DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - Una tarea de mucho valor ,. , fotos,.
Una tarea de mucho valor,.
TITULO: Las rutas Capone - Pedro y los lobos.
foto / EL
pasado miércoles, durante el debate previo a la votación de la quinta
prórroga del estado de alarma en el Congreso, Pablo Casado espetó a
Pedro Sánchez que le pasa como al pastorcillo del cuento 'Pedro y el
lobo', que ya «nadie se fía» de él, ni siquiera sus socios de
investidura, que se permiten «chantajearle» hasta el final. El líder del
PP, aunque siempre va con la posverdad por delante, estuvo acertado en
su símil, pues a Sánchez ya no se lo creen ni los suyos, empezando por
algún que otro barón manchego con más hechuras de Sancho Panza que de
Quijote.
No obstante, a estas alturas, quien se sorprenda de ello es un cándido, porque el presidente del Gobierno ha dado pruebas más que sobradas de su doblez y de la liquidez de sus principios, tan veleidosos como sus alianzas y pactos. El penúltimo, suscrito con EH Bildu para derogar de forma «íntegra» la reforma laboral, es un episodio más en la larga serie de historias para no dormir protagonizada por el renacido líder socialista. Tras las elecciones del 28A y antes de verle las orejas al lobo de Vox tras el 10N, Sánchez decía que no dormiría tranquilo si gobernara en coalición con Podemos. Ahora que comparten alcoba, el que no debe pegar ojo es Pablo Iglesias, porque, hasta para un lobo con piel de cordero como él, su seductor amigo de conveniencia es una amistad tan peligrosa como la de Valmont.
La componenda con la marca blanqueada de los epígonos de ETA ha evidenciado, otra vez, que Sánchez es un tahúr zurdo que siempre juega con dos barajas y está más preocupado por ganar la siguiente mano que la partida. Al inicio de la semana, no tenía asegurada la aprobación de la prórroga del estado de alarma. Él quería alargarla al menos un mes, hasta el 27 de junio, pero Ciudadanos se negaba a que superara los 15 días. Como reveló el viernes 'El País', el miedo a perder la votación lo llevó a autorizar, a espaldas de sus barones y casi todos sus ministros, una negociación secreta y paralela con Bildu para amarrar su abstención. Al final, accedió a una prórroga de dos semanas y logró el apoyo de Cs. Por ende, la abstención de la izquierda 'abertzale' resultó innecesaria.
Sánchez se metió así en la boca del lobo con una estratagema que ha servido para menos que nada y con unos efectos secundarios perniciosos, al agrietar el Gobierno de coalición, enfrentando a Iglesias con Nadia Calviño, y soliviantar a casi todo el mundo: Cs, el PNV, la CEOE... Hasta los sindicatos, partidarios de revertir no solo la reforma laboral de Rajoy sino también la anterior de Zapatero, le han afeado que estos no son modos de hacer las cosas.
Pero el señor presidente es un superviviente y, como tal, vive al día y a salto de mata. Es un cortoplacista, sobrado de tacticismo y carente de estrategia, sin más plan a largo plazo que sostenerse en el poder. Para ello no duda en coquetear a diestro y siniestro y sin disimulo: ora con ERC y Bildu, ora con Cs y PNV... No mira quiénes son, sino qué tienen y puede sacarles. Más que el chantajeado, es el chantajista. Su debilidad es su fortaleza. Él los necesita y ellos a él. 'Quid pro quo'. Unos y otros le exigen que elija a unos u otros, pero él los quiere a todos y puede acabar sin ninguno. Ya lo advirtió Abraham Lincoln y lo recordó Casado el jueves en un tuit: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Eso le terminó por suceder al Pedro del cuento, pero también al personaje de otro cuento, 'Pablo, el niño que siempre fingía'.
No obstante, a estas alturas, quien se sorprenda de ello es un cándido, porque el presidente del Gobierno ha dado pruebas más que sobradas de su doblez y de la liquidez de sus principios, tan veleidosos como sus alianzas y pactos. El penúltimo, suscrito con EH Bildu para derogar de forma «íntegra» la reforma laboral, es un episodio más en la larga serie de historias para no dormir protagonizada por el renacido líder socialista. Tras las elecciones del 28A y antes de verle las orejas al lobo de Vox tras el 10N, Sánchez decía que no dormiría tranquilo si gobernara en coalición con Podemos. Ahora que comparten alcoba, el que no debe pegar ojo es Pablo Iglesias, porque, hasta para un lobo con piel de cordero como él, su seductor amigo de conveniencia es una amistad tan peligrosa como la de Valmont.
