TITULO: REVISTA FARMACIA - Extremadura aparca los test rápidos,.
Extremadura aparca los test rápidos,.
50.000 recibidas,.
La región tiene más de 26.000 unidades de una prueba que cae en desuso,.
Desde el primer momento, la Consejería de Sanidad advirtió de que los test rápidos eran solo una herramienta más para combatir la COVID-19. De entrada, porque ni siquiera detectaban el coronavirus, como hace la PCR, sino que simplemente permiten descubrir si la persona en cuestión ha generado anticuerpos para luchar contra la infección. En esos casos, ni siquiera permiten aseverar cuándo se ha producido el contagio, por lo que no sirven para conocer la evolución de la pandemia. Y si el resultado es negativo tampoco son concluyentes debido a su amplio margen de error.
Estos condicionantes llevaron al Ministerio de Sanidad a recomendar su uso en circunstancias muy concretas. El protocolo elaborado establecía que debían emplearse principalmente en hospitales para pacientes con alta sospecha clínica y en residencias de mayores, así como en trabajadores sanitarios. Esto permite hacer un cribado de un grupo concreto, pero no estaban recomendados para la población en general.
Siguiendo esa línea, el SES ha empleado estas pruebas sobre todo para residencias de mayores, ya que un caso positivo permitía determinar un brote y actuar en consecuencia. Con el añadido de que el aislamiento, con la restricción de las visitas, estaba asegurado.
La Consejería de Sanidad señala que se van a seguir utilizando los test rápidos «por su utilidad como primera aproximación clínica al paciente», afirma. «Aún sin ser concluyente del todo, será el clínico el que tras esa prueba determine lo que hay que hacer a continuación».
Pruebas en desuso
Pero fuentes de la consejería reconocen que su uso empieza a estar muy limitado. De hecho, desde el pasado lunes la cifra de contagios detectados en la región por esta prueba, que publica el Ministerio de Sanidad, permanece invariable: 1.001. La pasada semana se llegaron a confirmar cincuenta infectados en un solo día con esta técnica.En la fase de desescalada los test rápidos pierden valor. El Gobierno pide a las comunidades que centren sus esfuerzos en la detección precoz de casos, para lo que exige que a cualquier paciente sospechoso de portar el virus se le haga una prueba en menos de 24 horas. Pero la técnica a emplear debe ser la PCR, considerada la más fiable.
La Organización Mundial de la Salud señala que esta prueba no debe usarse para el diagnósticode la enfermedad
El documento sobre estrategia de
diagnóstico, vigilancia y control en la fase de transición de la
pandemia, actualizado por Sanidad esta misma semana, recoge que la
Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de test rápidos para determinadas situaciones,
estudios y con fines de investigación. «En general, no deben usarse
para el diagnóstico ni para la toma de decisiones clínicas, hasta que
esté disponible la evidencia que respalde su uso para estas
indicaciones», afirma.Es más, apunta que un caso se puede dar por confirmado cuando, aún contando con la PCR negativa, presenta sintomatología y ha dado positivo en una prueba serológica. Pero no por los denominados test rápidos, que pasan a un segundo plano en la lucha contra el coronavirus.
TITULO: CAFE, COPA Y Rodolfo Sancho: "Ésta era una oportunidad para habernos unido... y resulta que nos damos de hostias",.
Rodolfo Sancho: "Ésta era una oportunidad para habernos unido... y resulta que nos damos de hostias",.
Madrid, 1975. Tres años después de la última temporada, vuelve 'El ministerio del tiempo' y el actor Rodolfo Sancho,
hijo de Sancho Gracia, regresa a la producción de Onza y Globomedia,
una de las series españolas de más éxito. Viajes temporales para
entender un presente incomprensible.
- ¿Cómo es volver a ser Julián en una ficción como ésta?
- La serie no debía morir ni quedarse ahí, porque todavía da mucho de sí. Y porque es muy especial y hacía mucho que no se hacía aventura fantástica en España. A mí personalmente me encanta, me parece que pega unos giros de guión geniales y tiene un lado de servicio público que hace que luego la gente busque en wikipedia a Lorca o a Lope de Vega.
