BLOC CULTURAL,

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domingo, 18 de junio de 2017

EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - Una historia de España (LXXXVI),./ REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - Embarazadas en tierra de nadie,./ EN PRIMER PLANO - A FONDO - Imanol Arias,.

TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA -Una historia de España (LXXXVI),.

 Una historia de España (LXXXVI),foto, reloj.

RELOJ.jpg Hubo entre 1957 y 1958, a medio franquismo en todo lo suyo, una guerra que el gobierno procuró –y consiguió– ocultar cuanto pudo a los españoles, al menos en sus más trágicas y sangrientas consecuencias. Se trató de una guerra de verdad, africana y colonial, en la tradición de las grandes tragedias que periódicamente habían ensangrentado nuestra historia, y en la que pagar la factura, como de costumbre, corrió a cargo de nuestros infelices reclutas, eterna carne de cañón víctima de la imprevisión y la chapuza. La cosa provino de la independencia de Marruecos en 1956, tras la que el rey Mohamed V –abuelo del actual monarca– reclamó la posesión de los territorios situados al suroeste del nuevo país, Ifni y Sáhara Occidental, que llevaban un siglo bajo soberanía española. La guerra, llevada al estilo clásico de las tradicionales sublevaciones nativas, pero esta vez con intervención directa de las bien armadas y flamantes tropas marroquíes (nuestro armamento serio era todo norteamericano, y los EEUU prohibieron a España usarlo en este conflicto), arrancó con una sublevación general, el corte de comunicaciones con las pequeñas guarniciones militares españolas y el asedio de la ciudad de Ifni. La ciudad, defendida por cuatro banderas de la Legión, resistió como una roca; pero la verdadera tragedia tuvo lugar más hacia el interior, donde, en un terreno irregular y difícil, los pequeños puestos dispersos de soldados españoles fueron abandonados o se perdieron con sus defensores. Y algunos puntos principales, como Tiliuin, Telata, Tagragra o Tenin, donde había tanto militares como población civil, quedaron rodeados y a punto de caer en manos de los marroquíes. Y si al fin no cayeron fue porque los tiradores y policías indígenas que permanecieron leales, los soldaditos y sus oficiales –las cosas como son– se defendieron igual que gatos panza arriba. Peleando como fieras. Entre otras cosas, porque caer vivos en manos del enemigo y que les rebanaran el pescuezo, entre otros rebanamientos, no les apetecía mucho. Así que, como de costumbre entre españoles acorralados, qué remedio (la desesperación siempre saca lo mejor de nosotros, detalle histórico curioso), los cercados vendieron caro su pellejo. Tagragra y Tenin fueron al fin socorridas tras penosas y sangrientas marchas a pie, pues apenas había vehículos ni medios, ni apenas apoyo aéreo. Sólo voluntad y huevos. Sobre Tiliuin, echándole una cantidad enorme de eso mismo al asunto, saltaron 75 paracaidistas de la II Bandera, que también quedaron cercados dentro pero permitieron aguantar, dando tiempo a que una columna legionaria rompiera el cerco y los evacuara a todos, incluidos los tiradores indígenas, que se habían mantenido leales, y sus familias. El socorro a Telata, sin embargo, derivó en tragedia cuando la sección paracaidista del teniente Ortiz de Zárate, avanzando lentamente entre emboscadas y por un terreno infame, se desangró hasta que una compañía de Tiradores de Ifni los socorrió, entró en Telata y permitió evacuar a todo el mundo hacia zona segura. Pero el mayor desastre ocurrió más hacia el Sur, en el Sáhara Occidental, también sublevado, cuando en un lugar llamado Edchera (estuve hace años, y les juro que hay sitios más confortables para que lo escabechen a uno), dos compañías de la Legión fueron emboscadas, librándose un combate de extrema ferocidad –42 españoles muertos y 57 heridos– en el que los legionarios se batieron con la dureza de siempre, con grandes pérdidas suyas y del enemigo; siendo buena prueba de lo que fue aquel trágico desparrame el hecho de que dos legionarios, Fadrique y Maderal, recibieran a título póstumo la Laureada de San Fernando (la más alta condecoración militar española para los que se distinguen en combate, que nadie más ha recibido desde entonces). Pero, en fin. También como de costumbre en nuestra larga y desagradable historia bélica, todo aquel sufrimiento, aquel heroísmo y aquella sangre vertida no sirvieron para gran cosa. Por un lado, buena parte de España se enteró a medias, o de casi nada, pues el férreo control de la prensa por parte del gobierno convirtió aquella tragedia en un goteo de pequeños incidentes de policía a los que de continuo se restaba importancia. Por otra parte, en abril de 1958 se entregó a Marruecos Cabo Juby, en 1969 se entregó Ifni, y el Sáhara Occidental aún se mantuvo seis años a trancas y barrancas, hasta 1975, con la Marcha Verde y la espantada española del territorio. Excepto Ceuta, Melilla y los peñones de la costa marroquí –situados en otro orden jurídico internacional–, para España en África se ponía el sol. Y la verdad es que ya era hora. ( Continuará ),.

 TITULO: REVISTA XL SEMANAL  PORTADA ENTREVISTA -Embarazadas en tierra de nadie,.

 Embarazadas en tierra de nadie,fotos.

Algunas han cruzado el desierto o se han lanzado al mar con un bebé en su vientre. Otras se han quedado embarazadas a las puertas de Europa con la esperanza de lograr así el estatus de refugiada. Todas ellas cargan una historia terrible a sus espaldas. Huyeron de la guerra para acabar ‘atrapadas’ en los campos de refugiados de Grecia.

El relato de Yasmina comienza el 5 de junio de 2016. Embarazada de tres meses, esa noche, a pie, dejó su ciudad, en el Kurdistán sirio. El Estado Islámico había tomado la plaza días antes y, tras cinco años de guerra, ella y su marido no aguantaron más.
Cuatro meses después, el 30 de septiembre, exhausta, una odisea homérica de por medio, Yasmina dio a luz a un sietemesino en un hospital griego. «Hemos sobrevivido», dice ahora con un gesto que aspira a ser sonrisa, mientras da el pecho a su bebé en Ritsona, un campo de refugiados, 70 km al norte de Atenas, donde ha encontrado cierta paz a la espera de que algún país europeo acepte su solicitud de acogida.

