es el momento. Para ahora sí, SIlver ha dicho que es viable. Pero más allá está el tema del draft, de la agencia libre, la coincidencia con los Juegos Olímpicos...
Pero, por otro lado, se quitaría de en medio mucha competencia televisiva con la NFL, el football universitario...
Solo en parte: si empiezas en diciembre, hay la NFL está a tope con partidos muy importantes, así que habría que analizarlo bien. Hay que tener muchas cosas en cuenta: el verano, las familias, los torneos de verano, los Juegos... todo está montando con un calendario al que está todo el mundo adaptado. Es difícil cambiar eso.
Al menos hay, o esa sensación da, una gran confianza de todos en el comisionado Adam Silver. Eso es algo muy importante en un momento de crisis como este.
Sí, mi relación con él siempre ha sido muy, muy buena. Se nota la sensación que él da de tranquilidad, la forma en que transmite las cosas... todo el mundo aprecia eso de él. Se ha vuelto a ver estos días con las medidas que se han tomado, la forma de comunicar... hay conexión y muy buena sintonía con él.
La crisis económica que se avecina puede ser brutal para la NBA. ¿Notan mucha ansiedad en los jugadores o por ahora están más preocupados de su salud y seguridad?
No es algo secundario, desde luego. Pero ahora estamos más en la parte de la salud, el tipo de competición, qué va a pasar y cuándo... lo económico va a cambiar mucho en función de si hay o no hay temporada, de si solo hay playoffs o se juega también fase regular... por la forma que tienen nuestros contratos laborales y el reparto de beneficios con la NBA, no es fácil saber ahora qué va a pasar. Hay tanto en el aire que es difícil decirle a un jugador lo que creemos que va a pasar, lo que hay que rebajarse el sueldo, lo que calculamos que va a dejar de ganar... Todo lo que hemos hablado en la entrevista va a tener un efecto a nivel económico.
Estará viviendo jornadas de una actividad frenética...
Sí, ahora hay muchas competiciones por el mundo que están regresando o empezando a moverse, y eso hace también que al final la gente se pregunte más qué va a hacer la NBA, cómo va a ser, cuándo... No ha habido por ahora cambios grandísimos, seguimos trabajando en todos los escenarios posibles y sin fecha límite.
Pero de lo que no cabe duda es que hay más optimismo que hace semanas en que se pueda salvar la temporada 2019-20 de la NBA.
Sí. Hay optimismo. Diez franquicias han abierto ya sus instalaciones y la semana que viene creemos que lo habrán hecho 22 de las 30. Está claro que eso se ve como un paso adelante. Seguimos en marcha, es una oportunidad porque las cosas están avanzando. El mundo se está abriendo, no solo en el deporte. Esa es la parte positiva, se han hecho las cosas bien y vamos evolucionando como esperábamos. Ahora nosotros vamos a poder ver qué va a pasar en Alemania, en China, en España con la Liga... tenemos que ver cómo van yendo todas esas reaperturas.
Los jugadores, y las grandes estrellas se han unido para dejarlo claro, quieren que se retome la competición.
Sí, pero igual que los propietarios y que la propia NBA. Eso está claro, todo el mundo quiere que se juegue. Pero ahora hay que analizar bien, sobre todo, los riesgos que puede haber a nivel sanitario. De ahí se podrá pasar a los temas económicos y las cuestiones sobre la competición, pero lo primero es lo primero. Hagamos lo que hagamos, sabemos que hasta que no haya vacuna no va a haber riesgo cero. El tema es estar preparados y coordinados con las autoridades en cuanto a protocolos, sobre qué se puede hacer y qué no, qué pasa si hay un positivo...
Pero ¿quieren jugar todos los jugadores? Se dice que los de equipos sin opciones ya deportivas prefieren que solo se disputen unos playoffs con los aspirantes al anillo.
Primero hay que ver cuándo se va a poder jugar y para saber cuándo hay que saber cómo. Qué tipo de competición se va a poder hacer, en qué formato, cuándo acabaría la temporada y empezaría la próxima... si habrá fase regular, qué estructura tendrían los playoffs... cuando sepamos eso, podremos avanzar. Los jugadores quieren jugar y si ven que se puede reducir mucho los riesgos, por qué no iban a querer hacerlo. Se está avanzando, van abriendo cosas y hay optimismo. Por eso ahora se cree que se va a poder jugar, pero hay que ir paso a paso. Ahora se ve que si hubiéramos cancelado hace un mes habría sido precipitado. Pues seguimos igual, poco a poco.
Todo el mundo entiende, eso parece claro, que esta es una crisis de naturaleza excepcional, no un conflicto corriente entre franquicias y jugadores. Y por eso todas las partes reman, al menos por ahora, en la misma dirección.