- En al menos dos capítulos, 'El ministerio del tiempo' predijo la llegada de una epidemia.
- ¿Julio Verne tenía una bola de cristal o simplemente era capaz de analizar el presente y ver hacia dónde van las cosas? Pues eso. Esperemos que Isaac Asimov no esté en lo cierto. Pero también tiene pinta de que al final va a haber un robotito por casa limpiando los platos o lo que es peor, quedándose con tu casa.
- ¿Cómo es ser actor en tiempos del coronavirus?
- En épocas como ésta cobra más sentido que nunca, porque uno piensa a lo largo de su carrera: "¿A qué me dedico yo?". Pues a divertir a alguien. Y, de paso, poder contarle algo. Podría ser un poco superficial, pero en momentos como éste es cuando te das cuenta de que no tiene nada de superficial. Me regocija mucho saber que estamos ayudando a que la gente se distraiga un poco del miedo.
- Paradojas de hoy, el sector está paralizado pero, al mismo tiempo tiempo, boyante.
- Es un momento esplendoroso para el audiovisual español. Imagínate qué maravilla que te puedan ver en cualquier sitio del mundo. Lo que pasa es que a veces da la sensación de que se dan cuenta más unos directivos de Netflix o de Amazon o de HBO que la gente que tenemos dentro de este país. Mira los números que está produciendo el audiovisual en España. O el propio sector cultural.
- El 3% del PIB de España.
- A esto me refiero. Parece mentira. ¿No tienen esos datos encima de su mesa?. Parece que sólo hacemos ladrillos.
- ¿Cómo valora la gestión política de la pandemia en España?
- El problema es que tenemos malos ejemplos. Esto, a nivel político, nos daba dos oportunidades: unirse y ser fuertes o andar peleando. Y andan peleándose. Cuando, en realidad, todos tenemos ganas de cariño. Ésta era una buena oportunidad para habernos unido todos en la lucha contra algo. Y resulta que nos damos de hostias y esta división hace que seamos más débiles.
- ¿Y en el aspecto económico?
- Vivimos en un sistema tremendamente frágil. Hemos parado dos meses y parece que se va a acabar el mundo. ¿Y si hubiésemos tenido que parar un año estaríamos en 'Mad Max'? Esto no puede ser. Tendrá que haber algo más sostenible.
- ¿Alguna otra conclusión?
- La fragilidad del sistema sanitario en España. Me parece muy bien que nos jactemos de la maravillosa sanidad pública que tenemos en este país. Pero la realidad es que cuando llega un momento de urgencia, no funciona.
- Últimamente se repite mucho lo de "que nadie se quede atrás"...
- Es que este sistema se basa en quedarse atrás, se basa en la deuda. Hay una fórmula para que no se pueda salir de ahí. A alguien le conviene que seamos ratones en una ruedita dando vueltas.
- ¿Cómo se cambia eso? ¿Y si el cambio es a peor?
- Hay una tendencia a tener miedo a lo nuevo. Pero es una lucha perdida por el lado conservador. Porque el ser humano evoluciona. Nos guste o no. No entiendo los miedos a los derechos. Parece que hay gente a la que le cuesta entender que los derechos no son obligaciones y que tengas derecho a divorciarse no te obliga a ello.
- ¿Qué pensaría su padre de lo que está pasando?
- No lo estaría pasando bien con todo esto de que te ordenen hacer cosas. Que te encierren y que no sepas exactamente si es lo correcto o no, como se está rumoreando. Era alguien muy libre y que luchaba mucho por la libertad y los derechos. Además de que era un callejero increíble.
- ¿Qué futuro quiere para su prole?
- Quiero proteger su concepto de vida y de libertad, que lógicamente tengo mucho heredado también de eso. Y que no le parezca una normalidad que le digan 'encierrate en casa'. Esa lucha es importante.
- Ya que su serie va de viajes en el tiempo, ¿cómo se relaciona usted con el pasado, el presente y el futuro?