Todavía quedan 60.000 personas atrapadas en Grecia. Hace un año entró en vigor el pacto UE-Turquía que convirtió a este país, lugar de paso hacia Alemania, en una vía muerta

En Ritsona, donde la atención sanitaria es cosa de Cruz Roja Española (CRE) -también en Skaramagas, a las afueras de la capital-, abundan las gestantes y madres que han dado a luz hace pocos meses. Mujeres como Yasmina o Jameela, que salieron corriendo con sus bebés en el vientre; como Rasha, que inició la gestación por el camino, o Sakinek, embarazada ya en Grecia. Algunas, incluso, buscaron la maternidad para ganar méritos en su lucha por el estatus de refugiadas o para que las envíen, desde otros campos más precarios -hay 42 en toda Grecia-, a Skaramagas o Ritsona, adonde llegan atraídas por la fama de sus cuidados ginecológicos y pediátricos, pero también por sus condiciones de vida: caravanas con baño, luz, cocina, calefacción y antena parabólica; guardería; espacios para mujeres…
Todo un imán para los más de 60.000 ‘atrapados’ o UE-Turquía que frenó el flujo masivo y convirtió a Grecia, país de paso, en uno de acogida.

Todas sueñan con alcanzar los campos que atiende la Cruz Roja Española en Grecia. Un oasis de asistencia

Zina y su marido, por ejemplo, un matrimonio sirio, oyeron hablar de Ritsona cuando vivían en Nea Kavala, a 20 minutos de Macedonia. «Nos quedamos atrapados allí, un aeródromo donde metieron en tiendas a todos los que nos dieron con la frontera en las narices -relata Zina, de 25 años; a su lado duerme un bebé de tres meses, su tercer retoño-. Fue espantoso, no había higiene y hacía muchísimo frío. Para colmo, en mayo me quedé embarazada, aunque no lo buscara, y todo fue a peor: tardaban una semana en darte cita, no había traductores ni máquina para ecografías y para ir a un hospital había que esperar dos meses. Cuando una chica que conocí perdió a su bebé me dije: “Hay que salir de aquí” Ya estaba de siete meses. Nos hablaron de Ritsona y nos vinimos».
De haber llegado antes, quizá Zina no hubiera tenido ese bebé. «Trabajamos mucho en materia de contracepción -explica Greisy Crespo, de CRE-. Cuesta porque los hombres, ¡como en todas partes, vamos!, no quieren usar preservativo y las mujeres tienen miedo a ponerse un DIU. Algunas usan la píldora, pero… Es importante trabajar en esto porque las mujeres luego quieren abortar y, al ir al hospital, les demoran el procedimiento y acaban pasando el plazo legal de 12 semanas que rige en Grecia».

El trauma del hospital griego

Zubeida, siria de 40 años y madre de seis hijos, guarda un pésimo recuerdo de los hospitales griegos, donde prohíben a los familiares asistir al parto, no hay traductores y, según refugiadas y personal de Cruz Roja, es común la práctica de cesáreas sin consulta previa. «Al bebé de una amiga mía le rompieron un brazo en el parto», añade Zina, la siria llegada de Nea Kavala. Y a Zubeida, sin ir más lejos, su último parto, el sexto de su vida, hace dos meses, le ha dejado secuelas que tardará en superar. «Parí sola, en una camilla. Gritaba y gritaba, pero no vino nadie. Por suerte tenía experiencia».
Ante las quejas, los doctores griegos subrayan que la crisis ha hecho estragos en su sistema sanitario. «Hacemos el trabajo de tres médicos -alega Konstantinos Spiriounis, obstetra del Departamento de Salud Pública de Atenas-. Pero aquí se trata igual a griegos y a extranjeros».
A lo que Zina replica. «El trato nunca será igual, porque una griega da a luz y se entera de lo que le dicen, puede decidir y luego se va a su casa. Pero a nosotras nadie nos pregunta nada y, al salir, llevas a tu bebé a un campo de refugiados. Damos las gracias a los griegos por acogernos, pero espero que aprendan de los españoles a tratar a las personas en una situación tan vulnerable como la nuestra».

Khadeja. 40 años. Afganistán

“No quiero que mis hijos vivan una guerra”

actualidad, embarazadas, refudiados Grecia, xlsemanal«Nosotros huimos de los talibanes. Le dijeron a mi marido que, si no se alistaba, lo pagaría toda la familia y salimos corriendo con nuestros tres hijos. Me quedé en cinta cinco meses después en una isla griega. nos habían dicho que a las embarazadas y a los enfermos los trasladaban a campos en Atenas. Nos trajeron aquí, al campo de Skaramagas. No sé dónde acabaremos, pero no pensamos volver. Crecimos en un país en guerra y no queremos eso para nuestros hijos».

Sevi. 20 años. Siria

“Es un milagro que no haya perdido a mi bebé”

«Mi marido, mis dos hijos y yo llegamos a Grecia en marzo de 2016, con las fronteras hacia el resto de Europa cerradas. Intentamos cruzar varias veces con traficantes, sin éxito. Acabamos en un campo de refugiados horrible, vivíamos en tiendas, los niños enfermaban, había gente con hepatitis y yo, ya embarazada, pillé la sarna. Llegué de siete meses al campo de Ritsona y me dijeron que, si no reposaba, perdía el bebé. Por suerte, mi marido me ayuda, no le importa que la gente lo mire mal por ello».

Souad. 25 años. Kurdistán iraquí

actualidad, embarazadas, refudiados Grecia, xlsemanal “He sido madre dos veces desde que huimos del Daesh. Ahora tengo un hijo turco y otro griego”

«Ojalá mis hijos nos ayuden a conseguir el estatus de refugiados. El pequeño Louis tiene solo un mes y es el único bebé que ha nacido en el campo de Skaramagas. Y ha sido gracias a la Cruz Roja. Fue un día difícil, pero hermoso. Tuve miedo, porque llamamos a la ambulancia para ir al hospital, cada vez tenía más contracciones y me puse de parto antes de que llegara. Por suerte, ese día estaban
actualidad, embarazadas, refudiados Grecia, xlsemanallas dos matronas y la ginecóloga y entre las tres, en la sala de emergencias, me ayudaron a traer a Louis. Ahora tengo un hijo griego y otro turco, porque el mayor, William, de año y medio, nació en Turquía tras huir de ISIS».

