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DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Abelardo Martín ,.
DESAYUNO - CENA - MARTES -
MIERCOLES -JUEVES - VIERNES -Abelardo Martín ,. fotos,.
El sector inmobiliario en Extremadura no se ha rehecho aún de la crisis de 2008»
Abelardo Martín | Gerente de Iniexsa,.
Apunta la bajada de impuestos y la agilización de trámites como medidas indispensables para recuperar la construcción de vivienda,.
La incertidumbre quiebra la confianza, uno de los pilares maestros del mercado inmobiliario. La inseguridad motivada por la amenaza del paro y las dudas sobre el comportamiento de las entidades financieras crea un caldo de cultivo poco propicio para la venta de viviendas. Así lo atestigua Abelardo Martín, gerente de Iniexsa, promotora inmobiliaria que lleva más de 30 años operando en Cáceres. Enfatiza en la necesidad urgente de una bajada de impuestos y la agilización de los trámites para dinamizar un sector que aglutina gran cantidad de mano de obra.–¿Cómo ve la situación económica ante la crisis del coronavirus?
–Es un mal momento y ahora empieza una recuperación que en la parte económica va a ser muy complicada, porque se prevé que el paro pueda llegar a los cinco millones. La pandemia va a afectar mucho, especialmente a nuestro ámbito y a quienes viven del turismo; el sector servicios va a quedar muy tocado.
–En su sector, ¿cómo ha afectado?
–Nadie se mete a comprarse una vivienda si no sabe si va a continuar con su trabajo y si va a tener financiación. Me preocupa que se haya paralizado el pago de certificaciones de la obra pública, la falta de confianza y la parte hipotecaria, porque una promoción puede estar vendida, pero los adquirientes, que pasaron en su momento el filtro de la entidad financiera, ahora pueden tener una situación distinta.
«Si se ponen los medios para dinamizar el sector, en dos años puede haber una situación más favorable»
Recuperación
–¿Qué repercusión va a tener en los precios?–El concepto de vivienda va a evolucionar tras esta pandemia. Se van a necesitar, por ejemplo, terrazas con cierta amplitud por si esta situación se vuelve a repetir y todo eso va a provocar que el precio vaya a escalar.
–¿Cuál es la hoja de ruta a corto plazo?
–La administración debe tomárselo en serio y reducir impuestos y los pagos de trámites jurídicos, porque el aumento de los costes no los aguanta el sueldo medio de los extremeños. Otro problema es la mano de obra, ya que Madrid se lleva trabajadores de aquí y puede pagarles mucho más porque el precio de la vivienda de allí es más del doble.
–¿Cuáles son los principales retos?
–Al sector se le pide que se industrialice, que construya lo que realmente tiene vendido, cosa que no suele ser habitual. Pero para que sea rentable el número de viviendas tiene que ser grande y ahora nadie se atreve a hacer promociones de cincuenta o cien viviendas, porque el futuro es incierto. Nadie sabe cómo vamos a salir de esta ni cómo se van a posicionar las entidades financieras. Es un reto y hay que transformarlo en una oportunidad para salir adelante y mejorar.
«Nadie se atreve ahora a hacer promociones de cincuenta o cien viviendas porque el futuro es incierto»
Perspectivas
–¿Cuándo se prevé que se pueda recuperar el ritmo en la actividad?–Si hay colaboración por parte de las administraciones y se ponen los medios para reactivar y dinamizar el sector, a lo mejor en un año y medio o dos años podríamos estar en una situación un poco mas favorable.
–Como presidente de la asociación de promotores de Fecons, ¿qué le llega de las distintas empresas del sector?
–Hay gran incertidumbre respecto a cuántas de las viviendas vendidas se van a poder escriturar finalmente. Y muchas dudas respecto a cómo se va a comportar el mercado y si llegarán ayudas procedentes de Europa. Nos tendremos que adaptar, no a las necesidades, sino a las posibilidades.
–¿Cree que la crisis será más profunda que la de 2008?
–El sector inmobiliario de Extremadura no se ha rehecho todavía de la crisis de 2008 y esta es mucho peor que aquella, porque la caída del PIB va a llegar a niveles de entre el 10 y el 15% en un periodo de tiempo cortísimo. Un amplio porcentaje de las empresas extremeñas tienen dos o menos trabajadores y esos negocios cuando viene un vendaval así quedan arrasados.
El martes -19- Mayo las 22:35 por La 1,foto.
TITULO: Donde comen dos - ¡A la paz de Dios, Señores!,.
Viernes-22- Mayo 23:15 por La 1, fotos,.
¡A la paz de Dios, Señores!,.
Antes las poblaciones estaban hechas a medida del hombre. Se adaptaban a sus moradores y no eran estos los que debían sujetarse a sus rígidos determinantes. Constituían un marco que facilitaba el contacto natural entre unos y otros. Eran como una gran familia en la que casi todos se conocían entre sí; y aunque no se conocieran, como principio de cortesía, se saludaban.
Era el tiempo en que la gente iba por la calle sin prisa y se relacionaba con sosiego; los muchachos jugaban en la vía pública libremente o cazaban pájaros y lagartijas sin temor a multas. Sin que cada paso estuviera regulado para hacerlo obligatorio o prohibido.
Luego el tráfico; el semáforo; la valla; el paso de cebra; la rotonda; el espacio público invadido por aparcamientos, quioscos, cabinas, artilugios de todo tipo, y mil incordios más que hacen muy incómoda la vida al peatón, acabaron con el urbanismo a escala humana en que la ciudad era un traje hecho a medida del usuario. Como reacción, quizá, contra ese marco tan agresivo, dominado por la prisa, las tensiones y el ruido, la gente dejó de saludarse.
Hasta que así ocurrió todo el mundo practicaba el saludo. Y no hacerlo se consideraba de mala educación. Como también ocurría con el rito amigable de echar un cigarro compartiendo petaca, papel de fumar y chisquero.
Desde el escueto ¡ey¡, al cruzarse, hasta el que constituía todo un solemne ceremonial de protocolo, el repertorio de fórmulas salutatorias era muy amplio. En escala variable según la confianza, los saludos más habituales eran; ¡Adiós¡, ¡A la paz de Dios, ¡Vaya usted con Dios¡, ¡Dios le guarde¡, ¡Buenos días nos dé Dios¡, ¡Usted lo pase bien¡, y otros semejantes. Más parcos, pero no menos corteses, eran llevarse la mano al sombrero –o la boina– que todo el mundo usaba, o hacer un ligero movimiento de cabeza levantando la barbilla.
«¡A la paz de Dios, Señores¡» es la expresión con que el periódico HOY saludó a Badajoz desde su portada la primera vez que se encontró con la población el 1 de Enero de 1933.
Últimamente la gente no saludaba ni a los vecinos de su casa. Mas, desde que llegó el virus la cosa ha cambiado. Quizá porque se ha dado cuenta de lo desvalido que es uno aislado de los demás, y se busca la proximidad de otros.
De modo que, para satisfacción de quienes esperan que este episodio nos haga mejores, uno de sus efectos positivos, señal quizá de una nueva rehumanización, es que se ha empezando a retomar el hábito del saludo, recuperando el entrañable hábito que se perdió cuando las ciudades se robotizaron.
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