- La cabeza está jugando a ponerte un futuro terrible, con lo cual te crea miedo y ansiedad. Como cuando de niños pensábamos que alguien podía apretar un botón en un maletín y destruir el mundo. Y ése podría ser el cambio: Me fijo en la gente que está intentando vivir de verdad el momento, sin crearse grandes terrores acerca de un futuro negro.
TITULO: Documental - La región ha hecho 28.105 test rápidos, 26,44 por cada mil habitantes ,.
La región ha hecho 28.105 test rápidos, 26,44 por cada mil habitantes,.
Según el Ministerio, en los últimos siete días las comunidades autónomas han aumentado su capacidad para efectuar este tipo de pruebas diagnósticas en un 18 %; además, la tasa de PCR realizadas hasta esa fecha ha crecido hasta situarse en 40,75 por cada 1.000 habitantes.
Junto a las pruebas diagnósticas PCR practicadas, las comunidades autónomas han precisado que las pruebas diagnósticas efectuadas son 1.118.429 test rápidos de anticuerpos, lo que desvela una tasa de 23,75 por cada 1.000 habitantes y un incremento del 33 % respecto a la semana anterior. En el caso de Baleares, esta estadística incluye test serológicos de anticuerpos. En total, desde el inicio de la epidemia, se han efectuado hasta el momento 3.037.840 pruebas diagnósticas de la COVID-19. De los datos facilitados por las autonomías, la comunidad que más pruebas PCR ha realizado es Madrid, con 403.633.
TITULO: El escarabajo verde - Buscar el arte en el pelo de un escarabajo ,.
Buscar el arte en el pelo de un escarabajo,.
María Carbajo ha ganado varios premios nacionales e internacionales con sus microfotos para divulgar la ciencia,.
Con esta perspectiva ya no había dudas: el minúsculo grano negro era un coleóptero de la familia dermestidae, conocido popularmente como los escarabajos de las alfombras o escarabajos de los museos. Puede producir grandes daños en materiales textiles (seda, lana, pieles.) y dermatitis e irritaciones pulmonares en humanos por la vellosidad que lo recubre. María le hizo una foto a la imagen que desprendía el potente microscopio, y el animal, por decirlo de algún modo, sale bastante favorecido. Nada de un mosquito peludo con patas de aspecto desagradable, es más bien una brizna verde llena de pétalos rosados y amarillentos. La imagen ha conseguido el segundo premio del certamen nacional de Fotociencia. El concurso lo organiza todos los años el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la imagen que mandó María entraña, en cierto modo, el interés que persigue el CSIC: divulgación científica y capacidad artística. María se quita mérito, dice que lo hace para promocionar el servicio de apoyo a la investigación de la Universidad de Extremadura en el que trabaja y para dar a conocer a la comunidad científica los instrumentos con los que cuentan. «Era una forma de darnos a conocer en toda España y que se viera un poco nuestro trabajo».
Su departamento se configuró hace pocos años para aglutinar equipos y elementos muy costosos necesarios en la investigación pero que no todos pueden permitirse. El microscopio electrónico que usa habitualmente María cuesta más de un millón de euros y por allí pasan desde tejidos de corazón humano hasta el grafito de una punta de lápiz.
Materiales de todo tipo de los que se necesitan muestras a diez mil, quince mil o veinte mil veces para ensayos y proyectos. Gracias a la repercusión de Fotociencia hay investigadores de otras universidades españolas que han solicitado su servicio. Las tarifas, cuenta María, no son muy caras, entre doscientos y seiscientos euros la hora.
Aunque insiste en no dar mucha relevancia a sus microfotos, basta recordar que la toma del escarabajo no es la única ganadora. Ha participado cinco años y ha conseguido dos primeros premios, un segundo y un especial con la levadura de cerveza ampliada, recientemente concedido.
La revista National Geographic eligió también una instantánea suya en 2012 entre las recogidas por investigadores de todo el mundo que usan el mismo microscopio. Convertir la piel de la pata de una araña a doce mil aumentos en una sugerente composición rugosa le valió también el primer premio del National Geographic-Fei Company.