Totalmente, es que es un caso muy especial. Por eso creo que se haga lo que se haga, todo el mundo lo va a entender. Si se hacen las cosas como hay que hacerlas y se va tomando las medidas que hay que tomar, no va a haber problemas. Desde el principio las dos partes quieren que se juegue. Por el hecho de jugar y porque eso significaría que las cosas van bien. La comunicación siempre ha sido constante y buena entre ambas partes. El otro día Adam Silver habló con los jugadores directamente, les explicó todo, ellos pudieron preguntarle todo lo que quisieron, exponerle sus dudas... Lo que está claro es que, pase lo que pase, se va a tener en cuenta a todo el mundo. La NBA y la NBPA no estamos peleados, remamos juntos en este conflicto.
Si se juega, todo apunta a que se hará en una o dos sedes burbuja. Pero Michele Roberts fue muy crítica hace unos días. Llegó a asegurar que le recordaba a un sistema carcelario y se preguntó si se iba a poner hombres armados en la puerta de los hoteles...
Yo creo que Michele no hablaba tanto por la idea original del formato sino por otras informaciones y comentarios que han ido saliendo sobre eso. Habrá que ver cómo se hace, que no todo va a ser que los jugadores acaben cinco meses aislados, sin sus familias... La cuestión es cómo se va a controlar la seguridad y por eso también sus comentarios. Pero sabemos que lo que más lógica tiene y más opciones tiene, aunque no está cerrado, es esa fórmula. Si tú tienes que viajar de un sitio a otro hay más riesgo. Si todos estamos en el mismo lugar, el riesgo no va a ser cero en ningún caso pero va a disminuir. Si tienes control del entorno y de la gente que hay dentro de ese entorno, todo es más fácil. Pero estamos hablando del momento inicial de ese plan, luego hay mil cosas que habrá que tener en cuenta. Qué staff es necesario, cómo se va a hacer con la gente que trabaja en los hoteles, las familias de los jugadores... Lo importante es que si se hace se haga en el sitio donde menos riesgo pueda haber. Y a partir de ahí, ya veremos. Igual en unas semanas sale algo que cambia todos estos esquemas. Así que, igual que se está teniendo paciencia en no cancelar nada e ir paso a paso, tampoco puedes pensar ya seguro que va a salir esa opción. Pero sí que la tienes que tener preparada.
Es que hay entrenadores de más de 60 años, familiares de jugadores que pueden pertenecer a grupos de riesgo...
Es complicado, por supuesto. Pero no hay duda de que, a día de hoy, como menos riesgo va a haber es así, no teniendo que hacer viajes. Pero riesgo cero no va a haber. Estamos mirando con los médicos y los expertos, son ellos los que irán midiendo, diciendo qué sí y qué no, si habrá qué hacer test, cuántos y de qué tipo, cómo serían los protocolos, que habrá que hacer si hay positivos... Lo bueno de la NBA, como en Europa la ACB o la Euroliga, es que tenemos la opción de rebajar mucho el porcentaje de riesgo jugando en una sola sede. Eso es lo que nos ocupa ahora, igual dentro de un mes tenemos una vacuna o una solución que nos permite hacer viajes, pero hay que tener pensada la opción de la burbuja. No es fácil meter a 1.000 o 1.5000 personas en el mismo sitio: jugadores, organigramas, familias... Hay que tener todo previsto, igual las instalaciones de entrenamiento de las franquicias acaban siendo una opción para jugar, ya que no va a haber público. Se trata de controlar los entornos, disminuir el riesgo de contagio y que la gente esté lo más segura posible.
Ya que habla de esas instalaciones de entrenamiento que está volviendo a abrir, ¿el sindicato querría que se hicieran más test? Mark Cuban es uno de los que ha asegurado que tendrían que poder hacer test a todo los jugadores y empleados para garantizar la seguridad en el regreso de la actividad. Pero la NBA sabe que eso conlleva un desgaste a nivel de imagen pública...
En primer lugar, las instalaciones están abiertas pero ir sigue siendo una decisión totalmente voluntaria. Los jugadores pueden ir o no ir y a partir de ahí hay unos protocolos muy claros, tienen sus propios balones y mascarillas, no se pueden duchar ni comer allí, obviamente tienen que ir de forma individual... Esto son solo los primeros pasos: se puede salir de casa, se puede hacer un entrenamiento ya más importante pero no se puede tener contacto con nadie ni hacer nada más. Hay unas reglas muy distintas a las normales en una instalación.
También se ha sugerido que si se vuelve a jugar puede acabar habiendo una ventaja competitiva para quienes están abriendo antes esas instalaciones.