Zuzan. 17 años. Siria

“No es el lugar ideal para ser madre, pero es la voluntad de Dios”

actualidad, embarazadas, refudiados Grecia, xlsemanal
«Hace cinco años que dejé mi casa en Siria, huyendo de la guerra. Mis padres y mi familia nos fuimos a Irak. Estuvimos allí cuatro años, hasta que llegó el Daesh. Como ya estaba prometida, hui hacia Grecia con la familia de mi marido. Nos casamos por el camino, en Turquía, el 16 de febrero de 2016 y llegamos al campo griego de Ritsona un mes después. Lo acababan de abrir y pasamos varios meses en tiendas de campaña hasta que nos pusieron caravanas. Mi cuñada se quedó embarazada primero, pero su bebé murió.m Este es mi primer hijo y quiero tener más. Sé que no es el lugar ideal para ser madre, pero es la voluntad de Dios. Ahora solo esperamos y esperamos a que un país nos acoja».

Rula. 33 años. Siria

“Nos dijeron que, si me quedaba embarazada, nos darían el estatus. ¡Mentira!”

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«Al llegar a Grecia, nos dijeron que las embarazadas tenían más opciones de obtener el estatus de refugiado. ¡Mentira! Nos rechazaron de todos modos. Yo arrastraba, además, una fuerte depresión. Recibiré a mi bebé con alegría, aunque ahora tengo claro que, de haber sabido lo que nos esperaba, no habríamos dejado nuestro hogar en Siria. El problema es que no podemos volver porque mi marido desertó del Ejército; sufrió una herida en el brazo y aprovechamos el permiso para huir. En cien años no acabará ese conflicto. Todos se odian y a nosotros, que somos ismaelitas, nos odian todos. Incluso aquí. Por eso pasamos el día metidos en la caravana».

Sakinek. 24 años. Afganistán

actualidad, embarazadas, refudiados Grecia, xlsemanal“Atravesé Irán y Turquía, crucé desiertos, subí montañas con nieve por la rodilla. Todo por mi hija”

«Yo no quería tener otro hijo, que naciera en un campo de refugiados, viviendo con mi hija y mi marido en la misma habitación. Quería dedicarme a mi hija, que aún no tiene ni tres años y ha sufrido mucho. Pasado el shock, ahora que ya estoy de seis meses estoy ilusionada. Quiero que mi hija Hadiyeh crezca libre, no como yo, y por eso dejamos nuestro hogar en Herat (Afganistán) y cruzamos Pakistán, Irán y Turquía, dormimos en establos, cruzamos desiertos y pasos montañosos con nieve por las rodillas, enfermamos y nos gastamos todo el dinero».

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - Imanol Arias,.
Resultado de imagen de imanol arias revista xl semanal 

Imanol Arias, fotos,.

Imanol Arias: "Saqué el dinero fuera de España por miedo",.

El 2016 no fue un buen año: a su vinculación con los papeles de Panamá se sumó su ruptura con Irene Meritxell, su pareja desde 2010. Ahora, a los 60 recién cumplidos, vive centrado en el trabajo: a la serie ‘Cuéntame’, añade nuevo personaje en ‘Velvet’ y una película, ‘Despido procedente’. De todo ello nos habla sin decir ‘no’ a ningún tema, por doloroso que le resulte.

Asegura que está tranquilo y con fuerzas para superar las consecuencias de un año ‘muy complicadito’. 2016 no ha sido fácil para el actor…
Cumplió 60 años acusado de fraude fiscal; y, por primera vez y tras largas relaciones de pareja, ha empezado a vivir solo. Reconoce los errores cometidos y estar dispuesto a solventarlos en cuanto el juez fije la cantidad que debe pagar para estar en paz con la Justicia. Asegura que todo lo vivido le ha hecho replantearse su forma de entender lo esencial y que los acontecimientos de este último año le han hecho afrontar esta nueva etapa como una oportunidad de renacer.
personajes, imanol arias, entrevista, xlsemanal
No quiere comentar sus asuntos procesales ni el trato recibido por los medios. Tampoco los que afectan a su vida personal. Imanol Arias [Riaño, León, 1956] solo quiere hablar de trabajo, de sus proyectos y de su nueva película, a punto de estrenarse, Despido procedente, que protagoniza junto con el argentino Darío Grandinetti -última pareja conocida de su exmujer, Pastora Vega– y Hugo Silva. Pero sabe que esa es una batalla perdida, así que encaja con cierta resignación nuestras preguntas y pone al mal tiempo buena cara. Un profesional.
XLSemanal. ¿Qué tal se encuentra?
Imanol Arias. Bien, contento conmigo mismo, viviendo esta parte de mi vida en la que tengo muchísimo trabajo y muy seguido, como nunca: en la televisión, en el cine… Intento estar fuerte y hacer personajes diferentes.
XL. Cuenta que unos jóvenes que solo lo conocían por Cuéntame le preguntaron si no le daba vértigo terminar la serie.
I.A. [Sonríe]. Esas cosas pasan. Llevo 42 años en esto y hay mucha gente que no llegó a ver mis trabajos anteriores.
XL. Anillos de oro, Querido maestro, El Lute, Severo Ochoa, Vicente Ferrer, Anacleto… Personajes inolvidables.
I.A. Las biografías de los personajes reales te llegan dentro porque haces tuyas algunas cosas de sus vidas. Y los de ficción te ayudan a entender la vida a ti, te ponen en el día a día. Todos los personajes me han ayudado a vivir.
XL. ¿Qué tal sienta que Antonio Alcántara pueda con todos ellos?
I.A. Antonio es muy poderoso porque es muy largo y yo mismo me asombro de que pueda tener otro giro. No es un mal personaje, no está hecho a la ligera; seguimos siendo muy obsesivos porque esté muy bien hecho. Que los personajes hayan crecido 15 años en la serie marca mucho al espectador.