La componenda con la marca blanqueada de los epígonos de ETA ha evidenciado, otra vez, que Sánchez es un tahúr zurdo que siempre juega con dos barajas y está más preocupado por ganar la siguiente mano que la partida. Al inicio de la semana, no tenía asegurada la aprobación de la prórroga del estado de alarma. Él quería alargarla al menos un mes, hasta el 27 de junio, pero Ciudadanos se negaba a que superara los 15 días. Como reveló el viernes 'El País', el miedo a perder la votación lo llevó a autorizar, a espaldas de sus barones y casi todos sus ministros, una negociación secreta y paralela con Bildu para amarrar su abstención. Al final, accedió a una prórroga de dos semanas y logró el apoyo de Cs. Por ende, la abstención de la izquierda 'abertzale' resultó innecesaria.
Sánchez se metió así en la boca del lobo con una estratagema que ha servido para menos que nada y con unos efectos secundarios perniciosos, al agrietar el Gobierno de coalición, enfrentando a Iglesias con Nadia Calviño, y soliviantar a casi todo el mundo: Cs, el PNV, la CEOE... Hasta los sindicatos, partidarios de revertir no solo la reforma laboral de Rajoy sino también la anterior de Zapatero, le han afeado que estos no son modos de hacer las cosas.
Pero el señor presidente es un superviviente y, como tal, vive al día y a salto de mata. Es un cortoplacista, sobrado de tacticismo y carente de estrategia, sin más plan a largo plazo que sostenerse en el poder. Para ello no duda en coquetear a diestro y siniestro y sin disimulo: ora con ERC y Bildu, ora con Cs y PNV... No mira quiénes son, sino qué tienen y puede sacarles. Más que el chantajeado, es el chantajista. Su debilidad es su fortaleza. Él los necesita y ellos a él. 'Quid pro quo'. Unos y otros le exigen que elija a unos u otros, pero él los quiere a todos y puede acabar sin ninguno. Ya lo advirtió Abraham Lincoln y lo recordó Casado el jueves en un tuit: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Eso le terminó por suceder al Pedro del cuento, pero también al personaje de otro cuento, 'Pablo, el niño que siempre fingía'.
TITULO: Un país mágico - Hinojares ,.
El sabado -30- Mayo a las 18:30 por La 2, foto,.
Hinojares ,.
Hinojares | ||
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municipio de España | ||
Escudo
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Vista de la localidad. | ||
Ubicación de Hinojares en España. | ||
Ubicación de Hinojares en la provincia de Jaén. | ||
País | España | |
• Com. autónoma | Andalucía | |
• Provincia | Jaén | |
• Comarca | Sierra de Cazorla | |
• Partido judicial | Cazorla | |
Ubicación | 37°42′56″N 2°59′57″OCoordenadas: 37°42′56″N 2°59′57″O (mapa) | |
• Altitud | 6681 msnm | |
Superficie | 40,04 km² | |
Núcleos de población | Cuenca Hinojares | |
Población | 401 hab. (2019) | |
• Densidad | 8,34 hab./km² | |
Gentilicio |
hinojariense hinojareño, -a | |
Código postal | 23486 | |
Pref. telefónico | (+34) 953 73 8X XX | |
Alcalde (2015-) | Marón Martínez (PSOE) | |
Patrón | San Marcos | |
Patrona | Virgen de los Dolores | |
Sitio web | www.hinojares.es | |
Rodeada de barrancos, fue aldea de Pozo Alcón hasta el año 1690 en que se convirtió en villa, pasando su señorío a manos de D. Íñigo Fernández de Angulo y, posteriormente, al marqués de Hinojares. Destaca la Iglesia Parroquial de San Marcos Evangelista, en cuyo interior existe una pila bautismal de mármol blanco.
El municipio cuenta con la pedanía de Cuenca, donde nace el río Turillas.
Sus fiestas más populares son San Marcos (25 de abril) y las fiestas del Santo Cristo (21 de agosto)., etc,.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo -31- Mayo a las 19:00 por La 2 , foto.
Gijón y sus mil lugares
Gijón, coqueta y pintoresca como un pueblo, ofrece la comodidad e infraestructuras de una gran urbe,.
