foto / Un pastor camina con su caravana de camellos en el desierto de Badain Jaran.

Los desiertos suelen estar asociados con un calor abrasador, sequedad y condiciones inhóspitas. Sin embargo, el desierto de Badain Jaran, en la Liga de Alshaa, región autónoma de Mongolia Interior, es una vasta zona salvaje salpicada de brillantes lagos de color zafiro y altísimas dunas de arena, y el vínculo entre este lugar y quienes viven allí es inquebrantable.