Imanol Arias en los ochenta. Lleva 42 años en lo más alto de la profesión. «Todos los personajes -dice- me han ayudado a vivir»
Marzo de 1985. Una imagen del actor Imanol Arias. Foto: Gonzalo Cruz. ARCHDCXL. En estos años que lleva la serie, apenas han trascendido quejas de personas que han trabajado en Cuéntame, pero alguna lo acusaba -junto con Ana Duato y su marido, Miguel Ángel Bernardeau [productor de la serie]- de ser algo así como uno de los tres sultanes del harén.
I.A. Estoy seguro de que hay quien en Cuéntame no lo ha pasado bien por muchos motivos y no lo dijo en su día. En mi caso he estado siempre muy a gusto, salvo por algún que otro trabajo que debí rechazar. Todo depende de cómo encajes ese tipo de cosas: la vida es un juego de compensaciones.
XL. No hace mucho se le veía cansado de seguir interpretando a Antonio Alcántara e incluso deseaba el final de la serie.
I.A. Entonces, la distancia entre lo que yo era y lo que quería ser era más larga que ahora. Hoy, esa distancia es mucho menor y estoy más tranquilo, contento y relajado. Esta es la oportunidad que te dan las circunstancias difíciles de tu vida. Somos producto de nuestros errores, porque uno siempre fracasa un poco en algo.
XL. Antes de entrar en ‘fracasos y errores’, hablemos de Despido procedente.
I.A. Es una comedia rodada entre Argentina y España. Es un juego de pillos en el que una persona buena se junta con pillos buenos que, a su vez, lo convierten a él en pillo.

“Vivo solo y muy bien: duermo en medio de la cama… aunque a eso te acostumbras rápido”

XL. Pillos buenos y tiburones no tan buenos ni tan pillos.
I.A. Cuando uno ve tiburones en el cine, ya no se extraña porque los ve en el mundo real con maneras muy poderosas. Antes a los dueños de las empresas y a los banqueros no se los conocía, ahora hay más información.
XL. Cada mañana nos despertamos con un nuevo caso de corrupción. A veces da la sensación de que en nuestro país el que no ha robado es porque no ha podido.
I.A. No sé qué decir a eso. Estamos en un momento en el que se saben las cosas y es el momento de limpiar. Me sorprende cómo nuestras cabezas se acostumbran a escuchar estas cosas. Es verdad que en España lo judicial últimamente es muy público. Yo no tengo mucho más que decir al respecto.
XL. El fiscal general pide que se sancione a los medios que publican filtraciones de los sumarios, ¿qué le parece?
I.A. No sé qué contestar, no estoy al tanto. He estado mucho tiempo fuera y no estoy muy informado sobre esas cosas. No participo mucho de todo esto.
XL. Tras todo lo que se ha publicado sobre su relación con los papeles de Panamá, ¿cómo está anímicamente?
I.A. Pues quitándome un poco de orgullo y un poco de ego. Con la sensación de que esta es una oportunidad para cambiar de vida, para darme cuenta de cosas y transformarme yo. ¡Me ha tocado! Estoy tan expuesto que hay un Imanol que la gente cree conocer y que no soy yo. Por eso, casi prefiero ser yo y dejar que ese otro se quede ahí. No tengo mucha necesidad de hurgar más, me han tocado muchas cosas en la vida que tengo que asumir. He trabajado desde los 19 años, siempre he tenido éxito, he sido muy querido y tampoco me preguntaba entonces tanto por qué lo era. Siempre he intentado hacer las cosas bien para sentir el cariño y el respeto de la gente; pero alguna vez no se han hecho, por lo visto, las cosas bien y asumo como estoy. Estoy tranquilo y con ganas de no estar muy presente.

“No creo que España sea especialmente cainita. Yo me siento muy bien aquí”

XL. ¿Cree que este país es muy cainita?
I.A. No especialmente. Depende de las circunstancias, cada país tiene su carácter. Algunos nunca piden perdón y otros lo piden mucho, países en los que existe la envidia. Yo me siento muy bien aquí y en todos los países en los que se habla mi idioma. Creo que el español es la patria, y que la patria es muy grande y múltiple. Yo me siento muy español.
XL. ¿Con todo este asunto ha tenido ganas de irse fuera una temporada?
I.A. No, estoy muy arraigado aquí; en España están mis hijos, mi familia… y yo soy de aquí.
XL. ¿Se ha sentido acosado?
I.A. Mmmm… No. Dicen los sabios que a los 60 se da una especie de juicio sobre la vida de uno, porque entre lo que uno dice que es y lo que realmente es hay una separación, un hueco. Hasta cierta edad, ese hueco es grande. A los 60 años hay una tendencia natural a cerrarlo y a reconocerse realmente. Yo ya he cumplido los 60 y estoy en ello.
XL. El 2016 ha sido para usted nefasto?
I.A. Ha sido un año de mucho aprendizaje, muy complicadito. Pero estoy contento de seguir vivo, de poder solucionar las cosas y muy feliz de ‘entender’. Creo que hay momentos en los que -independientemente del grado de complicación- te haces consciente, y eso te permite quedarte en paz con las cosas y tener una sensación de la vida muy libre y diferente. Es un tramo largo, en el que hay que saber aceptar lo bueno y lo malo. No quiero ser pedante, pero intento construirme una casita con un tejado a dos aguas. por un tejado caen los elogios -y resbalan mucho porque, si se acumulan, el tejado se cae un día y te hace daño-; y por el otro tejado caen las críticas y todo lo demás.
XL. Que también resbalan para que no pesen demasiado…
I.A. Sí, y estoy en el medio intentando -no luchando- aprender lo que la vida me ha enseñado: estar muy atento a mis cosas, ser responsable, dar más tiempo y más cariño -y menos cosas- a la gente de mi alrededor.
XL. ¿Ha ido al psicólogo para afrontar los nuevos tiempos con ese espíritu tan renovador?
I.A. No me ha hecho falta, pero algo muy parecido sí.
XL. Explíqueme algo complicado de entender en todo el asunto del fraude fiscal: si el dinero que ha sacado de España no es robado ni ‘negro’, lo ha ganado con su trabajo y, según dice usted, tributó en su día por él… ¿por qué lo convierte en ‘negro’ a través de un entramado tan complicado de empresas fuera de nuestro país?
I.A. [Hace una pausa]. Por miedo. El miedo es siempre el factor más importante para este tipo de cosas. Miedo y que alguien te ofrece una solución. Así se producen las cosas.