Del potente aparato sólo se extraen imágenes en blanco y negro, que más tarde ella rescata como documentos jpg y los colorea con Photoshop. Para conseguir los resultados se necesita algo más que el nivel avanzado de este programa de tratamiento de imagen y una ida cromática muy definida. Por decirlo de alguna forma, la máquina pone la forma, pero el color y la composición final son obras suya. «Las fotos, en general, son feas en blanco y negro, pero a veces, cuando empiezas a colorear y moldeas consigues imágenes bonitas que gustan».
Más que como doctora química, en este apartado interviene su vocación por la fotografía. María es de las que ensaya con réflex convencionales y de las que se pasa horas y horas enfocando. Con las micro trata de sorprender, que el espectador tenga una idea muy, muy, remota de lo que realmente está observando.
El efecto sorpresa se nota sobre todo cuando las fotos llegan a un público joven o escolares. En la noche de los científicos de cada inicio de curso la exposición de las fotos del microscopio electrónico tienen mucho éxito y con él -cuenta- está más que satisfecha. «La gente puede entender que aquí hacemos y trabajamos con cuestiones que se ven en el día a día».
Para los profanos, el microscopio es un artilugio con un visor y una óptica donde la imagen se forma con la luz, pero el que maneja María, la imagen se forma con electrones, lo que multiplica su capacidad de agrandamiento. Llegan a dar doscientos o trescientos mil aumentos, lo que nos acerca a la nanorealidad. «Es difícil de imaginar hasta dónde puedes llegar a ver». Tanto como para ver arte en las patas de una araña.
TITULO: Días de cine clásico - Cine - Desayuno con diamantes , , Miercoles -20- Mayo ,.
Este miércoles -20- Mayo ,. a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
- Reparto
- Audrey Hepburn, George Peppard, Patricia Neal, Buddy Ebsen, Martin Balsam, Mickey Rooney, José Luis de Vilallonga, John McGiver,.
- Holly Golightly es una bella joven neoyorquina que, aparentemente, lleva una vida fácil y alegre. Tiene un comportamiento bastante extravagante, por ejemplo, desayunar contemplando el escaparate de la lujosa joyería Tiffanys. Un día se muda a su mismo edificio Paul Varjak, un escritor que, mientras espera un éxito que nunca llega, vive a costa de una mujer madura.
TITULO: Un país para escucharlo -Pucho: «Ha sido un coitus interruptus, pero nos hacía falta»,.
Un país para escucharlo -Pucho: «Ha sido un coitus interruptus, pero nos hacía falta»,.
Este martes 19 de Mayo , a las 23.00 por La 2, foto.
Pucho: «Ha sido un coitus interruptus, pero nos hacía falta»,.
Vetusta Morla lanza este viernes 'Los abrazos prohibidos', un tema benéfico con la colaboración de músicos como Rozalén, Leiva o Joaquín Sabina,.
-Nuevo tema y con muchas colaboraciones.
-Todo surgió de un poema elaborado por Elvira Sastre y Benjamín Prado, titulado 'El vals de los salvavidas'. Guille (guitarrista) y Benjamín decidieron musicarlo y se hizo un llamamiento a amigos y conocidos. Así se sumó la gente, pero no ha habido una selección ni un casting. Esto no es 'La voz' u 'OT' (ríe).
-¿Ha dificultado mucho la grabación el confinamiento?
-Pues ha habido un poco de todo. Hay gente como yo que no tenía siquiera un miniestudio. A mí se me envió el material para hacerlo: con el ordenador, una tarjeta de sonido y un micrófono he grabado las voces.. No sé todos los casos, porque Guille y Juanma son los que más han estado al tanto de esa recepción del material, pero sí me consta que hay gente que ha grabado a través de móviles. Hay pistas de todo tipo y la magia se ha hecho sobre todo en la edición. En este tipo de canciones colectivas es muy complicado mantener cierta armonía porque las voces tienen tesituras muy diferentes y tratamientos de sonido muy distintos y aglutinar todo eso es complicado. En la primera edición que tuvimos nos quedamos todos en plan: «Va a ser muy complicado». Pero luego se fue perfeccionando y ya lo completó Carlos Raya, que tiene unas manitas de oro. Es curioso, pero fluye y al final resulta emocionante, que es hacia donde queríamos llevar la canción.