El barrio de Cimadevilla
Sin duda alguna, la zona más representativa de la ciudad. Este antiguo barrio de pescadores, situado en el cerro de Santa Catalina, hay que saborearlo paseando sin prisa, descubriendo las reliquias arqueológicas que conserva y su entramado de calles, repletas de encanto. En él encontramos muchos de los edificios emblemáticos de Gijón, como la casa natal del ilustrado Jovellanos.
Cuesta del Cholo
Otra parada imprescindible en Gijón es la de la Cuesta del Cholo, una empinada calle que desemboca en el puerto deportivo y que tiene un encanto especial que le confiere su suelo empedrado. Si el buen tiempo acompaña, la tradición manda tomar en la calle una buena sidra recién escanciada, con los barcos amarrados como telón de fondo. Un verdadero placer.
El legado de Chillida
La parte alta del cerro de Santa Catalina está coronada por una escultura de Eduardo Chillida. La obra, Elogio del horizonte rinde homenaje a las vistas que se disfrutan desde lo más alto de la colina, una panorámica que no podemos perdernos por nada del mundo. Esta creación, construida en hormigón, es una de las más destacadas de la carrera del artista.
Iglesia Mayor de San Pedro
Lo más espectacular de esta iglesia es su ubicación, al final del paseo marítimo de El Muro, a la vera del mar, donde las olas salpican su fachada en los días de fuerte temporal. El templo se construyó en los años cuarenta sobre una antigua edificación parroquial del siglo XV y fue durante muchos años la única iglesia de la villa.
Palacio de Revillagigedo
También conocido como palacio del Marqués de San Esteban del Mar, es un soberbio palacio enclavado en la plaza del Marqués de San Esteban. Sede actual del Centro Internacional de Arte Contemporáneo Palacio de Revillagigedo, su construcción se remonta a tiempos de la Edad Media, cuando presumiblemente se edificó la primera de las dos torres del conjunto.
Escaleras hacia el cielo
Una de las vistas más impresionantes de Gijón la conseguimos desde lo alto del parque de la Providencia (a media hora caminando desde El Muro) donde encontramos una pequeña y preciosa ermita del mismo nombre. La panorámica la obtenemos desde su mirador, que es en sí mismo una escultura, con un sinfín de escaleras que parecen llevarnos hacia el cielo.
Jardín Botánico Atlántico
A dos kilómetros de distancia de Gijón encontramos un oasis de 25 hectáreas de extensión. Es el único jardín botánico de Asturias. El parque, que ofrece una muestra de lo más selecto de la vegetación autóctona, se divide en cuatro secciones: el entorno cantábrico, la factoría vegetal, el jardín histórico de la Isla y el itinerario atlántico.
TITULO: Un trío en la cocina -Bizcocho de cerezas .
fotos,. Un trío en la cocina - Bizcocho de cerezas ,.
Ingredientes:Para la Sopa de chocolate blanco:
- 1/2 litro de nata
- 200 g. de chocolate blanco
- 2 yogures tipo griego
- 200 g de cerezas
- 90 g de mantequilla sin sal
- 100 g de azúcar
- 3 huevos
- 2 yogures tipo griego
- 200 g de harina
- 1 cucharada de levadura
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Lavar unos 200 g de cerezas, deshuesarlas y reservarlas.
Para la sopa de chocolate blanco, calentar 1/2 litro de nata al fuego hasta que hierva y verter sobre 200 g de chocolate blanco. Mover bien y, cuando se derrita por completo, incorporar 2 yogures griegos. Batir hasta integrar todos los ingredientes y reservar al frío.
Para el bizcocho, mezclar con ayuda de la batidora, 90 g de mantequilla blanda con 100 g de azúcar.
Agregar, de 1 en 1, 3 huevos, 2 yogures tipo griego y un poco de extracto de vainilla.
Tamizar encima 200 g de harina, 1 cucharadita de levadura y mezclar con suavidad.
Incorporar las cerezas reservadas e integrarlas en la masa.
Verter en un molde, previamente engrasado y espolvoreado con un poco de harina, repartir un poco de azúcar por encima y llevar al horno, precalentado a 180ºC, durante 40 minutos aproximadamente.
TITULO: Documentos TV - El virus metafísico,.
Martes 26 de Mayo a las 00:00 horas en La 2, foto,.
El virus metafísico,.