“Lo de los papeles de Panamá me ha tocado. Estoy quitándome el orgullo y el ego”

XL. Miedo a qué: ¿a otra guerra, a pasar hambre en España algún día…?
I.A. No, no. Las circunstancias personales que ocurrieron tras un discurso que yo hice contra ETA… cada uno las vive como las vive y cada uno sabe lo que sabe de lo que pasaba: de lo que decían, de las cartas, de las personas que te insultaban por carta e implicadas directamente en puestos de Gobierno y de partidos… Tuve que llevar guardaespaldas tres o cuatro años.
XL. ¿Saca el dinero por miedo a ETA?
I.A. Por miedo a lo que pudiera pasar aquí. No estoy justificando nada, estoy contando lo que pasó y no tengo mucho más que decir.
XL. ¿En qué punto está el proceso judicial?
I.A. El juez debe determinar la multa que me impone. El tiempo pasa lento para el que espera, rápido para el que es feliz; es muy largo para el que tiene miedo y muy lento para el que espera justicia.
XL. Y en su caso, ¿cómo es el tiempo?
I.A. Estoy en un punto en el que ya nada depende de mí, excepto cumplir con las obligaciones y, en la medida que es posible y me dejan, estoy cumpliendo; y esto es lo que hace que para mí el tiempo sea un aliado.
XL. Por cierto, ha estado cinco veces nominado a los Goya e incluso ha presentado la gala de los premios, ¿cree que se llevará alguno este año?
I.A. Es que eso depende de con quién compites. Siempre me nominaban en años en los que había otro que había hecho un trabajo buenísimo, igual o mejor que el mío. Fernán Gómez decía que los Goya tenían una faena: solo los gana uno.

“Aspirar a tener un Goya no te da más que sufrimiento. No, no estoy enfadado con nadie ni con nada”

XL. Fue cofundador de la Academia de Cine, ¿está un poco enfadado con ella?
I.A. No, no. No estoy enfadado con nadie ni con nada. Aspirar a tener un Goya no te da más que sufrimiento.
XL. Sobre todo si no se consigue [risas].
I.A. Es que si te cae, a veces, no te da más que sufrimiento. Hay mucha gente a la que se lo han dado demasiado rápido, otros que no lo asimilan y muchos que no han vuelto a trabajar. Una de las cosas que se aprende cuando te escarnian a los 60 es que el objetivo del trabajo se ve mucho más claro, porque hay circunstancias que te ponen más nervioso y precipitan más tu vida; como la enorme cantidad de compañeros importantes de entre mi edad y los 75 años que han muerto. Esto te marca más que tener un Goya y hace que aceptes que no estás para hacerte más exclusivista, sino para hacer trabajos muy distintos.
XL. Ha repetido varias veces su edad, le pesa haber cumplido 60 años?
I.A. No especialmente. Lo llevo muy bien, estoy renaciendo para ser mejor y para no cometer los mismos errores.

blow 1Imanol Arias con Pastora Vega. Se casaron en 1984 y tienen dos hijos. Arriba, Jon, el mayor, de 30 años, que ya da sus primeros pasos como actor y Daniel, de 16
XL. Cumplió los 60 con el corazón partido. ¿Cómo lleva lo de vivir solo?
I.A. Cuando eres el héroe de tu propia película, no tienes ninguna excusa para echarles la culpa de nada a los demás, y eso es estupendo. Ahora vivo solo y estoy muy bien: duermo en el medio de la cama… aunque a eso te acostumbras rapidísimo [sonríe]. También a tomar los tiempos de otro modo y tienes otro tipo de contactos. Pero yo aún tengo hijos a los que dedicarme, al menos uno.

«Siento que con Pastora la relación nunca se rompió: es la madre de mis hijos y una mujer a la que quiero muchísimo»

XL. ¿Qué tal le han salido?
I.A. De momento, ninguno de los dos ha desarrollado una personalidad preocupante que les haga difícil encajar en este mundo. Soy bastante optimista.
XL. ¿Sienten la misma admiración que sentía usted por su padre?
I.A. Eso se lo tendrías que preguntar a ellos, pero tenemos buena sintonía. El mayor, de 30 años, estaba más metido en la música, pero está empezando a trabajar como actor y lo hace muy bien. Le han surgido en un año varias oportunidades y las ha aprovechado.
XL. Ha contado que nunca ha sido un padre cariñosón, ¿se ha corregido?
I.A. Sigo sin serlo. Dicen que soy más entregado fuera de casa que dentro; que en casa soy bastante más serio, pero este año he aprendido un poquito, porque el estar solo hace que te sobre tiempo y se lo dediques más a ellos y seas más cariñoso también. Cuando los padres no viven juntos, los hijos tienen que saber en qué momento está cada uno. No se trata de quitar responsabilidad al padre o a la madre, pero hay momentos en los que uno está más capacitado que el otro. Pastora es una mujer inteligentísima y muy buena gente y ha hecho que las cosas sean siempre muy sencillas.

“No tengo la vida resuelta económicamente. Todo depende de lo que quieras vivir y yo confío en hacerlo 20 años más”

XL. En estas páginas contó hace tiempo que para que una pareja se mantuviera fuerte debía romper muchas veces.
I.A. Sí, pero creo que la última ruptura que tuvimos fue definitiva. Esta vez, para seguir creciendo, fue necesaria la separación. De cualquier forma siento que con Pastora la relación nunca se rompió: es la madre de mis hijos y una mujer a la que quiero muchísimo.