-La pandemia también ha retrasado el lanzamiento de 'MSDL - Canciones dentro de canciones', un álbum en el que recuperáis las canciones 'Mismo sitio, distinto lugar' (2017), para darles una nueva forma. ¿Era un buen momento para echar la vista atrás?
-Tampoco lo planteamos así. Es algo que hemos hecho siempre, con todos los discos. Lo que pasa es que nunca lo habíamos publicado. A lo largo de las giras vamos transformando las canciones, jugamos con ellas, les damos vueltas para adaptarlas a distintas situaciones: una actuación en la radio, un concierto especial. Esto surgió a raíz del concierto de Los Veranos de la Villa en Madrid, que era para muchas menos personas y en un formato 360º, teníamos que rearreglar las canciones. Cuando pruebas ese tipo de cosas y sales satisfecho, siempre te queda la espinita de decir: «Qué pena que quede esto aquí», porque al final es mucho trabajo y mucho esfuerzo. Nos gustó la idea y dijimos por qué no lo hacemos.
-¿No sois entonces de echar la vista atrás?
-No mucho. Hemos sido de dar pequeños pasos y de estar siempre muy presentes a pesar de que nuestra carrera también se hace mucho a futuro. Nuestras agendas, con los conciertos, los festivales, los bookings y demás...l tienes que prever mucho el futuro inmediato, pero siempre hemos sido de mirar hacia delante y al siguiente objetivo. Echas la vista atrás y dices qué de cosas he hecho, qué objetivos cumplidos, pero al final siempre lo vemos como algo continuo. Incluso cuando hemos hecho cosas que podrían dar lugar a una nostalgia, como fue el concierto del Palacio de los Deportes del aniversario de 'Un día en el mundo', no fue un ejercicio de nostalgia porque estaba muy presente el presente. Siempre hemos pensado mucho en el ahora y creo que en estos tiempos es lo fundamental, no te queda otra (ríe).
-El coronavirus ha desatado una ola de solidaridad entre los músicos. Es como para estar orgulloso, ¿no?
-Hombre, un poco sí. También debería servir para que se valore más que la música es importante en la vida de la gente, sobre todo en momentos críticos. La música ayuda mucho. A nosotros mucha gente siempre nos han dado las gracias porque nuestra música les ha ayudado en algún momento. La pena es que luego no se valore desde la burocracia y los ministerios. No es algo que solo genera cultura sino también industria y es importante mantenerlo porque a su alrededor hay muchas otras industrias como la turística o la de restauración y que mueven mucho dinero.
-Acostumbrado a girar, ¿es muy frustrante el confinamiento?
-Nosotros acabábamos de arrancar la gira de presentación de este disco, que a mí en lo personal me estaba gustando mucho porque era algo bastante diferencial, que nunca habíamos hecho, un formato novedoso. Ha sido una especie de coitus interruptus, pero he de decir que llevábamos mucha carretera y muchos viajes y creo que en el fondo nos hacía falta también. Nos ha venido muy bien. Yo la verdad no tengo ninguna queja del confinamiento, no se me está haciendo para nada duro y eso que soy un tío muy inquieto culturalmente. Siempre estoy yendo al teatro, al cine, a exposiciones. Pensaba que iba a ser un poco agobio, pero no. Me gusta también llevar un poco de esa rutina que no solemos tener porque en nuestra vida es muy complicado generar rutinas que duren (ríe).
-¿Qué echa más en falta?
-Se echa de menos la emoción del contacto, lo real y lo presencial. Al final tenemos la gran suerte de estar todos informatizados y poder tener reuniones y poder ver películas e incluso exposiciones, pero no tiene nada que ver con la presencia física del arte.
-¿Ve películas, series? ¿Qué hace para romper la monotonía?