En una situación tan especial no hay que llegar hasta ahí. En general la gente lo ve como algo muy positivo. Si tú ves que un compañero puede empezar a ir a tirar un poco, lo ves como algo bueno. Un jugador profesional no va a tener una gran ventaja sobre otro por eso. Lo importante es que todo el mundo tendría un mes de preparación antes de jugar, no estar mirando ahora quién tiene un par de días más para tirar a canasta. Cada uno en el estado en el que vive tendrá que adaptarse a lo que le toca, como todo el mundo en su trabajo. No le podemos decir al que puede hacer algo que se quede en casa porque otros no pueden. Es una cuestión también de lógica, de solidaridad... Por unos días más de entrenamiento sin ningún técnico y sin hablar de nada colectivo, nadie va a tener ventaja. No hay que darle vueltas a eso.
Tampoco a que si se vuelve con un formato demasiado particular o reducido algunos vayan a decir que el campeón de 2020 siempre tendrá un asterisco...
El asterisco será por lo que ha pasado a nivel mundial, será la temporada que se recordará por eso. Luego si se juega el campeonato hay que ganarlo, y todos van a estar en las mismas condiciones para intentarlo. Casi nadie habla de asterisco en los Spurs de 1999 porque había habido lockout. Nadie dice que Tim Duncan ha ganado cuatro anillos normales y uno con asterisco. Eso no tiene sentido, todos están en las mismas condiciones, todos tendrían un mes de preparación, el mismo formato sea el que sea... tendríamos final de temporada y campeón, y ojalá sea así. Si todo el mundo acepta jugar, es un campeonato y eres el campeón de la NBA si lo ganas. La gente va a hablar de este año, claro. Vamos a hablar de 2020 durante toda la vida porque es una locura todo lo que está pasando. Cualquier trabajo va a tener asterisco, pero no porque valga menos. De hecho, puede ser todo lo contrario, quizá debería valer más. Parar dos meses y medio o tres meses, volver y jugar unos playoffs, tener la dureza física y mental para hacerlo... igual el asterisco tendría que ser casi más porque vale el doble. Mentalmente esto tiene que ser durísimo para todo el mundo.
¿Les preocupa a los jugadores no estar a un nivel óptimo si se juega? Tras ese lockout de 1999 del que hablaba, se disputó una de las peores temporadas de la historia moderna de la NBA: malos porcentajes, ritmo muy lento, poco fuelle físico...
Por eso es muy importante ese mes del que hablaba, es como una pretemporada y en pretemporada hay partidos de preparación. No se puede pedir a nadie que entrene un mes y se ponga a jugar partidos de playoffs con todo lo que estos significan. Contamos con que va a haber partidos antes, hay que ver de qué tipo. En las pretemporadas normales siempre hay amistosos. Eso hay que tenerlo en cuenta.
Se sigue valorando comenzar la próxima temporada en Navidad y acabar ya en agosto, algo que para algunos podría no ser solo circunstancial.
Adam Silver ya ha dicho que es una opción puntual para la próxima temporada, pero veo muy difícil que se establezca como algo definitivo. Si todo se retrasa es lógico que se vaya a hacer ahora, no puedes acabar una temporada y empezar la siguiente al momento, pero a largo plazo no se ha planteado realmente todavía. Hay que tener muchas cosas en cuenta y no es el momento. Para ahora sí, SIlver ha dicho que es viable. Pero más allá está el tema del draft, de la agencia libre, la coincidencia con los Juegos Olímpicos...
Pero, por otro lado, se quitaría de en medio mucha competencia televisiva con la NFL, el football universitario...
Solo en parte: si empiezas en diciembre, hay la NFL está a tope con partidos muy importantes, así que habría que analizarlo bien. Hay que tener muchas cosas en cuenta: el verano, las familias, los torneos de verano, los Juegos... todo está montando con un calendario al que está todo el mundo adaptado. Es difícil cambiar eso.
Al menos hay, o esa sensación da, una gran confianza de todos en el comisionado Adam Silver. Eso es algo muy importante en un momento de crisis como este.
Sí, mi relación con él siempre ha sido muy, muy buena. Se nota la sensación que él da de tranquilidad, la forma en que transmite las cosas... todo el mundo aprecia eso de él. Se ha vuelto a ver estos días con las medidas que se han tomado, la forma de comunicar... hay conexión y muy buena sintonía con él.
La crisis económica que se avecina puede ser brutal para la NBA. ¿Notan mucha ansiedad en los jugadores o por ahora están más preocupados de su salud y seguridad?
No es algo secundario, desde luego. Pero ahora estamos más en la parte de la salud, el tipo de competición, qué va a pasar y cuándo... lo económico va a cambiar mucho en función de si hay o no hay temporada, de si solo hay playoffs o se juega también fase regular... por la forma que tienen nuestros contratos laborales y el reparto de beneficios con la NBA, no es fácil saber ahora qué va a pasar. Hay tanto en el aire que es difícil decirle a un jugador lo que creemos que va a pasar, lo que hay que rebajarse el sueldo, lo que calculamos que va a dejar de ganar... Todo lo que hemos hablado en la entrevista va a tener un efecto a nivel económico.
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