06/08/2011. BENHAVIS. MALAGA. ANDALUCIA. ESPAÑA. GALA BENEFICA STARLITE.IMANOL ARIAS Y MERITXELL. FOTO: DE SAN BERNARDO. ARCHDCSu pareja más reciente: con Irene Meritxell, su pareja conocida más reciente; estuvieron juntos entre 2010 y 2017. “En este momento de mi vida -dice- creo estar bien dotado para vivir solo [ríe]”
XL. Tanto su relación con Irene Meritxell como la de Pastora con Juan Ribó se terminaron, ¿se ve con Pastora de nuevo?
I.A. Ser sincero en esto es una faena. Toda mi vida he estado viviendo en pareja y he tenido siempre relaciones largas y nunca me han dicho: «Qué bien dotado estás para vivir en pareja», sino más bien todo lo contrario, con lo cual en este momento de mi vida creo que sí estoy bien dotado para vivir solo [ríe]. Creo que ahora colmo más expectativas, quiero a más gente y soy mejor.
XL. Hay quien dice que durará sin pareja dos días, reconozca que tiene éxito entre las mujeres. [Se lo relaciona con una jovencísima morena con la que acudió al pasado Festival de Cine de Málaga].
I.A. [Sonríe]. Pero para muchas seré un problema. Imagínate lo que supone salir a cenar conmigo cinco veces para alguien que quiere tener la vida tranquila. A partir de ese momento toda su vida va a estar chequeada. A la que le guste ese tipo de vida, mal asunto; y a la que no le guste pensará que ‘el regalito’ tiene que estar muy bien para soportar todo esto.
XL. ¿Qué hace para evitar a los paparazis?
I.A. Nada, no se puede hacer nada. Es un fenómeno que viene por rachas. Este último año, el tiempo que he estado en Madrid, me han seguido tres coches a diario desde la puerta de casa. Los veo, sé cuándo me siguen, sé quiénes los informan… pero ni me meto con ellos ni me defiendo.
XL. ¿Lee lo que dicen de usted?
I.A. ¡Nada! Ni leo esas revistas ni veo ninguno de esos programas. Yo solo consumo televisión ‘a la carta’, a través de las plataformas. También me gusta ver en directo las series españolas, sobre todo los primeros capítulos. Es una parte de mi trabajo: ver a qué hora empiezan, qué efecto me producen…
XL. Una curiosidad, ¿aún vota en blanco?
I.A. Es cierto que alguna vez he llegado a votar en blanco, pero ya no sé lo que voto porque cambio mucho.
XL. Después de 42 años de éxito como actor ¿tiene la vida resuelta?
I.A. Económicamente, no. Todo depende de cómo quiera vivir y de cuántos años. Yo quiero vivir, como mínimo, 20 años más. Trabajaré mientras tenga memoria y haré personajes de mi edad. Yo ahora tengo que deshacerme de muchísimas cosas y lo mejor que puedo pensar es que soy capaz de hacer frente a mis errores y que eso me siente bien.

Imanol Arias: "Gracias a que no me han dado un Goya, he trabajado mucho",.

 

Adora los zapatos, la ropa ‘vintage’ y comer bien. Y su profesión, a la que se dedica desde finales de los setenta, cuando el director José Tamayo le ofreció su primer papel. Desde entonces, Arias se ha labrado una sólida carrera que abarca cuatro décadas. Con el patriarca de ‘Cuéntame ‘ hablamos de televisión, de política y de sus proyectos.