-Series no veo nunca. No me gusta la sensación de adicción a algo. Soy un poco obsesivo y si me pusiera con una (ríe)... Tengo pasión por el cine y de hecho estoy siendo jurado del I Festival Confinado de Cinema Experimental de cortometrajes, que ha hecho una productora pequeñita de Barcelona, Pescaito Films. Ayer me trajeron una bobina con 30 piezas, así que estoy bastante ocupado. También me he visto alguno de los conciertos que ha subido a YouTube Radiohead. Tengo la suerte de tener un proyector y, aunque no soy mucho de ver shows en la pantalla, tuve ese momento de subidón, de 'wow', con el flow de la energía del directo. Fue una pildorita muy guapa.
-¿Aplaude a las ocho?
-Sí, siempre. De hecho, no sé si han dado una nueva orden o qué, pero llevo un par de días que me he quedado solo (ríe). Me da mucha pena la instrumentalización que se ha hecho tanto a un lado como a otro de un acto tan sincero, tan espontáneo y colectivo como es agradecer el trabajo a quienes están en la primera línea.
-¿Estamos abocados a una temporada sin conciertos ni festivales?
-Pues no lo sé, la verdad. También te digo que creo que a la industria festivalera le hacía falta una repensada porque los festivales se estaban convirtiendo en algo muy mecánico, muy comercial. Se había perdido el espíritu de colectividad. Un festival es un sitio de encuentro no solo para el público sino también para las bandas. Desde hace un tiempo daba todo igual con tal de que hubiera una cerveza fría.
-¿Cree que estábamos, como dicen muchos, en una burbuja festivalera?
-A mí me lo parecía un poco, sí. Había una cierta saturación, el festival por el festival, el hito turístico, las vacaciones. Creo que estaría bien pensar un poco toda esa estructura, pero soy un poco pesimista y no creo que cambie mucho la manera de hacer de los grandes festivales, o lo mismo sí porque es una industria bastante permeable a los cambios por el público al que va dirigida, que es gente joven.
-¿Cómo se imagina los primeros conciertos?
-Un poco raros, como toda la desescalada. Es como los primeros pasos de un niño, todo muy dubitativo y extraño. Las salas no estarán llenas de gente, lo que por otra parte es maravilloso (ríe). Pero no sé cómo se va a solventar el tema de los aforos. ¿Tocaremos más o simplemente para la gente que esté y ya está? Y no solo los conciertos. Con millones de ciudadanos en verano por el territorio nacional, las propuestas culturales se van a llenar enseguida.
-¿Subirán los precios?
-No creo. Hay que dar facilidades para acceder a la cultura, sobre todo en una fase de reactivación. Hay que ser sinceros, venimos muy bien para los tiempos de crisis, para ayudar a la gente, pero somos el último mono y la gente tiene problemas muchísimo más gordos que solventar a nivel económico. Espero que no se aproveche la coyuntura para pagar más sitios por una sola entrada (ríe).
-Lo digo por lo rápido que en Madrid se agotan los conciertos con algo de fuste.
-Vamos a estar como en Hospitalet de Llobregat, que el otro día se peleaban por sentarse en un banco (ríe).
-Una de sus canciones, 'Cuarteles de invierno', dice «Fue tan largo el duelo que al final casi lo confundo con mi hogar»... ¿Se han convertido los hogares en una especie de cuarteles de invierno y de primavera?
-Un poco sí. Todo el mundo ha hecho de su casa su pequeña patria, con sus códigos, sus reglas, sobre todo en las familias que han tenido que lidiar con todo ello para que reine la armonía y la convivencia y yo creo que al final ha sido el refugio de todo el mundo. Pero está claro que no todo el mundo está bien así. Hemos hecho un poco de idealización del confinamiento, pero no todos pasan el confinamiento en unas condiciones de habitabilidad decentes. Hay mucho mito romántico de todo esto y hay que desmitificarlo porque la realidad es que estamos encerrados.
-¿A dónde le apetecería escapar cuando acabe todo este lío?
-Es una de las cosas que llevo pensando desde la primera semana. Lo que más me apetecía era la naturaleza, salir a un sitio, lejos o cerca, en el que sentir el entorno, el medio, la pachamama (ríe). Este rollo de sentir la tierra se ha mantenido desde el primer día y de hecho cuando salí a dar un paseo me tumbé en el césped porque lo necesitaba. Y posiblemente es lo que haré cuando salga. Eso sí, más lejos de la ciudad.
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