El poeta metafísico inglés John Donne, cuyos versos velan desde antiguo en la cabecera de mi cama, fue un tipo muy peculiar, un católico en Inglaterra en tiempos de la Armada Invencible, peligrosos para los papistas, con sacerdotes brutalmente torturados antes de ser ejecutados. Pero sobre todo era valiente: en su primer retrato, con 18 años, se hizo grabar en español un lema a la vista de todos: «Antes muerto que mudado», es decir, renegado de su fe, aunque años después renegaría para convertirse en un alto cargo de la iglesia anglicana.
Donne también conoció los estragos de una pandemia, la peste bubónica. De un día para otro, con 52 años, enfermó de un mal cuyo remedio se ignoraba. Temiendo lo peor, escribió un diario de su resistencia a la enfermedad que hoy resulta de enorme actualidad. Sus palabras resuenan en los tiempos de este coronavirus cruel con el anciano y mortal con el valetudinario, que multiplica las coronas funerarias y a todos nos asusta.
Así, cuando escribe en la decimoséptima meditación: «Ningún hombre es una isla, completa en sí misma; cada hombre es un pedazo del continente, una parte del todo [...] La muerte de cualquier hombre me disminuye, pues soy parte de la humanidad. Y, por lo tanto, nunca mandes a nadie preguntar por quién doblan las campanas, pues doblan por ti», el lector actual piensa en el necesario confinamiento, porque en esta lucha contra la COVID-19 la seguridad de uno es la de todos, todos vamos en el mismo barco, luchando contra la misma tempestad.
En su doliente lecho, Donne habla de la soledad del enfermo, pues nadie se acerca a él por temor al contagio y a expandir luego la pestilencia. De la vejez como una trampa mortal, y nos hace pensar en nuestros geriátricos. De la seguridad que siente cuando a su alrededor montan guardia los médicos, y parece estar hablando de nuestra sanidad, como si fuera el doctor Simón. Del desconcierto que provoca la virulencia de la enfermedad, y «al ver un río tranquilo y transparente por la mañana volverse una cloaca de agua fangosa al mediodía», parece como si hablara del vecino a quien saludamos por la mañana y a quien por la tarde se lleva la ambulancia. Y también habla de la alegría cuando se supera el mal y el enfermo por fin puede levantarse de la cama y volver a tomar las armas para morir en el campo de batalla de la vida, y no en prisión, que nos recuerda las imágenes de pacientes cuando salen de la UCI.
Donne nos resulta actual porque este no es un vulgar virus de gripe, reducido al vocabulario clínico de termómetro, analgésicos y décimas de fiebre, que solo afecta al cuerpo, sino un virus metafísico y global que también afecta al pensamiento, a las instituciones políticas y sociales, a las ideologías sobre lo público o lo privado, a los aplausos y a las cacerolas. No solo nos cambia el presente, también influirá sobre el futuro, porque se va a quedar agazapado en los dobles techos de Occidente.
Ya sé que suena a rancio hablar de que el mundo va derecho a la perdición. Toda generación de adultos considera que es la última con sentido común y que la siguiente está al borde del abismo. Incapaces de vislumbrar un futuro libre de catástrofes, muerta toda esperanza de mejora, creen que los valores de justicia y libertad que defendieron están siendo pasados por la trituradora y que está llegando el fin del mundo.
La letal irrupción de la COVID-19 que hace tambalear nuestras formas de vida parece confirmar que nunca ha habido tantos motivos para creerlo. No han sido necesarios ni el fuego nuclear, ni meteoritos de otras galaxias, ni cambios climáticos, sino un virus astuto que hasta ayer mismo no tenía nombre y que con una nueva organización de su código genético confirma lo que muchos temían: que ya está aquí el apocalipsis.
A pesar de la tentación de ceder al pesimismo, no ocurrirá así y saldremos adelante y nos levantaremos, como se levantó John Donne de su lecho. Se curará la COVID-19, aunque la economía del mundo quedará inmunodeficiente durante algún tiempo y muchas empresas, muchos comercios, muchos hogares se llenarán de polvo.
A la espera del alta médica, conviene mantener la fortaleza en el presente, la esperanza en el futuro y la paciencia, que mira hacia el pasado. ¡Paciencia! No estamos patinando sobre la fina capa de un lago helado donde se va tanto más seguro cuanto más rápido se cruza. Ahora mismo, la paciencia y el paso corto son la mejor garantía de seguridad.
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