Nos citamos con Imanol Arias en El Olivar de Castillejo, en pleno barrio madrileño de Chamartín, justo donde acampó Napoleón durante la Guerra de la Independencia y donde media docena de intelectuales y científicos de la talla de Dámaso Alonso, José Castillejo o Menéndez Pidal levantaron sus casas.
Rodeados de un centenar de olivos, iniciamos nuestra conversación. Da la sensación de que Imanol está cansado de seguir interpretando a Antonio Alcántara. Confiesa que desea reducir su exposición a los medios y, pese a que reconoce que en el terreno personal pasa por un muy buen momento, se muestra bastante pesimista y tristón. Nieto de guardia de asalto en la República e hijo de moderado mecánico tornero, Imanol ha tratado de ser un hombre negociador que, desencantado de la política, asegura que acude a las urnas para votar en blanco.
XLSemanal. Ninguna serie en España ha cumplido 15 temporadas.
Imanol Arias. Es muy extraño, sí; y, como toda cosa que crece y se hace grande, ahora solo queda la angustia de ver cómo va a terminar.
XL. Parece como si tuviera ganas de que acabase.
I.A. Es que hay días que sí me gustaría que terminase.
XL. La mayor parte de los actores piensan que han puesto una pica en Flandes cuando participan en una serie de éxito que se alarga en el tiempo.
I.A. El asunto es que la fortuna de encontrar un trabajo se aderece con que sea la serie de mayor éxito absoluto durante diez años, como es el caso. Desde 2001 hasta 2011 fuimos siempre líderes de audiencia. Después, Águila Roja, en su tercera temporada, nos llegó a igualar; Isabel tuvo una primera temporada muy buena
XL. Dejó de ser número uno, pero mantuvo buena acogida.
I.A. Claro, claro, pasamos a ser el dos pero con un éxito enorme. La cosa está en que decidan si terminará agotándose poco a poco o va a tener un final concreto.
XL. Están ya a punto de rozar la actualidad. ha pasado el golpe de Estado, el PSOE va a ganar las elecciones.
I.A. Para mi gusto, este es otro proyecto distinto al de Cuéntame ; no tiene nada que ver. Yo he intentado que Antonio Alcántara sea un hombre más rural, porque funciona mejor en ese medio. La vuelta al campo de Antonio la veo como un acercamiento al final.
XL. Antonio Alcántara intenta ser el padre de mucha gente
I.A. Sí. Y, desde luego, el mío lo es. La mayor fuente de documentación para saber cómo tiene que reaccionar Antonio Alcántara es mi padre. Murió hace cuatro años y me he quedado sin todas esas referencias.
XL. Estaban muy unidos; hubo un tiempo en que incluso su padre trabajó para usted.
I.A. Trabajó para mí porque no quería jubilarse. Lo hizo de conductor y me acompañaba siempre.
XL. ¡Como la madre de la Pantoja!
I.A. Como la madre de la Pantoja, pero contratado. Mi padre era muy austero, dormía en una habitación de una cama simple y cobraba exactamente igual que un chófer. Cuando rodábamos en una ciudad que no conocía, al llegar, se gastaba la mitad del dinero que iba a ganar al día siguiente en pagar un taxi que lo llevara al sitio exacto en el que yo iba a rodar, para aprenderse el camino. Tenía miedo de que llegara tarde por su culpa. Más que nada, lo que eso le produjo fueron 15 años más de vida.
XL. Cuéntame se ha emitido con el PSOE y con el PP. ¿En algún momento ha habido consignas?
I.A. Nunca. Jamás. Siempre hemos sido muy libres.
XL. Son inolvidables sus interpretaciones del Lute, Severo Ochoa Pero, recientemente, su caracterización de Vicente Ferrer ha sido increíble. De hecho, al no quitarse la barba, sigue pareciéndose a él.
I.A. Eso me dicen, sí. He disfrutado mucho haciendo este personaje. Muchas cosas de él me han impresionado.
XL. Cree que Vicente Ferrer, tan crítico con Juan Pablo II, ¿estaría encantado con el nuevo Papa, jesuita como él?
I.A. Sí, aunque no le daba mucha importancia a las jerarquías. Pero yo creo que sí, que estaría más de acuerdo con el Papa Francisco porque, al contrario que los anteriores, que pedían mucho compromiso, lo que él pide son acciones y buenas obras. Y en este sentido es muy ferreriano.
XL. Cuenta que en su casa de Zahara de los Atunes, en Cádiz, tiene un armario lleno de mantas para salir a arropar a los emigrantes que llegan de noche en pateras.
I.A. Eso era hace unos años. A esa playa ya no llegan porque está llena de radares y los localizan antes.
XL. ¿Cómo se soluciona la entrada ilegal de inmigrantes?
I.A. Cada vez que se reduce la ayuda en cooperación se aviva la necesidad de salir de sus países. Son grandes extensiones de terreno compradas por multinacionales para hacer biodiésel, grandes zonas compradas para la extracción de diamantes, niños soldados Demasiadas cosas para que esa gente se quede allí.
XL. ¿Hay que implicar a otros países europeos en nuestras fronteras?
I.A. Los europeos nos hemos empeñado en rechazarlos y en defendernos de ellos. Me indigné cuando el otro día escuché a un político decir que ya solo faltaba ponerles azafatas. No, señor, no; va a ser mejor matarlos [se enfada]. Algún día habrá que plantearse por uzan la frontera europea en territorio africano. Aquí estamos, poniendo una barrera de Europa en una colonia.
XL. ¿En una colonia dice?
I.A. Sí, hasta eso se va a poner en duda.
XL. Soy un vasco que mira al sur . ¿Es complicado ahora mirar al norte, al sur y al este de España?
I.A. Yo vivo en Madrid, tengo una casa en Andalucía y me siento muy bien en el sur; pero también te diré que para mí, que soy de Madrid, no es nada complicado mirar a Cataluña. A mí no me van a llamar a votar y las personas que conozco que quieren hacerlo no me parece mala gente; y los que no quieren votar, tampoco.
XL. No se trata de si son buena o mala gente, se trata del derecho de una comunidad autónoma a la independencia.
I.A. Este es un asunto que están dirimiendo ellos. Lo que me preocupa es que hayan robado en el Liceo, que hayan tenido un Gobierno tan corrupto pero me preocupa como español, no porque ellos sean catalanes, porque todo eso luego repercute en los Presupuestos Generales del Estado y piden seis mil millones. Esa es la gran preocupación.
XL. Usted siempre se manifestó contrario al nacionalismo vasco. ¿También al catalán?
I.A. No me gusta el nacionalismo, es algo así como estar aquí dentro para hacerme sentir diferente. Entiendo mejor el independentismo cuando es pacífico, aunque tiene unos enormes problemas jurídicos.
XL. Su padre es de Ermua [fue el concejal anterior a Miguel Ángel Blanco] y su madre es de Riaño (León), aunque se fue a trabajar a Valladolid, donde limpiaba la casa de una familia. ¿Cómo cambió sus vidas que usted empezara a triunfar?
I.A. Prosperé yo y, por ende, ellos; pero para mis padres que yo triunfara era suficiente. Ellos dejaron de tener la angustia que tenían desde hacía muchísimo tiempo y eso en las familias trabajadoras es lo más importante. Otra cosa es que no consigan adoptar la mentalidad del que tiene. Mi padre siempre fue austero, venía del mundo obrero, fue emigrante, su ambición era llegar a fin de mes, estar en su pueblo y no se preocupó de más.
XL. Una vez calculó que el 60 por ciento de sus ingresos se lo gastaba en comida.
I.A. Y es verdad. Un año me hicieron una inspección de Hacienda y el inspector no se lo creía [se ríe].
XL. Cuando se han comido muchos bocadillos en la calle y se ha dormido en el metro, ¿el nivel de vida se mide por lo llena que está la nevera?
I.A. Eso es así. Pero es que, antes de llegar a Madrid, yo venía de comerme unos bacalaos al pilpil y unos cocidos maravillosos que hacía mi madre y por eso nunca he podido soportar la mala comida de muchos bares. Aún hoy prefiero comerme un bocadillo de cualquier cosa antes que esos platos mal cocinados.
