BLOC CULTURAL,

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martes, 19 de septiembre de 2017

¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! EL HORMIGUERO VIERNES -22- SEPTIEMBRE - Un ángel de los que ya no queda,./ AQUEMARROPA ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME RESBALA -Me siento orgullosa de ser la primera reina de las fiestas con un poquito de sobrepeso,.

TITULO: ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! EL HORMIGUERO VIERNES -22- SEPTIEMBRE -  Un ángel de los que ya no queda,.

¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! ,.
 

 ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2, etc.
 

EL HORMIGUERO VIERNES -22- SEPTIEMBRE -Un ángel de los que ya no queda,.

 Un ángel de los que ya no queda, fotos.

Un ángel de los que ya no quedan,.

Así hablan los amigos de la ‘fisio’ asesinada en Afganistán. La solidaridad era como una droga para Lorena Enebral. «La pruebas y quieres más», decía

La fisioterapeuta Lorena Enebral, con unos niños tanzanos, en 2013.
La fisioterapeuta Lorena Enebral, con unos niños tanzanos, en 2013.Bebía agua del pozo y dormía en el suelo si era necesario. La fisioterapeuta española Lorena Enebral, asesinada en Mazar-i-Sharif (Afganistán), carecía de los remilgos de esos occidentales a los que todo da asco cuando viajan a un país pobre. Como cooperante era una todoterreno, se adaptaba a cualquier circunstancia y nunca caía en el desánimo. Podía pasarse semanas en un pueblo de Malawi con una dieta compuesta exclusivamente a base de arroz y mangos, lo que comía la población autóctona. «Para ella todas esas incomodidades no suponían ningún sufrimiento», cuenta su amiga Carolina Varas. Quienes la conocían no se explican qué llevó a un paciente suyo a disparar contra ella con un arma que había sido escondida en una silla de ruedas. Cometió el crimen en un centro de rehabilitación del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR). Lorena trabajaba allí desde mayo de 2016.
Atendía a mutilados de guerra y niños con deformidades y problemas causados por trastornos neurológicos. «Le apasionaba lo que hacía, era feliz y cuando le dieron la oportunidad decidió reengancharse». «Mi madre dice que estoy un poco loca. Yo también lo creo». Así hablaba Lorena, de 38 años, para explicar su trabajo en un documental grabado para el programa Misioneros del Mundo. En el reportaje pronto se aprecia cómo era la fisioterapeuta. Una mujer independiente, bienhumorada, animosa e infatigable. Se la ve hablando a la población local en suajili e inglés. Cuando no la comprenden se hace entender por señas, con una gestualidad que hacía reír a los pacientes. No se arrugaba ante los casos difíciles. Ayudaba a menores discapacitados con taras graves, chicos que se arrastraban por el suelo para llegar a una letrina y que se transportaban en sillas de ruedas rudimentarias, con asientos de plástico o madera.
Lo dio todo de sí en un centro de discapacitados radicado en Same (Tanzania), cerca del Kilimanjaro y perteneciente a la congregación Little Sisters of Saint Francis of Asis. Allí corregía los malos hábitos de algunas madres tanzanas a las que nadie había enseñado a dar de comer correctamente a sus hijos. Incapaces a veces de ponerse en pie, corrían el riesgo de morir atragantados cuando la comida se les desviaba a los pulmones. En otros casos debía luchar contra los prejuicios que estigmatizan a los discapacitados en África. Las supersticiones inducen a la población a considerarles hijos de una maldición. Tenía que desempeñar además destrezas propias de un logopeda o de un psicólogo.
Estuvo destinada en Malawi, El Sáhara, Tanzania, Etiopía y Afganistán. «África le gustaba mucho. Como era muy extrovertida y simpática, no tenía dificultad en hacer amigos. Su manera de ser atraía como un imán. Además rompía muchos corazones porque era guapísima».

«Era maravillosa»