XL. Hoy también hay mucha gente durmiendo en el metro y, en el mejor de los casos, comiendo bocadillos en un banco.
I.A. 2015 va a ser un año muy interesante. sé que van a mejorar los impuestos, que algunos problemas van a reducirse, que se va a castigar a alguien que se lo merece, pero sobre todo porque nos quieren llevar a hacer el tonto y a votar otra vez Y a ver qué pasa.
XL. Ha confesado que vota en blanco. Eso no encaja mucho con el perfil de hombre preocupado por la política y por los demás.
I.A. Depende de los objetivos que tengas. Se pueden hacer cosas por los demás fuera de la política. Para mí, ahora es muy difícil establecer criterios y prefiero abstenerme. Recuerdo una frase de Fernán Gómez que me aplico muchas veces. Si quieres tener vida privada, no tengas opinión pública . Por eso hay muchas cosas sobre las que no tengo opinión pública, solo privada. Pero para tener opinión ciudadana lo que hay que hacer es salir a la calle a manifestarse y eso está prohibido ahora.
XL. Pues hay siete manifestaciones diarias solo en Madrid.
I.A. Pero, en la práctica, está prohibido porque con la nueva ley de movimientos callejeros te meten una multa por nada. Yo me pasaría el día alentando a la gente para que saliera a manifestarse. Con lo que está ocurriendo podría haber pasado de todo y, sin embargo, no se manifiestan apenas porque a los movimientos ciudadanos se les pide que declaren cuál es su ideología, quién manda en el movimiento, si van a presentarse a las elecciones Se les niega la neutralidad.
XL. Hubo un tiempo en que apoyó al PSOE, hasta que Felipe González nos metió en la OTAN. ¡Que se vayan a la mierda! , les dijo. Después colaboró con José María Aznar y hasta comieron juntos varias veces.
I.A. Han sido diferentes etapas. La época en la que cenaba con Aznar y con gente del cine fue porque había un trabajo que hacer. Cuando se acabó el trabajo, ya no fui invitado a cenar más veces.
XL. ¿Que no le hayan dado nunca un Goya tiene algo que ver con que no haya asistido a la gala?
I.A. No, a la gala hay que ir cuando se te requiere o tienes algo que hacer; a manifestarse, no. Esta vez no se me requirió para entregar ningún premio ni estaba nominado.
XL. ¿Le parece mal que los actores se manifiesten?
I.A. Los Goya son el gran negocio periodístico. Al día siguiente salen multitud de páginas hablando de la gala y ni una sola línea de las películas. Solo se habla de lo que decimos nosotros. Yo sería partidario de hacer una gala exprés en la que se anuncien los nominados y se realice la entrega de premios. Eso calmaría un poco las cosas.
XL. Si llegaran a darle un Goya, ¿qué diría al recogerlo?
I.A. Les diría. Perdonad que hable un momentito de mí. Muchísimas gracias por haber tardado tanto tiempo en dármelo porque eso ha hecho que trabaje mucho más .
XL. Pese a que usted es un privilegiado, ¿esta profesión es injusta?
I.A. Este año cumplo 39 años en ella y no creo que sea injusta. Es como todas; no conozco a nadie que esté de gerente toda la vida en la misma empresa.
XL. Como todas , dice, pero está en los medios de comunicación como ninguna.
I.A. Quizá sea de las profesiones sin contar la política que más gente tiene escribiendo en contra. El tanto por ciento de los comentarios insultantes que se hacen sobre nosotros es demasiado elevado para el producto que se ofrece. Esa conexión que dicen que nos une con la ultraizquierda, que nos llamen ‘titiriteros’, la negación de todos los méritos que hemos conseguido [un poco enfadado]. Es una forma de establecer una disputa periodística continua que está muy bien.
XL. ¿Cómo se defiende de los paparazis?
I.A. No es complicado. Las reglas del juego son simples, para tontos. El juego es muy fácil. cuando tienes una vida normal, intentan provocarte y tú no debes entrar jamás en esa provocación. Yo fui al aeropuerto a recoger a Pepe Sancho y estuve a su lado cuando empezaron a empujarlo y lo hicieron hasta cinco veces para que se diera la vuelta y los increpara. Y, al final, lo hizo y su enfado es lo que ha quedado para la historia.
XL. ¿Ve de refilón los programas del corazón?
I.A. No. No me gusta esa televisión ni cuando salgo bien en ella. La mejor prevención frente a esto es hacer una vida normal.
XL. Fueron 25 años con Pastora Vega y dos hijos en común, pero nunca se casó. Dice que, si algún día se decidiera a pasar por el altar, lo hará a escondidas.
I.A. Claro, claro; boda pública, ninguna porque generas una noticia y luego esperan la siguiente y siguen ahí hasta que se crea el problema. Si los invitas a tu boda, les das pie a que entren en tu mundo. Si te quieres casar, es mejor hacerlo a escondidas y seguir como siempre.
XL. ¿Es difícil vivir al lado de Imanol Arias?
I.A. No, porque no soy nada público y soy muy privado.
XL. ¿Su hijo mayor le ha salido bravo o dócil?
I.A. ¿Jon? Ha salido bravo, pero ahora los chicos son mucho más inteligentes. Trabaja en los medios de comunicación, hace aplicaciones para Internet, se dedica a la música y sabe lo que es hacer bolos porque no se venden discos, trabajar por mil euros durante siete horas y el viernes salir corriendo con la furgoneta. Pero a esa edad se es feliz así.
XL. Y el segundo, de 12 años, camino de la adolescencia.
I.A. El otro está en una edad en la que solo tiene que estudiar, todavía no se ha revelado con nada, o no lo hemos detectado aún.
XL. ¿Es usted un padrazo?
I.A. No, no soy un padrazo ni tampoco duro ni melifluo. Mi forma de preocuparme y estar pendiente es que no se note demasiado que lo hago. No soy babosón ni cariñosón.
XL. Como a Antonio Alcántara, ¿veremos a Imanol Arias retirándose a vivir al campo con Irene Meritxell?
I.A. No. Para jubilarte como actor no solo es necesario tener una cuenta corriente que te permita disponer de dos mil o tres mil euros al mes; hace falta que tengas en la cabeza la sensación de que quieres dedicarte a otra cosa. La jubilación en esta profesión es muy complicada.
XL. ¿Se queja de su situación?
I.A. La que yo tengo ahora no es buena para el actor, porque es imposible que estés ocho meses metiéndote todas las semanas en un personaje y que eso tenga un mérito, porque te repites. Artísticamente no es el ideal. Estoy muy sobreexpuesto a todas horas en televisión. ahora en la serie, ahora en publicidad, ahora con películas que son antiguas y las reponen Yo no quiero ver continuamente a Picasso pintando cuadros. Llega un momento que al que le caiga mal Imanol Arias estará hasta las narices y querrá decirme. Por favor, descansa un poco, tío .
Privadísimo
1. Su nombre real es Manuel María Arias. Nació el 26 de abril de 1956. Su primera casa, como reconoce el actor, era una habitación con derecho a cocina. Compartíamos la casa con otras familias. No teníamos salón propio .
2. Con siete años se vistió de payaso en una función con Cosme Cortázar, un obrero con dotes de mimo. Fue el primero que lo animó a que se dedicase a la interpretación.
3. Sin bachillerato, entró en la Universidad Laboral y estudió para maestro industrial eléctrico, pero lo dejó. Sé un poco de todo, pero mi formación fue a matacaballo , afirma. Aun así entró en la Escuela de Arte Dramático como oyente.
4. Su primer trabajo en Madrid fue de figurinista en el teatro de la Zarzuela en 1976. Ganaba 240 pesetas al día. Cuando acababa la temporada de las zarzuelas y se quedaba sin dinero, dormía en el metro de Ópera.
5. Entre 1992 y 1996 estuvo casado con la actriz Socorro Anadón. Con Pastora Vega vivió 25 años y tuvo dos hijos. Su actual pareja, desde 2011, es la diseñadora Irene Meritxell, que tiene 37 años.


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