Cristina Ruiz conoció a Lorena en la Universidad Alfonzo X El Sabio de Madrid. Ambas terminaron la carrera en el año 2000 y a los cinco años decidieron ir a Chile para aprender el método Bobath, indicado para tratar a niños y adultos con trastornos del sistema motor derivados de lesiones neurológicas. Esas técnicas se las enseñó luego a cinco chicas que trabajan en un centro para minusválidos de la ciudad saharaui de Dajla, la antigua Villa Cisneros de la época colonial. «Hizo en tres meses, de septiembre a diciembre de 2012, lo que es una labor de años», dice Mohammed Sadel Semalali, director de la entidad. «Como no hablaba el árabe, yo le hacía de traductor. Era maravillosa, un ángel de los que ya no quedan».
El prefecto apostólico del Sáhara Occidental, Mario León, asegura que Lorena no era nada religiosa, aunque tenía lo que él llama «vocación». «Trabajó de forma altruista; nosotros sólo podíamos darle alojamiento y comida. Aquí la gente todavía se acuerda de ella. Se pusieron a llorar cuando supieron la noticia».
En la imagen superior, la cooperante, durante su destino en Afganistán. A la derecha,Lorena, en un centro de fisioterapia infantil en Madrid. Al lado, Enebral viajó a Malawi con la ONG África Directo. / R. C.
¿Qué movió a Lorena a convertirse en cooperante y desplazarse a miles de kilómetros de su Madrid natal? Ni siquiera lo sabía ella con certeza «Es como una droga; la pruebas y quieres más. Me gusta arriesgar. Cuando trabajaba en España lo hacía con gente encantadora y no me aburría, pero necesito probar más cosas», dijo Lorena a un programa de la emisora de radio del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Renunció a un trabajo muy bien pagado en una clínica privada española. Lo suyo era ayudar en países miserables donde, como en Malawi, ni siquiera había sillas en las casas ni electricidad. Cuando sus amigas le preguntaban por la seguridad en Afganistán, le quitaba importancia al asunto. «Recuerdo que cuando fuimos a Chile yo estaba un tanto nerviosa y ella en cambio iba con el bolso abierto», apunta Cristina Ruiz.
La trabajora madrileña, con un mutilado afgano / .
María Palacios, directora del centro de fisioterapia infantil Conmigo, donde Lorena trabajó cinco años, alega que la cooperante no temía por su vida. «Sabía que era posible un secuestro o morir por una bomba, pero jamás pensó en un asesinato». Se da la circunstancia de que el presunto atacante, de 22 años, era un paciente del centro desde hacía 19.
Con tres hermanos –dos varones y una mujer–, su padre Julián regentaba el restaurante del club social de la urbanización Monteclaro, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). La policía local informó a sus padres, Julián y Aurora, de lamuerte de su hija mientras participaban en una romería en Valleruela de Pedraza (Segovia), de donde es él. «Lo daba todo, no quería nada para ella», cuenta Gregorio Enebral, alcalde de Valleruela y primo segundo de la asesinada.
Tenía en mente cursar un máster sobre rehabilitación. Siempre inquieta, dio la vuelta al mundo con Edu, un novio que tuvo y al que le contagió el entusiasmo por la cooperación. No en vano, él está destinado ahora en Uganda. Si se le preguntaba por la posibilidad de tener una pareja, respondía que no tenía tiempo para hacer tantas cosas. «Con sus sobrinos era muy feliz. Necesitaba su parte de libertad», aduce Carolina.

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 Me siento orgullosa de ser la primera reina de las fiestas con un poquito de sobrepeso,.


Me siento orgullosa de ser la primera reina que tenga un poquito de sobrepeso»

La almendralense Candela Motera, el día de su nombramiento como Reina de las Fiestas 2017. /

Cande Motera, la 'youtuber' que ha conquistado a toda Extremadura con su nombramiento de Reina de las Fiestas de Almendral, defiende a todos los que son insultados por su físico


Con una lluvia de pétalos de rosa y vitoreada por su pueblo, Candela Motera se proclamaba Reina de las Fiestas de Almendral. Salió al escenario pletórica a recoger su ramo y visiblemente emocionada, pronunció estas palabras: «Hoy me subo aquí en representación de aquellas personas que, por una cosa u otra, se sienten insultadas o molestas por su físico».
Al igual que ver el vídeo de ese momento, hablar con ella, emociona. A sus 18 años, disfruta leyendo a Fernando Aramburu, y destila madurez por todos sus poros. Se muestra abiertamente orgullosa de ser la reina de su pueblo, ya que en toda su vida, como contó ante cientos de personas que la aclamaban, no había visto a ninguna 'Miss' que tuviera un poquito más de peso de lo «habitual».
Pero Cande, como ella misma reconoce, rompe los cánones de belleza y de protocolo. Ha paseado su corona todos los días que ha durado la feria. «Tienes la libertad de ponértela cuando tú quieras siempre y cuando no la rompas. Como regla general, las chicas que salen de reina otros años, sólo se las ponían el día del nombramiento, mientras que yo, que soy la excepción que rompe las reglas, me la he puesto cuando me ha apetecido, es decir, todos los días».
Candela Motera, una chica de 18 años de Almendral, que posa orgullosa y sin tapujos ante la cámara. / CEDIDA
Aunque ella sonríe continuamente y se expresa con dulzura y mucho desparpajo, quizás no sea del todo consciente de lo que ha conseguido. Siendo pionera en ser una reina sin complejos, ha abierto camino para que, en próximos certámenes y en otras localidades, se olvide la odiosa y casi imposible medida '90, 60, 90', que algunos consideran la perfección del cuerpo femenino.
«Obviamente me han insultado por ser gorda, pero me ha importado más bien poco. Cuando me lo han dicho de lejos, me he acercado a ellos para que me lo repitiesen a la cara y no han tenido valor» confiesa la almendralense que en breve comenzará la universidad. «Mi sueño es estudiar Educación Social», proyecto que hará realidad el próximo mes en Cáceres. Además, en su tiempo libre graba vídeos para Youtube, aunque su plan perfecto es «disfrutar de mi familia y mis amigos en la playa comiendo pescaíto o en el MacDonal's», confiesa entre risas.

Reina feminista

Además de ser Miss Almendral durante un año, Candela es la reina de todas las fiestas, ya que le encanta cantar (y no lo hace nada mal, por cierto), bailar y robar una carcajada a la gente. Y lo consigue. Cuenta que cuando fue nombrada, empezó a gritar y a correr de lo contenta que estaba por todo el salón del pleno porque «me hacía muchísima ilusión ser la primera reina gorda que tenía Almendral».
A pesar de que lo que más le gusta de su cuerpo es su cara, con unos preciosos y enormes ojos rasgados, en realidad Candela no está a favor de estos concursos, porque «se cosifica a la mujer. Nadie tiene derecho a decidir quién es guapa y quién no.»
Cande ha sentado precedente, al igual que lo hizo en 2013 y en la misma localidad Ivana, la primera reina transgénero. Así, Almendral demuestra que no tiene prejuicios a pesar de ser una pequeña localidad, con 1.300 habitantes. Pero la grandeza no se mide en números, al igual que la belleza tampoco en kilos.

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